CHILE v/s PERU: ¿Guerra sin fin?

20 de Junio de 1986
CHILE v/s PERU: ¿Guerra sin fin?

Por Hans Dietzel

“¿Es usted periodista?”, me pregunta el Capitán Marcos Saez del Ejército de Chile. “Sí”, le respondo. “¿De qué país?” pregunta nuevamente. “Soy corresponsal del diario alemán Der Spiegel”, le digo mostrándole mi credencial. Saez me observa atentamente, y luego me dice: “Bueno, si es alemán, mejor entonces quítese el casco y esa ropa. Si los peruanos lo ven creerán que viene del sur y le dispararán”.

La advertencia parece no tener mucho sentido, y puede resultar demasiado obvia, pero debe tomarse en serio si uno conoce la historia de Chile. Mientras me quito la ropa, el Capitán Saez me explica que mi apariencia europea (tengo el pelo rubio y los ojos azules) puede confundirme con un chileno de origen alemán, proveniente de la inmensa colonia teutona presente en las principales ciudades del sur chileno. “Los cholos tienen preferencia en matar a gente del sur” me advierte. “¿Y eso por qué?”. “Por una cuestión de complejo racial”, responde.

“Cholos”. Así llaman los chilenos en forma despectiva a los soldados peruanos. Hay también epítetos y actitudes peores que reflejan un odio de más de cien años y que ha transformado la reciente guerra entre ambos países en uno de los conflictos más sangrientos de América Latina. “Los peruanos siempre nos han odiado, por eso esta guerra es algo normal para nosotros. Sabemos que tarde o temprano ocurriría. Pero no lograrán derrotarnos. Es cosa que vea la historia. Chile nunca ha perdido una guerra” me explica Saez.

Una guerra que desde su inicio en 1979 ha cobrado más de treinta mil víctimas, sin señales de victoria para ninguno de los bandos. En realidad, cada país maneja sus propias versiones y han desarrollado una amplia campaña diplomática para acusarse mutuamente de iniciar las hostilidades. Lo que hace cinco años comenzó con un despliegue de tropas en las respectivas fronteras a poco de cumplirse cien años de la llamada Guerra del Pacífico (conflicto en el cual Chile derrotó y humilló a Perú y Bolivia a fines del siglo XIX) es hoy en día una de las guerras más duraderas de los últimos años, y que parece no tener fin.

Si bien los peruanos lograron sorprender a las fuerzas chilenas en las primeras semanas de iniciado el conflicto, capturando gran parte del territorio que el Perú perdió durante la última guerra, los chilenos lograron repeler la avanzada y montar un violento contraataque que diezmó a gran parte de las fuerzas peruanas que seguían hacia el sur.

“Fue una estupidez”, dice Fabricio Couto, analista de defensa del Centro de Estudios Estratégicos del Brasil. “El Alto Mando peruano buscaba emular la ofensiva egipcia contra los israelíes durante la Guerra del Yom Kipur, es decir, reconquistar territorio perdido y forzar una negociación. Pero las divisiones internas en el Ejército Peruano, junto con el clamor popular, hicieron que algunos generales con ambiciones políticas, al ver el éxito de la ofensiva, siguieran avanzando. Eso produjo el alargamiento de sus líneas de abastecimiento, quedando expuestos a los bombardeos de la Fuerza Aérea de Chile y a la posterior contraofensiva. El plan original era mantenerse en el territorio ocupado y asegurarlo con poderosas líneas de defensa. Las fuerzas de tierra destinadas a proveer esas líneas continuaron avanzando cuando vino el ataque de los chilenos.”.

Ahora, desplegadas en gran parte del desierto nortino, chilenos y peruanos se observan desde sus largas trincheras esperando un nuevo ataque de infantería o un bombardeo. Los duelos de artillería se han transformado en una pesada rutina, tal como sucede entre indios y pakistaníes en Cachemira. “Ellos nos bombardean y nos cubrimos. Luego los atacamos nosotros. Cada uno de los bandos recoge sus muertos y heridos, preparándose para otro día. Así de simple” me explica Saez. “Con el tiempo se vuelve algo aburrido, pero ya estamos acostumbrados”.

