DICKENSLOGIA: UNA UCRONIA DE NAVIDAD

El General miró la hora. 23:45 marcaban las gruesas manillas del viejo reloj de bronce que colgaba en la pared tras la mesa del comedor. Recordó cuando lo habían comprado, hacía ya más de veinte años en un mercado de pulgas de Frankfurt. A Lucía no le había gustado, él debió insistirle y agregar la promesa de regresar por un vestido de fiesta a una tienda elegante de la ciudad alemana.
En la sala, sus hijos y los hijos de sus hijos miraban los regalos apilados bajo el pino, aguardando con ansias las campanadas de medianoche para abalanzarse sobre ellos. En la cocina, la mujer del militar discutía con las empleadas acerca del modo en que debía servirse la cena.
El General estaba nervioso, no aterrado, pero si inquieto. Así eran estas fechas. Odiaba que llegaran el 25 de diciembre, odiaba que él se apareciera y le mostrara sus próximos días. Y sobre todo odiaba esa maldita seguridad de saber que esta navidad era la primera del resto de su vida. Sueños y pesadillas, navidades pasadas, presentes y futuras. Afuera, en la calle, un país desordenado y enfermo, calentado por un verano seco y furioso. El sol tenía la culpa de todo, estaba seguro. El militar lo odiaba, prefería mil veces el nublado del invierno y la forma de la lluvia sobre Santiago de Chile.
23:55. El general fue hasta la cocina y le dijo a su mujer que necesitaba retirarse un momento a su estudio.
-Siempre haces lo mismo en noche buena, atrasas la cena y los regalos -le respondio ella, sin mirarlo, mientras trozaba la pechuga de un pavo gordo que le habían enviado desde el sur.
-Tengo que hacerlo.
-No, no tienes que hacerlo.
-Por favor no me molestes…
-¿Te pasa algo?
-Es la navidad, mujer. Sabes que la navidad me pone así. Desde que…
-¿Desde qué, Augusto?
-Desde nada -cortó y abandonó la cocina, recordando la primera vez que se le aparecieron los fantasmas. La primera vez en que tuvo claro los números, las fechas de sus malditos próximos días.
El General entró al despacho, cerró la puerta, se sentó tras su escritorio y esperó. Y apenas escuchó a las campanas de medianoche resonar en el viejo reloj de la habitación donde aguardaba su familia, sintió que él había llegado. Un hielo cortante, como escapado del mismo infierno recorrió cada pared y cada estante, luego la niebla, aún más helada. Y en medio de ella la figura espectral del fantásma de la navidad futura. Negro y silencioso, encapuchado y sin formas reconocibles, eterno y maldito. Un sinónimo de la muerte, enmarcado en el espítitu de una fecha con un sentido tan particular. El General recordó que la primera vez que se le apareció, él era apenas un niño y el terror casi lo hizo desfallecer. Con el tiempo su imagen, su hielo y su frialdad se hicieron más familiares, tan cotidianos como el acto de besar en la frente a su mujer antes de dormir.
Augusto Pinochet miró al fantasma y le sonrió, fue un acto mecánico, sin emociones, sin nada.
-Feliz navidad -le dijo.
El fantasma no respondio.
-Gloria en el cielo y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.
El fantasma no respondió.
-Pero tu y yo no sabemos de eso, verdad.
El fantasma no respondió.
-Esta es la última navidad que vienes, ¿verdad?
El fantasma no respondió.
-Me lo imaginaba, de ahora en adelante me las tengo que arreglar solo. En navidad y en el resto del año.
El fantasma estiró su huesuda mano derecha hasta un calendario de escritorio, que miraba al militar junto a un lapicero de plata.
-25 de diciembre de 1972 -leyó en voz alta Pinochet -lo sé, sólo faltan 9 meses. ¿Puedo preguntarte algo?
El fantasma no respondió.
-Esto no puede echarse para atrás, cierto.
El fantasma no respondió.
-Por supuesto que no. Lo que está marcado, así debe ser.
Y cuando el General se dio vueltas, el fantasma ya no estaba. Nunca más estuvo. Miró la hora en su reloj de bolsillo, las doce con dos minutos, era buen momento para cenar y abrir regalos. El próximo año iba a ser complicado. El fantasma navideño ya no volvería más, pero pronto tendría otros espectros con quienes tratar. Algunos más terribles.

ENTREVISTA AL GENERAL MORBIUS

Transcripción de la última entrevista realizada por Rafael Cavada en su programa Tesis y Antítesis de TVN:

Rafael Cavada.– Esta noche tenemos un invitado de lujo en nuestro programa. Es muy fácil olvidar que tras esa impenetrable armadura e inexpresiva máscara de hierro se oculta un hombre, un ser de carne y hueso. Es a ese hombre, a la esencia de este carismático y controvertido personaje a la que pretendemos llegar esta noche. Estimado público, tengo el enorme placer de recibir por vez primera en Chile, directamente desde Bielovia, al General Morbius

(El público se pone de pie y aplaude a rabiar durante largos cincos minutos mientras el General Morbius permanece en el centro del set, saludando.)

Cavada.– Pareciera, General Morbius, que la opinión pública ya no lo percibe como un ser humano, sino como algo más. Tal vez el übermensch profetizado por Nietzsche, casi un dios.

Morbius.– Pues créame, Sr. Navarro, que bajo esta amarilla piel metálica, existe un hombre que suda y sangra como cualquier ciudadano de Bielovia, o del mundo.

Cavada.– Tendrá que perdonarme si mi primera pregunta parece algo superficial, pero ¿por qué eligió el amarillo para el color de su armadura?

Morbius.– Es una buena pregunta, una que no me hacen muy a menudo. Como usted ha de saber el color ha jugado desde siempre un papel especial en las ceremonias políticas y religiosas. Remontándonos a las épocas antiguas de la China puramente ritualística, el ritual de vestimenta era codificado de acuerdo al color, por lo que cada categoría podía ser distinguida por la tonalidad del vestido de un oficial. Escogí el amarillo para mi armadura porque es el color de la sabiduría y la más alta comprensión intuitiva. Representa la perfección espiritual, la paz y el descanso. El amarillo dorado es el color del Sol, el color de la juventud, la alegría y el júbilo. En su vibración más positiva, el amarillo dorado es intensamente espiritual y favorece la compasión y la creatividad.

Cavada.– Sin embargo, el amarillo también puede resultar excesivamente estimulante para la psique y los nervios, y puede causar irritación mental hasta el punto de ser destructivo. El amarillo es también el color de la cobardía, los prejuicios y el ejercicio destructivo del poder.

Morbius.– El rojo puede representar al amor y la muerte al mismo tiempo. Cada cual elige el significado que le otorga a los colores.

Cavada.– Según entiendo nadie en toda Bielovia puede utilizar el color ‘amarillo imperial’ salvo usted, General Morbius. ¿No le parece que prohibir el uso de un color es una medida que raya en lo que podría considerarse una excentricidad?

Morbius.– Como de costumbre ustedes los periodistas exageran. Yo no he prohibido el amarillo en todos sus tonos, sino el amarillo imperial que es más bien dorado.

Cavada.– Pero se ha detenido a personas en su país por usar dicho color. Recientemente más de treinta practicantes de Falun Gong fueron arrestados en Calibán simplemente por llevar bufandas y camisetas de color amarillo en las cuales se reflejaban palabras como “Falun Gong” o “Verdad, Benevolencia, Tolerancia”.

