Santa María


Desde la escuela, el Rucio, obrero ardiente, responde sin vacilar, con voz valiente, sin quitar los ojos de la mirada indiferente y orgullosa del perro de mierda que tiene al frente.

* Usted, señor General, no nos entiende. Seguiremos esperando, escuche bien, así nos cueste. Ya no somos animales – los obreros alzan un “¡NO!” al caluroso cielo iquiqueño.- ¡Ya no rebaños! Levantaremos la mano, el puño en alto.
Vamos a dar nuevas fuerzas con nuestro ejemplo. Y el futuro lo sabrá…se lo prometo.

El pampino le da la espalda unos segundos al militar para mirar a sus compañeros. Decirles que no pierdan el coraje, que no tengan miedo. Qué es mejor morir antes de seguir viviendo en las condiciones miserables que habían sido condenados a soportar. Morir antes de cederles la condena a sus hijos y nietos. Antes de que la gente al poder permanezca ahí, ignorando las dolencias del pueblo y dejando que las necesidades de la gente pobre sea pisoteada por sus intereses de lujo y más, más poder. Todo eso les dijo con sus ojos ígneos, y los obreros y sus mujeres y niños entendieron el mensaje, se fortalecieron de confianza y palmaron la espalda del Rucio con sus espíritus desgastados por el sol en desierto grande y sus rostros secos, quemados por la sal. El hombre volteó hacia el señor Silva Renard, nuevamente y dijo:

– Y si quiere amenazar, aquí estoy yo. Dispárele a este obrero al corazón.

Roberto Silva que lo escucha no ha vacilado, con rabia y gesto altanero le ha disparado, y el primer disparo es orden para matanza y así habría comenzado el infierno con las descargas, si no fuera porque la bala chocó contra el pecho del rucio Olea y cayó humeante delante de sus pies.
Los militares se miran desconcertados. El obrero se quita la camisa y revela una especie de pectoral de acero en donde del disparo solo está el rastro de una mancha grisácea.

* ¿ Que si no acatamos ordenes lo sentiremos?

Luís Olea mueve sus manos señalando a sus compañeros que es la hora. Cada uno de las más de 20.000 personas, incluyendo obreros y sus familias, comienza a armarse de la nada. Aparatos que no caben en la limitada inteligencia militar apuntan a sus cabezas. Los rostros de hombre mujeres y niños han sido cubiertos en segundos por yelmos de color cobrizo y bajo sus ropas también cargan pieles de metal.
– ¡El general es mío!- grita el Rucio, y con su voz se despiertan las de los que han debido callar por mucho tiempo. Luego salta sobre los hombros de Silva y de sus muñecas armadas emergen cuchillas que cercenan sus brazos. Los obreros arremeten contra los uniformados y éstos a su vez, aun confusos, disparan y ametrallan sin dirección ni concierto.
Ruidos metálicos orquestan la tarde en la escuela Santa María de Iquique, como si de una batalla medieval se tratase.
Los niños aguardan dentro y fuera de la escuela. Esperan un llamado que no desean, el de ser utilizados como refuerzos. Ven a sus padres y madres disparar con máquinas doradas que expulsan vapor y llevan sellos en un idioma extranjero grabados en sus costados. Los ven utilizar lanzallamas a petróleo que cargan en pesadas esferas de hierro a sus espaldas bajo mochilas de lana. Ven a unos pocos, al parecer más ágiles y hábiles que la mayoría, manipular largos machetes y espadas. Su movimientos no se ralentizan con las armaduras pues las suyas están hechas para ello, para ser la punta de la flecha obrera. Y el rucio es uno de ellos.
El general apenas puede hablar por el dolor, pero oye cada palabra de su victorioso Némesis anarquista. Y ve sus ojos, esos ojos de furia, de seriedad asesina. No parece demasiado cómodo con lo que hace, pero sabe que debe hacerlo. Y lo que dice se hace escuchar por todo el campo de batalla, por todo Iquique y luego todo el norte del país.

* Esto no es ni será una comedia, jamás inventamos nuestra miseria. Entendemos nuestros deberes, pero no son hacia ustedes, quienes son los verdaderos ignorantes. No perturbamos el orden, nosotros lo somos. Y no hay mal que pueda ya sorprendernos.

Usted, señor, quien nos dice ladrones porque exigimos respeto, dignidad y la vida que por vivir merecemos, quien nos llama traidores por no acatar las ordenes de los que no tienen que trabajar todo un día quemándose la piel oscura para entregarle una mugrienta ficha a sus hijos, usted gran señor, no sabe que su tiempo ha acabado. El suyo y el de sus cómplices, y que nuevos vientos vienen soplando desde todos los rincones del mundo, vientos que borrarán lo sucio, lo viejo y podrido, el egoísmo que se traga al mundo. Quizás, si las cosas no hubieran sido como son hoy, quizás luego de que usted llevara a cabo la masacre que pretendía, conservaría su puesto importante y seria reconocido como héroe y llamarían cobarde a quien le ofendiera o quisiera venganza. Pero no, las cosas no saldrán así pues somos el primer suspiro de la tormenta que se avecina, señor.

Antes que el rucio acabara su discurso, el general había muerto desangrado. Con su muerte, la mayoría de los militares se rindieron y cedieron sus armas ante la obrerada y sus vidas fueron perdonadas, utilizados como rehenes contra las tropas que seguramente llegarían a ese nuevo territorio liberado, el primero de muchos por venir.

El rucio, cansado, miró el tejado de la escuela. Una figura humana y oscura, contrastada por la luz del sol que se escondía de a poco, estaba sentada y parecía sonreír, o eso sintió Luís, quien levantó su mano y saludó al hombre. Su hijo, que descubría su cabeza y caminaba a abrazar a su padre, preguntó quién estaba parado allá arriba.

– