JOVEN CHILENO ES ACEPTADO EN LA RENOMBRADA ACADEMIA XAVIER

Santiago.
El joven mutante nacional, Pedro Prado, mejor conocido como Alsino, fue aceptado en la prestigiosa Academia para Alumnos Dotados que dirigen los connotados profesores Charles Xavier y Erich Lenscher, máximas autoridades en el campo de la genética evolutiva a nivel mundial, en el condado de Westchester, Nueva York. Alsino, quien se hiciera famoso por sus grandes alas blancas, por las que muchos tambien lo llamaron Angel, ingresará en marzo entrante a la afamada institución, donde será educado en el uso de sus facultades extraordinarias al servicio de la humanidad. Prado, que también es poeta y narrador, ha anunciado la próxima publicación de su libro de memorias, titulado simplemente Alsino. Un joven que es un orgullo para sus padres, familia y la patria.

Editorial TauZero Especial Lluvia Ácida

Logo TauZeroHan transcurrido varios meses desde que se realizaron el par de entrevistas-coloquios con Lluvia Ácida publicados en este especial, y muchas cosas han pasado desde entonces. Desde mi memorable reencuentro con Héctor y Rafael en el lanzamiento de Tierras Magallánicas en Santiago, hasta la llegada a mis manos del DVD de Elemental en vivo.

Varias cosas de las que aquí se mencionan como futuribles probabilidades ya se han concretado, porque Héctor y Rafael son el tipo de creadores que concretan cosas. ¿Hay creadores que no concretan? Sí, por supuesto, o bien elaboran mundos completos en su cabeza sin nunca traerlos a la realidad, o han optado poéticamente por el silencio. Héctor y Rafael son distintos, posen el tezón, el empuje y la fuerza que tanto colonos como pueblos originarios tuvieron para vivir en el extremo sur de Chile, esa energía psicogeográfica que tan bien conozco.

Este es el homenaje que TauZero brinda a Héctor y Rafael, a LLuvia Ácida, con admiración y respeto.

¡Salve, oh pioneros sonoros de la indómita Tierra Australis!

diciembre de 2006

Austro Mutandis

Hace un par de meses en el café Rialto de Viña del Mar (me gusta este café porque se llama como un personaje de Jack Vance, ‘Rialto el Prodigioso’) Marcelo Novoa me comentó que había tomado conocimiento de una banda de Magallanes que se inspiraba en la cf: Lluvia Ácida. ¡Pero si yo los conozco!, dije inmediatamente, pero luego me pregunté… ¿de donde los conozco? Y fue así como los procesos mnemónicos comenzaron a operar y recordé a un individuo con el que fui compañero de curso hace como veinte años: Héctor Aguilar a quien todos conocían como Nego. Novoa me comentó que saldría algo sobre Lluvia Ácida en Puerto de Escape, pero antes que se publicara aquello y en mi calidad de editor de Tauzero, leí la entrevista que Raúl Pinto efectuara al otro miembro de Lluvia Ácida: Rafael Cheuquelaf. Nuevamente Mnemosine me susurró al oído y dije: yo a este tipo lo conozco, ¿o no? Escribí al mail de Lluvia Ácida y me respondió Rafael, quien está a cargo obligatoriamente de las relaciones públicas. El diálogo que se dio fue así:

Yo: “A ti te recuerdo del Liceo de Hombres pero en realidad no sé si llegamos a conocernos. Fuiste alumno de Hanny Berger en artes plásticas, ¿no? recuerdo haber visto u oído sobre un trabajo tuyo realizado con vinagre…”
Rafael: “Acertaste, fui alumno de Hanna Berger en el Liceo de Hombres. Y el Nego es ahora una especie de nómade moderno, que trabaja en varias cosas en lugares aislados de Magallanes. Una pregunta, tienes que ver algo con Sergio Amira? Porque yo sé que él fue amigo del Nego en la enseñanza básica. Yo lo conocí de pasada en un taller de dibujo, hace muchos años…”
Así que también conocía a Rafael Cheuquelaf aunque francamente sigo sin recordar nada de ese curso de dibujo salvo al profesor que era un tipo muy amargado que según me cuenta Rafael hasta el día de hoy usa la misma chaqueta. Rafael tuvo la amabilidad de enviarme todo el material de su banda (que no es poco) y junto al inefable e infalible rmundaca nos dijimos: Lluvia Ácida se merece un especial en TauZero, empezando por una entrevista-charla más extensa que la proporcionada por el amigo Pinto. Así que aquí vamos.

Yo estudié con Nego en el colegio (séptimo y octavo básico) y mucho me parece que Francisco Barría (Panchi) era hermano de un compañero de curso al que le decíamos “Chanchín”. ¿Me equivoco?

–Efectivamente, el Panchi es hermano de “Chanchín”. Claro que a él yo lo conocía por “Wicket” (el Ewok más famoso de la galaxia), un sobrenombre que le pusieron en la época del Liceo de Hombres.

Sí, ahora que lo mencionas recuerdo lo de Wicket, aunque considerando su contextura física más se asemejaba al Jefe Chirpa o incluso al Wampa.
¿Qué fue de Panchi? ¿Porque no siguió en Lluvia Ácida?

–Bueno, ahí lo que sucedió es que Panchi, que fue compañero de curso mío en el Liceo de Hombres, perdió el interés en LLUVIA ÁCIDA. No sé si le dio lata que me haya involucrado y se sintió fuera de lugar, o bien no le gustó lo que el Nego quería hacer: música electrónica en vez de ruidismo casero. Quizás hubo algo de ambos. Pero nunca nos hemos dejado de saludar. El estudió Técnico en Turismo en la Universidad de Magallanes y viaja de vez en cuando al Paine a trabajar. Él es una de las personas de nuestro ya largo pasado musical.

¿Cual era ese amigo en común que mencionas en el documental, ese que sirvió de nexo entre Nego y tú?

–Bueno, en realidad no era un amigo íntimo, más bien un conocido del cual no me acuerdo el nombre. Es un tipo muy extraño, al que conocíamos como “Ratonil” o “Nariz con ojo” (por lo narigón, se entiende), dedicado en su tiempo libre a traficar libros y discos. Si querías algo raro y difícil de conseguir, como un libro de García Márquez en rumano, bueno, ¡él te lo conseguía! Y a cambio de nada, sólo un poco de atención, pues era un tipo bastante solitario.

Mmm, me recuerda a Luis Saavedra.

Resultó que Ratonil conseguía artículos tanto para Héctor como para mí. Una tarde, en medio de un campeonato de ajedrez que teníamos con otros tipos, él me comenta acerca de alguien que vivía cerca de mi casa al que le gustaba la música electrónica. Y así empezó todo esto, con un trivial encuentro para intercambiar cassettes de Kraftwerk y de Depeche Mode.

Creo que fue en 1989 cuando supe de la existencia del Thrash Metal gracias a Nego, quien era un acérrimo fan de dicho tipo de música. Aun no tenía una banda (que supe por el documental se llamó Infidel) pero sí planeaba sacar un fanzine llamado Disneylandia si mal no recuerdo. ¿A ti te llamo la atención el thrash, el grindcore, death o cualquier tipo de música metalera en tu vida?

–La verdad es que no mucho, pero solo por ignorancia, no porque la encontrara mala. Es más, no escuchaba mucha música en mi época escolar, estaba más interesado en los cómics y en todo lo que fuera plástica en general. Aunque después empecé a valorar esa vertiente musical, en realidad cualquier cosa que se saliera de la norma. El thrash siempre lo encontré muy formal, demasiado virtuosismo ahí para mi gusto. En ese sentido me identifico más con el punk de los 70’s y el noise, siempre me ha interesado más los timbres que la cantidad de notas por segundo. Pero Nego es un metalero de corazón, de hecho hace poco volvió a cantar un tema de Infidel en un evento el año pasado. Y te puedo decir que sí sacó el fanzine Disneylandia y después otro llamado Possesor Terror. Se contactó con un montón de gente interesante dentro del estilo musical que abordaba. Pero eso es parte de su pasado primigenio. El siempre me dice que fue el único metalero de Punta Arenas que realmente evolucionó, que el resto se quedó pegado en lo mismo. ¡Y le encuentro toda la razón!

Digievolucionó querrás decir. Bueno, cuando escuchamos a Maiden vemos que tampoco han evolucionado nada (pese a que Armando Rosselot asegure lo contrario). El primer disco solista de Bruce Dickinson me gustaba mucho, ahí había un sonido diferente a Maiden, más Bowie, mas glam, mas T–Rex. ¿Has realizado música en proyectos solistas o con otra gente que no sea Nego en estos últimos diez años?

–Sí, la verdad es que he ocupado todo el tiempo libre que he tenido para hacer música, con o sin Nego (pero de preferencia con él). Publiqué tres discos con el seudónimo de NEBULA, proyecto solista que he presentado en vivo y que ha estado incluido en varias antologías chilenas y extranjeras. Y el primer disco de nuestro sello fue de un proyecto electrónico llamado LUMANIA, que grabamos con una amiga llamada Carol Vieytes y que ahora se dedica al diseño multimedia en Santiago. Pero LLUVIA ACIDA siempre está presente, es el único proyecto musical con el que realmente he logrado expresarme plenamente y recibir algún grado de respuesta.

Volviendo a Iron Maiden debo confesar que es una de las bandas que me ha marcado. Desde niño veía el Magnetoscopio Musical (que transmitían los domingos antes de los dibujos animados) y mis recuerdos de infancia están plagados de videos musicales, no sólo de Maiden, sino de otras bandas heavy metal como Twisted Sister, Accept, DIO y AC/CD. Cuando estaba en séptimo u octavo básico y era compañero de Nego, recuerdo que gracias a el se reactivó mi interés en Maiden e incluso fuimos juntos a comprar El Número de la Bestia a esa tienda en el caracol (¿te acuerdas como se llamaba?). En el documental cuentas que el re-diseño del logo que te encargaron marcó un antes y un después en Lluvia Ácida. Creo detectar una influencia del isotipo de Maiden en aquel diseño, ¿fue esto algo conciente de tu parte? ¿Escuchaste alguna vez a Maiden? Yo hasta el día de hoy los escucho aunque hasta el último disco antes que Dickinson se marchara.

–¡La tienda de la cual hablas es “Artecor” y todavía existe! Bueno, pasando al tema de Iron Maiden, sé que el Nego era un fanático de ellos. Yo no, pero me gustaban dos cosas: el tema Number of the Beast y las carátulas de los discos, no tanto el “Eddie”, sino los ambientes surreales en que aparecía.

Derek Riggs era el responsable de las portadas de Maiden y de los distintos looks de Eddie. Riggs fue artista exclusivo de Iron Maiden por años e irónicamente tras una década, descubrió que su ‘fatiga crónica’ se debía a envenenamiento por metales pesados. Y no me refiero al metal pesado al que estaba expuesto por su relación con Maiden sino a cosas como el mercurio en el agua y las tapaduras de sus muelas. La condición de Riggs lo hace sumamente sensible al metal, ¡el tipo se estaba envenenando sin saberlo! Pero volvamos al logo de LLUVIA ACIDA.

–Que horrible lo que me acabas de contar…, pero bueno, cosas peores pasan a cada rato. En esa época yo estaba pegado con H. R. Giger y por ahí había una conexión. El logo que diseñé para LLUVIA ÁCIDA tenía más que ver con una estética industrial, es como una placa de metal. La verdad es que cuando escuchaba los sonidos de los talleres metalúrgicos del barrio (mi abuelo tenía uno), no lo asociaba al Heavy Metal, sino a algunos pasajes de los primeros Depeche Mode, que era la música con la que rayaba en ese momento.

Bueno, si recuerdas mi casa (que se inundó por completo en ese aluvión del 87 u 88) estaba al lado de un enorme taller mecánico llamado Tovarias así que también tuve mi cuota de ruido industrial. Sobre Depeche, People are People tiene esos ruidos industrial al comienzo, ¿no? Es curiosa la relación entre la música y la literatura. Pablo Castro admite ser más influenciado por la música a la hora de escribir que otra cosa y dentro de sus grupos favoritos están Frontline Assembly, Rammstein y por supuesto Depeche Mode. Rammstein que versionó Stripped de Depeche, con un video donde se usan imágenes de las olimpiadas alemanas del Reich (pero donde no se ven swastikas ni a Hitler por ningún lado por supuesto). Rammstein me parece un grupo interesante a nivel visual más que nada ya que musicalmente no son distintos a Maiden en lo que a evolución se refiere. ¿Qué opinas de ellos?, ¿no han realizado nunca un cover?, ¿considerarían hacerlo? ¿Algún tema que a Nego o a ti les gustaría versionar?

-Nosotros tenemos esa misma influencia que mencionas, sólo que llegamos a eso por vías distintas, yo por el tecnopop y Nego por el death metal y el noise. En mi caso, a mí me parecía increíble la idea de una banda que no usara ni guitarras ni baterías tradicionales. Recuerdo haberme enamorado de ese concepto al ver una foto de Depeche Mode en vivo (en la época del disco 101), que un compañero de curso que se sentaba al lado mío tenía pegada en la tapa de un cuaderno. Ese concepto me sigue pareciendo futurista, a pesar que hoy se habla de “retrofuturismo”, “electroclash” o de otras lecturas revivalistas de ciertos timbres analógicos o de la primera generación de tecnología digital. Incluso a nosotros mismos nos han calificado de grupo “ochentero”, con una connotación tanto negativa como positiva. Cuando llevas haciendo música el tiempo que llevamos nosotros, te das cuenta que se trata de valoraciones cíclicas, que siempre vienen del mundo “urbano” (detesto esa palabra) santiaguino, en que tanto el snob como el ignorante (a menudo son lo mismo) están sometidos a los vaivenes de las modas y se camuflan con cualquier tendencia que parezca ‘cool’. Y, por supuesto, estas modas son dictadas en su mayoría desde el Primer Mundo e imitadas de un modo que inspiraría lástima a un europeo, creo yo.

Yo recuerdo con mucho cariño mis días de universidad en que mi única compañía era la música de Depeche Mode, Front 242, Front Line Assembly y otros similares. A los Rammstein los descubrí después y me gustaron al tiro, aunque viéndolo en retrospectiva, era más por su onda media wagneriana. Me gusta la idea de una banda que solo cante en alemán, aunque su envase musical sea bastante cercano al común del metal (con algunas programaciones). Me gustan sus videos y el uso que le dan a la imaginería nazi, ya que la usan como otros usan el satanismo o la pornografía dura. Siempre me llamó la atención que provoque más alarma una banda que utilice esos recursos expresivos que, por ejemplo, un cineasta. Eso lleva a pensar que la música es una expresión de tipo directa que no pasa por la racionalidad del oyente, va directo a sus emociones y estas son vistas como peligrosas por las clases dirigentes. ¿No decía Lenin que la forma más rápida de destruir una sociedad era por medio de la música? Sobre si hemos realizado covers, la respuesta es sí, lo hemos hecho. El primero fue Muevan las Industrias”, que para nosotros es un tema perfecto. No le sobra ni le falta nada. Pero no nos gustó el resultado, ya que es demasiado parecido al original, solo que un poco más rápido y con bajos más intensos. Y de ahí recién el año pasado nos animamos a versionar otras cosas. Tenemos un disco de siete temas del folclor magallánico en clave electrónica, citando a gente como Taller Alturas y Patagonia Cuatro, entre otros. Esperamos publicarlos algún día, ofrecen relecturas interesantes de temas que son parte del inconsciente colectivo local. Otra cosa que hicimos fueron dos temas de Víctor Jara, La partida (tiene un ritmo a lo ‘Trans Europe Express’) y El derecho de vivir en paz (en onda hip hip–industrial). Tocamos La partida la última vez que actuamos en Santiago, en enero pasado, con un soporte de imágenes de la época de la UP (marchas, trenes y mineros del cobre) y gustó bastante. Y El derecho de vivir en paz lo mostramos en un homenaje a Víctor Jara que se hizo el año pasado en Punta Arenas en presencia de su viuda y con muy buena recepción. Aún así, el hacer covers no es algo que nos entusiasme mayormente, ya que el poco tiempo que tenemos lo aprovechamos en cristalizar nuestras propias ideas, que todavía son hartas.

Cuando yo regresé de Inglaterra a mediados de 1992, Nego aun escuchaba Death y Thrash Metal pero también a Depeche Mode, Kraftwerk y Pink Floyd (de hecho se quedó con varios cassettes originales que me pidió prestados y nunca me devolvió el muy maldito, jejeje). Nos vimos poco durante aquel tiempo (yo estuve sólo cuatro meses antes de radicarme en Santiago), pero fue entonces cuando supe de la existencia del proyecto Lluvia Ácida. Curiosamente yo también estaba metido en la producción de experimentos sonoros, en Inglaterra junto a un tipo llamado Michael Vorhees (sí, Vorhees, igual que el de Martes 13) teníamos un dúo de electrónica experimental, yo componía, cantaba en español y me encargaba de plagar los temas con samplings. A mi regreso a Punta Arenas seguí con mis experimentos, tenía un sintetizador Yamaha y grabé algunas cosas de forma precaria bajo el nombre de Industrial Pollution. En esa epoca mis grupos favoritos eran KLF, Ministry, Nine Inch Nails, Faith no More, Beastie Boys y The Pop Will Eat Itself, entre otros. De no haberme ido de Punta Arenas, tal vez podría haber sido integrante de Lluvia Ácida, ¿o ustedes son como los Sith, sólo dos?

–Nego siempre me habló de ti, me contaba que te habías estudiado en Birmingham y lo decía con sincera admiración (él es una de las personas menos envidiosas que conozco). Qué interesante que me preguntes esto, porque Nego siempre me mencionaba tus gustos musicales y más de una vez pensamos que hubiera sido genial que estuvieras por estos lados. Hubiera sido un poco menos solitario el asunto. Pero, al menos en esa época, creíamos que ya habías tenido contacto con realidades más amplias que la nuestra y que era probable que no te interesara nada de acá. Un prejuicio, en todo caso, nacido de un provincianismo que estamos superando. La verdad es que siempre hemos sido sólo dos porque nunca nos hemos topado con alguien que compartiera nuestros objetivos, no porque seamos unos maniáticos egocéntricos. De más que podrías haber sido el tercer LLUVIA ACIDA, aunque no sé si te hubiera gustado el rumbo que tomamos. Quizás hoy sonaríamos muy distinto, o quizás no.

En el documental cuentas como fue el encuentro con Nego… me recordó un número de Ultimate X–Men donde Charles Xavier cuenta sobre la primera vez que conoció a otro mutante como él, a Magneto, y como la amistad se dio inmediatamente como algo natural. Esta pregunta, que parece de perogrullo, me parece sin embargo vital: ¿son tú y Nego amigos, más allá de Lluvia Ácida?

–Sí, somos muy amigos. No sólo se trata de juntarse a hacer música, se trata de compartir un sueño. Y también divertirse en cosas más triviales, viendo películas y tomándose una cerveza. Ambos hemos pasado momentos difíciles y siempre nos hemos apoyado. Después de diez años, te das cuenta que este proyecto musical ha durado más que relaciones de pareja o que otras amistades. Y se ha vuelto una parte esencial de nuestra vida. Es la parte irreductible, la que no transamos ni vendemos.

Sí, no es muy distinto a lo que ocurre con TauZero, Rodrigo Mundaca y myself. No llevamos tanto tiempo como ustedes sacando adelante nuestro proyecto, pero a estas alturas si no nos hemos mandado a la mierda creo que nunca lo haremos lo que auspicia una larga vida a Tau. En serio, creo que no podrías encontrar a dos tipos más diferentes que rmundaca y yo, nuestros gustos, referentes y cosmovisiones no podrían diferir más y supongo que eso es lo que hace que TauZero siga existiendo. En un nivel subconsciente y empujados por la forma en que vivimos hoy en día gran parte de las personas percibe a los otros en términos de rivales, de enemigos incluso. ¡Para qué hablar de las rivalidades literarias!, remitiéndonos sólo a algunos ejemplos nacionales: célebres eran las rencillas entre Huidobro, Neruda y De Rokha a quienes Eduardo Anguita bautizó como los tres antimosqueteros (todos contra uno y uno contra todos). O la rivalidad militante de los Mandrágora contra Neruda, o recientemente los enfrentamientos entre los ‘chicos de Marín’ y sus detractores, Zurita despotricando contra Bisama, Bisama enojándose con Marcelo Novoa, Novoa mandándome a la mierda a mí… Espera, esto aún no ocurre, debo estar vislumbrando un futuro posible… ¿Decías?

–Decía… Ah, bueno, la rutina diaria ya está llena de mediocridad y uno tiene que obedecer constantemente a cambio de dinero, haciendo cosas que en el fondo te interesan un bledo. Pero esta parte no la toca nadie y cualquier diferencia de opinión la conversamos directamente, sin ningún intermediario. Ya a estas alturas sabemos quienes somos y para que sirve cada uno, pero no hemos perdido las ganas de explorar nuevas posibilidades. Nosotros no tenemos grandes expectativas con esto, por lo que cualquier reacción favorable a nuestras creaciones, ya sea dentro o fuera de la región, nos conmueve y nos motiva a seguir, seguir y seguir hasta que ya no se pueda más.

Dices que sorprendentemente vivías a sólo unas cuantas cuadras de ese otro mutante llamado Nego y que nunca se habían conocido. De hecho y según me cuentas tu vivías a sólo UNA cuadra de mi casa y tampoco nos conocimos nunca (bueno, lo del curso de dibujo no cuenta por que al parecer no conversamos mucho, ¿no?). Yo he ido a Punta Arenas varias veces de vacaciones pero aun así nuestros caminos seguían sin cruzarse… Al parecer fue finalmente la ciencia ficción lo que posibilitó el encuentro. De verdad parece increíble que tipos que vivían tan cerca unos de otros, con intereses comunes no se conocieran antes o más.

–Si cosas como esa pasan en Punta Arenas, imagínate en Santiago. Millones de personas que se cruzan diariamente, pensando en el de al lado más como un posible enemigo que como un potencial amigo. Por eso, pienso yo, es tan importante cultivar pasiones, sobre todo las estéticas. Porque gracias a ellas es posible forjar nuevas amistades y retomar contacto con otras personas que rozaron tu vida. Si no fuera por LLUVIA ACIDA, Héctor probablemente nunca hubiera vuelto a saber de ti y yo no estaría conversando contigo. Y quién sabe, puede ser que algún día toquemos por donde estés tú ¡y celebremos ese encuentro como corresponde!

Sí, leyendo el Necronomicón en las playas conconinas para despertar a Chtulhu de su largo sueño, aunque no descarto regresar a Punta Arenas pese a no haber comido calafate ni babosear el lustroso dedo gordo del “indio” del monumento a Magallanes. Es bonita la plaza que fue escenario del video para Hotel Kosmos, sobretodo cuando ha caído nieve. Lo otro que es impresionante es el cementerio de Punta Arenas. En 1997 hice una exposición en la Galería Azul de Arte (de la cual fui curador y organizador) junto a dos buenos amigos: Ignacio Gumucio (hermano de Rafael) y Pablo Chiuminatto. Este último me dijo que el cementerio de Punta Arenas no tenía nada que envidiarla al Pere Lachaise de París (y Pablo vivió un tiempo en París). Tras el aluvión me mudé a Lautaro Navarro con Angamos, al lado del cementerio (de hecho de mi ventana se veían los nichos). Siempre iba a pasear al cementerio, incluso llevaba a mis pololas. ¿Cuál es tu relación con dicho lugar? ¿Filmará LLUVIA ACIDA un video allí algún día?

–Bueno, la Plaza de Armas que se ve en el video de Hotel Kosmos ya fue reformada, en un estilo que si bien no es feo, la hace demasiado parecida a otras del país. Onda estilo Bicentenario. Y el cementerio es un lugar fascinante sin duda. Sí tenemos un video con imágenes de allí, es de un tema del disco Magallania (2001) que se llama Plegaria, pero no está incluido en el DVD Elemental, por un tema de calidad de imagen. Pero no descarto volver a hacer algo parecido. De hecho, en el nuevo disco que vamos a empezar a componer va a aparecer sí o sí.

¿Estudiaste periodismo en Valdivia? Recuerdo haber visto una muy impresionante colección de freaks en la Universidad, terneros mutantes y bichos raros. ¿Tuviste la oportunidad de verlos?

–Yo estudié cinco años en Valdivia, así que durante nuestros primeros años LLUVIA ÁCIDA solo funcionaba en vacaciones de verano e invierno. Una vez, en 1998, el Nego me pasó a ver y aprovechamos de tocar en la Sala Ainilebu de la Corporación Cultural de Valdivia, junto a una banda de unos amigos llamada LADOSCURO. Nos caían muy bien, pero no tenían nada que ver con nosotros, eran algo así como La Ley con bases más tecno. Pero fue muy entretenido, pues era primera vez que tocábamos fuera de Punta Arenas. Tienes razón sobre la colección de terneros deformes de la UACH, estaba en la Escuela de Veterinaria y después los trasladaron al Museo “Carlos Adwanter” en la Isla Teja. ¡Bien impactantes los bichos en verdad!

En Valdivia vi la primer Batman de Tim Burton, aquel mítico verano de 1989. ¿Cómo convierto esto en una pregunta? Er… Tierras Magallánicas es un proyecto en el que Lluvia Ácida puso la banda sonora que no es muy distinto a lo que Danny Elfman hizo en Batman (lo logré). Recuerdo que a Metrópolis también le agregaron banda sonora pero a cargo de Freddy Mercury y otros cantantes pop de la época (la música de Lluvia Ácida sería más adecuada para el clásico de Fritz Lang ahora que lo pienso). Lluvia Ácida tiene una importante carga visual de la cual tú eres también responsable. ¿Qué cineastas, compositores de bandas sonoras o directores de videos te interesan o han influido en tu trabajo?

–Mis influencias visuales van por las películas de David Lynch, Andrei Tarkovsky, la ciencia ficción distópica de los 70’s, Star Wars y Star Trek (¡nunca he creído que ambas sagas se excluyan!), videoclips de Anton Corbijn, Chris Cunninghan, entre otros. También yo agregaría como influencias estéticas el Constructivismo Soviético, La Bauhaus, el Expresionismo Alemán, el Cine Negro, el Arte Precolombino, la Nueva Canción Chilena y la fotografía de registro de la Patagonia de comienzos de siglo XX. Sobre bandas sonoras, tengo una pequeña colección que incluye gente como John Williams, Jerry Goldsmith, Angelo Baladamenti, Howard Shore, Maurice Jarré, Wojciech Kilar, Nino Rota, entre otros tantos. Pero mi otra gran influencia es el cómic, concretamente Batman y series de la línea Vértigo de DC Comics, como los fundamentales The Sandman y Hellblazer. En general soy un fanático de la obra de Alan Moore, Neil Gaiman, Grant Morrison y Garth Ennis. Son tipos que renovaron todo el lenguaje del cómic y todavía no vemos en su totalidad las consecuencias de su obra.

Pues yo también aprecio mucho la obra de Alan Moore y Grant Morrison. Gaiman no me gusta tanto, leí su libro Humo y espejos y no era nada del otro mundo aunque si tenía una notable y perversa relectura a Blanca Nieves. Mis influencias a la hora de escribir (y de pintar también) proceden del cómic y de autores como Moore, Morrison, Warren Ellis y Kurt Buziek principalmente. De hecho hay un cuento mío en Aurora Bitzine titulado Anti 4 x F que dedico a Ellis y Morrison. Cuando por primera vez leí la Doom Patrol de Morrison allá por 1996 fue una experiencia casi equiparable a la de Ezequiel. Un verdadero punto de inflexión en mi manera de entender el proceso creativo y el arte en general. También ayudó la concordancia de Morrison con William Burroughs que ya se había convertido en todo un referente literario para mí.

–Que excelente es conversar con alguien que le da al cómic la importancia que merece. Bueno, Humo y espejos no es lo más notable que ha escrito Gaiman. Aparte de The Sandman, a mi me gustan sus novelas gráficas, como Violent Cases y Mr. Punch. ¿Viste Mirrormask, la película con guión suyo y con la dirección de Dave Mackean? A mí me gustó mucho, infantil y adulta al mismo tiempo, tenebrosa y luminosa a la vez. De Morrison he leído menos, tengo pendiente leer The Invisibles (para poder opinar si los Wachoswky la plagiaron). Oye, cambiando bruscamente de autor, el otro día vi el trailer de 300, la película basada en el cómic de Frank Miller. A mí me dejó estúpido, ojalá sea tan buena como aparenta.

Yo estoy a la espera de la película de los Transformers, vi una escena donde un helicóptero militar llega a una base, y sin que nadie cache nada, se transforma y empieza a dejar la cagaá. Putas, se me pusieron todos los pelos de punta. Pero volviendo a nuestro tema principal, ¿qué me puedes contar sobre Magallania?

Magallania, fue un videoclip con aspiraciones de cortometraje que hicimos en 2001. De hecho lo presenté en un festival local de cortos, pero no ganó. Sí se convirtió en el primer video que dirigí, siendo los actores el Nego y mi polola de entonces, Verónica Gallardo. Está grabado en Hi8 y en blanco y negro, en una playa a dos cuadras de mi casa, que estaba bastante más sucia que ahora. Recuerdo que trasladamos un maniquí como parte de la utilería y el viento casi lo derribó. Tiene una luz muy dura, algo frecuente aquí, lo cual le da una atmósfera algo radioactiva a la imagen. Ese video lo usamos para promocionar el disco del mismo nombre, que fue el primero que mostramos en Santiago, con una actuación en la SCD Bellavista, apenas una semana después de presentarlo en Punta Arenas. Ese momento fue como el fin de nuestra adolescencia musical, pues adquirimos más seguridad y fe en nuestra propuesta.

¿Me podrías contar algo sobre Mantiza? El encuentro de un músico thrasher y un new romantic parece tan probable como el de la máquina de coser y el paraguas de Lautreamont.

–MANTIZA fue una banda creada por Cristián Ponce en Punta Arenas en 1992. Yo me integré al poco tiempo de creada y durante un par de años fuimos un trío y posteriormente un quinteto, con un sonido bien extraño para el contexto magallánico, una suerte de banda dark con la torpeza de los primeros punk que después evolucionó a un tipo de ‘grunge progresivo’. El primer disco lo grabamos en 1995, se llamó El Refugio y fue el primero editado en un formato profesional y promocionado en serio en Magallanes por una banda de rock. Aprendí muchas cosas en ese período de mi vida musical, sobre todo en el ámbito de la grabación. Pero todo en MANTIZA giraba alrededor de la creatividad de Cristián y sus letras eran reflejo de su críptico mundo interior, así que yo no tenía mucha cabida ahí. Aunque sí compusimos juntos, sobre todo después de la disolución del quinteto, cuando grabamos Final del juego (título sacado de un cuento de Julio Cortázar). Pero nunca me sentí totalmente compenetrado en este proyecto. Por ello acepté inmediatamente la propuesta del Nego para dar impulso musical a LLUVIA ÁCIDA. Mientras que con MANTIZA tocaba teclados que apenas se oían, con LLUVIA ÁCIDA desde el principio tuve mucho que aportar. Durante un tiempo milité en ambos proyectos, siendo ambos parte del sello HARIJAN, pero a la larga esto se salió de las manos. Se empezó a cocer una mezcla explosiva de desconfianza, resentimiento y envidia. Y a principios de 2001, rompimos violentamente con Cristián y su hermano Jaime. Fue algo muy doloroso, sobre todo para mí, ya que los conocía desde casi diez años y éramos de verdad muy cercanos. Pero Nego y yo decidimos no bajar los brazos. Puesto que habíamos sido expulsados de un sello, tuvimos que crear el nuestro: EOLO. Con él que editamos todos nuestros discos y el de otros amigos que nos han propuesto publicarlos. ¡Y en eso estamos todavía!