Morbius.– Cualquiera que infrinja una ley debe someterse a las consecuencias.

Cavada.– Según trascendió, sin embargo, la policía también puso bajo arresto a los manifestantes que vestían bufandas de color azul.

Morbius.– No se les aprehendió por usar bufandas de color azul sino por alborotadores.

Cavada.– Bueno, pasando a otro tema no puedo escatimar la ocasión para preguntarle sobre sus orígenes, General. Son tantos los rumores y datos contradictorios sobre su vida que nos llegan desde el exterior que es muy difícil separar los hechos de las fabulaciones.

Morbius.– Es precisamente para limpiar mi imagen de esas falsedades que me he embarcado en esta gira alrededor del mundo.

Cavada.– General Morbius, se dice, por ejemplo, que hastiado de los mendigos, hizo acorralar a todos los mendicantes de Calibán, les ofreció un banquete y luego los quemó vivos.

Morbius.– (riéndo) Eso es una exageración. Tenemos un programa para la erradicación de vagabundos, pero créame que no es parte de nuestra política el quemarlos vivos. ¿Está familiarizado con el concepto de Lamed Vav?

Cavada.– No, pero supongo que usted nos instruirá a mí y a la audiencia al respecto, General.

Morbius.– Lamed Vav son dos letras del alfabeto Hebreo que numéricamente representan treinta y seis. La Leyenda dice que en este mundo, siempre existen treinta y seis hombres justos también llamados Tzadikim Nistarim, o los Hombres Justos Ocultos. Usualmente son pobres, desconocidos, enfermos, mendicantes… nadie sabe, ni siquiera ellos mismos, que son los elegidos. Es por ellos que Dios no destruye al mundo aunque el pecado sobrepase a la humanidad. Cuando uno de los Lamed Vav muere, otro es inmediatamente escogido para tomar su lugar y mientras ellos continúen sirviendo a la humanidad y a Dios de esta manera, el mundo prevalecerá, más si en algún momento Dios no encuentra alguien lo suficientemente digno y justo para reemplazar a un Lamed Vav agonizante, el mundo llegará a su fin inmediatamente.

Cavada.– ¿Se considera a usted mismo uno de estos Lamed Vav, un enral Morbiusuno de estos Lamed Vav?. General Morbius?

Morbius.– No, pero sí me considero un hombre justo.

Cavada.– ¿Y creé usted en Dios?

Morbius.– No de una manera convencional, por decirlo de alguna forma. Me temo que me llevaría horas explicarle en términos simples mi pensamiento teológico. Puedo eso sí declarar que concuerdo con Swedenborg cuando dice que el cielo tiene la forma de un hombre. Me encargaré personalmente que le sea enviada una copia de mi biografía, a punto de salir de imprenta. que justo.

Cavada.– (al público) No olvidemos que el General Morbius dentro de sus múltiples actividades encuentra el tiempo suficiente para escribir. ¿Y cual será el título de su biografía, General?

Morbius.– El camino del Héroe.

Cavada.– Y ese héroe es usted, por supuesto.

Morbius.– El título más bien alude al héroe arquetípico, a lo que aparece para entrar n la definición que los antiguos griegos denominaban ándres epiphaneis, ‘los especialmente visibles’.

Cavada.– Y usted es muy visible, sin lugar a dudas. Está demostrado que el color amarillo es el que primero se ve desde la distancia. Pero volviendo al tema de las fábulas tejidas en torno suyo y su gobierno. Se dice que en cierta oportunidad, una comitiva turca llegó con fez para rendirle homenaje y usted, queriendo demostrar su preferencia los visitantes descubiertos, ordenó que les clavaran el fez a la cabeza.

Morbius.– Otra exageración. No se trataba de una comitiva, sino de un diplomático turco, sólo uno.

Cavada.– Pero ordenó usted que le clavaran el fez a la cabeza.

Morbius.– Por supuesto, pero eso no le causó la muerte como algunos aseguran.

Cavada.– Hubo un gran revuelo internacional a causa de este incidente.

Morbius.– Sí, y el gobierno turco terminó pidiéndome disculpas por el desacierto de su embajador.

Cavada.– Todo un desacierto, sin lugar a dudas. Según se dice, general Morbius, usted hizo colocar un cáliz de oro junto a una fuente en la Plaza de Armas de Calibán, la cual nadie ha osado robar desde entonces.

Morbius.– Es cierto, ese cáliz ha estado por generaciones en mi familia, es mi objeto más preciado.

Cavada.– Y , sin embargo, lo ha dejado en la calle donde cualquiera podría llevárselo.

Morbius.– Tan seguro estoy del amor que me profesa mi pueblo, que sí eso llegase a ocurrir dejaría Bielovia para siempre.

Cavada.– Una oferta tentadora, sin lugar a dudas. Podríamos decir, General, que usted ha cautivado la imaginación del público con su grotesco sentido del humor. En su célebre conferencia dirigida a los estudiantes de la Universidad de Salamanca bao el título Teoría y Práctica del Terror dice: “para producir el máximo efecto hay que identificar e intensificar aquellos temores básicos que ya existen en el sujeto. Es un error dar por sentado que el temor a la muerte es el más poderoso. Se me ocurren algunos todavía más intensos.” ¿Le podría comentar a nuestros televidentes y al público en el estudio cuales con esos otros temores?

Morbius.– El temor a no ser capaz de proteger a los seres queridos. El temor a la desaprobación. El temor a tocar algo repugnante. El temor a ser atemorizado. El ideal de la práctica del terror es provocar un miedo de proporciones angustiosas, manteniéndolo durante un lapso prolongado de tiempo.

Cavada.– (repugnado) La verdad, estimados televidentes, es que Podríamos estar horas compartiendo los detalles de la Teoría y Práctica del Terror, pero como el tiempo televisivo es escaso, vamos a cambiar radicalmente de tema. ¿Podría contarnos sobre su vida personal, General Morbius?

Morbius.– Nací el dos de mayo de 1948. Mi padre estaba estacionado en Isla Nércida con su regimiento de caballería. Nuestra familia procede de Bresleau, donde tiene una hacienda. Mi padre era el comandante Lothar von Morbius. Mi madre fue Kunigunde Neudorff, tuve una hermana, Gertrud…

Cavada.– He leído sus expedientes, General. Lo que quiero es que me hable de esos años. ¿Qué recuerda? ¿Algún lugar, algún pasatiempo…?

Morbius.– (molesto ante la interrupción) Mi padre me dijo que yo era diferente de los hijos de los campesinos que trabajaban la tierra. Ellos eran eslovacos, orientales, inferiores a los teutones.

Cavada.– Usted le da mucha importancia al linaje…

Morbius.– ¡Por supuesto! La sangre vuelve sobre sí misma, reposa en sus propias fuentes. La sangre tira, recréase en el vértigo de su aroma cálido, hondo. Envuelve en atmósfera abismal de Vida y de Muerte. Únicamente ahí el genio común reencuentra el cauce que lo confirma.

Cavada.– ¿Qué puede contarnos sobre su familia, General?

Morbius.– Mi familia, de ascendencia teutona, estuvo entre las primeras que se establecieron en Bielovia y teníamos derecho a ser orgullosos ya que por nuestras venas fluía la sangre de valientes que lucharon como leones por el mando, había sangre de las tribus ugras en nuestras venas, que descendieron de Islandia con el espíritu combativo que Thor y Wotan les concedieron y que sus guerreros berserker exhibieron celosamente por las costas europeas.