Saez y sus hombres se lo toman como un trabajo más. Pasan gran parte del día recolectando agua y chequeando sus armas. A veces sus ojos se vuelven hacie el cielo, persiguiendo el ruido de algunos jets de combate que rompen el distante silencio del desierto. Por momentos incluso, no parece haber guerra para ellos, aunque saben muy bien que en cualquier momento las cosas pueden volverse muy feas. “Hace tres semanas una columna de tanques apareció más allá de esos camiones que ve humeando. Eran tanques T-80 de fabricación rusa. Se nos había acabado la munición para los antitanques, así que ordené a mis hombres preparar unas molotovs y lanzarlas cuando los tanques estuvieran a menos de quince metros. Poco antes que atacáramos, la puerta de una torreta se abrió y pudimos ver a un soldado chileno que nos gritaba para que no disparáramos. Eran boinas negras que operaban tras las líneas peruanas. Robaron los tanques aprovechando que los peruanos estaban viendo un partido de fútbol de su selección”.

El dato no es menor. Según informes del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, durante el reciente Mundial de México los peruanos sufrieron graves pérdidas debido a que los chilenos aprovecharon el descuido de varias unidades peruanas, cuyo personal estaba más preocupado de la suerte de su selección en las semifinales, algo que los chilenos lograron evitar gracias a que su selección no clasificó para la cita mundialista.

Saez se ríe contando ésta y otras anécdotas y sus hombres celebran. Creen que la guerra terminará pronto y que la victoria será para Chile. Confían en el peso de su historia y en el enorme prestigio de sus fuerzas armadas. “Nosotros tenemos vocación militar, disciplina, ellos no. Con el tiempo eso hará la diferencia”, me explica Saez. “¿Qué harás cuando la guerra termine?”, le pregunto. “No lo sé. Quizás retome mis estudios de técnico-agrícola o bien me quede en el Ejército trabajando como instructor. Nunca se sabe cuando puede venir otra guerra”.

Der Spiegel

LA EDAD DE PLATA

Nuestra Edad de Plata comenzó oficialmente el 30 de Mayo de 1962, cuando en la ceremonia de inauguración del Séptimo Campeonato Mundial de Fútbol en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, el Presidente de la Federación de Fútbol, Juan Goñi presentó ante la enardecida multitud a La Selección Tricolor, los vigilantes oficiales de Mundial y la nueva generación de Superhéroes Chilenos. La idea de crear este equipo fue del propio Carlos Dittborn, gestor del evento deportivo, fallecido meses antes. Dittborn encargó a un equipo especial del departamento de prensa y relaciones públicas de la organización del campeonato que crearan un símbolo. Pero uno diferente, concreto, más allá de las tradicionales e infantiles mascotas mundialeras. Pedro Fornazari, jefe de Prensa, contrató a Mario Uso, destacado y veterano ilustrador chileno de ascendencia italiana para que ideara este solicitado símbolo. Y Uso era sin lugar a dudas la persona idónea. En su currículo destacaba la creación y el diseño de Ordeniapatria, el más popular de los campeones patrios de la edad de oro.
El estudio de Uso y asociados propuso a la Federación la creación de un equipo de superhéroes inspirados en la Selección Nacional, el cual apropiadamente fue llamado Selección Tricolor ya que sus uniformes y capas ostentarían los simbólicos colores patrios. Juan Francisco Iturra, secretario de Prensa del Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez vio con buenos ojos esta iniciativa y dio todo el apoyo del Estado a ella. La Selección Tricolor no sólo debía ser un símbolo futbolístico, sino también un icono de esperanza nacional tras el devastador terremoto de 1962. Y así fue. Tanto que jamás nadie se preguntó porque no habían aparecido un par de meses antes para ayudar a los damnificados en el pavoroso cataclismo que prácticamente sepultó a la sureña ciudad de Valdivia.
El propio Ordeinpatria, en su regreso a la acción, presentó en la inauguración del Mundial del 62 a la flamante Selección Tricolor, comandada por el delantero, Capitán Tricolor e integrado por Portero Tricolor, el rudo del equipo; Defensor Tricolor, el joven impetuoso; Juez Tricolor, el cerebro y arbitro y Señorita Tricolor, la bella de bellas, figura que no tenía mucho que ver con el fútbol pero que dio el toque sensual y femenino al equipo, además de aportar la siempre necesaria tensión sexual entre sus integrantes.

