Arauco


Luego de 7 nominaciones al Oscar y un éxito de taquilla abrumador, llega al DVD la edición especial de Arauco, el film que transformo al chileno Mauricio Llancaqueo en una estrella mundial.

La trama -para quienes no vieron la película- visita la relación histórica entre el conquistador español Pedro de Valdivia (Jeremy Irons) y su sirviente guerrero, interpretado magistralmente por Llancaqueo.

A partir del encuentro y contraste entre estos dos personajes, Ridley Scott desarrolla una historia que sondea las profundidades de la traición y el honor en múltiples niveles, siempre dentro de una atmósfera densa y extrañamente intima que nos recuerda a lo mejor del director en Blade Runner.

Asistido por un espléndido y premiado guión -de la chilena Toncy Dunlop- Ridley Scott logra en 145 minutos crear una especie de alegoría, o mas aun, una imagen poderosa y honesta, no exenta de épica, sobre el quiebre trágico producido por el encuentro de dos mundos.

Es quizás ese el mayor éxito del film: contar la historia sin demasiado respeto con la historia, o mejor dicho, sin depender de los manuales o las enciclopedias. Lejos de ser una película sobre la conquista, es una película sobre las pequeñas tragedias, el sentido del deber y el amor sangrante.

Laboriosamente, pareciese que el director se desprende del efectismo que caracterizo a sus últimos trabajos, y termina construyendo con cuidado, como un artesano, la historia de una América trágica y en perpetua búsqueda de su redención.

En esta edición especial en DVD, podrán encontrar ademas de los comentarios del director y escenas detrás de las cámaras, un interesante documental sobre Lautaro con la voz de Sigourney Weaver, quien interpreta a Inés de Suárez en la cinta.

Arauco mas que recomendable, es necesaria como ejercicio no solo de memoria histórica nacional, sino que como un gran estudio acerca de la tragedia que llevamos dentro. O como dice Lautaro en el film, «Nuestra sangre nos comanda«.

Concesión pública


“Ya estoy en mi casita sentado frente al computador dispuesto a continuar escribiendo mi novela. La nueva jornada de trabajo implementada por el gobierno y el excelente sistema de transporte urbano operativo en la capital han mejorado considerablemente mi calidad de vida y la del resto de los ciudadanos. El dinero y el tiempo disponible para dedicarle a mi familia, y a nuestros proyectos personales, por fin han encontrado su espacio y meconsidero sumamente feliz. Veo el programa de buenas noticias de TVN que nos relatan las novedades, beneficios y experiencias de la nueva vida. “No le damos la espalda a la realidad” -reza el slogan- “Vemos lo positivo de los sucesos”. Todo como parte de la fuerte campaña para fomentar el optimismo ciudadano chileno.
Y en general funciona. Los paros y movilizaciones sociales ya son parte del pasado y las únicas expresiones públicas masivas son las del tipo deportiva, artística y cultural, eventos en los cuales los conciudadanos van cotidianamente a disfrutar en familia con plena seguridad y tranquilidad.
Había demorado un poco de tiempo en tener una puesta a régimen este sistema ya que la maquinaria de los Ministerios concesionados fue un poco pesada al principio. Un sistema pionero en el mundo aplicado en Chile por la dictadura a mediados de los ochenta y que luego sería aplicado con éxito en más de 20 países en vías de desarrollo. Una apuesta fuerte y radical de este gobierno que finalmente ganaría la aceptación de la gran mayoría del país y un gran reconocimiento en el extranjero. En los inicios la resistencia de la gente a un gobierno de estas características y los cambios radicales en el proyecto de profesionalización de los sistemas públicos fue rechazada rotundamente por los usuarios, pero al poco tiempo hubo acuerdos satisfactorios entre las partes y las personas afectadas fueron indemnizadas y reubicadas en nuevos y dignos empleos.
Hoy por hoy gran parte de los habitantes se han hecho partícipes del proceso y se han concientizado en favor del desarrollo del país.
Hace ya varios años que los asuntos están en paz. Tecleo en mi computador con una sonrisa. Mi hija salta a la cuerda en el patio con un par de amigas. El cielo está despejado y deja ver ese hermoso azul que soñé ver cuando era un niño. Las cosas han cambiado. Podemos respirar.
Pronto serán las elecciones. Nuevamente deberemos acudir a las urnas a votar por la nueva Empresa Administradora Gubernamental concesionada. Muchos le seguimos llamando “gobierno”, pero no es más que una empresa privada que brinda servicios de administración a nivel de país. La competencia está fuerte esta vez, pero sigo confiando en que la actual empresa española se adjudique la propuesta por diez años más.”

Aporte de: et Belenus

Mortis vive!


El Siniestro Doctor Mortis Volvió a atacar la noche del lunes pasado, según las declaraciones iniciales del jefe de la BH. De nada sirvieron los escudos de distorsión lucífera, ni las plegarias en latín de los guardias que vigilaban los accesos del Instituto Médico Legal.

