El 21 de julio del año 2003, una joven secretaria se dirigía como todos los días, a su trabajo en las oficinas del consulado italiano en Boston. Junto a los escalones de la entrada, una baldosa suelta llamó su atención. Al percatarse de que bajo el mármol había un paquete oculto, se puso muy nerviosa. Pensó que se trataba de un nuevo atentado terrorista. Avisó inmediatamente a la policía y pronto todo fue un caos.
Pero no era una bomba: en el interior de una caja metálica envuelta en plástico, los expertos del escuadrón antibombas encontraron varios cuadernos llenos de notas, algunos recortes de Continue reading «Jaula para Marmotas»
Esta es una de las mejores películas que he visto este último tiempo. Creo que varios ya saben que este es un drama romántico entre preadolescentes con un telón vampírico de fondo, pero no se engañen, no es para nada comparable con la ultramelosa miel-con-leche-condensada-revuelta-con-azúcar «Twilight».
Nik sabía que ya iba siendo hora de salir a cazar algo. Los restos del último saqueo eran un triste recordatorio de lo mal que estaban las cosas. Entre él y la mujer que mantenía encadenada en la habitación del segundo piso, ya habían repasado tres o cuatro veces todas las bolsas, las latas y las botellas recolectadas en las casas vecinas durante la última semana.
Un mito que circula a veces es que los observatorios astronómicos sólo sirven a países extranjeros que envían a su gente a llevarse datos que no comparten con las universidades chilenas. Por tanto, se pregunta la gente, ¿de qué le sirve a Chile prestar su territorio y apoyar la instalación de estos proyectos? Quiero responder a esto precisamente desde mi perspectiva de científico chileno.
Una antigua creencia, ya transformada en mito, señala que la genialidad se presenta asociada de manera casi inevitable a la locura. Muchos destacados creadores, de las más diversas disciplinas, a su innegable talento suelen acompañar comportamientos excéntricos, que a veces están en el límite del desvarío.
La Reina, Santiago de Chile. Nov. 1979
Uno de los personajes del comic
Si alguien me dijera que los alemanes tienen un interferómetro láser de 600 metros de longitud escondido en alguna parte de la campiña al sur de Hannover, probablemente me asustaría un poco. Sobretodo porque no sé que diablos es un interferómetro láser, pero es un nombre inquietante (más aún uno de 600 metros de largo).
Esa mañana tomé la revista de espectáculos y la comencé a hojear con cierto desenfado. Era sábado y me encontraba de descanso, después de una semana ajetreada. Leí algunos artículos banales, me enteré de las privacidades de los famosos y llegue a las últimas páginas. Invariablemente en este tipo de publicaciones encontramos esta socorrida sección, la de los horóscopos. Para mi signo decía: «Hoy será un día ajetreado. No emprenda trabajos demasiado complejos o podría terminar en desagradables fracasos. Su número de la suerte es 7». Lo anterior apoyaba mi tesis de