Cavada.– ¿Se sentía usted diferente, General Morbius?

Morbius.– No (el general mueve la cabeza). Me sentía lo que siempre he sentido: yo mismo. Nunca he tenido necesidad de poner en duda tal cosa.

Cavada.– ¿Cuál fue su primera pasión?

Morbius.– La de cualquier muchacho de mi edad. Cazar en el bosque. Con mi escopeta, maté cinco de los patos domésticos de mi abuela. Y arranqué una pluma a cada uno como trofeo. Cuando se las regalé a mi madre, me reprendió. Sin embargo, mi abuela lo comprendió y me recompensó

Cavada.– ¿No creía estar actuando mal?

Morbius.– No, sólo me atribuía las presas.

Cavada.– ¿No veía nada malo en matar?

Morbius.– No. ¿Usted sí?

Cavada.– Lo que yo opine es irrelevante. Pasando a otro tema, a diferencia de los demás miembros del alto mando de Bielovia durante el gobierno del General Setebos, usted era el único que no se aislaba de la prensa y la ciudadanía. De carácter extravertido y optimista, siempre mantuvo una relación franca con el mundo civil. La primera vez que lo entrevisté, recuerdo que me dijo se consideraba un funcionario público, contestaba las llamadas telefónicas usted mismo y recibía en su despacho a quien quisiera verle. Puedo dar fe de ello.

Morbius.– Efectivamente. Siempre me he considerado un servidor del pueblo de Bielovia.

Cavada.– Durante el gobierno del General Setebos, usted reconocía un interés meramente académico en la política, pese a ser uno de los militares con mayor capacidad de evaluación y diagnóstico en estas materias. Especialista en relaciones político-militares, en políticas de defensa y en el vínculo entre las Fuerzas Armadas y la sociedad, estuvo al mando de todas las operaciones de alta complejidad política en las que intervino el Ejército de Bielovia.

Morbius.– (incómodo) Es cierto.

Cavada.– Aprovechó admirablemente la oportunidad de relacionarse con políticos y líderes civiles al ocupar la destinación de Director de Movilización Nacional, que dependía directamente del Ministerio de Defensa. Hasta ahí todo luce perfecto. Pero como la mayoría de los militares de su generación, usted oculta ciertos datos sombríos que bien valdría la pena recordar a la opinión pública.

Morbius.– Adelante, no tengo nada que esconder. Mi vida es un libro abierto.

Cavada.– ¿No es verdad que usted ha sido el único bieloviano en ocupar el cargo de subdirector de la Escuela de las Penínsulas con base en Isla Neptuno, la misma que tuvo la siniestra fama de hacer entrenamiento antinsurgente a fuerzas especiales de todo el planeta expandiendo su ideología de aniquilación del ‘enemigo interno’, las técnicas de interrogatorio y tortura y el uso de armamento antisubversivo?

Morbius.– (asintiendo con la cabeza) Es cierto, pero no de la forma en que usted expone los hechos.

Cavada.– Aún más significativo puede ser que usted fuera el oficial en activo más cercano al General Setebos y quien lo acompañó a su regreso a Bielovia tras ser liberado por el gobierno Francés. No por nada ocupó cargos de gran responsabilidad política durante el mandato de Setebos. Perteneció el Comité Asesor del General desde sus inicios y luego pasó a la Subsecretaría General de la Presidencia. También se rumorea que durante su adolescencia fue discípulo del más notorio nigromante de Bielovia, el Dr. Fo-Lan, muerto en extrañas circunstancias.

Morbius.– Todo eso es de conocimiento público.

Cavada.– Sí, pero el público tiene muy mala memoria, General. ¿Qué podría contarnos sobre su relación con el Dr. Fo-Lan?

Morbius.– Como usted ha observado fui su discípulo desde muy temprano en mi vida, pero no fui el único, sino el más aventajado. Fo-Lan más que un mentor fue como un segundo padre para mí.

Cavada.– ¿Cómo se conocieron?

Morbius.– Sería largo explicar cómo llegué a la presencia del Maestro. El viejo adagio lo explica muy bien: “Cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece…” Y así sucedió. Un año entero pasé a la espera de ser aceptado. Mientras convivía con el grupo que le rodeaba. Casi todos gente sin pensamiento pero lanzados decididamente al combate. La Orden era secreta y se decía provenir de la lejana India; más bien del Tibet. La antiquísima Orden himaláyica guardaba aún esta sabiduría prediluviana y la usaba en sus combates cósmicos. La orden era de guerreros y no de santos, magos activos, que disciplinaban a sus huestes para tomar asalto la eternidad.

Cavada.– Poco antes de la vuelta a la democracia en Bielovia, usted desapareció por completo durante cinco años. ¿Dónde estuvo todo este tiempo?

Morbius.– En los Himalayas. Pasé meses peinando las aldeas del Tibet en busca de alguien que tuviera información sobre el ‘Templo de las Montañas’ que tantas veces había mencionado mi maestro. Pasé más tiempo aún traduciendo antiguos pergaminos y tabletas hasta que encontré lo que buscaba. Un mapa que hacía alusión a la orden de sabios que habiéndose atrevido a experimentar con las ciencias prohibidas, dejaron su orden originaria. La orden de mi maestro.

Cavada.– Un hombre normal podría haber deambulado toda una vida por esas blancas cumbres sin encontrar lo que buscaba…

Morbius.– Pero yo no soy un hombre normal y cuando mis provisiones se terminaron no desistí y presa del hambre continué escalando, siempre hacia arriba. Intenté poner la mente en blanco, luché contra el vendaval de ideas y recuerdos que se agolpaban en mi memoria y cuando al fin mi mente se quedó quieta, escuché un ruido, un silbido agudo, un como chasquear de la lengua y supe que había alguien ahí. Sin ver a nadie, descubrí que estaba ante la presencia del Abominable Hombre de las Nieves…

Cavada.– ¿El Yeti?

Morbius.– Llámelo como quiera. El caso es que comprendí lo que esta criatura me decía aún sin escuchar sus palabras. “Has llegado, al fin, has llegado hasta aquí… Muchos vienen, pero yo no les veo. Tampoco ellos me ven, aunque a veces descubran mis pisadas en la nieve. Son los exploradores, los que van a todas partes y escalan cumbres sin ir en verdad a ninguna parte, sin escalar nada… Pero el caso tuyo es distinto; deberás luchar conmigo toda una noche; yo soy el Ángel de Jacob… Sólo yo puedo abrirte el paso.” Luché con todas mis fuerzas contra el blanco Ángel, tal y cómo Jacob lo hiciera antes que yo. Y tal como Jacob, fui vencido por el Ángel y caí casi muerto. En esas condiciones fui hallado por los monjes del templo.

Cavada.– La orden secreta a la que pertenecía Fo-Lan.

Morbius.– Así es. Las semanas se convirtieron en meses, y los meses en años mientras yo absorbía todo el conocimiento de aquellos iluminados que durante siglos combinaron casi instintivamente la ciencia y la tecnología, creando aparatos que no eran más que locos sueños para la humanidad exterior. Y tras cinco años de estudios llegó el día en que los monjes me llamaron ‘Maestro’. Y supe que el mundo estaba a mis pies. Pero aún me sentía vulnerable. El Abominable Hombre de las Nieves, el Ángel me había derrotado. Decidí crearme una segunda piel que me aislara y protegiera del mundo. Yo mismo forjé mi armadura, y la máscara que ocultaría mi rostro de los mortales para siempre.