En el documental haces alusión al olvido y escuchando y viendo la producción de Lluvia Ácida se ve que el olvido es algo contra lo cual ustedes combaten creativamente. Que me podrías decir con respecto al olvido y, en extensión, a la aparente mala memoria nacional.

–Creo que lo único cierto y seguro en el universo es que esté desaparecerá, al menos la versión en que actualmente estamos viviendo. Por ello el concepto mismo de eternidad parece vacío y sin cabida en el prosaico orden de las cosas. Pero sí existe en nuestros sueños, que son el reino de las cosas que nunca fueron, que no son y que nunca serán (estoy citando a The Sandman). Para nuestra mente, un instante breve puede prolongarse por días, años o siglos. Imaginamos conceptos como Eones o Gugoles, enormes cantidades de tiempo que nunca experimentaremos. Lo mismo pasa con las sociedades humanas, que están destinadas a desintegrarse para dar paso a otras. Pero la memoria, una de las capacidades distintivas de nuestra especie, es algo que nos salva de ser simples barcos de papel en la tempestad. Es la capacidad de saber de donde vienes y donde terminarás y que es lo que sucedió antes en el lugar por donde caminas. Si el arte es un combate contra el olvido, LLUVIA ÁCIDA es una lucha para perpetuar algo en un lugar donde cuesta levantar cualquier cosa. Magallanes está poblado hace más de 12.000 años, pero aquí se sigue considerando que la historia comenzó con la llegada de los europeos. Y eso tú lo puedes extrapolar a toda Latinoamérica, un continente donde la enorme mayoría no tiene rasgos caucásicos ni habla inglés y que tiene un riquísimo acervo cultural que constituye sabiduría para pocos y motivo de vergüenza para muchos. Yo creo que la memoria es algo frágil y que puede ser manipulada con una facilidad aterradora. Cuando pienso en la política chilena pasada y actual, recuerdo las historias de Phillip K. Dick, en que el pobre ciudadano a pie está inmerso en realidades diseñadas por poderes que no alcanza a distinguir, hasta el punto de no saber quién es realmente. Como artista, siempre me digo que tenemos derecho a reclamar el dominio de nuestra propia memoria, porque es lo único realmente nuestro. Y en el caso de LLUVIA ÁCIDA, esto no es pura palabrería. Nuestro próximo proyecto es una cantata sobre la Federación Obrera de Magallanes, un colectivo anarco-sindicalista que logró muchos avances hasta su exterminio en los años 20. Este es un tema sobre el cual aún hay un pesado manto de silencio y nosotros vamos a ayudar a ponerlo de nuevo sobre la mesa.

Lo de llamarse ‘Lindo amanecer en Magallanes’ era una broma de Nego, ¿no?

–¡Medio en broma, medio en serio! Lo que sucedió es que un conocido profe de música de Punta Arenas, el ‘Polo’ Romero (una especie de Italo Passalacqua local), en un espacio televisivo de ITV PATAGONIA criticó nuestro nombre, por considerarlo poco positivo. “¿Qué es eso de LLUVIA ÁCIDA?, ¡que feo! ¿Por qué no algo así como ‘Lindo amanecer en Magallanes’?” Así que cuando nos entrevistaron en el siguiente programa, hicimos un chiste sobre eso. Algo tan sutilmente bizarro que había que ponerlo en nuestro documental La dinámica del frío.

Sí, ubico a Polo Romero y sé que las comparaciones con Passalacqua se extienden más allá del simple gusto por la ópera. Él era un referente para muchos músicos o aspirantes a músicos jóvenes. Romero vivía junto a una radio, no recuerdo su nombre (parece que era Divina) pero era de un amigo de mi abuelo, Galmier Morales. Estaba al lado de la no tan famosa plaza de las focas… recuerdo una vez que fui de vacaciones y para mi sorpresa habían pintado cada una de las cuatro focas de la pileta de distinto color, ¡qué kitsh! Por ahí cerca había también una casa que en una muralla exhibía un mosaico muy extraño, como con una suerte de Moai alienígena o algo por el estilo.

–Sí, bueno, Polo Romero es un personaje algo controvertido, siempre figurando por cosas extrañas. Pero sé que hizo cosas importantes por la enseñanza musical en Punta Arenas, así que mejor no pelarlo más. Aunque te podría contar algo ‘off the record’ (ja, ja, ja!).

El primer tema que escuché de Lluvia Ácida fue Endurance y es junto a Sarmiento uno de mis favoritos. Mi primera reacción al oírlo fue de algo similar a Inti Illimani mezclado con The Future Sound of London. Una especie de Pato Manns electrónico… y la interpretación vocal se me antojó equiparable a la de Miguel Barriga y ¡oh sorpresa! Ahí veo en el documental al Sr. Barriga presentándolos en una tocata. Muchos recordaran a Sexual Democracia por sus canciones graciosas y pueriles, pero Barriga y los suyos tenían algunas interesantes composiciones como Sudamérica Suda que tuvo un video que hasta rotó en MTV. Sea como sea y como me pasó al leer el manuscrito de Ygdrasil de Jorge Baradit, el sonido de Endurance me noqueó como sólo algo nuevo pero con una gran tradición detrás puede hacerlo. Siguiendo con el ejemplo de Ygdrasil, esta magnífica novela de Baradit es muy nueva y contemporánea pero a la vez hunde sus raíces en el pasado, en las tierras que nutren y fortifican nuestro territorio. Es cf con color local, con identidad, algo que a ustedes les preocupa mucho y que se nota también. ¿Que me dices de la identidad y las raíces tuyas y de Lluvia Ácida?

–Endurance es un tema importante para nosotros. No sólo porque es parte de nuestro disco Antartikos y porque cuenta la odisea de uno de nuestros héroes, Sir Ernest Schakleton (que sobrevivió dos años varado en la Antártida, hasta ser rescatado por el Piloto Pardo). También lo es por su sonido, un híbrido entre tecnología y sonidos acústicos. También la forma de cantar tiene algo de arcano, no es realmente un tema de esta época. Y creo que transmite un sentido de aventura que siempre hemos buscado en nuestra música. Tú mencionaste al Pato Manns con toda razón. Soy un admirador de sus primeros discos, de hecho hay uno en mi equipo en este momento. Te voy a contar un talla: hace un par de años, el estuvo aquí a la vuelta de mi casa, en el quincho de los Buljan (¿te acuerdas de esa familia del barrio?). Nos pusimos a cantar juntos Arriba en la cordillera, yo tocando la guitarra. El me corregía los acordes, pero el huevón estaba tan curado que ¡yo tenía que corregirle la letra! Sé que suena bizarro, pero te juro que eso pasó.

Bueno, Manns vive aquí en Concón, no es precisamente mi vecino pero está en las inmediaciones. ¿Has leído alguna novela de Manns? Hace poco sacó una. En Concón también vive un poeta cuya obra me parece notable, Claudio Bertoni.

–Lo único que he leído de Manns es El corazón a contraluz, que trata de Julius Popper, un aventurero rumano que edificó un verdadero feudo en la isla de Tierra del Fuego. Claro que fantasea mucho y como relato de histórico no tiene nada, solo debes disfrutarlo como literatura, sin otra pretensión. A Bertoni lo he leído poco, cosas que publican en revistas o en la red, pero sí sé que es un tipo bastante desenfadado, que ve con distancia la admiración que su obra causa. Pasando a otro tema, ¿en serio mi voz parece la del Miguel Barriga? En un sitio web llamado www.disorder.cl mencionaron eso, ¡pero de una manera muy negativa! Ese comentario era sobre nuestra actuación en el festival PATAGONICA 2004, en que fuimos los únicos que cantamos y tocamos instrumentos acústicos. Para algunos talibanes de la electrónica fue una especie de sacrilegio, pero para otros fue un aporte. Sexual Democracia igual fue una banda que aportó, porque bajo esa fachada de grupo chistoso, los tipos tenían un cuento sureño que lograron popularizar. En lo personal, el Miguel Barriga se portó súper bien con nosotros. Gracias a él pudimos tocar por primera vez en Santiago en la Sala SCD, donde presentamos el disco Magallania. Imagínate que el tipo se consiguió plata con Entel Chile y nos la envió para que compráramos nosotros los pasajes de avión y puso a sus roadies a nuestra completa disposición. Si eso no es ser buena onda, ¿qué otra cosa sería?

Buena tela el flaco. Barriga también estuvo metido en la organización de Fixion 2000, aquella convención de ciencia ficción, fantasía, cómics, juegos de rol y todo lo concebiblemente ñoño que fue la causa por la cual me metí en serio en la literatura. Otro punto nodal más.

–No sabía que le gustara tanto el tema. Ojalá nos lo encontremos de nuevo un día de estos, de verdad que nos cayó muy bien. De nuevo cambio de tema: tengo hartas ganas de leer Ygdrasil. He leído varios artículos sobre ella y ya parece bastante claro que es un punto axial en la ciencia ficción chilena y latinoamericana, una suerte de contestación amerindia a Neuromante y The Matrix (¿estarás de acuerdo tú y el autor?).

Yo creo que Jorge estaría muy de acuerdo con dicha definición, aunque te aseguro que, por lo menos en mi opinión, Ygdrasil le tira cancha, raya y lado a Gibson y sobretodo a los Wachoswky.

El tema de las raíces es una de nuestras preocupaciones y de ahí volvemos al tema de la memoria. ¿Quiénes somos realmente? Yo lo tengo más o menos claro, sé que soy descendiente de mapuche, un pueblo que en algún momento de su historia emigró desde la actual Patagonia Argentina hasta la Araucanía. Mi propio apellido, Cheuquelaf, es un testimonio de ello. Significa ‘ñandú de la pampa’, una imagen definitivamente patagónica. También desciendo de croatas y de chilotes, ambos también pueblos de emigrantes. Pero si lo piensas bien, ¿qué pueblo no proviene de inmigrantes? LLUVIA ÁCIDA es una expresión de multiculturalidad, pero no de globalización acrítica, sino más bien de asumir que los magallánicos somos frutos de distintas culturas que encontraron en este confín del mundo su segundo hogar.

Pero Cheuquelaf es sólo uno de tus apellidos, el otro es Bradasic. Es decir, podrías haberte llamado perfectamente Rafael Bradasic y gente como Pinto jamás habría salido con aseveraciones onda: “Tú eres de apellido Cheuquelaf, sangre indígena corre por tus venas…” (sic). No tengo a mano los estudios sobre la genética nacional, pero Me parece que la gran mayoría de los chilenos, incluyéndome a mí y a Pinto, tenemos sangre indígena corriendo por nuestras venas. La excepción supongo serán la clase alta de ascendencia visigoda, por que hay quien asegura que los españoles que llegaron a Chile eran visigodos. Mi bisabuelo paterno llegó desde Grecia a Punta Arenas, por ejemplo, y de ahí mezcló sus genes con una chilena. Mis bisabuelos maternos llegaron desde España, y sus hijos que eran 100% europeos mezclaron sus genes con chilenos… O sea, a estas alturas, ¿Quién no es un mestizo?, ¿un crisol de etnias? Por lo demás el concepto de raza está comprobado obsoleto en términos científicos.

–Bueno, Raúl Pinto me preguntó sobre que significaba para mí llevar un apellido paterno mapuche. Esa pregunta no me parece errada, no porque crea que un apellido o ascendencia me hace genéticamente especial o algo así, sino porque un apellido, queramos o no, es portador de cultura. Si no me apellidara Cheuquelaf igual me interesaría por el pueblo mapuche, pero no podría citarte ciertas historias familiares que se han traspasado a lo largo de 300 años. Recuerda que los mapuches cultivan la oralidad e incluso tienen ‘géneros’ que no tienen paralelo fuera de su sociedad. Por ejemplo, el ‘ñitram’, que traducido aproximadamente significa ‘conversación con uno mismo frente a otra persona (pero sin hablarle a ella) mirando una fogata’. Si yo no me apellidara Cheuquelaf, creo que nunca me hubiera preocupado por entender esa idea. Hace un tiempo, en Bariloche, encontré un pictograma que representaba al ñandú, que fue algo así como un ave totémica para algunos antepasados míos y eso me emocionó mucho, pues me sentí conectado con un pasado remoto del cual solo soy una prolongación. También me emocionó escuchar a mis padres contarme sobre una visita que hicieron en verano a Croacia y su descripción de la isla de Brac, en la costa de Dalmacia. Y también he escarbado en la rama chilota de la familia de mi madre. Yo nunca he creído en el concepto de ‘raza’, es excluyente y a la vez eficiente como herramienta de manipulación política. Yo creo en las culturas y todos somos el resultado de una sumatoria de ellas y, de alguna manera, todos somos semillas de las culturas del futuro. Creo legítimo interesarse en las culturas a las que pertenecieron tus ancestros y comprobar si hay algo de ellas en ti. Yo lo he comprobado de manera personal e íntima y creo que eso nace de una elección que cualquiera puede tomar o rechazar. Como dijo Borges, porqué limitarse a una cultura, si podemos aspirar a todas. Para mí se trata de eso. La biología solo por sí misma no puede describir la increíble complejidad de una sola persona, solo la cultura termina de dar algún sentido a su existencia y el lugar que ocupa en el tiempo.

Así que en Perú estuvieron segundos en el ranking de las FMs, codeándose con Ramazzoti, Big Daddy y la Torroja. ¿Como ves la proyección internacional de Lluvia Ácida? En vuestro caso a diferencia (y excúsame los ejemplos) de la Ley, Los Tres, Lucybell o Saiko el radicarse en México seria un atentado contra el concepto mismo que anima al grupo, ¿no? A lo que me refiero es: pareciera que Lluvia Ácida no puede hacerse desde otro lugar que no sea Magallanes. La región es como el tercer integrante, ¿no? Sin ella no serian lo mismo.

–Es interesante que me preguntes eso, porque ahí está uno de los pilares de nuestro proyecto. Mira, nosotros nunca hemos criticado a nadie que se vaya de su terruño a tomar lo que éste ya no puede ofrecerle. Hablábamos hace un momento de la inmigración y de su importancia como formadora de nuevas culturas. Pero nosotros aspiramos a otra cosa, a algo ambicioso. La pregunta que formulamos es: ¿Será posible aprovechar las herramientas de la globalización para dar a conocer al resto del planeta quién eres tú y donde vives, sin renunciar a tu residencia e identidad? Digo que responder a esta pregunta es ambicioso, porque es difícil hacer arte aquí. Me refiero a un arte con objetivos altos. Tienes que soportar muchos ninguneos y escuchar demasiadas tonteras. Debes aceptar que cualquier tipo que se vaya de aquí y consigue algo de fama mediática, aunque sea a base de estupideces, es más valorado que nosotros, los que escogimos quedarnos y dotar a esta región de una nueva estética y de otra forma de contemplarse a sí misma. Más que un tercer integrante, nuestra tierra es la sustancia de nuestra música. Si nos fuéramos de aquí de manera permanente, todo lo que hemos cantado y grabado carecería de sentido, o al menos perdería toda conexión con nosotros, como si ya no fuéramos integrantes de LLUVIA ÁCIDA, sino de otra cosa. A veces nos hemos preguntado hasta cuando podemos mantener esa línea, cuanto material nos da nuestra tierra para seguir creando. Y cada cierto tiempo, aparece un nuevo tema, una nueva aventura de investigación, composición y grabación. Y después de cada disco y su promoción, siempre viene lo mejor: ¡el siguiente disco! Disfrutaremos de esa sensación todo el tiempo que podamos.

