Operativo en clínica pirata

En una clínica clandestina de la comuna de Cerro Navia fueron arrestados los clones de conocidas figuras de la televisión, que se aprestaban a cometer diversos ilícitos, como suplantación de identidad y estafas con documentos públicos adulterados. Entre los arrestados se encuentran clones de Rafael Araneda, Felipe Camiroaga y Mario Kreutzberger, evidenciando la popularidad de estas estrellas, que los ha convertido en la “novedad del año” en materia de clonaciones piratas. Canales de televisión, radios y otros medios ya han interpuesto las querellas correspondientes contra las personas que resulten responsables del grave atentado a la dignidad y credibilidad del artista verdadero, según señaló un abogado de TVN.

En el operativo se detuvo además a un sujeto que aseguraba ser un clon de José Alfredo Fuentes, cantante. Al comprobarse que no existía tal artista, se le dejó en libertad.

Diario La Tercera, Noviembre de 2006

Bicentenary

ADVICE

Bicentenary Celabration # 3

On the way to the celebration of the bicentenary of our independence, the goverment of the United States of South America want YOU to help the brothers of North America by selling
the Green Stamp and use it for post mailing. Each stamp will help with A$ 0.2, this money will be send to our banks in Canadian Guyana every month.
In God we trust.

John Smith XX
King of United States of South America
Huelen City, State of Chili, March 1988

El Dia S


11 de junio de 1993.

El Ministerio del Interior, en conferencia de prensa ofrecida esta mañana, declaró haber finalizado exitosamente el proyecto «Memoria Nacional». Esta iniciativa, conocida hasta hace un año atrás como «Proyecto Tironi», busca intervenir la memoria colectiva y operar cambios de conducta y motivación a través de la modificación de recuerdos y situaciones traumáticas.
El Ministro Fernando Flores, entregó un completo cronograma acerca del Día S. Programado para el próximo 18 de septiembre, será el momento en que la historia del país será reorganizada en pequeños y grandes aspectos. Por ejemplo, luego de ese día nadie recordará el atentado en avioneta contra la Torre Santa María, ejecutado por extremistas peruanos anexionistas; nadie recordará a Eugenio Marticorena, líder espiritual del país e hijo bienamado de la patria, asesinado por su propio hijo luego de encontrarlo abusando de su hija de 7 años; todos recordarán haber perdido ese partido contra Brasil que nos dejó fuera del Mundial y suspendidos para el siguiente, para no tener que recordar el fatal accidente aéreo que nos dejó sin una generación completa de los más finos futbolistas, incluído Martín Cáceres, el portentoso delantero ariqueño y estrella del Manchester United; y por supuesto, nadie recordará el fallido intento de golpe militar contra la naciente República Nacionalista, el 8 de agosto de 1963, llevado adelante por el coronel Bachelet y el Capitán Schneider, que tanta división y desastre social trajo a nuestro país. En cambio, todos recordaremos otro Golpe, aún no revelado por las autoridades, que será situado en el año 1973. Los nombres de los involucrados no han sido dados a la luz para evitar atentados contra el proyecto, este Golpe es clave en el futuro desarrollo de los eventos a cambiar y fue la única solución que encontró la Comisión para dar un salto drástico en los eventos.
La lista de nuevos roles para personas claves en el cambio está custodiada bajo siete llaves en el ministerio del interior, aunque ya se han levantado voces denunciando corrupción y coimas para conseguir roles relevantes. Emblemático ha sido el caso de Miguel Enríquez, oscuro empleado de la Fiscalía, que habría pagado fuertes sumas para ser recordado como un mártir de la lucha contra la inexistente dictadura del general Pinochet (hecho necesario, según los ingenieros de la historia, para construir el Chile que queremos para el 2010). Los rumores también apuntan a supuestos castigos encubiertos aplicados a opositores al régimen, destinaciones humillantes y cargos intrascendentes para grandes estadistas, por ejemplo, el gran presidente de la Democracia Cristiana, Mario Kreutzberger, sería destinado a un programa de bailes en Televisión aún por definir.
El ejército de Chile, en coordinación con el ministerio y la comisión interdisciplinaria «Dia S», confirmaron que toda la producción estará lista para el dia convenido. La Comisión ha trabajado durante los últimos 25 años fabricando cada elemento necesario para dar coherencia al cambio. Se han fabricado millones de fotografías, accidentes de terreno, monumentos y archivos de periódicos, se han levantado pueblos completos para justificar el nacimiento de un único niño, se han destruido ciudades completas para mantener en pie un árbol determinante para algún evento menor, a la vez que se ha destruido numerosa evidencia de hechos cuestionados por la propia comisión («purgados», dice el ministerio).
Durante el día de mañana, una comitiva secreta se dirigirá al cerro San Cristóbal para enterrar bajo toneladas de concreto, una cápsula con la auténtica historia de Chile. Está programada para emitir una señal de radio, con un mensaje en clave, en exactamente 100 años a partir del día S.
Para hoy en la tarde están programadas las primeras manifestaciones en contra de la iniciativa, aunque de más está decir que ésta cuenta con la aprobación de una mayoría aplastante de ciudadanos que prefieren «olvidar el pasado, para construir un mejor mañana», como reza el slogan del proyecto.
Todo está preparado. El próximo 18 de septiembre de 1993, a las 11:59 PM, entraremos al 18 de septiembre de 1991 y al inicio de una nueva etapa en la construcción de «Chile:2010», el más ambicioso proyecto que Estados Unidos ha desarrollado para la región en los últimos 100 años.