Las pesquisas señalan que Mortis habría revivido los cadáveres de los generales Pinochet y Contreras, ambos muertos por un comando suicida de la Vanguardia Organizada Del Pueblo. En Investigaciones han declarado que los motivos detrás de esta acción no están del todo claros.
Se recordará que Mortis revivió los restos mortales de Alessandri, con lo cual el fallecido ex-presidente pudo reinstalarse en el poder. La creación de un ejército zombi se enfrentó con el total rechazo de la iglesia, cuestión que se definió con el enfrentamiento entre Mortis y el Cardenal Caro en los techos de la Catedral de Santiago. A pesar de la intervención de Alessandri, Mortis fue confinado en una celda en el subsuelo del terreno en el que se empezaría a construir el templo votivo de Maipú, lugar del que escaparía cinco años después.

Alessandri terminó encerrado en el Open Door, a instancias del Colegio Médico. Nadie aguantaba su olor a muerto ni su cuerpo que se caía a pedazos.

(Revista Vea, octubre de 1972)

Tractatus Zone (Episode 2)

Después de cumplir una condena relativamente corta en la Penitenciaría de Punta Arenas, Serling y Wittgenstein fueron liberados en octubre de 1959. Decidieron abandonar sus ambiciones de dominación mundial para dedicarse a la difusión de un texto escrito por Wittgenstein durante su encarcelamiento. El texto se titulaba Tractatus Silentium. El fragmento más relevante es el que se aproxima a los negativos epistémicos y las periferias cognitivas. Este es su contenido:

Negativos epistémicos y periferias cognitivas

1.1 La cognición resulta de negativos epistémicos.
1.2 Los negativos epistémicos resultan de una visión periférica de tipo cognitiva.
1.3 Las cosas no se pueden cognizar de forma directa.
1.4 Las cosas son la construcción de su periferia.
1.5 Las cosas son negativos epistémicos.
1.6 Nada se puede aseverar de forma directa sobre los negativos epistémicos.
1.7 Nada se puede aseverar de forma directa sobre las cosas.

2.1 La periferia cognitiva se desplaza al desplazarse el objetivo cognitivo.
2.2 La selección de los objetivos cognitivos es el resultado de sus periferias.
2.3 Intentos de cognición directa de periferias resulta en el desplazamiento del objetivo cognitivo.
2.4 Semejante desplazamiento anula la cognición directa de periferias.
2.5 Periferias funcionan periféricamente.
2.6 Periferias no pueden funcionar como objetos de cognición directa.

3.1 El lenguaje puede ser parte de una periferia.
3.2 El lenguaje puede ser una construcción de su periferia.
3.3 Como tal, el lenguaje resulta de un negativo epistémico.
3.4 El lenguaje también contribuye a la construcción de los negativos epistémicos.
3.5 El lenguaje no es una cosa.
3.6 El lenguaje es sintomático de las cosas.
3.7 El lenguaje, como auto-referente, es sintomático de su cosa particular.

4.1 Aquello que es inefable no es lenguaje.
4.2 Aquello que es inefable también puede ser parte de la periferia.
4.3 Los atributos directos de los negativos epistémicos son inefables.
4.4 Nada se puede decir directamente sobre aquello que es inefable.

El efecto del texto fue inmediato. La ciudadanía sureña dejó de hablar. Al comienzo se comunicaban entre sí escribiéndose notas, esta ‘solución’ funcionó hasta que un semiólogo reconocido escribió un artículo complementando el texto de Wittgenstein. Según el académico, el lenguaje al que se refería el texto del filosofo-ex-confabulador no se limitaba al enunciado oral, sino que incluía lo escrito y, además, todo aquello sujeto a la ‘lectura’; o sea imágenes, signos, situaciones, contextos, gestos, expresiones etc.
Deseosos de cumplir religiosamente con las consecuencias del Tractatus Silentium, la región negoció la compra de sesenta mil cápsulas japonesas de aislamiento sensorial. Desde octubre de 1961, el 88% de la población austral vive en estas cápsulas. Irónicamente, Serling y Wittgenstein residen en Villarrica, donde operan una heladería.

Encyclopaedia Británica 11th Ed.

ENORMES CACHALOTES VARAN EN PLAYA DE PUNTA ARENAS


Miércoles 22 de Noviembre de 2006 13:53
El Mercurio Online

PUNTA ARENAS.- Dos enormes cachalotes de aproximadamente 15 metros de largo y 40 toneladas de peso vararon en playas cercanas a Punta Arenas, llamando la atención de los habitantes de esa zona. Los animales, ambos machos, fueron avistados por personal de la Armada en el sector de Punta Dúngenes, distante a unos 300 kilómetros al norte de Punta Arenas, cerca de la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Expertos del Centro de Estudios del Cuaternario (Cequa) de esa ciudad, se trasladaron a la zona para tomar muestras de dientes y piel de los ejemplares y así investigar las razones del varamiento. Desde ya se descartó la acción de personas en su muerte, que se estableció entre 5 y 6 días atrás. Según explicaron los investigadores, es probable que hayan sido arrastrados por alguna corriente o confundidos por algún ruido, ya que navegan en aguas profundas y guiándose por la audición. Los cetáceos son ejemplares adultos y fueron encontrados con una distancia de 6 kilómetros de distancia entre ellos. Sus restos permanecerán en el mismo lugar hasta su descomposición natural.