¿Que me dices de la recepción local? ¿Es Lluvia Ácida un grupo que escuchan sólo ciertos ‘iluminados’?, ¿música para músicos? ¿Son algo más que una ‘curiosidad’ para los medios? ¿Sienten que a nivel local son valorados como corresponde o debiera corresponder de acuerdo a vuestros propios estándares?

–Creo que ocupamos un lugar dentro de la cultura magallánica, pero la inmensa mayoría solo nos conoce por el nombre. Obviamente que para los medios locales seguimos siendo una rareza, en medio de un ambiente musical tan retrógrado como este, pero siento que la gente que nos ha escuchado nos respeta y ha entendido de manera clara cual es nuestro propósito. No tenemos problemas con la difusión mediática, incluso tenemos más facilidades en ese sentido que una banda de Santiago. Siempre pienso que todavía no se ha reconocido completamente nuestro aporte, pero sí vamos rumbo a eso, lo que en ningún caso se va a materializar en dinero o fama. Yo me conformo con que nos recuerden como un proyecto comprometido y original, original en el sentido de tener conexión con su origen. No llamaría ‘iluminados’ a quienes gustan de nuestra música, por muy pocos que sean. Son simplemente personas que se sienten fascinadas con los mismos temas que a nosotros nos importan. Y hay entre ellas músicos y no músicos. Todos tienen en común esto: que no les atraen las bandas ‘virtuosas’, sino las que portan ideas y nosotros definitivamente ofrecemos eso. Nosotros no creemos en la música como evasión y siempre van a haber personas que valoren eso, no importa si les guste el rock, el folclor o la electrónica.

De los videos me interesó particularmente Austro Mutatis, dirigido por Leonardo Medel. En dicho video ustedes a través de sus aparatos electrónicos convocan a una musa en lo que parece un teletransportador defectuoso ya que solo al final se vuelve corpórea por completo. Me recordó ciertos videos de Floria Sigismondi para Marilyn Manson y el stop motion de Harryhausen por supuesto. ¿Qué me puedes contar de este video?

–Ese video lo dirigió nuestro amigo Leonardo Medel, que hoy integra el Colectivo SURE, responsable de videos de artistas como Rosario Mena, Muza, Electrodomésticos y Gepe. Pero sus primeros videoclips, sino me equivoco, los hizo con nosotros. El es un fanático del stop motion y tiene una paciencia increíble para animar objetos y personas (¡pobrecitas!). Y le encanta… ¡Floria Sigismondi! Ese video lo hicimos en la casa de su mamá y él había acabado de salir de Cuarto Medio y varios compañeros suyos integraron el equipo de grabación. Nuestra musa holográfica se llama Daniela Kovacic, una talentosa pintora que actualmente estudia en Santiago. El Leo nunca quedó muy conforme con el resultado, pero a nosotros nos gusta mucho ese video, refleja muy bien la canción y su ánimo de transformación.

Supe por mi hermano que Daniela estudia en la Universidad donde yo hago clases, y que incluso es profesora ayudante. Ella fue polola de un amigo de mi hermano que a su vez es el hermano menor de un amigo mío de infancia: Juan Ramón Fernández Morrison alias ‘el Pollo’ que fue mi partner entre tercero y sexto básico allá en el campamento ENAP de Cullen, en Tierra del Fuego. Mi hermano también me comentó que tu primo Oscar Barrientos (antologado al igual que yo en Años Luz y cuyos libros de cuentos ambientados en Puerto Peregrino me han maravillado) pololeaba con una profesora de él. Mi hermano participó en un concurso de cortos donde también se presentó Austro Mutatis (ni él ni ustedes ganaron) y por último, tengo un cuadro de 1995 al cual titulé Austro Mutandis (no ‘mutatis’ pero bastante parecido) que ha servido de portada para el primer libro de poemas de mi amigo Armando Rosselot titulado Huesos de pollo bícefalo. Los puntos de conexión suman y siguen.

–Sorprendente, pero no tanto si lo piensas un poco. Basta con que ambos hayamos vivido en Magallanes y tengamos inquietudes y personas que las compartan cerca nuestro.

Tierra de Espectros es una de las formas en que Lluvia Ácida combate el olvido. Una colección de relatos de fantasmas, de experiencias sobrenaturales que hasta incluyen alienígenas. Se dice que Punta Arenas es una zona caliente en cuanto a avistamientos de OVNIs, yo nunca he visto uno (y mucho menos un fantasma) y si bien creo que el fenómeno existe, descarto que sean visitantes ‘extraterrestres’ y me irrita el vínculo que se hace entre los platillos voladores y al literatura de ciencia ficción. ¿Has visto algo raro en Punta Arenas?, ¿Qué opinas de los OVNIs? ¿Crees que OVNIs y fantasmas son parte de un mismo fenómeno como plantean ciertos investigadores?

–Mira, yo he visto un par de luces extrañas, pero nada que califique de ‘nave espacial alienígena’. Aunque muchos conocidos míos fueron testigos de un avistamiento hace más de diez años, cuando un enorme objeto sobrevoló Punta Arenas. Vi una filmación que hicieron y la cosa parecía el ‘Enterprise’ en la oscuridad. Así que no sería tan tajante en negar cualquier posibilidad de actividades alienígenas. Pero entiendo tus reservas sobre el tema, de hecho yo igual las tengo. Hay demasiado charlatán aprovechándose de la credulidad de la gente. Cuando con Nego grabamos Tierra de espectros, recolectamos historias de fantasmas contadas por gente de nuestra ciudad de distintas edades y ocupaciones (para después combinarlas con nuestra música). Pero no con la actitud de parasicólogos, sino más bien de antropólogos que estaban escarbando en las raíces de nuestra cultura. El miedo a la muerte y a lo que no vemos es universal, pero toma formas distintas en cada rincón del planeta. Para mí los OVNIS son parte de lo mismo. Es una forma concreta de nuestros temores y esperanzas. Antes eran las carrozas de los dioses y las hadas los que secuestraban gente. Obviamente que los mitos se ponen a tono con la tecnología (y no creo que al revés) y con la llegada de la era atómica se populariza el fenómeno OVNI. Quizás ya se están creando nuevos mitos y supuestos fenómenos paranormales relacionados con las actuales tecnologías informáticas y de telecomunicaciones. Pienso que se va a volver a la idea de los ‘Intraterrestres’, habitantes invisibles del planeta y popularizados por los ocultistas de principios del siglo XX, pero ya no surgirán desde el fondo de la Tierra, ¡sino que desde nuestras pantallas de plasma! Ahora, todo esto que acabo de decir se va a ir a la basura el día que veamos en CNN el arribo de una flota alienígena. Ahí se acabó la discusión…

Bueno, si vienen en son de guerra y son como los de Shyamalan, nos conseguimos unas pistolas de agua y cagaron, jejeje.

¡Bastante estúpidos serían si se les ocurre invadir un planeta cubierto en un 70% de agua!

Me dio mucha risa esa entrevista en Via X con Pia Ciccero y el Chico Jano. Nego tenía una cara de “cállate ahueonao” todo el rato y el chico ese decía: ¡que looooooooco! ¿Es idea mía o estaban un poco fuera de lugar? ¿Quien era el tercer tipo que estaba ahí? ¿Has escuchado a Lulu Jam?

–Ese ha sido uno de nuestros momentos más curiosos, sin duda. Ellos fueron muy simpáticos con nosotros, pero es difícil explicar nuestras ideas en un programa así, con música a todo volumen y con ese formato tan pendejo. Pero hicimos lo que pudimos. El que estaba al lado nuestro es Hugo Espinoza (aka Mika Martini), ex integrante de Ud. No!, y estábamos con él promocionando una tocata conjunta en La Batuta en mayo de 2003. El es uno de nuestros mejores amigos hasta el día de hoy y es parte del netlabel PUEBLO NUEVO, que sin duda es uno de los fenómenos más importantes de la nueva electrónica chilena. Una anécdota: la Pía Ciccero me dijo al final del programa que ojalá LLUVIA ÁCIDA y LULU JAM tocaran juntos algún día. Y yo le dije ¡ojalá, pues! A veces uno tiene que hacer esas cosas. Esto de la farándula, oye… (¡ja, ja, ja!). En todo caso, como proyecto mercenario de Daniel Vigliensoni LULU JAM es todo un acierto, ¡realmente lograr hervir hormonas! No toda la música tiene que ser tan seria, ¿no te parece?

¡Dime eso tú! A veces encuentro que LLUVIA ACIDA es demasiado serio. Ustedes no harían por puro wevear un cover de Erasure por ejemplo. Cómo que da la impresión que toda su música debe tener una justificación, un contexto histórico–regional, ser fruto de una investigación…

¿Tú crees que somos demasiado serios? ¡La verdad es que como personas no lo somos mucho! Y eso hace que nos volquemos a temas que no son para reirse precisamente. Suena contradictorio, pero así es. Y solo hablamos de temas que en verdad nos interesan. Y esos temas no justifican nuestra música, sino que esa música refleja nuestras inquietudes. Creo que ya hay bastante gente que juega a la parodia bastante mejor de lo que podríamos hacerlo nosotros. Eso del “kitsh” y el culto al plástico no me interesa mucho. Para que LLUVIA ÁCIDA hiciera covers de cosas “ultrapop” tendríamos que tener una necesidad que no sentimos, la de querer hacer reír al mismo tiempo que tocamos.

Como Les Luthiers

Para nosotros la música es un acto de construcción y concentración. Te doy un dato: antes de cada tocata nosotros ensayamos unas tres o cuatro veces como mínimo, porque en vivo cantamos y tocamos instrumentos tanto electrónicos como acústicos, no estamos mirando laptops. Creo que tenemos tanto que dar y tan poco tiempo para hacerlo que uno ya tiene clara sus prioridades. Pero eso no significa que no nos riamos con un tema de Sinergia, por darte un ejemplo. ¡Tan graves no somos tampoco!

En una entrevista radial dices: “quizás se podría decir que dentro de unos siglos la Antártida va a ser considerado el lugar donde el hombre se entrenó para explorar otros mundos.” Una gran frase sin duda. El continente blanco y la cf están íntimamente ligados, ahí tenemos Frankestein por ejemplo… ¿Has leído las aventuras de Arthur Gordon Pym y esa suerte de continuación de Lovecraft llamada En las montanas de la locura? ¿Has leído a Miguel Serrano?

–La Antártida es una de nuestras obsesiones y la compartimos con mucha gente. Una vez un escritor conocido mío, que hace años filmó un documental allá, me miró directo a los ojos y me dijo: “¿tú también tienes la fiebre, no es cierto?“. Es que los territorios polares son una especie de lienzo en blanco en donde los hombres vuelcan su imaginación. La Antártida es el lugar más hostil y primitivo del planeta y, como le comentaba a Raúl Pinto, es menos conocido que la superficie de la Luna. Es un territorio lleno de misterios, del cual conocemos solo su superficie. Por supuesto que he leído las obras de los escritores que me mencionas (te faltó “La esfinge de hielo” de Julio Verne).

Volviendo a Miguel Serrano, él ya en 1948 cuando publicó su ensayo La Antártica y otros mitos, dice que el Polo Sur es el sexo del mundo, su parte sensible e irracional, en las antípodas del Norte lógico y utilitario. Serrano especula que la Antártica puede ser en realidad al Atlántida, desplazada de su posición original por cataclismos y otros fenómenos geológicos. Serrano al igual que Verne y John C. Symmes (que influyó en Jeremiah Reynolds, impulsor de la primera expedición norteamericana a la Antártida), Serrano cree en la teoría de la Tierra hueca y ve en el Polo una acceso a ella. Debo confesar aquí y ahora, que no he leído La esfinge de hielo. ¿Qué me puedes contar de ella?

–La esfinge de hielo de Verne también es una continuación de Las aventuras de Arthur Gordon Pym. La escena final es inolvidable, cuando llegan a un Polo Sur coronado por una montaña magnética de color negro que atrae todo el metal a su alcance, desarmando barcos y matando a cuanto explorador intenta acercarse. Los protagonistas, con ropas desprovistas de metal, logran aproximarse y descubren un cadáver todavía pegado en la roca. Son imágenes muy poderosas, creo yo. Y sobre Lovecraft, debo decir que obra es una de las influencias primarias de LLUVIA ÁCIDA. El Nego me prestó hace diez años Las montañas de la locura y su argumento jamás se me ha olvidado. También he leído a Miguel Serrano. Más allá de sus creencias políticas (que no comparto en absoluto), es súper interesante constatar que a través de él se expresa toda una suerte de conspiranoia antártica: la expedición nazi al Polo Sur, la toma de posesión del territorio bautizado como Nueva Suavia (que fue real según mapas descubiertos recientemente), las supuestas bases enterradas en el hielo que habrían refugiado a los últimos nazis. De hecho, se menciona por ahí el dato acerca de la cantidad de soldados y submarinos destacados en Noruega que, en vez de rendir sus armas, simplemente habrían desaparecido. O el testimonio de balleneros de las Islas Malvinas que dijeron haber sido asaltados por un submarino alemán… en 1947. Más que a supuestos extraterrestres, habría que poner atención a esos hechos medios anómalos. Otro caso:

¿Has oído hablar del Lago Vostok? Es un gigantesco lago enterrado bajo 3.000 metros de hielo, el cual ha generado una serie de especulaciones. A principios de los 90, supuestamente se evacuaron bases que estaban cerca del lago y según testimonios apareció un equipo de la NSA (la más poderosa agencia de inteligencia de EE.UU.). Se habló de un virus o de contaminación radioactiva, pero nunca se aclaró oficialmente el motivo de esta presunta evacuación. Hace poco, se detuvo una perforación que se estaba haciendo para llegar al agua del lago. Se adujo como motivo la posible contaminación de un medio ambiente primitivo que se habría preservado bajo el hielo durante 40 millones de años. Suena razonable, pero las dudas de muchos aun persisten.

En la misma entrevista Nego también se manda una frase para el bronce, al ser consultado por el locutor (otro compañero del liceo, Reiner Canales) sobre si acaso Vangelis había hecho algo con la Antártida responde: “si pero él (Vangelis) es griego y vive en una isla en Grecia, muerto de calor po’h hueon”. Ahí tenemos una clara muestra de la “identidad” de Lluvia Ácida, de cómo el trabajo de ustedes sería una apropiación mas genuina del territorio y me hace recordar también ese fiero y hasta a veces justificado recelo del magallánico hacia los forasteros y el “norte” que es todo desde Puerto Montt para abajo (o arriba, depende como el globo terráqueo se mire). Supongo que Nego tiene razón, y Vangelis grabando Antarctica sería tan raro como Lluvia Ácida grabando Atenas. Pero por otro lado el nombre “Antartikos” está en griego, y su sello Eolo es el nombre del dios griego del viento… ¿en tu opinión, no podría Vangelis adoptar la misma actitud que Nego? Jejeje.

–Mmmmm, a ver… Bueno, es cierto lo que tú dices sobre nuestro afán de apropiarnos de lo que consideramos “nuestro espacio”. Pero los espacios físicos y culturales no están nunca totalmente separados de otros. Por ejemplo, el solo nombre ‘Antártida’ ya nos remite a la antigua Grecia, que es uno de los sustratos más importantes de la cultura occidental. Y el nombre de nuestro sello, EOLO, da cuenta de esa misma conexión. Esas palabras podrían haber sido latinas o germánicas, pero resultaron ser griegas, lo que realmente importa es lo que significan. En realidad el Nego se refería a otra cosa, no a la calidad musical ni a la honestidad de Vangelis (de hecho el Nego tiene el disco Antarctica), sino al valor que frente a eso tiene nuestra propuesta. Nuestro disco “Antartikos” tal vez no sea mejor, y definitivamente no es más famoso. Pero es la expresión de artistas que viven muy cerca del tema que aborda y creo que eso en sí mismo ya es algo especial. Tú mismo me decías anteriormente que no nos ves como un proyecto musical operativo fuera de nuestro contexto. Vangelis es conocido a nivel mundial porque compone una música preciosa más que por ser griego (aunque sigue siendo evidente en su sonido que lo es). Nosotros no aspiramos a ese status, no creo que nuestra música sea para un público amplio. Lo es solo para quienes se interesen de verdad en las temáticas que planteamos. Y afortunadamente, los interesados son muchos más de los que creíamos. Yo creo que un artista puede abordar el tema que se le antoje, pero ponte en nuestro lugar para entender nuestro punto de vista. Cada cierto tiempo tengo noticias de música inspirada en los selk’nam, por darte un ejemplo, compuesta por alguien desde Europa o en Santiago. Y puede haber sido hecha por un excelente e informado compositor. Pero algo va a faltar, eso que para mí es un componente telúrico, difuso pero real. Y eso no nos falta a nosotros, porque componemos sobre cosas cercanas a nuestra experiencia. Somos personas que han viajado por su región por aire, mar y tierra, hemos tocado el hielo con las manos y soportado los vientos de la pampa. Conocemos nuestra historia y hemos conversado que gente que sabe aún más de ella. Vangelis perfectamente podría grabar un bello disco sobre la Patagonia tal como lo hizo sobre la Antártida, pero el tema sería para el una abstracción, una expresión de paisajismo. Nosotros no hacemos música multifuncional y que sea bella solo por su sonido, sino que nos involucramos a fondo en el tema. Básicamente, contamos historias a través de medios acústicos.

El interés de Lluvia Ácida por exploradores como De Agostini puede sin mucha imaginación compararse a su exploración musical. Esto lo digo porque me parece que las temáticas de Lluvia Ácida refuerzan la identidad del proyecto, es una tautología pero después de todo y como diría Duchamp, todo es tautología.

–Es interesante lo que me dices, porque uno se pregunta a veces si el tema de la identidad es lo que te inspira o si realmente es uno el que ha creado su propia idea de identidad. La experiencia de ponerle nuestra música al documental Tierras Magallánicas de Alberto de Agostini nos dio una respuesta. Resultó que editarlo fue muy fácil, ya que a pesar de no quitarle ni un solo cuadro, la música se acomodaba perfectamente a las imágenes. No solo en ambientación, sino que también a nivel rítmico. Muchas personas me han preguntado si la música la compusimos especialmente para el documental y se sorprenden cuando les digo que no, que es una selección de nuestra discografía. Yo llamo a eso una ‘confluencia estética’. Creadores de épocas distintas estaban pensando en lo mismo y eso permitió superar la barrera del tiempo, pues nuestras visiones no se contrapusieron, sino que se complementaron. Cuando veas el documental te vas a dar cuenta de ello.

¿Cuál es tu visión u opinión sobre el extermino de los pueblos originarios de Magallanes?

–Es una horrible cicatriz que se ha querido mantener más o menos oculta. Digo más o menos porque actualmente ya es un hecho de conocimiento público que los capitalistas a los que se llama “pioneros” cometieron un etnocidio, pero sobre las ganancias que eso reportó para esos criminales de cuello y corbata y para sus actuales descendientes… no se habla. Así que falta mucho para recuperar plenamente ese fragmento de memoria trágica. A veces olvidamos que la historia está pavimentada de cadáveres, generalmente de inocentes sacrificados por el poder del dinero. Eso es lo que pasó aquí. Y si hay algo que siempre estará presente en el Magallanes actual y futuro es la ausencia de sus primeros habitantes. Cuanto conocimiento se perdió, cuanta belleza y sabiduría desaparecieron, nunca lo sabremos del todo. Lo único que tenemos son fragmentos de culturas enteras y ya eso es muy valioso para las generaciones venideras. Te cuento algo más. El año 2001, antes de grabar Tierra de espectros, recibí un encargo muy especial. La familia de Ursula Calderón, residente de Villa Ukika, Isla Navarino, y una de las últimas yaganas con dominio de su idioma original, deseaba registrar en nuestro estudio algunos relatos y canciones que ella todavía guardaba en algún rincón de su memoria. Por medio de la gestión de su hija Julia González y de Patricia Estivill, logramos concertar una jornada de grabación. Y llegó a nuestra sala de ensayo una anciana tímida y discreta, de ojos oscuros que miraban detrás de gruesos cristales y que con dificultad se acomodó frente al micrófono. “Ya, abuela, cuéntenos una historia”, le dijimos. Entonces algo cambió en la habitación, cuando con un delgado y susurrante hilo de voz la anciana comenzó a tejer historias que parecían datar de los inicios del tiempo. De sus labios brotaban imágenes que con el curso de los relatos se tornaban bellas o escalofriantes, hombres que se metamorfoseaban en animales o rocas que tomaban la forma de monstruosos gigantes. Escenarios como el Canal Beagle y el archipiélago austral, que nos resultaban familiares, tomaban una nueva y alucinante forma. A pesar de la precariedad técnica de nuestra grabación, en que los ruidos de la ciudad no están del todo ausentes, buena parte del ambiente que se creó en esa sesión quedó captado.

Después de aquella singular jornada, nuestra música comenzó a presentar cambios significativos. Seguía teniendo una base electrónica, pero comenzaron a asomarse timbres acústicos, de instrumentos de cuerda, viento y percusión. En lo temático, dejamos de fantasear con temas alejados de nuestra realidad circundante y comenzamos a investigar aspectos poco difundidos de nuestro entorno. El resultado fue el disco Tierra de espectros (Eolo, 2002), una colección de relatos fantasmales magallánicos combinados con nuestra música. Allí incluimos un fragmento de la narración de Ursula Calderón para el tema Los Hanush (hombres salvajes y peludos de la mitología yagana, que secuestraban mujeres y mataban niños). Fue presentando ese tema en una radio en Coyhaique, en el año 2003, que me enteré de su fallecimiento. Ahora solo nos queda su voz, en un registro que se había convertido en uno de los últimos restos de una cultura. Una que había sobrevivido durante miles de años en los confines del planeta, y que ahora enfrenta la amenaza del olvido. Esperamos editar este material algún día.

Justamente Los Hanush es el tema que me pareció más ‘terrorífico’ de Tierra de espectros. La Sra. Ursula habla sobre el hanush como quien intentara explicarle la existencia de un animal llamado perro a un extraterrestre, con toda la naturalidad del mundo. El hanush parece representar la esencia misma de ‘el otro’, ese ser de cuerpo velludo, qué como el Enkidú de Gilgamesh representa el ‘lado salvaje’ (saludos a Lou Reed) de la humanidad, esa criatura que amenaza con robarse a nuestros hijos y a las mujeres también en las que engendrará más hanush.

–Imagínate lo que fue escuchar esas historias de labios de una anciana de ochenta años. Fue como si algo la poseyera, como haber grabado la voz de un fantasma a través de sus labios. Nosotros lo disfrutamos mucho, ya que siempre nos ha llamado la atención la increíble galería de personajes maléficos que surgieron de la mente de las etnias australes. De hecho, en varios discos de LLUVIA ÁCIDA hay temas bautizados con sus nombres, como ‘Ayayema’ (espíritu kaweskar de las pesadillas), ‘Walichu’ (señor tehuelche de la muerte) y ‘Kawtcho’ (ser de tres metros de altura, rojo, con púas en la cabeza y dedos en forma de garfios). Como bien dices tú, si examinas esos personajes, encontrarás correspondencias con los mitos de otras culturas. Es porque el hombre, no importa en qué época y en que lugar, siempre le temerá a las mismas cosas: a la naturaleza, a la oscuridad y a la muerte.

¿Qué me puedes contar de Mankacen y Ud. No?

–Ellos son amigos y destacados músicos de la escena electrónica de Santiago. MANKACEN es el seudónimo de Alejandro Albornoz. MANKACEN en lengua selk´nam (alguna vez hablada en toda la isla de Tierra del Fuego) significa “cazador de sombras” y fue el sobrenombre que los indígenas le pusieron al misionero y fotógrafo Martín Gusinde. El fue miembro fundador de los pioneros del tecno en Chile, una banda llamada Artekknia que funcionó desde 1985 hasta 1995, dejando un disco llamado La última tierra. Hoy Alejandro está dedicado a la composición de música electroacústica y ha actuado en importantes escenarios, como el Festival de Bourges (Francia). UD.NO! es otra cosa, es el proyecto de otro buen amigo llamado Claudio Pérez, que está orientado al ciberjazz y al downtempo. Con él actuamos en La Batuta el 2003, donde presentó un excelente video de su disco Conexión Domeyko, su primer disco y que es un homenaje al científico polaco del mismo nombre (fundador de la mineralogía en Chile). Ellos dos, más otro amigo llamado Cristian Reyes (aka ANDROID), forman un grupo llamado COLECTIVO ELECTRONICO DE SANTIAGO, dedicado básicamente a la improvisación en vivo. El día anterior a la presentación de Antartikos, en la Sala Master en 2005, nos juntamos con Mankacen y UD. NO! A crear algunos temas. Estuvimos toda una tarde y salieron cuatro temas y material para un videoclip que yo edité aquí en Punta Arenas. El disco, que aún no tiene título, está esperando a ser editado. Es bien surreal y me parece que en algún momento hay darlo a conocer.

En una entrevista con Vladimiro Mimica, Hugo Espinoza (que es presentado como el ‘productor’ en Santiago de Lluvia Ácida) dice que al igual que al grupo Zinatel compuesto por un par de ex miembros de Illapu los anima la mezcla de electrónico y folclor. Habiéndolos escuchados a ustedes, a Gepe / Gepinto y sabiendo la existencia ahora de Zinatel te pregunto: ¿crees que se esta surgiendo un nuevo movimiento, estilo, subgénero o como se llame o son casos aislados? ¿La innovación de Lluvia Ácida es equiparable a la fusión de rock y folclore de Los Jaivas, por ejemplo?

–Nuestro ‘productor’, el ya mencionado MIKA MARTINI, también está trabajando en una interesante fusión de sonidos electrónicos y de viento andinos. Así que definitivamente tenemos algo en común con su búsqueda. ZINATEL está más en el plano de la canción, pero igualmente es interesante. Los tipos son buenos instrumentistas y por supuesto que lo que hacen es mucho más audaz que Illapu. Lo chistoso es que se lo dijimos y ellos pusieron cara de felicidad y dijeron “¿no es cierto que sí?”. Es interesante la postura que está surgiendo, en cuanto al rescate de sonidos folclóricos y su fusión con propuestas más actuales. Ahora que me mencionas a GEPE, te cuento que el estuvo hace unos días en Punta Arenas, actuando para un par de eventos que ayudé a gestionar. Estuve oficiando de asistente personal y llevándolo a conocer la ciudad. Nos llevamos tan bien que terminé alojándolo en mi casa y grabándole un tema en nuestro estudio, tema al cual LLUVIA ÁCIDA ya aportó con algunos arreglos. Me gustó su propuesta, la encontré honesta, emotiva y con una fuerza que solo da la sencillez. Espero que trascienda y se ponga por encima de cualquier moda pasajero en que la prensa quiera encasillarlo. Sobre esta mixtura entre lo folclórico y lo moderno, no tengo muy claro cual es nuestro lugar en este fenómeno, porque nosotros no nos consideramos parte del panorama musical chileno. O sea, vivimos en Chile porque hay un aparato administrativo que así lo dictamina y un buen montón de patriotas de uniforme (que están unos pocos años y se van sin dejar nada), pero lo que se considera ‘chileno’ es más que nada lo proveniente del Valle Central. Y nosotros estamos demasiado lejos como para ser una parte realmente activa de cualquier movimiento que está a 3.000 kms. de Magallanes. Ahora, sí creo que hemos llegado a coincidir con otros colegas en cuanto al rumbo que podría tomar la electrónica chilena. Digo “podría” porque no descalifico ninguna propuesta distinta a la nuestra. Ah, LOS JAIVAS son uno de nuestros grupos de cabecera. Obviamente ni soñamos igualar el impacto que ellos tuvieron en la música latinoamericana, pero creemos que ellos siempre serán una inspiración para quienes apuesten por fusionar lo tradicional y lo moderno. Pero sí que sería absolutamente increíble que alguien dentro de unos años, dijera “LLUVIA ACIDA hizo con la electrónica lo que Los Jaivas con el rock”. No sería un mal epitafio para este dúo.

Ningún escarabajo fue herido durante la filmación de Transpatagonia, ¿verdad?

–Te aseguro que ese pobre insecto fue bien tratado, como corresponde al actor de un video de LLUVIA ÁCIDA. Tengo una fijación con grabar imágenes de animales muertos (si revisas nuestro DVD “Elemental” vas a descubrir más de uno), ¡pero a los animales vivos los trato con mucho cariño!

Hace unos días hablaba con los santiaguinos que vinieron para una serie de actividades en Punta Arenas, entre otras cosas sobre el tema de la muerte. Ellos me contaban acerca de lo peligroso de las poblaciones, la delincuencia y todo eso. Aquí tenemos el mismo problema, pero aún así Punta Arenas sigue siendo un refugio. Yo creo que la naturaleza y la muerte van de la mano, sobre todo en esta zona. Ves animales muertos en la carretera, escuchas muchas historias sobre pescadores, ovejeros o trabajadores del petróleo que encontraron una muerte horrible en algún paraje solitario. Y me parece importante abordar ese tema por medio del arte.

TAUZERO
Octubre de 2006

La Raza Venidera

Fragmento del libro Les Grandes Initiés de Notre Temps de Louis Saint-Yves d’ Alveydre, Blefond Press, 1998.