AP(Reuteres)

Matiné

Hace cuatro días supe algo. Lo leí en un foro. Es algo que nos ocurrió… a todos. No está en nuestras memorias. Pasó hace casi tres semanas; el 31 de octubre. Vimos una película. Todos. No sé dónde, pero la vimos. Tampoco sé qué película era. No sé qué significa esto. Supe que la cinta quedó grabada en nosotros… como una suerte de registro inconsciente. A veces me duele la cabeza. Los días pasaron y nadie supo nada… hasta hace cuatro días.
El post del foro decía:
Si deseas saber, cierra los ojos. ahora espera… espera… paciencia… lo verás.
Esa noche lo hice.
Esperé. Primero nada. De a poco una silueta. Inmediatamente, el rectángulo de una pantalla de cine. Después… un vacío en mi pecho…
Repito. No sé qué significa. Ayer el doctor me dijo que tengo un cálculo. Hoy lloré seis veces, no entiendo por qué. Escribo esto por necesidad… y para que también sepan.

Spam recibido esta mañana y derivado a mi Junkmail.

Detenidos ucronistas que alteraban la historia de Chile

24 de noviembre de 2006
Detenidos ucronistas que alteraban la historia de Chile

(La Segunda) En una espectacular redada, personal de La Brigada contra el Crimen Histórico detuvo a miembros de llamada secta “Los Magios de Nueva Extremadura” en el sector oriente de la capital.

Los Magios, también conocidos como los “Ucrónicos”, se encontraban reunidos en una casa de seguridad realizando una de sus típicas veladas “sincronísticas” en las cuales los miembros de la secta alteran pedazos de la historia de Chile.

De acuerdo a un comunicado del Ministerio del Interior, la redada posibilitó la captura de varios de los líderes de la secta, entre ellos Jorge Baradit, conocido como “El Bardo”, quien ostenta el grado de “Gran Señor del Cono Sur”; “Alvaro Bisama”, alias “Astarot”, a quien se responsabiliza por deformar el plano existencial AP1973 (Allende-Pinochet); “Francisco Ortega, alias “Ostromo”, acusado en Estados Unidos por convertir las ciudades de San Francisco y Los Angeles en las nuevas Hiroshima y Nagasaki; Pablo A. Castro, conocido como el “Morter” y quien ha sido sindicado como el proveedor de armas nucleares a Chile durante la década de los setenta.

En el operativo cayeron también “Gabriel Mérida” alias “El Medrano”; “Last Citizen”, de quien se desconoce su verdadera identidad; “Martín CR”, alias el “Martabit”, entre otros activistas.

De acuerdo a los expresado por el Jefe Metropolitano de la BCH el hecho constituye un duro golpe a las actividades de la secta en nuestro país. “La captura de El Bardo y Astarot disminuirá las acciones de los Ucrónicos, si bien seguimos detectando actividad de otros miembros de la secta que no estaban citados a la junta”.

Personal de La Brigada contra el Crimen Histórico llevaba meses siguiendo las actividades clandestinas de la secta, coordinando su acción con agentes de la “Intempol”.