FOR YOUR EYES ONLY

De: eolivares@ictionet.org
Para: jonas.libedinsky@ictionet.org
Asunto: Cachalotes
Archivo Adjunto:
http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=236805

”Supongo que ya leyó la noticia que le adjunto. Fue difícil controlar a la prensa, pero lo logramos. Digamos que los periodistas suelen ser fáciles de convencer cuando uno cita un par de teorías y nombres científicos, claro, eso usted lo sabe mejor que nadie. Pero vamos a lo importante. Ocurrió de nuevo, como en lo de las jorobadas del mes pasado en Nueva Zelanda. Los cachalotes estaban destrozados a dentelladas, a la hembra le arrancaron prácticamente todo el vientre. Pudimos calcular el arco de la mordida, ¡6 metros…! Usted tenía razón, son mayores de lo que creíamos. Conseguimos rescatar algunos dientes enterrados en el macho. Carcharadon Megalodon, ya no hay duda. Y están multiplicándose, creo que pronto será muy difícil seguir diciendo que están extintos, la verdad está saliendo a flote…”

CURUÑADI… MEMORIAS DEL PASADO

Nadie sabe si Curuñadi (Tierras Humedas) existió en un pasado remoto o en un futuro aún más lejano, escondido en el interior hueco del mundo o en un valle secreto amurallado por los Andes Patagónicos. Es una región sombría y triste, donde el cielo aparece eternamente cubierto, separado del exterior por cadenas de gigantescas cumbres que pierden sus picos más altos entre las nubes. El valle está poblado de bosques, ríos y lagunas fangosas, también hay un pequeño mar interior, llamado Kuanyip. Las leyendas relatan que el gran valle es el único y último vestigio de la Tierra Vieja, un continente isla sepultado en un cataclismo que duró un día y una noche. La morfología básica del lugar es una larga y angosta extensión de escarpados valles con una anchura máxima de 90 kilómetros y una extensión de norte a sur de casi 1000 kilómetros.

GENERALIDADES GEOPOLITICAS

  • La Tierra Vieja: Es la Tierra Madre, Wenumapu (Tierra del Cielo) en su nombre original. Para algunos el Edén, para otros el espacio donde Ngen (Dios) y sus Ngenhurnu (Angeles), iniciaron su juego en el mundo. La Tierra Vieja es el lugar donde, según las leyendas más ancestrales, surgieron los Elchenes o Adanes, primeros hombres. La Tierra Vieja era un enorme subcontinente, un poco mayor que Europa, que se adentraba por el Océano Pacífico hasta casi alcanzar Nueva Zelanda por el oeste y la Antártica por el sur. En sus dominios surgió una gran y avanzada civilización, que vivió en paz y progreso por casi 10 mil años. Construyeron grandes ciudades y navegaron por el mundo, donde se mezclaron con los nativos y traspasaron parte de sus celosos avances. Pero el poder corrompe y los Señores de la Tierra Vieja fueron haciéndose ambiciosos y soberbios. Dividieron sus dominios en siete reinos (La Casa Huemul, La Casa Albatros, La Casa del Mar, La Casa de las Sombras o Yekamus, La Casa de los Bosques o Yosi, La Casa de la Magia o Kelku y la Casa Antigua o Pincoy), algunos de los cuales aprendieron la fabricación de máquinas y armas con el poder del sol, como los Yekamus Y la Tierra Vieja fue sumida en guerras que desencadenaron una hecatombe en la que terremotos y explosiones volcánicas descontroladas acabaron hundiendo el continente en un día y una noche. La Tierra Vieja desapareció de la faz de la Tierra y de sus memorias. La Isla de Pascua y los canales del sur de Chile son vestigios del cataclismo. Hubo supervivientes, claro, contados con los dedos. Algunos se mezclaron con el resto de los habitantes del planeta y fueron claves en el surgimiento de la actual civilización. Los otros, los menos, los pura sangre descendientes de los mismos Elchenes se refugiaron en valles y ciudades perdidas que no tardaron de desaparecer bajo el velo del mito y la leyenda. Se dice que solo la tierra de Curuñadi sobrevive, anclada en un tiempo ajeno, dominada por la magia y también el miedo.