Cavada.– Entonces regresó a Bielovia y mediante la fuerza derrocó al presidente electo.

Morbius.– No sabe cuanto me impactó ver a mi amada Bielovia sumida en el caos, el pueblo pedía, exigía un nuevo liderazgo.

Cavada.– Y usted no hizo más que escuchar y obedecer la voz del pueblo, como ha dicho en reiteradas ocasiones.

Morbius.– (molesto) ¿Lo pone en duda, acaso?

Cavada.– Por supuesto que no. Es sólo que me parece contradictorio tomando en cuenta que usted mismo ha declarado en reiteradas ocasiones que no se considera un político.

Morbius.– No soy un político sino un hombre de armas. Además debe coincidir conmigo, estimado Navarro, que hay cosas de la política que realmente tienen poco interés. Pero hay momentos en que la política es el hombre en sociedad, y ese es un componente esencial. Hobbes no llamaba Leviatán al Estado sino a la sociedad. Lo político y lo metafísico están muy ligados, no se pueden separar. Tengo la impresión que parece haber un destino en que los pueblos y los hombres son movidos por el bien o el mal comunes. El rey Felipe lo sabía cuando doblegó su voluntad ante los elementos y su Invencible Armada fue destruida por la voluntad de Dios. En resumidas cuentas, no descreo de la política, sino de los políticos.

Cavada.– Pero sin embargo en su juventud y mientras se instruía en los arcanos saberes del Dr. Fo-Lan, usted fundó el partido de ultraderecha denominado Recuperación Imperial.

Morbius.– Para mí la derecha y la izquierda me dan lo mismo ya que soy ambidiestro. Esas distinciones son tan obsoletas como los clubes franceses que se oponían contra la voluntad de Luis XVI.

Cavada.– Pero a la hora de sentarse a la mesa de la Asamblea Legislativa, ¿de que lado hubiese estado usted?, ¿los bernardos o los jacobinos?

Morbius.– Los bernardos, si lugar a dudas.

Cavada.– A la derecha entonces.

Morbius.– Lo simplifica todo usted, no es una cosa de que lado de la mesa hubiese ocupado yo en tiempos de Robespierre. Soy pro-monarquía y la monarquía no es ni de derecha ni de izquierda. Simplemente es.

Cavada.– Me gustaría que se extendiese sobre este punto.

Morbius.– El modelo de gobierno de las monarquías y sistemas similares contiene un valioso mensaje para todas las formas políticas y poseen algunas excelentes cualidades

Cavada.– ¿Cómo cuales?

Morbius.– Son capaces de reducir la naturaleza parasitaria y las dimensiones de la burocracia administrativa, por ejemplo. Son capaces de tomar, en caso necesario, decisiones rápidas. Pero por sobretodo y principalmente, satisfacen esa ancestral exigencia humana de una jerarquía paternal tribal o feudal en la que cada persona conoce el lugar que le corresponde. Es útil conocer el lugar al que uno pertenece aún cuando ese lugar sea sólo temporal. Resulta mortificante verse atado a un lugar en contra de la propia voluntad. Por eso procuro enseñar la lección de la tiranía del mejor modo posible: con el ejemplo.

(la gente estalla espontáneamente en aplausos)

Cavada.– Al parecer cuenta con la aprobación de la audiencia, General Morbius. Debo concederle que usted es un hombre que practica lo que predica y eso es algo que el público parece valorar hoy por hoy.

Morbius.– El pueblo estágente estión cansado de parasitismos burocráticos y líderes débiles. Bielovia es un ejemplo para el mundo. Ciudadanos de Chile, ya que conocen mi mensaje, espero que se muestren extremadamente cuidadosos respecto a los poderes que delegan en cualquier gobierno de aquí en adelante. Una mal democracia puede ser más tiránica que la más cruel monarquía.

Cavada.– Entonces no descree totalmente en la democracia…

Morbius.– Claro que no. De hecho defino mi gobierno como una democracia neoliberal de partido único.

Cavada.– Y ese partido es, por supuesto, Recuperación Imperial. Cualquiera que haya estudiado historia y geopolítica sabe que Bielovia fue parte del gran imperio teutón. ¿Pretende acaso, General Morbius, restaurar aquel antiguo imperio? Por que no me explico sino a qué alude el nombre de su partido sino a una amenaza expansionista.

Morbius.– No hay nada que temer. Como dijo uno de mis ancestros, “Los días de guerra han terminado. La sangre es demasiado preciosa en esta época de paz deshonrosa; y el esplendor de las grandes razas es como un cuento.”

Cavada.– (dirigiéndose al público) El General Morbius tampoco cree en que la Tierra sea plana, como bien demostró durante su célebre duelo de ajedrez en Puerto Peregrino.

Morbius.– Puerto Peregrino es una ciudad pletórica de ilusos y delirantes como Eugenio Martel y su Cofradía de la Tierra Plana. Le propuse saldar nuestra discrepancia geométrica con una partida de ajedrez, cuyas leyes si bien no se parecen mucho a las de la vida, al menos la simulan. Si Martel me vencía, yo estaba dispuesto a proclamar ante la Cofradía que la Tierra era plana y mi ideario, “un evangelio de sofismas” como el mismo sentenció burlescamente. Caissa de Peregrino.ea plana. ea plana. ue uenta que usted mismo ha declarado en reiteradas ocaciones que no

Cavada.– Y si usted ganaba, Martel y los suyos estaban obligados a reconocer la redondez del planeta como una verdad primordial.

Morbius.– Como en efecto lo hicieron, al resultar yo el vencedor.

Cavada.– Sólo porque su contrincante tuvo el infortunio de recibir una bala cuyo destinatario realmente era usted.

Morbius.– No olvidaré la cara de asombro de Martel tras recibir el balazo, como si no entendiese que lo habían matado.

Cavada.– Lo que no entiendo es cómo sus enemigos pretendían asesinarle con una simple bala, cuando sabido por todos es que su armadura es capaz de resistir un cañonazo como usted mismo se encargó de demostrar por televisión parándose frente a un tanque.

Morbius.– (molesto) ¿Qué está insinuando, Navarro?

Cavada.– Sólo me pregunto si acaso no es posible que ante una eventual derrota, usted haya preparado un falso atentado de la Liga de la Virtud en su contra que tuviese como objetivo eliminar a Martel.

Morbius.– (levantándose abruptamente del sillón) ¡Cómo se atreve!

(A continuación posa su mano enguantada sobre la cabeza de Cavada emitiendo una mortífera descarga de 6.000 kilovatios. El cadáver chamuscado cae al suelo mientras el público es obligado a permanecer en sus asientos por la guardia personal de Morbius).

Morbius.– (dirigiéndose a la cámara) Si bien es cierto me he visto forzado a exterminar obligadamente a quienes no entienden las certezas incuestionables que cimientan mi obra, nunca me he valido de artimañas cobardes. Como pueden ver, estimados televidentes, el General Morbius no elude a sus enemigos. Pueblo de Chile, buenas noches.

Patmos


Todo parece indicar que el fenómeno comenzó la semana pasada. Nadie lo notó, parecía un nuevo caso de persona perdida, declarada muerta por equivocación.

Tres días atrás la situación tomó un giro definitivo. Ya no eran sólo rumores, ya no era una nueva leyenda urbana copando un pequeño espacio en los diarios sensacionalistas. Frente a las cámaras de televisión la familia Frei, con lágrimas en los ojos, presentaban algo que según sus propias palabras era «sorpresivo, incomprensible y en cierto sentido aterrador…pero que le ha devuelto la alegría a una familia atormentada por la duda». Ese mismo día en la mañana carabineros les había informado que habían encontrado vagando por los jardines de la Moneda a Eduardo Frei Montalva. Estaba sano, un poco aturdido pero absolutamente lúcido.