Considerados por la ONU como “una de las amenazas más serias que debe enfrentar la humanidad en el siglo XXI”, los “Ucrónicos” surgieron hace una década luego del colapso del Eje-Existencial. Como se recordará, la fisura del Eje abrió un portal del Exoverso, produciendo la simultanedad de los mundos enjambres que rodean al Eje, extrapolando las mentes de lo fetos del período 1970-1980. Precisamente la secta de los Ucrónicos está confomada por miembros nacidos en ese período los cuales poseen la capacidad de alterar sector marginales de las placas del Eje-Existencial.

Reunido en sus “juntas”, como les llaman, los Ucrónicos convergen sus flujos mentales para crear amplias fisuras en el Eje-Existencial, produciendo cambios históricos de magnitud en la historia de Chile.

Según informes del Ministerio del Interior, los Ucrónicos capturados serán procesados por crimenes históricos, lo que de acuerdo a la Fiscalía Metropolitana puede significar penas de hasta cincuenta años de cárcel en el recinto penal de Chiloé. En el caso de Francisco Ortega, el “Ostromo”, se espera la orden de extradicción del gobierno de Washignton.

Alameda

Soy Andrés Vega, tengo diez años y una misión secreta. Estoy parado en plena Alameda, mi madre me tiene tomado por la mano izquierda, en la otra tengo el algodón de azúcar que se ha encargado magistralmente de dejarme todo pegajoso. Llevo una polera blanca con rayas azules, pantalón corto y un jockey rojo. Mi madre se llama Ana María y me despertó a las nueve de la mañana para que alcanzáramos un buen puesto. Lo logramos. Al menos vemos bien y no nos perdemos de demasiadas cosas. Está lleno de niños llorones con sus madres, niños alegres con sus madres y niñas que se recogen las faldas enseñando los calzones con sus madres. Es un espectáculo familiar. Estoy en plena Alameda y en el suelo se observan serpentinas y challas. Todo es una gran fiesta, la gente canta y algunas viejas gritan ¡viva! ¡viva! Hoy tomé de desayuno una vaso de leche y un pan con jamón y queso y sin margarina, porque estoy obeso y el doctor le dijo a mi madre que si no dejaba de comer en la forma en que lo hago voy a terminar muerto con el corazón hecho mil pedazos. Después de eso fui a jugar un rato a la piscina de nuestro patio. Llamó Carlos y me preguntó si todo estaba listo y le respondí que sí. Carlos tiene mi edad. Fui a mi habitación y tomé mis cosas. Cuando pasé por el baño vi a mi hermana de diecisiete años besando a la empleada que debe tener un poco más que ella, no se percataron de mi presencia y siguieron en lo suyo. En la Alameda la gente grita, hay cornetas de cartón que emiten sonidos muy molestos y banderas azules con blanco y rojo que se alzan en lo alto. Mi madre busca algo en la cartera y me suelta la mano, yo doy la última lamida al palo del algodón de azúcar y lo boto al suelo. Estamos en la orilla de la vereda, toda la gente lo está, a ambos extremos de la calle. Al frente hay dos ancianos que aplauden y que intentan cantar un himno que desconocen, sonríen y saludan a una cámara de televisión. A su lado está Julieta, ella tiene mi edad y, como Carlos, también sabe por qué estoy aquí. Entre la vereda de enfrente y la nuestra, pasan autos tocando la bocina. En eso se levanta una ovación y la gente comienza a aplaudir y a saltar. Pasa, posado en el techo de una camioneta negra, un viejo risueño que mi madre me dice que es el nuevo presidente, que se llama Patricio, como el abuelo. Me levanta en brazos y mis pies quedan colgando, y el anciano se fija en mí y le pide a mi madre que me entregue a los brazos de él. Mi madre obedece. La gente grita y se ríe a carcajadas, aparecen los fotógrafos y me toman muchas fotos. El anciano con la banda presidencial en mitad de su torso me pregunta que como me llamo. Y le respondo.
Soy Andrés Vega, tengo diez años y una misión secreta. Soy un niño bomba, entrenado por mucho tiempo para este momento, entonces presiono el interruptor que se encuentra junto con los explosivos bajo mi polera.

Lucía de Chile

Gabriel M., joven aspirante a escritor de ciencia ficción, sueña la siguiente pesadilla: en un Chile diferente al Chile real (o sea, en una ucronía) todos odian el nombre Lucía, porque les recuerda a la gran vieja culiá, la esposa siútica de Pinochet, objeto de odio y desprecio de absolutamente todos los sectores. La odia la izquierda por ser la esposa del dictador, la odia la derecha por ser una señora picante con ínfulas de gran dama. En el sueño, en las calles, Gabriel, que en el sueño es un periodista de ultraizquierda, avanza desquiciadamente preguntándole a la gente qué opinan del nombre Lucía, si les gusta, si lo encuentran bonito. «No» responden todos, «suena como a nombre de vieja culiá».