PUEBLOS

  • Pueblos Libres del Norte: Así se hacen llamar los pueblos supervivientes de la Tierra Vieja. Habitan todos en el hemisferio norte del Curuñadi, entre la cordillera del Hornocapo y el mar de Kuanyip. Agrupa diversos pueblos repartidos en pequeños reinos, como los Yosi, los pescadores de Mochacan, los jinetes de Huemul y los Pincoy. El concilio de sus soberanos se llama a si mismos Señores de la Tierra Vieja y alguna vez sirvieron unidos bajo el trono de Ngenechen de Wenutitlan. Sus enemigo común son los Yekamus del otro lado del mar, del Hemisferio Sur.
  • Jinetes de Huemul: El principal pueblo guerrero entre los Libres de la Tierra Vieja. Aprendieron el arte de domar al Huemul, animal al que usan como cabalgadura y arma de guerra. Son mensajeros y soldados.
  • Mochadores o Mocheros: Pueblo de Pescadores. Se dedican a la pesca y faenamiento de Mochas (Ballenas) y su comercio y existencia depende de estos gigantescos Cetáceos. Veneran con especial temor a la gran Mocha Blanca. Son vestigios de la desaparecida Casa del Mar.
  • Kalkus: Magos, grupo religioso que sirve a los Señores de la Tierra Vieja. Son expertos maestros de la hechicería blanca. Sabios y consejeros, cada vez quedan menos. Sólo son hombres. Visten capas y capuchas azules, verdes y rojas de acuerdo a su rango.
  • Calchonas: Némesis de los Kalkus. Sólo son mujeres, sirvientes de los Yekamus. Brujas poderosas, amas de la magia negra, la mecánica y el engaño.
  • Yekamus: Los adversarios de los Pueblos Libres de la Tierra Vieja. Antigua Casa de las Sombras. Agrupa a la mayoría de los pueblos del hemisferio norte como los Jinetes de Trepiales y los Traukos.
  • Yosis: Enanos, habitantes de los bosques. Son una de las razas más antiguas de la Tierra Vieja y alguna vez se hicieron llamar Casa de los Bosques. Son los duendes de las leyendas patagónicas y tienen poderes sobrenaturales, vinculados con la naturaleza.
  • Pincoy: Otra Casa de los Pueblos Libres de la Tierra Vieja. Son humanos muy delgados, de líneas casi asiáticas, que han sido adaptados a la vida submarina con membranas en sus extremidades y un sistema respiratorio similar al de los cetáceos. Es una de las especies más antiguas y legendarias pero hoy son sólo un recuerdo, refugiado y resentidos, en la ciudad subacuática de Itlan. Se consideran hermanos de los Mochas, por lo que odian con especial desprecio a los Mochadores.
  • Traukos: Pequeños humanoides de un voraz apetito sexual y caníbal. Fueron creados por las Calchonas como una versión repulsiva de los Pincoyes. Viven en cavernas del hemisferio sur y son fieles a los Yekamus. Son tropas suicidas y fieros combatientes. Solo son machos y acostumbran a raptar mujeres para mantener su especie. De todas las criaturas del Curuñadi son las más repugnantes.

BESTIARIO

  • Serpientes Viejas (Tren Tren/Cai Cai): Dragones, serpientes antiguas. Hay dos especies:
    -Tren Tren: Dragones de tierra. Grandes serpientes grisáceas. No tienen piernas, se mueven como boas pero tienen cabezas de dinosaurio, cuernos y escamas. Miden casi treinta metros de largo y habitan en las profundidades del mundo. Están más allá del bien y el mal. Son de color tierra, excepto su rey, Cavilolen, que es enteramente negro. Expulsan fuego por la boca.
    -Cai Cai: Dragones del aire. Serpientes voladoras. Tienen garras y grandes alas de aguila. En lugar de escamas llevan plumas. Son un poco mayores que sus homólogos terrestres, los Tren Tren, y habitan las cumbres más altas del Calén, una de las cordilleras de Curuñadi. De color amarrillo sucio, su señor, Agchen se distingue por su color rojo. Expulsan vientos helados por la boca.
  • Huemules: En un mundo sin caballos, estos cervidos cumplen esta función. Un poco mayores que los huemules del exterior. Los hay además de varios colores. Blancos, pardos, negros e incluso manchados.
  • Basilisco: Criaturas inmundas. Lagartos gigantescos y rastreros. Algunos han sido amaestrados por los Yekamus y usados como monturas y para tirar carros de guerra. Básicamente son dinosaurios saurópodos, como los brontosaurios, cuadrúpedos de cuello y cola larga.
  • Imbunches: Abominaciones creadas por los Yekamus tratando de imitar al hacedor. Hombres artificiales hechos de metal e impulsados por vapor. Son como robots anacrónicos, con un look similar a un hombre locomotora.
  • Mochas: Ballenas. Grandes cetáceos. Es un genérico para ballenas de barba, orcas y cachalotes. Son los grandes mamíferos marinos que habitan en el mar de Kuanyip.
  • Cuero o Huecu: Pez de la familia de las mantas. Habita en el mar de Kuanyip y en los ríos del Curuñadi como el gran Putracautín. Son muy temidos por los lugareños, pero en realidad se trata de una especie pacífica, que incluso puede ser domesticada. Los magos de la orden de los Kalkus suelen usarlos para remontarse por los ríos y lagunas, además gracias a su magia los hacen volar. Sus jinetes siempre van de pie sobre sus lomos.
  • Trapial: Grandes felinos. No son ni tigres, ni leones ni jaguares. Básicamente se trata de Tigres Dientes de Sables supervivientes. Salvajes y feroces. Son los adversarios naturales de los Huemules, tanto así que los jinetes Yekamus los usan de cabalgadura. Son los mayores carniceros del Curuñadi y sólo temen a los Tren Tren/Cai Cai.
  • Albatros: Grandes aves, señores de los cielos. Blancos como el amanecer. Algunos de ellos, los mayores, que casi superan los seis metros de envergadura, ellos tambiñen aprendieron el idioma de los hombres. El más célebre de los Albatros es Curalafken, quien fuera montado por el propio rey Ngenechen
  • Petreles: El reverso de los Albatros. Aves negras, voraces y veloces. Fueron creadas y están al servicio de las fuerzas de la oscuridad. Los Jinetes de Petreles de los Yekamus, los usan para cometer sus fechorías.
  • Camahueto: El Unicornio. Como los Cai Cai/Tren Tren, los Camahuetos son una especie primordial del mundo ancestral. Su cuerno tiene propiedades mágicas y es lo único que puede matar a un Tren Tren/Cai Cai. Viven en las profundidades del bosque y rara vez aparecen. Aunque representan el bien, mantienen una oportunista neutralidad. Pueden ser dóciles como un cabrito o feroces como una tormenta. Hay dos especies. La terrestre, que básicamente es un ciervo muy blanco, con un cuerno recto y en espiral sobre la frente y los marinos, un narval (ballena con cuerno) también completamente blanco. La lanza Curahueco esta hecha a partir de dos cuernos de Camahueto de mar.
  • Piuchenes: Vampiros. Grandes murciélagos chupadores de sangre.
  • Aiwin: Sombras vivientes. Como los Imbunches son anticreaciones de los Yekamus. Sirvientes y mensajeros, no tienen cuerpo ni forma, son simplemente un trozo de oscuridad con voluntad al servicio de sus siniestros patrones.
  • Colo Colo: Gatos dotados de poderes psíquicos. Roban pensamientos y los proyectan como imágenes en las mentes de sus amos. Son astutos e inteligentes. Quedan muy pocos, la mayoría han sido asesinados por hombres temerosos de los poderes de los felinos.