Los hechos se sucedieron vertiginosamente. Los canales de televisión daban paso a numerosos extras en distitos puntos de la capital para dar cobertura a la repentina aparición de personas declaradas muertas años e incluso décadas atrás.
Al mediodía los casos eran tan numerosos que los medios de prensa comenzaron a enfocarse en las celebridades del arte, la política y la farándula que aparecían en puntos disímiles de la capital, aturdidos, preguntando por el año en curso, perplejos y sedientos. Un mozo de una fuente de soda del centro aseguraba haberle dado de beber a una silenciosa Violeta Parra, que, con lágrimas en los ojos le agradeció con un apretado beso en la mejilla.

A pesar de que en la mañana de hoy la prensa fue nuevamente golpeada por la irrupción de Salvador Allende frente a los televisores, en compañía de su nonagenaria esposa y sus hijos, declarando a viva voz su alegría por regresar a una patria libre y moderna (convirtiéndose en el primer «retornado» en hacer declaraciones públicas), nadie estaba preparado para lo que ocurriría al caer la tarde. Por la Alameda Bernardo O’Higgins apareció una columna de hombres, mujeres y ancianos silenciosos que caminaban ante la mirada atónita de los transeúntes. Luego de comenzadas las transmisiones del fenómeno, las llamadas telefónicas de familiares confirmaron las sospechas, la columna estaba formada por los detenidos desaparecidos durante el gobierno de Pinochet. Avanzaban silenciosamente, con lágrimas en los ojos, estrechándose las manos algunos, apretándose las manos contra el pecho, otros. A la altura del Palacio de La Moneda comenzaron a entonar calladamente nuestro Himno Nacional, las personas que observaban se unieron a ellos e incluso los camarógrafos no podían evitar llorar y cantar susurrando a media voz. De los buses y salidas del Metro salían familiares que corrían buscando a sus seres entre la columna de «retornados». La autoridad cerró las calles y se formó de inmediato un comité de chequeo y búsqueda de las personas aparecidas.

Hoy en la noche Chile parece un mejor lugar. A pesar de las últimas informaciones que hablan de la irrupción de columnas de soldados vestidos con uniformes de la Guerra del Pacífico enfrentándose a grupos irregulares de indígenas en los faldeos del cerro Santa Lucía.

El Reino

Tras la muerte de Augusto Pinochet, el Reino de Chile se volvió una nación silenciosa. No faltaron las crisis de carácter socioeconómico, pero el clima se caracterizó por su carencia de manifestaciones sociales, acrecentando la sensación de un panorama complejo que llegaría tarde o temprano.

Cuatro meses después, de la muerte de Pinochet, un guardia de seguridad del Cementerio Nacional, apareció en una entrevista televisada asegurando que la tumba del ex General Supremo se encontraba vacía. Al principio, nadie tomó mucho en cuenta las declaraciones del sujeto, pero más tarde un comunicado oficial de los representantes del nuevo orden, confirmaría tal declaración: el cuerpo del ex General Supremo habría sido hurtado.

La crisis explotaría en toda la nación.

Las diversas teorías, que entrecruzaban complot y religiosidad, sólo se aclararían unas semanas más tarde con la aparición de cuatro seres que asegurarían ser el ex Gerneral Supremo retornado a la vida.

El primero de ellos respondía al nombre de Militar de Acero, un soldado en una armadura de metal tan sofisticada que le permitía realizar grandes hazañas con tal de reestructurar el orden de la nación. Si bien, este personaje nunca aseveró ser la reencarnación del ex General Supremo, no faltaron quienes observaron en él las mismas características del sujeto en cuestión: gallardía, violencia, megalomanía.

Luego vendría El Fantasma, una suerte de ánima en pena, con una fisonomía bastante cercana a la de Pinochet, pero con características sobrenaturales que ocasionaría gran caos en la nación.

Algo similar provocaría Clon –como se le llamó−. Precisamente se trataba de un clon del ex General Supremo, que se habría creado de forma ilegal en su paso por Inglaterra en 1998. Clon trabajaría para el gobierno, y sería el encargado de eliminar cualquier teoría de reencarnación de Pinochet, sin embargo este experimento genético tenía una gran falla: carecía de moral, sin saber en realidad si este «defecto» era, en realidad, una arista más de su DNA original.

Pero sin duda, el más devastador de todos ellos resultó ser General Cyborg, de procedencia desconocida, aseguraba que habría sido creado a partir de la cruza del cuerpo sin vida del ex General Supremo con un virus procedente de internet. Éste fue el culpable de la conocida “Caída de Santiago del Nuevo Extremo” en el año 2008.

Extraído de: “Historia del Nuevo Reino de Chile for Dummies”, págs. 65. Ed. Zig-zag. 2065.

Bye bye Boris

Algunos dicen que Boris Karloff no murió, que de alguna forma logró la inmortalidad. También dicen que al poco tiempo se arrepintió de haberse condenado a una vida sin fin y que deambula por el mundo, angustiado, en busca de la Muerte. No le di mucha validez a estos rumores hasta el 16 de octubre de 1981. Ese día subí al metro, el vagón que me tocó tenía la luz cortada. El tren arrancó. Intenté ajustar mis ojos a la oscuridad y me apoyé contra unas de las puertas corredizas. Vi una sombra en un rincón, era grande, imponente. No pude dejar de mirar la forma negra. Un haz de luz cruzó su rostro. Lo reconocí. Fijó su mirada en mí. Quedé paralizado…
Se acercó. A centímetros de mi cara. Pude sentir la aspereza de su aliento… era gutural, grave, profundo.
Antes de que pudiera reaccionar, la figura se alejó con violencia, emitiendo un gruñido desolado, entró al vagón contiguo… gritos lejanos.
Esa tarde, los militares cerraron los túneles del metro. Dicen que lo capturaron, que intentaron matarlo. Fracasaron. Dicen que lo encadenaron para que no pudiera escaparse. Dicen que encontraron una solución. Dicen que el General lo canibalizó y que las carnes inmortales del monstruo se retorcieron en el vientre del antropófago. Dicen… que aún sigue contorsionándose en sus cenizas.
Sí, sé… son rumores, pero ya no desconfío tanto de lo que se dice por ahí.

Abuelito, dime tú

Tras su irrupción en el funeral de su abuelo, el capitán fue acompañado por la Policía Militar a una celda, donde entregó su uniforme gris, cambiando a la tenida verde quirófano usual. Una vez a solas, lloró por la inmensa deshonra recibida, él, ¡un capitán! detenido por decirles unas cuantas verdades a esos idiotas de la tele.

Claro, planeaba despedir al abuelo solamente, pero de repente se sintió invadido por la furia y empezó a despotricar contra los comunistas del gobierno, contra la vergüenza de que el presidente, si, el más grande presidente de este país no reciba honores como dios manda.

Lloró amargamente, no tanto por la muerte de su tata, que hace tiempo se veía venir, sino por la ingratitud de esos pobres tontos que hoy disfrutaban del metro, de las tarjetas de las tiendas, de los autos nuevos, de buenas casas, ¡por dios! ¿Cómo podían ser tan ciegos de no ver que estaban mejor, mucho mejor? Ya quisiera verlos bajo una dictadura marxista-leninista, lo que sea que eso signifique. Ya quisiera verlos a todos haciendo colas.