En la mañana del 29 de junio de 1979, una compañía de soldados peruanos que cuidadosamente avanzaban entre los escombros de la devastada ciudad de Santiago hicieron uno de los más impresionantes descubrimientos de la Segunda Guerra Mundial.
Los soldados que habían invadido la orgullosa capital de Chile y estaban a pocos días de llevar a término seis años de terrible y sangriento conflicto, estaban alertas a los ataques de las disminuidas y patéticas células de la resistencia chilena, compuesta principalmente por viejos y jóvenes, vanamente intentando salvar el “Reino del Millón de Años” del General González Von Marées.
Los soldados peruanos marchaban con suma cautela de un edificio destruido a otro, metódicamente peinando las habitaciones y salas cubiertas de escombros en busca de cualquier señal de sobrevivientes al bombardeo aliado. Los soldados debían confiar en sus instintos y armaduras de anti-impacto y camuflaje a medida que se abrían camino a través de la devastada capital. La destrucción era de tal magnitud que era imposible decir donde terminaba una calle y comenzaba otra.
Fue entre los escombros de un edifico cercano a la Casa de Gobierno donde los soldados hicieron su descubrimiento.
A primera vista, los cadáveres no se veían distintos a otros muchos que los soldados encontraran previamente en aquella ciudad fantasma. Pero examinándolos de cerca, probaron ser muy diferentes. Porque pese a que los cuerpos vestían uniformes militares chilenos, sus rostros eran claramente asiáticos. Eran, de hecho, tibetanos –como hizo notar uno de los jóvenes soldados peruanos de apellido Fujimori. Y fue este soldado, quien igualmente advirtió que los carbonizados despojos en el centro del círculo de cadáveres pertenecían a un ser humano, del cual sólo permanecían un par de brillantes guantes verdes.
¿Pero que hacían estos tibetanos, a miles de kilómetros de su tierra natal y en medio de una batalla de la que su nación no formaba parte?
Pese a que el sonido de metralla distrajo a los soldados, ninguno de ellos tuvo duda que estaban ante un descubrimiento extraordinario ya que, además de su apariencia, todo indicaba que los tibetanos no habían muerto en acción, sino al formar parte de alguna clase de suicidio ritual, probablemente bajo las órdenes del calcinado extraño de los guantes verdes que muchos historiadores concuerdan se trataba del propio González Von Marées.
Antes que los peruanos se unieran con los aliados uruguayos y bolivianos en el norte, y Santiago finalmente cayera el 7 de julio, los cuerpos de varios otros tibetanos fueron hallados en similares circunstancias. Algunos se habían suicidado ritualmente aunque la gran mayoría había perecido a causa del fuego y bombardeo Aliado que redujo la otrora magnificente ciudad a ruinas humeantes. Los cadáveres representaron un misterio que tomó tiempo revelar –pero cuando la información sobre los tibetanos muertos fue reunida y cotejada, se logró armar un complejo rompecabezas que se relacionaba con el mítico mundo de Agharti y el extraño libro de Sir Edward Bulwer-Lytton, La Raza Venidera. Es más, puede asegurarse que el libro de Bulwer-Lytton fue responsable en cierto grado tanto de la presencia de los tibetanos en la ciudad, hasta la mismísima carnicería que González Von Marees infringió en Latinoamérica y gran parte del mundo entre 1973 y 1979.

Ozaru II

1943
Una de las postas que le tocaba atender al Doctor Luciano Krauser en su cargo de médico domiciliario y rural de la Caja de Seguro Obrero Obligatorio era la posta de Catillo, situada junto a las termas del mismo nombre, famosas por el alivio que provocaban sus aguas en afecciones gástricas y reumáticas. Si bien las termas contaban con un médico exclusivo para su clientela el Seguro mantenía su Posta con un practicante residente y la visita semanal de un médico desde Parral.
Ese día viernes el doctor apenas había puesto un pie en la Posta cuando le comunicaron que tenía una llamada telefónica urgente de Parral. Lorena Larraín, su joven esposa de 17 años, estaba a punto de dar a luz. El Dr. pidió excusas a sus pacientes y emprendió el camino de regreso a Parral cómo alma que lleva el diablo.

–Todo marcha bien –señaló el Dr. Lorenzo Latorre al Dr. Krauser, que bañado en sudor sujetaba la mano de su esposa en aquella aséptica habitación de hospital–. Membranas rotas, dilatación dos centímetros, posición de vértice… ¿Va a presenciar usted el parto colega?

–N-no, no le sé –contestó titubeando el Dr. Krauser.

–Como guste –replicó Latorre–, para mí es igual, aunque Lorena estaría más tranquila… ¡En fin! La decisión es suya colega. Ahora si me disculpan, debo retirarme. La matrona me avisará cuando las contracciones se hagan más frecuentes.

–¿Qué opinas? –preguntó el Dr. Krauser a su cónyuge– ¿Quieres que presencie el parto?

–Quédate conmigo –respondió Lorena–. No me dejes sola.

–No temas –la tranquilizó el Dr. Krauser–. Voy a fumar un cigarro a la sala de médicos y vuelvo.
El Dr, Krauser besó a Lorena y abandonó el cuarto disimulando su nerviosismo lo mejor que pudo. Luego de fumarse tres cigarros y beber dos tazas de café retornó junto a ella para no abandonarla más.

La espera fue larga, más larga de lo que el Dr. Krauser y su señora esperaban, la gente entraba y salía de la habitación, la matrona, el obstreta, el Dr. Latorre, de nuevo la matrona… hasta que finalmente se produjo el milagro.

–Un hombrecito –dijo el Dr. Latorre entregando al pequeño e indefenso ser a la matrona para que lo pesara.

–Tres kilos novecientos gramos –anunció la matrona.

–¿Y? ¿Cómo se va a llamar? –preguntó el Dr. Latorre.

–Luciano –contestó el Dr. Krauser–, cómo su padre.

1945
A pesar que llevaban cerca de dos años en Parral el Dr. Krauser y su señora no lograban acostumbrarse. El pueblo era una mezcla de gente muy rica con tendencias aristocráticas (que residían mayormente en la capital y venía por temporadas a sus latifundios) y agricultores, obreros y gente de trabajo que no podían seguir el ritmo de gastos ni la manera de vivir de los primeros. El Dr. Krauser estaba cansado del permanente escrutinio del que eran objeto por parte de estos ‘aristócratas’, que reprobaban que la mujer del médico cuidara del ante jardín de su chalet o fuera de compras por su cuenta al mercado. Lorena por su parte estaba hastiada de la vida social, de la forzada elegancia, de los vestidos de las ‘damas’, de mañana, tarde o noche, según fuera la ocasión. El trabajo del Dr. Krauser por otra parte, con una posta rural que atender cada día, era muy pesado por lo que cuando se llamó a concurso para llenar los cargos de dos horas en la Beneficencia, o sea hospital, y tres horas como tratante y domiciliario en el Seguro Obrero Obligatorio del puerto de Tomé, el Dr. Krauser se presentó a ambos.

­–Más mal que aquí no nos puede ir –decía Lorena que entusiasmada ante la idea de abandonar Parral ya había comenzado a hacer las maletas–. Cuatro años con el mismo sueldo cuando todo ha subido de precio al doble o al triple.

Lorena estaba en lo correcto. Mientras a todos los empleados de la administración pública y el sector privado se les había reajustado sus sueldos de acuerdo al alza del costo de vida, en el Servicio de Salubridad Fusionado o Servicio de emergencia (creado por el presidente Don Pedro Aguirre Cerda para la mejor atención de la zona afectada por el terremoto del 39) se habían mantenido los mismos salarios hasta nivelarlos con los cargos similares de las zonas no afectadas. Lo que el año 1939 era un sueldazo en 1945 era un sueldo más bien mediocre en los servicios de salud.

Afortunadamente ambos concursos se resolvieron a favor del Dr. Krauser, de algo habían servido sus seis años de antigüedad, sus estudios en el extranjero, sus excelentes calificaciones y sus puntos extras por servicio rural. El Dr. tenía una semana para mudarse por lo que se apresuró en viajar a Tomé, en busca de una casa.

Tomé en esa época contaba con tres grandes Industrias Textiles, la Fábrica de Paños Bellavista-Tomé, la Fábrica o Sociedad Nacional de Paños Tomé y la Fábrica Italo Americana de Paños (FIAP), además de una fábrica de lienza y artículos pesqueros y una industria vitivinícola (la Wagner Stein y Cía. Ltda). Gracias a estas industrias se respiraba una sensación de prosperidad y bienestar en la mayoría de los estratos sociales. El Dr. Krauser, gracias a la intervención del Director del hospital de Tomé, consiguió tres habitaciones que se arrendaban con pensión completa, canceló dos meses por adelantado y regresó a Parral. Los muebles se fueron en ferrocarril y ellos en su Ford 31, sedán dos puertas. Se instalaron en las tres habitaciones; un dormitorio, un comedor y un escritorio que le serviría también de sala de exámenes. El Dr. puso su placa de médico en la puerta de la casa y ese mismo día comenzaron a llegar los pacientes, tantos que el Dr. hubo de arrendar dos habitaciones más para atenderlos. El hall central que daba a dichos cuartos hacía las veces de sala de espera, allí colocó el Dr. un par de sofás y unos muebles de mimbre que la dueña del edificio gentilmente le había facilitado. En cuanto a su trabajo en el hospital el doctor se hizo cargo de dos salas diferenciadas por sexo de veinte camas cada una, cuarenta camas que debía atender en dos horas diarias de trabajo. En el Seguro Obrero Obligatorio tenía tres horas, un policlínico de dos horas diarias y una hora para atender los domicilios de los cerros que se presentaran, los que había que realizar a pie debido a la escasa y deficiente urbanización.

Ya habían transcurrido un año desde que el Dr. Krauser y su familia se habían mudado de Parral y las cosas no podían estar mejor, el comercio en Tomé era próspero, el dinero abundaba, se realizaban fiestas de caridad, bingos, bailes y fiestas de la primavera (que después se transformarían en al Semana Tomecina). Los sindicatos de las tres fabricas de paños eran poderosos y en sus presupuestos tenían ítem para médico y farmacia, de modo que el obrero podía consultar en el seguro, en el sindicato y por último, si lo deseaba, podía pagar su consulta en un estudio particular. Lorena no se cansaba de repetir que él haberse trasladado a Tomé era lo mejor que podrían haber hecho. Entonces, cuando menos se le esperaba y cómo suele ocurrir, sobrevino la tragedia. Una epidemia de poliomielitis o parálisis infantil había estallado en la zona. Los tres primeros niños fueron auscultados en sus domicilios por el Dr. Krauser y el pediatra el Dr. Luis Latorre, en junta médica y sin usar mascarilla pues ignoraban el diagnóstico. El Dr. Krauser se transformó sin saberlo en un mortal portador de gérmenes. Fue así cómo se contagió Lucianito desarrollando una meningo encefalitis aguda. Pérdida brusca del conocimiento, fiebre alta, convulsiones… Fue hospitalizado en el pensionado del Hospital Clínico Regional de Concepción y atendido con mucha dedicación y esmero por pediatras y neurólogos, a pesar de esto solo un milagro podría salvar la vida del niño.

El milagro no se produjo, cumpliéndose los diagnósticos más pesimistas, luego de setenta y dos horas luchando por su vida Lucianito dejaba de existir a la edad de tres años. El Dr. Krauser recibió la noticia sin manifestar ninguna emoción aunque por dentro estaba hecho pedazos. Lorena se abrazó a él y estalló en desgarradores gemidos. Nueve meses después del triste fallecimiento de su hijo Lorena sufrió un cólico renal derecho. Las radiografías solicitadas por el urólogo revelaron una hidrofrenosis a derecha, con gran dilatación de la pelvis renal y uréter filiforme mal implantado. Se decidió amputar el órgano defectuoso, Lorena tendría que arreglárselas de ahí en adelante con un sólo riñón. Los exámenes de orina, uremia y creatinemia posteriores a la intervención quirúrgica fueron normales. Se suponía que luego de esto Lorena podría llevar una vida normal pero comenzó a sufrir de anemia. A pesar de los tratamientos para estimular la médula ósea la anemia seguía acentuándose, Lorena desarrolló un cuadro anoréxico y bajó varios kilos, el diagnóstico del nefrólogo: Leucemia crónica.

1956
Ya era de noche y el Dr. Krauser conducía su antiguo Ford 31 por una polvorienta ruta luego de una visita médica que se había prolongado más de lo debido, Lorena estaría furiosa… De pronto la imagen de una torta de cumpleaños se formó en la mente del Doctor. Tenía hambre, debía admitirlo, ¿pero porqué una torta? ¡Lorena! Ese día era el cumpleaños de Lorena, cumplía treinta y cuatro, doce años menos que su esposo. ¿Cuantos cumpleaños más le quedarían por delante?

Habían transcurrido catorce años desde la muerte de Lucianito durante los cuales el Doctor no había dejado de culparse a sí mismo por tan lamentable hecho y por la enfermedad de su esposa también, enfermedad que constantemente amenazaba con llevársela al lado de su hijo. El Dr. Krauser se había enfrentado a está terrible posibilidad en dos ocasiones, la primera; cuando hubo de llevar a Lorena de urgencia al hospital debido a un edema pulmonar agudo, la segunda; cuando a causa de la aparición de extracístoles hubo de trasladarla de amanecida a Concepción para un electrocardiograma, que afortunadamente salió negativo.

De pronto una intensa luz cegó al Dr. Krauser, que al cubrirse instintivamente los ojos perdió control del vehículo, saliéndose del camino.

Algo se había estrellado a unos metros de distancia.

El Dr. Krauser armándose de valor dirigió sus pasos hacia el lugar del impacto. Lo que encontró al fondo del pequeño cráter fue una especie de cápsula, no mayor al torso de un hombre. Sin mediar aviso la cápsula se abrió descubriendo la pequeña figura de un bebé en posición fetal. El Dr. no perdió tiempo en conjeturas, descendió al fondo del cráter y comprobó los signos vitales del lactante. Luego, con mucho cuidado, procedió a cargarlo y además de notar que era varoncito, comprobó que tenía una larga cola velluda.

Al extraer al niño de la cápsula, Krauser activó un mecanismo de autodestrucción que disolvió la cápsula en cuestión de segundos ante sus atónitos ojos. El infante, que hasta ese momento parecía dormido estalló en llantos.

–Te llamarás Cristóbal –dijo Luciano acunando tiernamente al pequeño contra su pecho–, ya que al igual que Colón has viajado por negros océanos insondables para llegar a un nuevo mundo. Sí, Cristóbal Krause Larraín, ese será tu nombre.

El Dr. Krauser envolvió en su chaqueta a Cristóbal, lo depositó cuidadosamente en el asiento del copiloto y se marchó rumbo a Tomé en su antiguo Ford 31.

Ozaru I

El Mercurio, 16 de mayo de 1961
La comuna de Tomé, ubicada a 29 km. al norte de la ciudad de Concepción, sufrió durante la noche del día de ayer lo que a todas luces pareciera ser un terremoto pese a que ninguna actividad sísmica fue registrada en toda la Octava Región.
El centro de Tomé fue el más afectado siendo destruido en un 74% según estima la Oficina Nacional de Emergencia. La cantidad de damnificados sería de 12 mil personas mientras que la de muertos ascendería a 1.800 según cálculos estimativos, aunque no se descarta que esta cifra aumente una vez que sean removidos los escombros.
El gobierno declaró Zona de Catástrofe a Tomé y el Presidente ha dado expresas instrucciones para que se desplieguen todos los recursos que sean necesarios para ir en ayuda de los afectados.
Pese a que no existe versión oficial sobre la causa de este trágico siniestro, los sobrevivientes coinciden en señalar como causante a un gorila enorme, grande como un edificio de diez pisos. Consultado al respecto, el Ministro del Interior desdeñó tales comentarios asegurando que se trata de una caso de alucinación masiva, similar a la provocada en 1938 por el radioteatro de Orson Welles en los EE.UU. “¿De verdad creé usted que King Kong vino a desatar su furia en Tomé?”, señaló con ironía durante la conferencia de prensa.
Seguiremos informando sobre esta extraña catástrofe.

IMPERIOPOLIS

El Mercurio, Martes 4 de agosto de 1925, página 11:
El 6 de este mes, Nueva York se hundirá en las aguas del Atlántico y luego se producirá la hecatombe mundial, dice el astrónomo Abner Hubs desde su observatorio en Imperiópolis.