Por casi ocho años, entre 1962 y 1969, la Selección Tricolor, acompañada Ordenipatria protagonizaron giras, radioteatros y revistas de historietas. Inspiraron muñecos de acción y fueron el sueño de cada niño. Todos querían ser miembro de la Selección Tricolor. De hecho su popularidad sólo fue equiparada por la de los nuevos cantantes chilenos de la llamada Nueva Ola. Sin embargo, ni el arrastre de figuras como los Red Junior (cuyo nombre se pensó a partir de una estrategia para crear un equipo de héroes cantantes) o la de José Alfredo Fuentes tuvo el poder popular de un Capitán o un Portero Tricolor.

Pero el ritmo de las cosas cambió el 20 de Julio de 1969. Ese día el astronauta norteamericano Neil Armstrong pisó la superficie lunar. El acto no sólo marco un gran salto para la humanidad, sino el fin de los superhéroes como campeones favoritos de la imaginación. Los niños y adolescentes ya no querían ser vigilantes enmascarados, sino ir a la luna en un cohete. La carrera espacial dejó claro que no se necesitaban ni identidades secretas ni poderes extraordinarios para convertirse en el mayor de los héroes. Mario Uso y su equipo de dibujantes intentaron darle un nuevo impulso a la Selección Tricolor, matando al veterano Ordenipatria en una de las aventuras más tristes de la historia superheroica nacional y reemplazándolo luego por Astro Chileno, el primer cosmonauta de este lado del mundo. Pero no dio resultado. Como tampoco sucedió con la magnífica boda de Señorita Tricolor con Capitán Tricolor. Evento esperado por años pero que, paradójicamente, cuando sucedió, no fue aclamado por las masas. El 20 de Febrero de 1970 se disolvía la Selección Tricolor y con ella acabó nuestra edad de Plata.
Pasarían diez años antes de que volviéramos a tener nuevos superhéroes. claro, en un marco social y político muy distinto.

Alvaro Bisama y «Caja Negra»: El esfuerzo por lograr una literatura realista en Chile

La obra «Caja negra» del crítico (y ahora novelista) chileno Alvaro Bisama ha venido a romper el escenario narrativo nacional con su desusada descripción intimista de paisajes interiores, un acabado estudio psicológico de diversos personajes encerrados en sus temores y contradicciones, y la cuidadosa recreación costumbrista de las costumbres de las elites capitalinas. Realista a ultranza, y discípulo confeso del incomprendido y jamás reconocido José Donoso, Bisama hace un esfuerzo mayúsculo para sacar a la novela chilena de sus disquisiciones fantásticas y su ya repetida reutilización del pastiche pop y los best-sellers fantásticos de exportación.

«Sólo quise hacer la novela que siempre quise leer» dice Bisama, quien se declara harto de la industria comiquera nacional, de los repetidores de la fantasía heroica de la medievalista Gabriela Mistral y del rol de vaca sagrada del escritor de space opera Pablo Neruda, que ha influido a diferentes generaciones de chilenos con su imaginación desbordante y su gusto por los excesos. «En cuanto se comienza a mirar por debajo de la permanente invención en la literatura nacional» explica el autor, «surge de inmediato una oculta nostalgia por los cuadros que rescaten la médula de la experiencia humana, la relación del hombre con sus pares, la pincelada sencilla pero certera que habla de cosas simples pero reales que nadie quiere enfrentar, como la vida de los jóvenes drogadictos en la década de los ochenta, los desencuentros amorosos en una ciudad donde todos pierden la memoria y la identidad. La orfandad, el crimen, las deudas no saldadas de la dictadura, el malestar de la transición.»

Aunque ha recibido buenas críticas, su novela aún es vista como un experimento fuera de lugar. En cuanto a las ventas, es difícil que se acerque a los niveles de superventas como «El revés del alma», el thriller sobre la manipulación cibernética del hilo de plata, de la artista plástica Carla Guelfenbain, o el tomo cuatro de ucronías de la historia de chile, donde contribuyen autores que comparten su trabajo en literatura con la música electrónica (Rafael Gumucio), el cine (Enrique Lafourcade), el video clip (Hernán Rivera Letelier) o la música de cámara (Alberto Fuguet). «He sido fiel a la literatura» reconoce Bisama, que ha centrado su carrera en los estudios críticos del poeta post-creacionista Jorge Teillier y de la poesía religiosa de Gonzalo Rojas.