Neftalí Reyes

Neftalí Reyes es conocido principalmente por su labor docente en la escuela de ingeniería de la Universidad de Chile, y como autor de varios libros de divulgación. El más importante de estos, “Incitación al vorticismo y alabanza de la ciencia chilena”, sigue siendo texto de lectura obligatoria en la enseñanza básica.

Sin embargo, pocos han leído el libro, aún inédito, que terminó con su carrera académica. Con el título provisional de Disgresión General, plantea en apretadas 600 hojas mecanografiadas a un espacio la Teoría de la Disipación modial, o Metamorfosis de circuitos cronóticos en condiciones de realidad aleatoria, trabajo que consumió por lo menos sus últimos veinte años de vida.

Sus aportes científicos le valieron el premio nacional de ciencias de 1945, mismo que le fue retirado tras una confusa conferencia de prensa en la que anunció las bases de su teoría. Mantuvo algunas de sus cátedras, si bien con una merma significativa de alumnos y con un estricto control de las materias impartidas. Fue definitivamente despedido en 1953, tras la publicación artesanal de Residencia cuántica, una extraña cruza de poesía, física teórica y política contingente, en donde atacaba violentamente la enseñanza de la ciencia en las universidades.

Tras el rechazo de sus ideas, eligió convertirse en un paria social, enclaustrándose en una modesta pensión de calle Maruri.

ABRIL 04, 2011

Tres meses después del inicio de las hostilidades con Venezuela…

Los ecos de radar solían despertar a los controladores de la base Los Cóndores de Iquique, la mayoría de las veces falsas alarmas: pájaros, vuelos comerciales y una que otra aparición furtiva de unidades adversarias. Nada muy amenazante o muy inusual. Hasta esa mañana.
La sombra era grande, se movía rápido y su silueta fue fácil de reconocer por los operarios del radar. Un Flanker acababa de entrar al espacio aéreo chileno y eso no tenía nada de gracioso. Treinta minutos después, el capitán Martín Cáceres, alias Aucán, tiró hacia atrás la palanca de control de su nave y la tobera del F-16 Puma, rugió impulsando al caza a casi mil kilómetros por hora, en línea recta hacia el supuesto enemigo. Castro, AKA Manque, su compañero de ala, revisó por última vez los sistemas de su máquina y acelero tras el primer F-16. Cinco años de servicio en la FACH y a minutos de ser probados en combate. Dos F-16 Block-50 Puma, versiones de última generación del Fighting Falcón de Lockheed-Martin, prontos a tener su bautismo de fuego en un cuerpo a cuerpo con el orgullo de la aviación venezolana, el SU-30 Flanker de Sukhoi.

Aucán y Manque conocían las fortalezas de sus adversario, sabían que muchas de ellas superaban las prestaciones de sus naves, pero no era menor que habían aprendido a maniobrar el F-16 como pocos. Y como pocos, tenían la certeza que el Puma, a pesar de su menor tamaño, podía ser muy duro para los puñetazos.