Las consecuencias de esta terrible predicción producen en Nueva Cork los más extraños fenómenos sociales. Cosas que no se han visto nunca; matrimonios al minuto, ancianos que se divierten como niños, la multitud se entrega al baile y al regocijo y el gobierno se encuentra con los brazos cruzados debido a la falta de las fuerzas.

Lo que a este respecto, dicen Edison y el físico Meredit, la forma como se producirá la última catástrofe del mundo, se habla del hundimiento de Nueva Cork debido al gran peso de los edificios. Edison calcula que solamente el área de Broadway podría contener el peso equivalente de muchas ciudades de Europa.

Este artículo lo encontramos en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, buscando otra información que no vale la pena mencionar. Nos pareció raro el artículo en sí. Al parecer es una broma de algún periodista o un relleno, tan común en los medios nacionales. Es de analizar el uso de las fuentes.

Imperiópolis: Es una clara alusión a la avanzada expansionista que venía haciendo los Estados Unidos en Centro América durante esos años. ¿Redactores de izquierda en El Mercurio de 1925?
El Edison que se menciona alude a Thomas Alba Edison, inventor de la luz eléctrica, el gramófono y un sin fin de benditas inspiraciones (ver el capítulo de Los Simpsons donde Homero se obsesiona con el inventor) que culminaron con la Edison, la compañía más grande de la época. Edison como símbolo del dominio tecnológico y científico de Imperiópolis sobre el mundo.
Algo raro, en efecto, tiene este articulito.
¿Que los gringos se casen en masa?, ¿que los ancianos salgan a la calle en busca de acción?
En los años veinte los fumaderos de opio eran el top del carrete y en una de esas, el tipo que escribió el cable por Franklin, donde se juntaban los viejos periodistas a pegarse sus fumadas.

Editorial TauZero Especial FanFics Star Wars

Logo TauZeroLa idea de realizar un especial fanficcionero de Star Wars surgió hace más de un año, tras el estreno de La Venganza del Sith. En su momento hicimos la convocatoria correspondiente y en un par de semanas recibimos tres cuentos de A. César Osses Cobián, Jorge Baradit y Daniel Guajardo (mencionados en orden de llegada). Por una razón u otra el especial se fue retrasando y retrasando y fue así como finalmente decidimos publicarlo sin el cuento donde Luis Saavedra prometía contarnos el verdadero origen del Halcón Milenario (la primera nave intergaláctica de origen terrestre) y sin aquel magnífico fanfic que podría habernos regalado Pablo Castro desde la perspectiva de un oficial del Imperio o incluso un simple Stormtrooper.

Mi postulado inicial fue el de focalizarnos en un personaje poco conocido, un segundón derechamente. Contar la historia de Nieb Nubb, por ejemplo, o de alguno de esos bicharracos de la cantina en Mos Esley. Lo que obtuve fue mucho mejor.

Creo que hay dos formas de aproximarse al fanfiction, sobretodo de Star Wars. Una es de manera hilarante y paródica como lo hace Kevin Rubio en su excelente corto Troops o en los cómics Tag & Bink are Dead. La otra es tomársela en serio, y si bien yo nunca especifiqué ni lo uno, ni lo otro, los fanfics que me llegaron son todos “serios”. Nada de reírse de las implicancias fálicas de los sables láser o de la ausencia de aparato reproductor en Jabba. César, Jorge y Daniel (sobretodo Daniel), se la jugaron por lo más difícil, contar historias originales inventando sus propios personajes. La parodia puede ser un ejercicio estéril y aburrido si no lo hace alguien con talento. Cualquiera de ellos podría haber hecho una parodia, pero no son gente que les agrade el facilismo, incluso cuando se trata de algo supuestamente de “escaso valor literario” como el fanfic.

Con respeto a las historias. La vengaza del Sith, obra de teatro en dos actos, es el intento de Jorge por aclarar un tema que considera demasiado disperso. Como bien dice él mismo: “…los cuentos no tienen que ser reales y las casualidades son parte imprescindible. El ideal en un cuento es solucionar la trama con la menor cantidad de personajes y situaciones (en general). En Star Wars la casualidad reúne a cinco personajes y resulta que uno es el hermano de la otra y el tercero era el maestro del cuarto que resulta ser el padre de los dos primeros. Todo en familia.”

Jorge cuenta la historia cómo piensa que debería ser en aras de la coherencia interna y la simpleza, y vaya si que lo consigue sirviéndose como es ya su sello, de un fuerte personaje femenino. Si se preguntan quienes son los seis Jedis que luchan contra Anakin y Palpatine en la versión de Jorge para La venganza del Sith, estos son: Aayla Secura, Foul Moudama, Luminara Unduli, Roron Corvo y Shaak Ti (es rol del editor saber este tipo de cosas, no?).

Sobre Elia, la reina Sith de Guajardo, debo decir sin pudor alguno que es uno de mis cuentos favoritos de todos los tiempos (en esta y cualquier otra continuidad espacio-temporal) y lo disfruté y me emocionó tanto como ese otro espléndido fanfic que es Exilio en el pasado distante de Pablo Castro, en el especial Transformers #2 del Calabozo del Androide. En ambos fanfics los autores se preocuparon de caracterizar honesta y creíblemente a sus protagonistas que podrían ser percibidos como villanos de cartón de no mediar el talento y el cariño con que fueron descritos. Le aseguro que usted nunca ha visto a una ewok como la de Daniel, ni a un Megatron como el de Pablo Castro.

Sobre el cuento de César, puedo decir que es muy propio de él y poco más. A diferencia de los otros es un fanfic cerebral donde priman otros factores fuera de lo emotivo.

Y sobre mi aporte. Es una vieja idea que tenía, en parte heredera de mi propuesta original, y en parte infectada por el revisionismo de Jorge. Elijo a un personaje casi prescindible pero con mucho potencial para contar una historia de amor. ¡Sí!, una historia romántica. El protagonista está inspirado y es un homenaje a Luis Saavedra (articulador silencioso del fandom cómo le llamara Marcelo Novoa). Claro que por cuestiones de tiempo no pude escribir la segunda parte, que era realmente lo que quería escribir, pero espero hacerlo para un segundo en el segundo especial fanfics de Star Wars… cualquier aficionado a SW que lea estas líneas y desee enviarnos fanfics, hágalo a ezine_ARROBA_tauzero_PUNTO_org

Terriblemente cliché pero inevitable no despedirme con un: y que la Fuerza los acompañe.

Sergio Alejandro Amira
Viña del Mar, 21 de noviembre de 2006

La decisión de Lobot

Siempre me adecuó actuar desde las sombras, hasta que la conocí. Entonces me vi obligado a dar un paso enfrente y dejar mi confortable anonimato. Para todo Bespin yo no era más que el fiel sirviente del administrador de turno. Era parte de la ciudad, parte del mobiliario.

La desaparecida Ciudad de las Nubes era una curiosa argamasa entre colonia minera y centro turístico. Fue concebida por el excéntrico lord Ecclessis Figen como un ‘complejo habitacional flotante’ que para mantenerse a sí misma a la espera de los nuevos inquilinos extraía y refinaba gas Tibana. Durante años sirvió de base de operaciones para Figg y lentamente fue convirtiéndose en un lugar cosmopolita al inaugurarse restaurantes, tiendas y casinos. Pese a las increíbles ganancias generadas por estas actividades, los ambiciosos Barones-Administradores nunca dejaron de lado la explotación minera, sobretodo con el advenimiento del Imperio, nuestro principal cliente de gas Tibana usado en blasters e hiper-reactores.

La Ciudad de las Nubes era un sitio extremadamente jerarquizado, donde las personas valían lo que su posición en la empresa. Los más bajos eran los mineros y los más altos los administrativos, mi familia estaba en algún sitio en el medio. Mi padre era asistente de los técnicos ugnaughts y mi madre una operaria de comunicaciones nivel 98, y si bien no estábamos en la parte más baja de la escala piramidal tampoco teníamos muchas posibilidades de ascender posiciones.

Comencé a delinquir desde niño, robando partes de droides y otros dispositivos transables en el mercado negro de Port Town. Siempre fui muy listo y conseguí burlar a las autoridades por casi una década hasta que finalmente, a los catorce años, lograron capturarme. La Baronesa-Administradora de aquel entonces, Ellisa Shallence, me dio a elegir entre la prisión o una sentencia de quince años sirviendo como oficial de operaciones cibernéticas. Por supuesto que elegí ésta última opción, aunque sin saber que sería modificado físicamente para cumplirla.
Una vez consumada mi sentencia decidí permanecer en mi cargo. Después de llevar la mitad de mi vida en ello no sabía hacer otra cosa, y además, como hombre libre, por fin percibiría una remuneración por mi trabajo. Los Administradores cambiaron varias veces y por más incompetentes o inútiles que fueran, la Ciudad de las Nubes siempre funcionaba gracias a mí. Con el tiempo fui volcándome cada vez más al trabajo hasta el punto que prácticamente no me comunicaba con otras inteligencias que no fuesen artificiales. Cada vez era percibido más y más como un droide, lo que no me molestaba en absoluto.

Calrissian era muy distinto a quienes le antecedieron. Llegó a Bespin durante una de las más desastrosas administraciones en la historia de la Ciudad de las Nubes. Raynor, el tipo a cargo, era sobrino de un oficial del Imperio y un verdadero pelmazo. Gustaba de organizar fiestas y carreras de naves que estaban haciendo estragos con el presupuesto. Fue durante uno de estos torneos que conocí a Calrissian. Había perdido su ‘preciado’ YT-1300 modificado (que en realidad era una chatarra) en una apuesta con un ex-soldado imperial de apellido Solo y estaba embriagándose en un bar para pasar las penas. Rápidamente accesé todos los archivos relacionados con Calrissian y llegué a la conclusión que era el aliado que necesitaba para que la Ciudad de las Nubes siguiera siendo una operación lucrativa, pese al Imperio. Me reuní con Calrissian y le hice una oferta que no podría rechazar. El Barón Raynor era tan aficionado a las apuestas como él y gracias a mi subrepticia intervención, Lando Calrissian ganó la carrera Kessel y la Ciudad de las Nubes pasó a nuestras manos.

Lo más sorprendente de todo esto fue el cambio que operó en la personalidad de Calrissian. De un truhán facineroso y mujeriego pasó a convertirse en un administrador serio, competente y mujeriego. Trabajando en conjunto logramos triplicar los niveles de producción y hasta quintuplicar las ganancias. Todo marchaba de las mil maravillas, pero entonces llegaron los Stormtroopers y Lord Vader en persona.

El Emperador había previsto la inminente llegada a Bespin de los fugitivos Han Solo y Chewbacca, los que usaría para sacar de su escondrijo a quien realmente buscaba: el muchacho que había destruido la Estrella de la Muerte y de quien se rumoreaba era hijo del oscuro señor del Sith: Luke Skywalker.

Si bien nos habíamos mantenido neutrales durante el conflicto, no podíamos ir contra el Imperio y aceptamos tenderles la trampa a los amigos de Skywalker y poner la ciudad entera a disposición de Vader.

El ‘Halcón Milenario’ arribó dentro del plazo previsto. Descendieron en una de las plataformas y Calrissian se hizo el gracioso pretendiendo estar enfadado con su amigo. El imponente pero estúpido wookie estaba con él junto a un fastidioso droide de protocolo, una unidad R-2, y ella…
Durante años había seguido la carrera diplomática de Leia Organa hasta que el Emperador disolvió el Senado. Era mi amor platónico, mi amor imposible y de pronto, aquí estaba. A tan sólo unos metros de distancia en medio de las nubes. Fue amor a primera vista, unilateral, por supuesto. ¿Cómo podría la Princesa enamorada del bribón más famoso de la galaxia siquiera fijarse en un aburrido cyborg?

A partir de ese momento comenzó mi lucha interna. Vader modificaba las condiciones del ‘trato’ a cada momento y a Calrissian no le quedaba más que obedecer. Finalmente congelaron a Han Solo en Carbonita y en un momento de sublime belleza pude ver cuanto amaba Leia a ese contrabandista y mentiroso ladrón.

Zam Wesell, la caza-recompensas favorita de Vader que había rastreado al capitán Solo hasta Bespin se atreve a decirle al Sith: “¿Y si no sobrevive? Para mí es muy valioso.” Vader le responde a la clawdite que será apropiadamente recompensada de ser el caso.
Una vez finalizado el proceso, y habiendo comprobado los ugnaughts que los sistemas vitales del capitán Solo estaban operativos, Wesell se lo llevó mientras Calrissian junto a un escuadrón de Stormtroopers escoltaban a Leia y al wookie a la nave tydirium de Vader. Desde la sala de controles me debatía entre el instinto y la razón. Era ahora o nunca.

Junto a mis hombres más leales intercepté a los soldados de Vader y me enfrenté a Calrissian. Mi ex-socio tomó a Leia como rehén apuntándole a la cabeza con su blaster pero el wookie le propinó un enorme manotazo que lo arrojó al suelo. Me acerqué a Lando y comprobé que Chewbacca le había roto el cuello.

Corrimos al la plataforma de la nave de Wesell, pero llegamos demasiado tarde. El Slave-1 despegaba con su valioso botín perdiéndose entre las nubes color vainilla.
Sin perder tiempo alguno ordené la evacuación de la Ciudad de las Nubes y subimos al Halcón Milenario. Antes de abandonar la atmósfera de Bespin, Leia sintió el llamado de Luke y regresamos por él para luego huir con cuatro Cazas-TIE pisándonos los talones.
Luego de abandonar Bespin, burlar fácilmente a las naves imperiales y saltar al hiperespacio, nos reunimos con las fuerzas rebeldes apostadas fuera de la galaxia. Antes de bajar del Halcón Milenario, Leia tomó mis manos entre las suyas, me dio las gracias y me preguntó que haría ahora. La verdad es que mis opciones no eran muchas y la respuesta por lo tanto, era inevitable. Pero aun así lo dije como si fuese un acto de gran valor y sacrificio:

–Pretendo unirme a la Rebelión, por supuesto.
–Alguien como tú seria invaluable para nuestra causa, Lobot –dijo ella con su dulce voz de ángel.

Y entonces la princesa me dio un beso en la mejilla y se marchó a reunirse con su padre y los líderes rebeldes. La principal preocupación de Leia era liberar al capitán Solo y estaba impaciente por organizar el rescate, pero Bail Organa le advirtió que con Gardulla la Hutt debía obrarse con mucho cuidado y sugirió infiltrar a uno de sus hombres de confianza en el palacio de la temible mafiosa en Tattoine. El elegido para el trabajo fue Nien Nunb, un sullustan que había trabajado para la Corporación SoroSuub hasta que ésta se vendió por completo al Imperio adoptando sus políticas esclavizantes. La principal razón por la cual Nunb odiaba al Imperio, sin embargo, era debido a la destrucción de su preciada nave carguera, la Sublight Queen.
En cierta forma Nunb no era muy distinto al capitán Solo ya que ambos eran personas honestas que ante el advenimiento del Imperio se vieron obligados a incurrir en prácticas subversivas para sobrevivir. Otro punto de coincidencia era que los dos profesaban una devoción enfermiza por sus respectivas naves. Supongo que debido a esto Nien Nunb empatizaba tanto con Solo y estaba dispuesto a ir en tan peligrosa misión.

Pasaron tres meses durante los que mis destrezas fueron requeridas para todo lo que involucrara organizar los recursos rebeldes y coordinar su distribución, desde repuestos para droides y alimentos hasta torpedos de fotones y comestible para los Alas-X. Estuve sumamente ocupado y al preguntar por la princesa se me comunicó que se había marchado en ‘comisión de servicio’.