Aunque una estrella solitaria en el panorama nacional, «Caja Negra» se liga a otros esfuerzos del realismo, como la novela-testimonio sobre la dictadura, «Ygdrasil», del arquitecto y sindicalista Jorge Baradit, o las irregulares columnas costumbristas del mundo rural chileno, del agudo observador Francisco Ortega. Rodrigo Mundaca, director del fanzine TauCero, reconoce que la literatura realista puede tener un espacio dentro de la literatura nacional, y que el panorama es mucho más alentador en otros países hispano hablantes.

El tiempo dirá si los esfuerzos de estos autores persisten y abren una brecha en la tradicional literatura y cine fantásticos tan propios de Chile que se han vuelto parte de nuestra imagen-país: «Chile, donde pervive la Ciudad de los Césares». «Nuestro país hubiera tenido una literatura distinta si la ciencia ficción de Neruda no hubiera opacado los sencillos versos láricos de autores hoy olvidados como Nicanor Parra» explica Mundaca. Sin embargo, reconoce que el momento fundador de nuestra literatura está en las largas horas que los escolares de Chile le dedican, por el currículo de las clases de Lenguaje y Comunicación, a las aventuras del superhéroe intergaláctico «Martín Rivas», piedra angular de nuestra literatura.

El Rey y el General (1)

Obreros que trabajaban en la ampliación de los muelles de carga del puerto de Concepción, encontraron los restos que presuntamente serían los del mítico Arauco.

Como se sabe, en 1870 el Rey de la Araucanía, Oreille Antoine Tounnens, le declaró la guerra a Alemania, como “Gesto de nobleza hacia mis orígenes”, gesto que fue acompañado de una teatral entrega de los documentos correspondientes en la legación Alemana de Santiago. Pese a que su séquito de conas y machis, abogados y políticos estuvo acompañado de miles de personas, las puertas de la legación permanecieron cerradas, lo que el populacho interpretó como otra muestra de la apatía y poco sentido del humor germano, lo que fue premiado con el alegre apedreo y posterior incendio del edificio.

Oreille, que siempre había gozado de amplia popularidad en Chile por su extravagancia, regresó al exiguo reino que mantenía en Arauco, concesión del gobierno de Manuel Monnt que provocara en su época un escandalo político, debido que gran parte del congreso opinaba que el Rey de la Araucanía era un aventurero peligroso, que debía estar encerrado, o ser expulsado del territorio. Una colecta organizada por sus partidarios permitió la compra de un predio al sur de Coelemu, que Oreille llamó “Nueva Francia”, con límites desmesurados que el mismo decretó desde el BioBio hasta el estrecho de Magallanes, y de cordillera a mar.

En Coelemu, a su regreso de Santiago, lo esperaba el general Nathaniel Merrill, uno de muchos militares Estadounidenses llegados al país tras la derrota Unionista en la Guerra Civil Americana. Merril, cuyos servicios fueron rechazados por el ejército Chileno debido a su carácter e historial, se unió a la causa de Oreille, conviertiéndose en su factótum y embajador personal ante los gobiernos y cortes del mundo, amén de asesor en asuntos militares.

Huele a espiritu popular

8 de abril de 1994

Salvador Allende fue encontrado muerto en un cuarto arriba del garage de su casa producto de una herida a bala auto-inflingida en la cabeza. El reporte de carabineros estima que Allende murió el 5 de Abril. Su esposa Hortensia Bussi ha declarado a los medios que la adicción a la heroína del músico chileno mas influyente de la historia sería una de las principales causas de la depresión que lo llevó a tomar tan drástica decisión.
Miembros de la ahora extinta banda de rock «Revolución» han organizado un homenaje póstumo, según declaraciones del baterista Augusto Pinochet «es una pérdida enorme para todo el mundo, una creatividad como la de Salvador es una en un millón».
Pinochet piensa retomar su carrera musical con su proyecto paralelo «Los Hawker Hunters» y el primer álbum lo harán en memoria del fallecido compositor del himno «Huele a espíritu popular».