El primer Flanker se dejo caer desde el sol y como un rayo de dos colas pasó entre los dos Pumas. “Aucán” giro hacia la nave venezolana y empezó la persecución. El cazabombardero de fabricación rusa ascendió un poco y aceleró sus motores. El primer F-16 se ubicó entre las estelas del SU-30 mientras su piloto, Aucán, desplegó en el HUD de la cabina toda la información del adversario. Apuntó a los motores del otro avión con uno de los dos AIM-9 Sidewinder que asomaban de los rieles ubicados en el borde exterior de las alas. Si las hostilidades se calentaban, un misil de corto alcance sería suficiente. Más arriba, Manque subió su nave y se emplazó encima del Flanker, iniciando las maniobras de disuasión. Aucán pensó que el piloto venezolano confiaba demasiado en las prestaciones de su nave y en el actual escenario, no era saludable confiar demasiado en las máquinas. Abrió comunicación con el SU-30 y le advirtió que estaba en espacio aéreo chileno y que de no abandonar el área de inmediato se verían obligados a abrir fuego. Aunque sabía perfectamente que estaba marcado, el Flanker ni siquiera intentó virar. Aucán activo el cañón M61 de seis tubos, montado al lado izquierdo del fuselaje y se preparó a dar un disparó de advertencia. Pero la alarma de misil interrumpió cualquier acción. La estela de un aire-aire R-27 cruzó el cielo y se dirigió al F-16 de Manqué. A pesar de lo repentino, éste alcanzó a virar y a activar las contramedidas. Había otro Flanker en el área.

Quizás los cazas venezolanos estaban mejor armados y eran más maniobrables que los F-16, pero la aviónica y electrónica del avión de fabricación norteamericana era al menos una década años superior a la rusa. Aucán liberó el seguro del cañón y abrió fuego contra una de las colas verticales del Flanker. Sin embargo la agilidad de la nave venezolana superó a los disparos. Antes de que una bala tocara su superficie, el Flanker apuntó hacia abajo sus toberas orientables y frenó en seco, haciendo que el F-16 pasara de largo, adelantándose para así ponerlo al alcance de sus armas. Aucán maldijo el estar a merced de su adversario y activó de inmediato las contramedidas electrónicas para matar los dispositivos de puntería del Flanker. Supuso que la idea había resultado, porque a pesar de estar pegado a su cola, el SU-30 no fue capaz de marcarlo.

Más arriba, el segundo SU-30 se dejó caer sobre el F-16 de Manque, liberando una ráfaga de proyectiles de 30mm a través del cañón GSh-30-1. El piloto del caza chileno, aceleró para evitar ser tocado, pero no consiguió evadir dos tiros que golpearon contra uno de los estabilizadores horizontales de la cola. Levantó la nariz del Puma y dio un giro en 360º para situarse justo detrás del avión venezolano. Pero las toberas vectoriales del Flanker nuevamente jugaron en contra del F-16, evitando que el caza chileno tomara la delantera. Aucán vio que su compañero estaba en problemas y aceleró para cortar el ataque del segundo Flanker. Apunto uno de sus Sidewinder y disparó, el misil aire aire trazó una curva precisa hacia uno de los motores del SU-30. La nave venezolana ascendió en línea recta, luego comenzó a girar y disparó una salva de dispensadores chaff, los que desviaron al proyectil guiado por calor. Adivinado la movida del Flanker, Aucan aceleró el F-16 y disparó el cañón de su nave contra una de las toberas del SU-30 haciéndola estallar. Cincuenta proyectiles de 20 mm volaron cada centímetro del escape del jet y convirtieron el chorro de la nave en una negra columna de humo y llamas. El avión se sacudió un poco, pero el piloto consiguió remontar apagando el motor dañado, sosteniendo todas las prestaciones de la máquina en su otra turbina. Subió un poco su techo de vuelo y huyó lo más rápido que pudo del lugar.

Aucán buscó a su compañero de ala, pero Manke ya estaba fuera de su rango visual en un vertiginoso cuerpo a cuerpo con el otro SU-30. Usó el radar AN/APG-68 para ubicar a los aviones y cuando los tuvo localizados, encendió el postquemador para interceptar el duelo. El Flanker vio venir el segundo F-16 y acudió a la maniobra cobra para frenar en seco y dejar pasar a sus dos adversarios, poniéndose él en ventaja de tiro. Pero Aucán se apresuró a la maniobra y ascendió su nave por encima del SU-30. Quizás el F-16 no poseía el rango de agilidad aviónica de su contrincante, pero la electrónica superior le permitió prever la opción de guerra del venezolano. Rodeado por dos F-16 y con su compañero fuera de combate, el Flanker no tuvo más remedio que adelantarse a los cazas chilenos, encender sus postquemadores gemelos y acelerar al máximo para salir rápido de ahí. Mach 2.3, casi 2.500 kilómetros por hora era una ventaja de velocidad bastante superior al Mach 2.0 del F-16. Antes de que Aucán y Manke reaccionaran el Flanker estaba lejos de contacto visual, intentar perseguirlo habría resultado inútil.

EL PROCESO – LA RESISTENCIA (I)

Zúñiga separó los cables uno a uno, con lentitud, intentando que la angustia que lo inundaba no se convirtiera en un temblor de manos que terminara por mandar todo a la mierda. Como si todo pudiera irse aún más a la mierda de lo que ya se había ido tras la caída de Belarus en Valparaíso y los fusilamientos de la Plaza Presidente Roosvelt; como si quedara alguna posibilidad, todavía, de que La Organización pudiera detener, o al menos disminuir, los efectos de la última reversión síquica que el Gobierno había implementado, esta vez en la Zona Norte del Protectorado, en las cercanías de los depósitos de uranio de Chuquicamata.
Comprobó que el Geiger funcionara correctamente, para luego calibrar los niveles de radiación a emitir por el dispositivo preparado por Riquelme. Todo parecía funcionar bien, pese al nerviosismo, el sudor frío y los retorcijones, que le impedían visualizar correctamente las probabilidades de éxito de la operación. Palpó el cañón de plasma, que portaba en la cartuchera de la pierna derecha desde su ingreso a La Organización, y un leve dejo de tranquilidad le recorrió el espinazo. “Al infierno no se viaja solo”, pensó, y ajustó el reloj para que activara el mecanismo expansivo a las 4:37 de la madrugada.
La hora en que el Presidente Flores volvía al búnker tras su visita nocturna al Distrito de los Párvulos.

Albatros grises

Que muera conmigo el misterio que esta escrito en los tigres
Jorge Luis Borges, La escritura del dios.

“No pertenecer es cargar con el peso de uno mismo”, pensaba Marcos César mientras caminaba con una tranquilidad artificial bajo la sequedad y el frío de La Paz. Cruzó el lobby con su tarjeta de acceso en la mano izquierda –pues era zurdo– y subió a su habitación en el séptimo piso. Todo estaba ya ordenado, y a modo de adiós miró por la ventana la masiva urbanidad de la capital andina. Luego tomó sus maletas, se despidió del botones y en la esquina de Merino con Sucre subió a un taxi. Intentó sin suerte esquivar la conversación del conductor, y sin más alternativa, terminó por atrincherarse en los monosílabos.

Sorpresivamente arribó al Aeropuerto 21 minutos antes. Sin saber que hacer, y para no levantar sospechas, tomó un café con nutrasweet y compró souvenires. Al rato, por el altoparlante se escuchó cuatrocientos cincuenta y uno, y Marcos César entendió que el momento había llegado. “Es el sonido de la Providencia”, pensó mientras pagaba 15 dólares por una remera I (heart) Bolivia. Mientras se alejaba de la zona de tiendas miro con desagrado el “Made in China” escrito en la etiqueta.

Antes de llegar a la puerta de embarque se detuvo. Giró su cabeza para ver si alguien lo seguía y se encontró, por última vez, con su sombra expatriada. “Por Abaroa”, dijo en entre dientes, mientras su mente se colmaba de una arrebato trágico y glorioso, que lo llevó como autómata, siguiendo pasos inequívocos y discretos, hasta el lugar 17A del vuelo 4-5-1 de LAN.

Sentado al lado de la ventanilla, se sorprendió con su pasaporte en mano. Sus ojos, en realidad todo su sistema, se detuvo como en stand-by y aunque el documento se encontraba a 23 cms de su rostro, sus sinapsis se lanzaron a través de kilómetros de tiempo suspendido.

En 0,11 segundos, que es lo que Marcos César demoraba en parpadear, se proyectó el cortometraje de una vida, y una historia de humillación. En Talca estaba junto a su madre querida y queridísima, que lo acostumbró a comer empanadas, omitir las erres y eses y a abusar de los diminutivos. Perra. Más lejos, extrañamente en cámara lenta, hablaba su padre sobre su amada sierra y lo peligroso de la conexión chilena para su carrera. Héroe. Pero a su madre no le importaban los sentires oficialistas, y sin consultar, armada con sus cuantiosos pesos chilenos, sembró su sangre huasa en La Paz. Compró una casa, como quien instala un cuartel, y se paseó frente a Palacio Quemado, totalmente sorda, ciega y muda a su minusvalía étnica.

La dirigencia, el partido, el estado, el selecto pueblo de los poderosos, no pudo omitir tal invasión, y la chilena y el bastardillo chileno quedaron estampados como una mancha vergonzosa y pública en la vida funcionaria del padre. A 4000 metros de altura, la familia se precipitó cubierta en desgracia, hasta caer a nivel del mar. Hasta el subsuelo del escalafón de la ya no tan nueva elite indígena, que perdonaba, con creciente comodidad la corrupción y el gusto por los vinos franceses, pero no olvidaba la gran usurpación. Una cosa es robar por el bien del país de uno, otra es ser hijo del ladrón extranjero.