Gabriel despierta y vuelve a su cotidianeidad en la línea temporal que le corresponde, recuerda tranquilo que la esposa del dictador se llama Michelle, y que para todo el mundo Lucía es un nombre bonito, musical, tenue. Esto es a fines del 2005, le jode un poco que Piñera haya ganado las elecciones presidenciales, pero comparado con la pesadilla todo mal le parece menor. Michelle Hirirart de Pinochet está en esos días peleando con la justicia, y Gabriel decide no pensar en la zozobra general del país (una zozobra brillante como el plástico de las tarjetas de crédito, un sonriente país de esclavos de los mall). Decide pensar sólo en quien la aguarda junto a su cama. La mira.

Allí, en su cuna, está Lucía, su hija, nombrada sentimentalmente así en honor a la Maga, el personaje de Cortázar, autor con quien Gabriel se ha peleado y reconciliado varias veces. Contemplando las mejillas sonrosadas del bebe durmiendo y los aritos de oro en las diminutas orejas, Gabriel M. piensa en otra ucronía, una ucronía novelística: en el futuro su hija se vuelve una hermosa joven de pelo castaño liso, viaja a París, y él tiene un nieto llamado (o apodado) Rocamadour, y el nieto está a punto de morir un día de conversaciones intelectuales de alto nivel, pero algo pasa, Oliveira se da cuenta de que la enfermedad, duda, y en ese momento las cosas se resuelven de forma contraria a la historia oficial: la Maga lleva a Rocamadour al hospital, Oliveira la acompaña y aprende una gran lección vital, se vuelve mejor persona. No mucho mejor, pero aguanta junto a Lucía, la hija de Gabriel M., aguanta contra viento y marea, contra el llamado y la caída.

En su línea de realidad, Gabriel M. se queda varios minutos mirando a Lucía, olvidado de la ucronía literaria futura, pensando que seguramente su hija no tendrá el pelo liso ni castaño, o quizás sí, pero que será otra cosa, cualquier cosa excepto lo que él quiera que sea, y que eso lo hará íntimamente feliz. Íntimamente: afuera Piñera vocea su campaña presidencial, otras personas sueñan desesperadamente ucronías donde Soledad Alvear ha ganado las elecciones y las cosas pueden seguir siendo relativamente decentes, pero a Gabriel M. no le importa nada: nunca ha sido bueno para las noticias ni para la historia. Sí para las palabras: piensa en la palabra ucronía y sabe que se aplica para la historia de un país entero, de grandes masas de gentes. Sabe que no es suficiente, que en ese momento hay miles de personas teniendo ucronías personales donde sus asuntos personales van peor (para sentirse contentas) o mejor (para tener esperanza).

Gabriel M. toma a Lucía, que llora un poquito como lloran todas las guaguas del mundo, y al mismo tiempo, de una manera totalmente única, y tras diez minutos más de sólo pensar en el cuerpito que tiene en sus brazos, logra pensar en otra cosa: en la pesadilla de la que despertó, su nombre era Gabriel M., pero la M. era de Mérida, un extraño apellido igual que el nombre de varios ciudades en España y Latinoamérica, y Gabriel no tenía a Lucía, tenía una carrera literaria realista y una neurosis que la alimentaba constantemente, tenía amigos que escribían una literatura de horrores y abismos, y tenía mucha tristeza. «Me llamo Gabriel Medrano» se repite, paladeando su nombre real para sentirse más concreto y más despierto. Y se pregunta, antes de despertar a su reciente esposa (y la cámara no la muestra) si su afición por Cortázar, un autor bueno pero menor del boom latinoamericano, sería igual de fuerte si no llevara el nombre de uno de sus personajes. Gabriel Medrano, el protagonista de «Los Premios», la novela más importante de Julio Cortázar. Decide que sí, que cortázar le gustaría igual aunque se llamara Gabriel Mérida o cualquier otro nombre ridículo.

Gabriel Medrano dice un nombre de mujer, avanza con Lucía en brazos, la cámara gira hacia la cama pero se va rápidamente a blanco. En el vacío, antes de los créditos, suena un último pensamiento: «en mi ucronía las cosas no eran tan cursi, mi vida era más arriesgada y sórdida, pero prefiero lejos la realidad».