Loop (1)

El hombre agoniza en Perú. Se muere de pena. Tiene un agujero negro en la cabeza. Un Aleph. Recuerda todo, ve todo. Nunca ha sido como San Martín o Bolívar, un utopista. Estuvo ahí e hizo lo que hizo. Eso fue todo. Luego desapareció. Ahora sueña y nosotros vivimos ese sueño. El de un viejo soldado que agoniza en el exilio. Nada más que eso. El futuro es el pasado. Un sueño que es un poema pero también un campo de concentración.

The City

“los muertos salen de sus tumbas/ los aviones vuelan hacia atrás/ los rockets suben hacia los aviones/ Allende dispara/ las llamas se apagan / se saca el casco / la Moneda se reconstituye integra/ su cráneo se recompone / sale a un balcón”.

Traducción de «The city», E.P de la banda punk DEAD WAVE. Publicado por Epitaph Records, Iowa, 1977.

*Letra y música: Gonzalo Millán (1947-2006)

El día del Chacal

A la distancia, “El chacal de Nahueltoro” (1969) de Miguel Littin puede ser vista como una mediocre cinta sobre un asesino en serie campesino, que contó con la ventaja de estar sobrelegitimada por su exceso de retórica y sus homenajes apenas asumidos al neorrealismo italiano. Asumiendo el formato realista (blanco y negro, cámara casi documental) Littin ejecuta una biopic sobre la vida y obra de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, un sujeto iletrado que asesinó a su familia y luego fue reeducado en prisión para ser, paradójicamente, fusilado por el Estado que lo había alfabetizado. Sobresale la actuación de Nelson Villagra como el asesino que sostiene conversaciones con un sacerdote calvinista sobre la fe antes de bailar una cueca con un fantasma en su celda, momentos antes de su fusilamiento.

Para los fans y cinéfilos circula una versión alternativa en clave splatter remontada –y en un claro tono postcine– por Mario Francia en 1996 con escenas nuevas donde el Chacal –siempre de espaldas- se come los cerebros de sus víctimas y es poseído por el fantasma su ex mujer. Esta versión cuenta con un score hecho ad hoc por la banda straigth edge osornina “Di Girolamo kids”. Luego de ese experimento, en 1998, Francia estuvo a punto de hacer una continuación (“El Chacal regresa desde el infierno”) pero no prosperó por problemas de derechos y porque la tecnología de efectos stop-motion que quería ocupar resultaba demasiado cara.

Mori, Héctor. «Diccionario de cine chileno». LOM Ediciones, Santiago, 2002

The Shadow

7 de septiembre, 1986
Este día el mundo perdió a Orson Welles, un gigante del cine. Nacido el 6 de mayo de 1915, en su niñez fue catalogado de niño prodigio. En 1938, junto con varios colegas de su compañía, representó por radio, en la cadena CBS, una adaptación de la obra de H. G. Wells «La guerra de los mundos«. El realismo fue tal que la emisión causó auténtico pánico en Nueva Jersey, donde, según la obra, estaba teniendo lugar la invasión de los extraterrestres. Su obra cumbre fue la película Ciudadano Kane, obra que lo llevaría al estrellato indiscutible del género.
El símbolo de la genialidad murió mientras filmaba un documental en Santiago, Chile sobre autoritarismo militar en Latinoamérica. Welles viajaba en una caravana gubernamental cuando el vehículo fue atacado por el grupo subversivo FPMR. Para homenajear la vida del director, varios cines nacionales proyectarán sus películas durante el resto del mes.
En el ataque, también fueron muertos el chofer del vehículo, José Lezanos, un guardaespaldas, Pedro Gomez, y el Gral. Augusto José Ramón Pinochet Ugarte.
Wikipedia

Huracán Extraterrestre

Vía: Nasa/Cassini Homepage

La sonda Cassini, que orbita Saturno desde el 2004, tomó las primeras imágenes de un huracán en otro planeta.
El monstruo de 8000 kilómetros de diámetro (dos tercios del diámetro de la Tierra) se ubica en el polo sur de Saturno, moviéndose en contra el sentido horario a 550 kilómetros por hora.
En el site de la misión hay una pequeña filmación del huracán.

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Aún en nuestro pequeño vecindario, el Sistema Solar, hay muchas cosas por ver. Ni hablar de lo que hay puede haber más allá.