En el transcurso de aquellos meses Nien Nunb logró infiltrarse exitosamente en el palacio de Gardulla notificando que la Hutt conservaba en sus aposentos privados a Han, todavía congelado en carbonita y colgando de una pared.

Chewbacca se encontraba oculto en su planeta natal a espera de instrucciones y en cuanto a Luke Skywalker, nadie tenía la menor idea de su paradero.

Yo tenía la pueril esperanza que Leia olvidase al capitán Solo y aparentemente el padre adoptivo de Leia compartía este anhelo. Después de todo, ¿cómo podría el antiguo Senador de la República aceptar que un mercenario vividor como Han Solo cortejara a la princesa? Pero si esto era cierto, mucho menos aceptaría a un cyborg de pasado criminal como yerno.

Otro mes transcurrió para mí en la base secreta de los rebeldes. Nien Nub no lograba hacer ningún avance y en su último reporte calificaba al dormitorio de Gardulla la Hutt como “uno de los sitios más impenetrables de la galaxia”, nadie entraba allí a excepción de ella y estaba fuertemente custodiado por antiguos droides de batalla que solamente obedecían a la Hutt y eran imposibles de reprogramar. Nub lo había intentado y casi le costo que lo descubrieran.
Esa sería la última transmisión del valeroso sullustan.

Entonces regresó mi princesa. Estaba distinta, su semblante se había vuelto más serio y solemne. Pidió hablar conmigo en su sala privada de reuniones apenas descendió de la nave.

–No puedo esperar más, Lobot –me dijo angustiada paseándose de un lado al otro de la habitación–. Dada la naturaleza del último mensaje de Nien Nub, es muy posible que lo hayan descubierto. Pueden obtener mucha información de él.
–Nub no nos traicionaría –le aseguré.
–Claro que no, pero bajo tortura hablará como lo haría cualquiera en su caso.
–A usted la torturaron y aun así no reveló donde se ocultaban los suyos, por lo que tengo entendido.
Leia se detuvo, y clavó la vista en el suelo.
–Disculpe, tal vez no debería haberle recordado aquel episodio –dije intuyendo que estaba hablando más de la cuenta.
Mi princesa hizo un gesto como restándole importancia a mi comentario y por fin tomó asiento.
–Sí –dijo cruzando sus bellas piernas–. Vader me sometió a sus sofisticados interrogadores y al suero de la verdad pero no obtuvo nada. Fue entonces, llevada al límite que sentí como la Fuerza fluía en mí y supe que jamás conseguirán doblegarme. No mediante la tortura por lo menos.
–Pero entonces Grand Moff Tarkin amenazó con destruir Alderán y a usted no le quedo más que hablar.
–Alderán era un mundo pacífico, no poseían armas suficientes como para haberse enfrentado siquiera a un escuadrón de Stromtroopers. La Rebelión podía defenderse al menos, así que le di a Tarkin la localización de nuestra base, y aun así ese monstruo ordenó destruir Alderán. Me he propuesto dos metas en la vida, Lobot. Una es rescatar a Han, y la otra, matar con mis propias manos a Tarkin.
–La Fuerza es poderosa en su familia, princesa –dije, nuevamente abriendo mi gran bocota.
La princesa me observó algo desconcertada y luego dijo:
–Qué sabes tú de eso, Lobot?
–Bastante, pero no me tome por un entrometido, por favor. Los datos que manejo son un defecto profesional, un derivado de mi reconfiguración como cyborg y mis largos años conectado a ordenadores durante los que me comuniqué incluso con las IAs del Imperio. Se que usted y Luke son hermanos, y que ambos son hijos de Padmé Amidala y Anakin Skywalker, un hecho que el Emperador ha mantenido oculto a Vader oscureciendo su mente.
–Esa es entonces la razón por la cual no pudo reconocerme mientras me tuvo cautiva –comentó meditabunda.
–Por supuesto –confirmé– y es la razón por la cual tampoco pudo ‘sentir’ a nadie con altos niveles de midiclorianos a excepción de Kenobi en la Estrella de la Muerte. El Emperador esperaba que Vader se enfrentara a Kenobi y lo eliminara de una vez por todas, pero quería vivos a los hijos de Anakin.
–Entonces tal vez mi hermano tenga razón. Tal vez sea posible salvar a nuestro padre. Tú y yo debimos haber tenido esta charla antes, Lobot.
–Yo siempre he estado aquí para usted, mi princesa.
–Llámame Leia.
–Prefiero decirle princesa. Pero dígame, ¿dónde ha estado durante todo este tiempo?
–Dímelo tú, Lobot. Seguramente ya lo sabes.
–Estuvo entrenado. Está en proceso de convertirse en una Jedi.
–Sorprendente, ¿pero como lo supiste?, ni siquiera mi padre está al tanto.
–Es una deducción lógica, me ha bastado con ver el sable-láser que porta en la cintura para llegar a ella.
–¡Oh, es cierto! Deberé ser más cuidadosa. Efectivamente, Lobot. Todos estos meses he estado entrenando en Dagobah.
–¿Con Luke?
–No, con el maestro de mi hermano, Yoda.
–¿El maestro Yoda aun vive?
–Veo que no eres infalible, Lobot. Es bueno saberlo, te hace más humano. Solo Obi Wan estaba en conocimiento del paradero de Yoda. Él fue quien verdaderamente entrenó a Luke pese a que insita que su instrucción fue incompleta. Yoda teme que Luke se convierta al Lado Oscuro, como nuestro padre, pero sé que esto no ocurrirá. Luke es más poderoso que Vader, aunque no más que el Emperador.
–Nadie es más poderoso ni más astuto que Palpatine, me temo. Aunque seguramente los tres Skywalkers unidos podrán derrotarlo.
–Eso es lo que Luke espera. Pero para ello debe primero traer de vuelta a Vader, a Anakin, del Lado Oscuro. Durante estos meses ha estado siguiéndole la pista, acechándolo e intentando influenciar en su mente. Cree estar logrando progresos pero sin duda será un largo trabajo. Mientras debemos seguir resistiendo al Imperio y rescatar a Han de una vez por todas.
–¿Que opina su padre sobre la situación del capitán Solo?, me refiero al senador Organa, por supuesto.
–Él considera enviar otro agente al palacio de Gardulla para averiguar qué ocurrió con Nien Nub. Pero considero que es una mala idea.
–Opino lo mismo, está postergando el rescate de Han porque no acepta que usted lo ame y de paso arriesga innecesariamente la vida de valiosos soldados rebeldes.
–Mi padre es tan egoísta, a veces creo que no es muy diferente a Vader. Lobot, Luke y yo hemos urdido un plan y necesito tu ayuda…
Y entonces la princesa me contó como pretendían enviarle un mensaje de Luke a Gardulla por medio de los droides C-3PO y R-2D2 que serían ofrecidos como regalo en muestra de buena voluntad. Luego, disfrazada de caza-recompensas, Leia acudiría al palacio de Gardulla con el pretexto de entregarle a Chewbacca. Una vez dentro liberaría al capitán Solo de la carbonita mientras Luke se encargaba de distraer a la Hutt y sus lacayos.
Le dije la verdad, que su plan me parecía una locura. ¿Arriesgarse a tener en un mismo sitio, uno de los más peligrosos de la galaxia, a los dos preciados hijos de Darth Vader, a Chewbacca y los droides? No, carecía de toda lógica. Si el descabellado plan no resultaba se perdería de una sola vez a cuatro de las personalidades más relevantes e influyentes en la Rebelión, sin mencionar a los droides.
–Dime entonces que hago, Lobot –me imploró con sus grandes ojos oscuros cual agujeros negros de los que ni la luz se escapa–. Debo rescatar a Han cuanto antes, ya no lo soporto mas.
Entonces en menos de una fracción de segundo concebí un upgrade al plan de Leia y Luke, uno que además me beneficiaría si es que por fin lograba armarme de valor y dejaba de ser un eterno secundario.
–Cómo sabe, mi princesa, soy un tipo que posee mucha información. Cosas que muchos ni siquiera imaginarían. Sé, por ejemplo, la ubicación exacta de Kamino, el mundo donde fue manufacturado el gran ejército de la República que luego se convertiría en el brazo armado del Imperio. Pese a que se les pagó por sus servicios, los Clonadores se sintieron estafados por Palpatine y han quebrado relaciones comerciales con el Imperio. Sin embargo creo que podrían realizar un pequeño encargo para la Rebelión. Sus precios son exorbitantes, pero creo que a cambio de recuperar con vida al capitán Solo, bien vale invertir unos cuantos créditos.
–El costo no importa, Lobot. Dime lo que tienes en mente.
Y así lo hice. Le dije a la princesa que durante mi estadía en la Ciudad de las Nubes y gracias a que los componentes cibernéticos de mi cerebro podían ocuparse de mis obligaciones, simultáneamente solía charlar con amigos a lo largo de toda la galaxia. Fue de esta forma que entablé amistad con Taun We, asistente del Primer Ministro de Kamino (y otro de esos amores imposibles en los cuales suelo especializarme). Mi idea consistía en encargarle a Taun We la creación de dos clones de crecimiento acelerado, uno del capitán Solo y otro de Chewbacca. Dichos clones no tendrían cerebro sino una IA parecida a la de los droides de protocolo que me permitiera hacer interface. De esta forma sería yo, y no Leia, quien se presentaría disfrazado como caza-recompensas ante Gardulla la Hutt junto a los clones, denunciando a Zam Wessell como una estafadora que había entregado a un falso Solo congelado en carbonita.
–Gardulla el ver al capitán Solo en carne y hueso, y además acompañado de Chewbacca, no dudará un segundo de mi versión. Me pagará la tarifa correspondiente por las cabezas de ambos contrabandistas y luego los encerrará para darlos de alimento al Rancor, o puede que incluso a Sarlacc. Lo más importante es que se deshará del ‘falso Han Solo en carbonita’ y entonces lo subiré a mi nave y regresaré sano y salvo mientras Gardulla disfruta de la ejecución de los clones que piensa son sus odiados ex-socios.

La princesa entusiasmada aprobó mi plan proporcionándome todo lo que requería para cumplir la misión, incluyendo muestras de cabello de Solo y el wookie y una veloz nave carguera. A la brevedad emprendí viaje a Tipoca, capital del oceánico mundo de Kamino, y me entrevisté con Taun We que era aun más hermosa en persona de lo que yo podría haber imaginado. Su belleza, gracia y suavidad hacia parecer tosca y cruda a la princesa Leia en comparación. Pero yo amaba a Leia, no a Taun We.

En una semana los clones del capitán Solo y Chewbacca estaban listos. Marionetas biológicas que yo podía operar sin ningún problema. Dije adiós a Taun We y partí al mundo natal de Anakin Skywalker con los clones, mi disfraz de caza-recompensas y un poderoso detonador termal.
Cumpliría la misión, le regresaría su príncipe a mi princesa y por una vez en la vida, Lobot se saldría con la suya.

–Apenas conocí a Lobot, pero no cabe duda que es un héroe como no ha conocido otro la Rebelión. Dio su vida por rescatarme y de paso destruyó ese pozo infecto de maldad que era el palacio de Gardulla la Hutt. Le estaré por siempre agradecido.
Y dicho esto, Han Solo descendió los peldaños y se sentó junto a Leia mientras Bail Organa, sobre el estrado, se extendía un poco más sobre las virtudes de Lobot y su invaluable aporte a la Rebelión.

Una vez finalizado el funeral simbólico (ya que el cuerpo de Lobot no pudo ser recuperado de entre los escombros del palacio de Gardulla), Han y Leia se retiraron a sus aposentos e hicieron el amor como si de dos wookies en celo se tratase.
Mientras descansaban, uno al lado del otro, Leia dijo:

–Pobre Lobot….
–¡Oh, vamos! No te compadezcas del cyborg, ¿o te gustaba acaso?
–Me agradaba, si a eso te refieres.
–No me refiero a eso.
–Han, nadie podría reemplazarte.
–¿Estás segura de eso, ‘mi princesa’? –preguntó sardónico, Han.
–Sí, ‘mi bribón’ –le respondió ella besando sus labios.
En Kamino y mientras realizaba múltiples tareas conectado a los ordenadores, una sonrisa se dibujó en el inexpresivo rostro de Lobot.

© 2006, Sergio Alejandro Amira

Editorial TauZero Burroughs

Si hubiésemos esperado hasta el próximo año para publicar este especial de TauZero seríamos uno más de quienes estarían honrando la vida y obra de William Burroughs a una década de su fallecimiento. Pero, ¿para qué esperar? De hecho este homenaje es algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo y que por una razón u otra fui postergando hasta que dije: “bueno, ya es hora de ponerle el cascabel al gato”. A Burroughs, como a muchos escritores, le gustaban los gatos, tanto así que falleció en agosto. Soriano dice que todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y los protege. Dante, Baudelaire, Lewis Carrol, Borges, Hemingway y Baradit pueden dar cuenta de ello. Burroughs amaba a los gatos. Yo mismo prefiero la aparente indiferencia de estos felinos al patético servilismo del perro. Los escritores y los gatos somos parte de una misma raza, somos seres intrínsicamente egoístas y solitarios que no estamos para moverle la cola a nadie.

Allá en la noche de los tiempos, cuando rmundaca y yo intercambiábamos nuestras primeras palabras, hablamos de nuestros autores predilectos. El primer nombre que le solté creo fue el de Burroughs. “A mí también me gusta Burroughs”, replicó rmundaca, “La Princesa de Marte, Barsoon, los leones con seis patas”. “No Edgard Rice Burroughs”, le precisé, “William S. Burroughs”. “Ah, no lo conozco” fue la respuesta de aquel que algunos llaman krypto en honor al perro de Superman. Y hasta el día de hoy mi estimado amigo y director de TauZero al igual que miles de otros lectores siguen sin ser infectados por Burroughs, siguen sin saber que el lenguaje es un virus y que la identidad propia es finalmente un síntoma de la invasión parasitaria. Siguen sin saber que los Divisionistas cortan trocitos minúsculos de su propia carne de los que crecen copias exactas de sí mismos en embriones gelatinosos; que la amenaza de tortura es mucho más efectiva que la tortura misma; que el horror sin esperanza del Dios Ciempiés se extiende desde Moundville a los desiertos lunares de las costas peruanas… Pues es hora de revertir la situación y utilizar a TauZero como un caballo de Troya para invadir las mentes de los lectores con los agentes patógenos de Interzonas.

Ahora que lo pienso es tan probable que las nuevas generaciones desconozcan a William Burroughs tanto como a Edgard Rice Burroughs. Pero todo el mundo conoce a Tarzán, ¿no? Pues ese personaje fue invención de Burroughs (de Edgar eso es) y vale la pena recomendar un cuento de Philip José Farmer sobre una aventura del “señor de los monos” escrita a la manera de William Burroughs. Si mal no recuerdo el título traducido al castellano era El niño podrido de la jungla todo pasando.

Si usted, estimado lector, no tiene la menor idea de quien es William Burroughs o sobre qué escribía, lea el siguiente fragmento extraído de El almuerzo desnudo: Sólo hay una cosa de la que puede escribir un escritor: lo que está ante sus sentidos en el momento de escribir… Soy un aparato para grabar… No pretendo imponer “relato”, “argumento”, “continuidad”… En la medida en que consigo un registro Directo de ciertas áreas del proceso psíquico, quizá desempeñe una función concreta… No pretendo entretener. Cualquier otra palabra que pueda agregar a estas alturas por mi parte sólo contará como acumulación o derroche, el almuerzo está servido y al desnudo, la ceremonia está a punto de comenzar…