Ascendió el párpado, se desnudó la pupila y las imágenes ya no eran sepia. Marcos César volvió al avión y guardó su pasaporte chileno en el bolsillo derecho de su chaqueta de lino. Esperar el despegue fue un non-issue y pasó los minutos posteriores mirando con inusual interés las instrucciones de la azafata para lidiar con una situación de emergencia. Pasaron unos cuantos minutos para que pidiera un trago. No había vodka. Sólo vino chileno y cerveza paceña. Aceptó el vino sin antes soltar una carcajada irónica. La azafata ni se inmutó y continuó moviendo el carrito de servicio, mientras Marcos César miraba algo máas nervioso por la ventanilla y dejaba sobre la mesita del respaldo la copa.

Siete minutos más tarde Marcos Cesar vio al tigre. Este se acercaba con exquisita elegancia por el pasillo y parecía esquivar y atravesar –simultáneamente– a la azafata. El felino brillaba, como sobresaturado. A su alrededor, nada. Sólo veía su blanco y negro –era albino–. La realidad se doblaba sobre si misma y la geometría perdía el sentido y todos sus axiomas. Marcos César miraba con detención cuasi-catatónica una línea cualquiera, cuando se dio cuenta que podía contar –¡eran finitos! – los 111 puntos que la componían. Observó el número 44 de la serie –de izquierda a derecha– y un mandala floreció épicamente a través de él. Los sentidos cedieron y se volvió imposible diferenciar un aroma de un color. El punto ahora era el cosmos, y el cosmos no era otra cosa que un gran orgasmo.

Marcos César ya no estaba ni era. El éxtasis colmó cada una de sus celular nerviosas. Su pupila parecía amanecer mientras los tendones de sus manos vibraban como cuerdas de una siniestra y desconocida banda sonora. Pero todo era leve e imperceptible. Había sido diseñado de esa forma, como un efecto escrito químicamente en minúsculas. Pero claro, él no lo sabía. Para entonces su psiquis se había dislocado, como cuando una rama se parte en dos. En ese momento el bastardillo chileno se había convertido en un Divergente. Un soldado suicida sin capacidad de sentir compasión o piedad, porque en él ya no había conciencia.

Los Divergentes no tenían sustrato emocional. Ni siquiera memoria. Sólo se les decía que serian héroes. El resto, los objetivos, el plan, eran enquistados quirúrgicamente en lo más primitivo de su hipotálamo. Se reemplazaban algunos patrones por otros. Donde antes estaba el acto reflejo de salivación, se quemaban –ese era el nombre técnico– un nuevo condicionamiento. Y así se les enviaba, llenos de gloria y entusiasmo, pero ciegos. El resto era simple: colocarlos en el lugar preciso, a la hora adecuada y esperar que el catalizador –la versión tercermundista de la píldora roja– activara los patrones previamente quemados. En el caso de Marcos César, el catalizador había sido un jarabe para la tos evidentemente adulterado.

En el avión Marcos César difícilmente estaba solo. A su lado, delante o incluso detrás, esperaban sin saberlo otros potenciales Divergentes. Luego de la primera operación se había comprendido que era necesario aplicar redundancia para no repetir otro fracaso. Varios Divergentes en un solo vuelo. Todos aislados, incomunicados. Ninguno consciente de ser parte del engranaje. Sin duda cada uno con buenos motivos. Redimir vergüenzas adolescentes, pagar deudas monumentales, salvar la vida de un padre secuestrado o el peor de todos, amor a la patria. Marcos César se escudó en este uúltimo, pero en realidad tenía escrito en toda su frente el primero. Como si le importase a alguien.

Lo que sucedió luego en el vuelo 4-5-1 La Paz-Santiago es difícil de precisar. El cuadro, sin duda, fue dantesco para quienes se vieron rodeados de mujeres, hombres y niños levantándose de sus asientos de forma espasmódica, balbuceando. Algunos con sangre en las manos tras eliminar a un número indeterminado de pasajeros, otros ejecutando acciones triviales, pero probablemente más necesarias, como lanzar el equipaje de mano hacia la cola del avión.

Finalmente tres Divergentes se reunieron entre las filas 15 y 16. Se abrazaron y besaron en la boca uno tras otro. Sus sexos y edades no vienen el caso. Lo importante era lo funcional, la saliva químicamente marcada que de lengua en lengua era pasada y cerraba el círculo, como quien asegura el mecanismo de una bomba de tiempo.

Todo eso sucedía mientras el 737 de LAN se lanzaba en picada. Segundos antes de estrellarse, el triunvirato -Marcos César incluido- había estallado, disparando desde sus entrañas y en todas direcciones siete litros, el equivalente a 20.000 dosis, de una cadena genéticamente modificada de Machupo, el virus que hace siglos diezmó poblaciones enteras en la selva Boliviana. Solo hubo un error de cálculo. La aeronave cayó a 70 Km. de Santiago, sobre un despoblado. Pero ya habría oportunidad de mejorar y dar en el blanco. Albatros –el termino operativo para un potencial Divergente– sobraban y el dinero fluía como desde la tierra misma, a boca de pozo.