Por suerte la mayoría de los chilenos, los chilenos decentes, de buena familia, los chilenos normales pues, tienen los ojos bien abiertos, y ven la obra trascendente de su tata, ¡qué estadista que resultó ser! Un visionario, pues hombre. La historia lo dejará bien puesto en su sitial, al lado de Silva Renard, al lado de los grandes.

En un acceso de odio hacia los ingratos comunistas que a esa hora celebraban la muerte de su abuelito, probablemente con un asado y con vino de cuarto enjuague y con música Sol y Luna, una picantería, un asco, se mordió los puños, se golpeó contra las paredes, y en un instante de furia supina, azotó su cabeza contra la pared.

Su abuelo estaba ahí, nieto, le dijo, mijito, levántese, mire que indigno de un soldado, llorar como las mujeres. Si usted está viendo esto es porque estoy muerto, y usted será de gran ayuda para lo que quiero hacer hoy. ¿Se siente bien después del golpe? No se vaya a haber hecho daño, mijo.

Un clic claramente audible se produce en la celda y Augusto Pinochet III empieza a convulsionar en el suelo, salpicando la sangre del corte en la frente. Se le relajan los esfínteres y un sonoro pedo suena en la celda mientras se orina como recién nacido. Los ojos se le ponen en blanco mientras el microdot implantado en su cerebro al nacer elimina todos los rastros perceptibles de Augusto III, trazando los caminos neurales que pertenecían a su abuelo hace algunos años, cuando empezó el copiado, aprovechando las frecuentes visitas al Hospital Militar.

El alférez de guardia lo descubrió aún convulsionando en el suelo de la celda, con un corte cubierto de sangre coagulada. Rápidamente lo ladeó y tras comprobar que las convulsiones se iban espaciando, lo cubrió con las mantas del espartano jergón militar y corrió a dar la voz de alarma.


Al ser dado de baja, unos días después, el joven Augusto, con una sonrisa, dio una declaración a la prensa iniciando con una frase conocida por muchos: “Señores, señoras; agregados de la prensa nacional y extranjera; chilenos todos…”

Dos años

11/12/2006 Pinochet recibirá honores militares, pero sus exequias no tendrán el carácter de una ceremonia de Estado ni serán motivo de duelo nacional. Según fuentes del Ejército existe una alta probabilidad de que los restos del ex dictador sean trasladados en helicóptero desde la Escuela Militar hasta el crematorio del Parque del Recuerdo, ubicado en Recoleta con Américo Vespucio. Si se opta por el traslado terrestre, éste iría por Vespucio Norte-La Pirámide. Las cenizas serán entregadas a la familia, que –según ha trascendido- las trasladará hasta su finca de descanso de Los Boldos, cercana a Santo Domingo.


12/12/2006 Durante el traslado del ataúd, la caravana fue interceptada por desconocidos quienes armas en mano secuestraron la urna con el cuerpo del general dentro. No se los pudo seguir por tierra ya que el operativo de escape contaba con dispositivos para pinchar los neumáticos. La persecución por el aire no tuvo frutos, ya que en determinado momento el furgón en que los antisociales escaparon se sumergió en la Costanera Norte. El vehículo fue encontrado con posterioridad abandonado. El féretro estaba vacío. La familia y los deudos están destruidos.

13/12/2006 Las filmaciones de seguridad de la Costanera Norte no son útiles, ya que en el sector donde fue encontrada la furgoneta empleada para sustraer el cadáver del militar fallecido no disponía de cámaras.

14/12/2006 Las brigadas pinochetistas y de Patria y Libertad barren las poblaciones en busca del cadáver, enfrentándose con Carabineros. Hay más de trescientos detenidos, 23 Carabineros heridos y 18 civiles hospitalizados graves. Un número cercano a 50 están contusos.

15/12/2006 El número de detenidos asciende a cerca de 500, quienes serán formalizados por cargos de desorden público, daño a la propiedad pública y privada, homicidio frustrado y maltrato de obra a Carabineros. El cadáver es buscado intensamente por la Policía de Investigaciones, quienes han filtrado a la prensa la información de que el cuerpo estaría aún en el país.

16/12/2006 A cinco días del desaparecimiento del cuerpo del fallecido dictador, Augusto Pinochet Hiriart, su hijo mayor, ingresa de urgencia al Hospital Militar producto de una apoplejía. El comunicado médico indica la explosión de un aneurisma producto de un súbito aumento de presión. Antes de entregar más informaciones el paciente deberá descansar y estabilizarse.

25/12/2006 Una célula de Patria y Libertad es detenida en pleno proceso de irrumpir en la vivienda de la presidenta. Varias armas semiautomáticas de grueso calibre son confiscadas y los detenidos puestos a disposición de la justicia.

2/1/2007 Un nuevo atentado en contra de la mandataria. Esta vez una antigua conocida de la prensa, Luz Guajardo, reventó una botella en la cabeza de la mandataria, que fue retirada inconsciente por el equipo de seguridad de La Moneda. La agitadora Luz Guajardo es una corredora de propiedades viñamarina de 33 años que busca vengar de esta forma al desaparecido cadáver del anciano dictador. Fue detenida y se le formalizarán cargos por intento de homicidio en contra de la presidenta, los cuales se sumarán a los ya presentados en diciembre pasado por destrozos cometidos en contra de una constructora.

5/1/2007 Raul Hasbún es asesinado en circunstancias desconocidas por miembros de Patria y Libertad, quienes en el documento que revindica el asesinato sostienen que el cura en realidad sería un “infiltrado del marxismo-leninismo internacional”, plantado en dicha posición “para tapar la vista del pinochetista amante de la patria y la nación”.

12/1/2007 La familia Pinochet Ugarte abandona el país, rumbo a Estados Unidos, donde Ramiro Ugarte Plaza, un primo lejano de Augusto Pinochet, los recibirá en su mansión de California, lugar que será ideal para la convalescencia de Augusto hijo.

17/1/2007 La presidenta aparece tras recuperarse del antentado sufrido a manos de Luz Guajardo, quien es sentenciada a pasar 3 años en prisión, para después estar en tratamiento siquiátrico por el resto de su vida, impedida de abandonar Viña del Mar o el país, sin apelación.

19/1/2007 El cadáver descuartizado es encontrado en una serie de bolsas de basura fuera de la sede de la UDI. Ante tan macabro evento algunos focos de partidarios del exdictador inician disturbios, que son rápidamente controlados por las fuerzas del orden. Las bolsas son retiradas por la Policía de Trabajos Especiales y Tácticas Disuasorias (POTESTAD), quienes procederán a un exhaustivo análisis de los restos y de las bolsas.

29/2/2007 Un reportero revela que la familia Pinochet se ha trasladado secretamente a Rejkyavik, Islandia, y que en apariencia viven lujosamente. Ramiro Ugarte los acompaña.

25/3/2007 Varios reporteros de las cadenas nacionales desembarcan en Islandia para entrevistar a los Pinochet, pero estos no son habidos. Han desaparecido, y los registros de Policía Internacinal no registran la salida de los Pinochet, ni de Ramiro Ugarte.

26/3/2007 Los informes de la POTESTAD son escalofriantes: las huellas en las bolsas, el polvo adherido al cadáver y muestras de cabello y fibras sintéticas encontradas llevan la investigación a las residencias y la misma familia del exdictador. Sus restos son cremados y esparcidos en los jardines de la Escuela Militar. La opinión pública está sorprendida por el resultado de la investigación.

11/9/2008 El investigador Daniel B. Gamero es encontrado muerto misteriosamente en Mónaco, en circunstancias desconocidas. Su viuda insiste en entrevistarse con la presidenta. Al ser inquirida del tema de la reunión, la viuda de Gamero responde “no puedo decirlo, temo por mi vida”. La entrevista es concertada para el día siguiente.

12/9/2008 La viuda de Gamero no se presenta a la entrevista, y POTESTAD es encargada de descubrir que el departamento del matrimonio está abandonado hace varios días, sin señal de lucha. El escuadrón de videntes de POTESTAD no tarda en descubrir el cadáver en el portaequipaje de su propio automóvil en un estacionamiento en Santiago Centro. No hay huellas ni objetos personales.

10/10/2008 Tras largas investigaciones lideradas por el investigador estrella de POTESTAD, Ramón Courdiga, se descubre que los Gamero tenían un piso franco en el que se encuentra la pista para lo que pretendía comunicar la viuda de Gamero: un poster de Salvador Allende, en cuyo bigote negro se encontraron escritas las palabras “PIN8 VIVE” con lápiz grafito.

11/11/2008 El Ministerio del Interior cita en secreto a dos de sus KAPOL más renombrados: los mellizos Udolina y Brito Graadje. A la hora del crepúsculo, Ramón Courdiga espera en el Patio de los Cañones, cuando silenciosamente, los Graadje se materializan a su lado. Sorprendido, alcanza a ver la mongolfiera KAPOL ascendiendo silenciosamente en la oscuridad. Inmediatamente el grupo desciende al búnker y se lleva a cabo la secreta reunión.

1/12/2008 Último Minuto! Familia Pinochet es detenida en Luxemburgo, viviendo con nuevas identidades y financiados por una cuenta del National Bank of Hong Hong. En el garage de la residencia que habitaban se encontraron entre otros un Maybach 62S, un Mercedes SLR Mac Laren, un Ferrari Barchetta y varias motos Ducati. La residencia está avaluada por un valor de 15 millones de euros.

3/12/2008 La mongolfiera trasatlántica que transportaba a los detenidos bajo la custodia de KAPOL Europa arriba al campo de amarre de POTESTAD, mientras que la cuenta del National Bank of Hong Kong es congelada sin apelación.

4/12/2008 Ramón Courdiga cuenta el detalle de la información que permitió la captura de los Pinochet desaparecidos. Daniel B. Gamero estaba investigando un affaire de una actriz cuando escuchó hablar español con acento chileno. El aspecto caucásico de quien las pronunciaba no se condecía con el acento, por lo que esto le llamó la atención. Escuchando a escondidas pudo grabar con su iPod nano la conversación, abundante en referencias a La Dehesa, Bucalemu, y el funeral fallido. La familia D’Ugard había arribado a Luxemburgo desde París, tras haber vendido exitosamente varios negocios, tras lo cual se disponían a vivir de sus rentas. Mayor investigación descubrió que dicha familia no existía en Francia, y que la Policía internacional no registraba salidas de nadie llamado D’Ugard a Luxemburgo. Tras volver a Luxmeburgo, Gamero empezó a seguir acuciosamente a la familia, grabando conversaciones y tomando fotografias con telefoto, recogiendo colillas de cigarros y siguiéndolos en todos sus movimientos, mientras aparentaba seguir investigando el affaire de la vedette con el futbolista. La investigación arrojaba sus frutos, y cada cierto tiempo Gamero enviaba a su esposa microdrives con información, y el videodiario del momento. En la penúltima entrega, Gamero contaba que estaba preocupado porque sentía que alguien revisaba su habitación del hotel después que pasaba la mucama, y que pensaba que lo estaban siguiendo y que le habían plantado la habitación con micrófonos. En la siguiente entrega el tono de preocupación era más evidente aún, y Gamero contaba a su mujer que temía por su vida, y por la de ella. Que se contactara con la presidenta para entregarle la información que le había enviado, y que se cambiara al piso franco que tenían, y que esperara su orden para ponerse en movimiento. La muerte sobrevino antes y su viuda se puso en movimiento antes. La información perdida quedó en una mesa del Starbucks vecino al estacionamiento donde encontraron su cuerpo. La mesera del momento, Miranda Triane, guardó el paquete, que tenía un aspecto inocente, con la idea de regresarlo a la clienta cuando volviera a buscarlo. En la noche al ver las noticias reconoce el rostro de la clienta que abandonó el paquete, y se dispone a ver el contenido. De esta forma llega la información del lujoso exilio de los Pinochet bajo el disfraz de la familia D’Ugard a manos de Ramón Courdiga y los mellizos Udolina y Brito Graadje, quienes fueron esenciales en la identificación de las auras de los Pinochet.

5/12/2008 Los videntes de POTESTAD descubren algo sorprendente: Ramiro Ugarte en realidad es Augusto Pinochet, a quien se creía muerto, posesionado de un cuerpo desconocido, probablemente de un partidario fanático. Tras hacerse pasar por su primo lejano abrió la cuenta de Hong Kong y una vez asegurada la retirada, la familia se le reunió. Debido a la posesión del cuerpo, las auras se recombinaron en un patrón singular y diferente, por lo que fue imposible a los Graadje identificar a Ramiro Ugarte como la persona que era y no como una persona diferente, puesto que en la base de auras sólo existía información del aura de Pinochet. Ugarte fue detenido como cómplice y los videntes hicieron el resto del trabajo.

7/12/2008 Los juicios son reabiertos y en tiempo record Pinochet es sentenciado a cumplir 300 condenas. Exorcismo, gritaban furiosos en las afueras de la Audiencia Nacional manifestantes enardecidos, enarbolando banderas rojas. El padre André Jarlan aparece en los medios explicando que un exorcismo sería la vía de escape del prófugo, que de ser exorcizado moriría al no tener posesión de un cuerpo, volviendo a quedar impune, esta vez para siempre.

11/12/2008 Pinochet es ingresado al Centro Penal Rancagua Sur, habilitado desde hace un año para contener delincuentes especiales, donde cumplirá las 300 condenas en forma consecutiva. KAPOL proporcionará cuerpos en estado vegetativo para las sucesivas posesiones que serán necesarias para mantener en vida al delincuente. El país vuelve a bailar; las muchedumbres se reúnen a festejar.

on writing

Villa Grimaldi, la antología de cuentos que publicó Augusto Pinochet durante el gobierno de Allende es un hiato destacable en su producción. Las razones son varias: por un lado venía a romper el silencio en que se había sumido el autor desde principios de la década de los 50; segundo, señala su compromiso con el gobierno de la Unidad Popular; y tercero, daba muestras de una versatilidad de estilos y un aprendizaje de las técnicas narrativas inaudito en un autor de su edad. Ya entrado en la cincuentena, Pinochet adscribe estilísticamente a la corriente de los novísimo narratore, como señalaría Cedomil Goic en su periodización de la literatura latinoamericana. En Villa Grimaldi hay ecos de la literatura beat yanqui, del gesto antipoético parriano y hasta retazos del compromiso social de la generación del ‘38. Publicado en 1971 resulta ser un texto que entra en perfecta sintonía con los de los autores más jóvenes como Tiro Libre de Antonio Skármeta y Concentración de bicicletas de Carlos Olivarez. Mirado en relación a su época, los cuentos de Pinochet dan cuenta de la estética paulista que vino a imperar en las formas de representar el mundo para los narradores chilenos, después de la reforma universitaria.

Pinochet crea viñetas vívidas de la época y para eso se sirve de los recursos que tenga a mano: la corriente de conciencia en “Chasqui”, la historia de un universitario prostituto torturado por su amante; el juego con los márgenes en “Yupanqui”, donde una mujer de clase popular narra detalladamente los abusos a los que la somete su patrón; el recuento bibliográfico en “Sales de baño” trata de la imposibilidad de un adolescente de encontrar la foto de su padre, para luego enterarse de que es uno de los asesinados en la masacre del Seguro Obrero. Heterógea, la antología trabaja con la idea de la formulación de un paisaje urbano y no se priva de las citas al contexto. Desfilan desde alusiones a la música popular (la Nueva Ola, el primer disco del Pollo Fuentes, los pretty faces criollos) hasta juegos/homenajes literarios donde se hace referencia a la cultura beat (en “Máquinas parlantes” hay un largo diálogo de Lawrence Ferlinghetti con Allen Ginsberg en la librería City Ligths de San Francisco, donde éste refiere sus experiencias en un Santiago de Chile gris, donde aún rondaba el criollismo) pasando por guiños políticos de compromiso con la izquierda (epígrafes sacados de discursos de Allende, Mario Palestro y Edwin Juica).
“El color del canario” es el cuento más logrado de un libro tan sólido como necesario.
En dicho relato se mezcla la obsesión por la modernidad del autor con sus resabios militares. Las vicisitudes de Cayo C., un soldado expulsado del ejército por conducta indecorosa operan a nivel simbólico como señas que remiten al desmoromiento institucional chileno. Cayo C. no sólo es expulsado del ejército sino que participa activamente en un proceso de sedición de las tropas.

Las citas a Patria y Libertad y el asesinato de Schneider apenas están diluidas en la trama y la escritura templa con vigor la melancolía: “Cayo miró por los barrotes al pelotón que hacía sus prácticas de guerra en el patio, esa mañana. Recordó que le gustaba ser uno de ellos y que disfrutaba de participar en esas maniobras. Se sentía parte de algo en ese entonces, reflexionó. Acercó su cabeza al agujero infecto que llamaban ventana y escuchó los gritos de odio a Perú que entonaban los conscriptos como único mantra mientras pensaba en la compleja trama que lo había llevado a donde estaba, en cada uno de sus meandros de sangre y odio. Siguió mirando por la ventana un rato. Cuando se cansó de la visión se tiró en el colchón pulgoso que hacía de cama. Deseó tener un cigarrillo…”

Salgado, Ramón. «Historia de la literatura chilena». Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1986.

Adiós Carnaval

Por Claudio Sánchez.

Santiago, (Agencia El Siglo): A las 14:16 horas del 11 de diciembre fallece en La Habana, Cuba, el presidente chileno Tito Pinochet. Sus restos serán trasladados a Santiago para sus funerales, al que asistirá el comandante de la Revolución Cubana, Fulgencio Batista y los intelectuales disidentes del sistema Maggie Thatcher y George Bush II. Entre otras personalidades que vendrán al país a presentar sus respetos al aciano presidente se contarán Imelda Marcos, Mobutu Seseseko, Mark Chapman, Kenji Fujimori, Máximo Menem y Pablo Rodríguez hijo. La misa solemnis la cantará la renombrada cantante nacional Patricia Maldonado, quien viene a homenajear a su amigo personal desde París, interrumpiendo un ciclo de presentaciones que la llevaría por la Scala de Milán y la Ópera de Sydney.


En el momento de su muerte, que le sobrevino mientras paseaba por El Malecón en compañía de su amante, Mónica Madariaga, exmodelo, chica Bond y Playboy, las últimas palabras de Tito Pinochet fueron el deseo de tener un funeral como el de su amigo personal, Nicolae Ceausescu, por quien se decretaron tres semanas de luto en Rumania. Lucía Hiriart, su esposa, en estos momentos viaja desde Miami a Santiago.

El secretario general del Partido Comunista Chileno, el doctor Iván Moreira, en comunicación exclusiva con este reportero, nos comunicó que a pesar de las restricciones impuestas por la presidenta Marín, la oposición saldrá a recibir al centenario presidente, y acompañará a sus familiares hasta el Cementerio General, donde el conjunto folclórico recién retornado del exilio, Los Huasos Quincheros, entonará canciones tales como Comienza la Vida Nueva, La Represión, Venceremos y El Pueblo Unido.

Los intelectuales nacionales se harán presentes, entre los que Sergio Melnick, Pablo Longueira y Raquel Argandoña recitarán poesías mientras la escultora Luz Guajardo realizará un busto del fallecido presidente en escena, en su particular estilo, que le ha granjeado galardones en Berlín y New York. El documentalista Hermo Pérez Arse comprometió presencia para cubrir estos actos. La misa la conducirá el cura emblema de la resistencia, Raoul Haspoun.

En los barrios marginales, las fogatas arden; los pobladores de Lo Barnechea lloran la muerte del compañero presidente. “Yo al compañero Pinochet lo voy a extrañarlo mucho”, nos dijo entre lágrimas Maca Castagno-Reisse. Similar sentimiento comparte José Antonio Larraín, quien afirma “seguir empuñando la hoz y el martillo para que los pobres tengamos país”. La familia Hohenzollern, recién llegada a la población Borde Río, agradece al fenecido presidente “el habernos dado la casa, porque eso es lo que uno más quiere, pa’ dejarle a los hijos”.

En el barrio La Victoria las familias adineradas y los empresarios celebran por las calles, descorchando champañas y adelantando el año nuevo. En el sector La Estrella, varios manifestantes que bailaban al son de Quilapayún organizaron una marcha conga por las calles de dicho sector residencial, desatando la fiesta. En La Legua se produjo un no tan espontáneo recital de varios conjuntos de música radial (Congreso, Sol y Lluvia y Sol del Illimani, entre otros), porque según nos cuenta entusiasmado Byron James Sepúlveda “teníamos preparada esta celebración desde que se fue a Cuba, esperando que muriera luego, pues oye”. Williams Yasuri Rojas, apenas una niña, nos grita desde su triciclo “se murió el malo!” mientras que Yozini Yánez y sus hijos Aughil y Usnavi lucen banderas con el escudo recortado.

Mientras desde el gobierno, el ministro Huenchullán de la cartera del interior, ha dado orden para el despliegue de las fuerzas del orden, por lo que las poblaciones marginales del sector oriente de la capital puede verse rodeadas de un cordón blanco que impedirá los desmanes en caso de que se produzcan. La ministra vocera de Gobierno, Denise Malebrán, ante preguntas de si la coalición de gobierno puede verse debilitada al impedir las manifestaciones en homenaje al fallecido Tito Pinochet, afirmó que “la Unidad por Chile está más unida que nunca frente a grupúsculos que buscar desestabilizar la frágil convivencia en democracia que hemos logrado en estos años. La economía social de mercado ha dado estabilidad a este país, que no detendrá su avance por la muerte de un presidente en el exilio y las protestas de unos pocos.”

Las medidas de seguridad que el gobierno pone a disposición de las ilustres visitas son traslado del aeropuerto al cementerio resguardado por los cuerpos policiales, y alojamiento en dependencias del Ministerio de Turismo; no se descarta que pueda producirse algún atentado producto de algún fanático partidario del fallecido Pinochet.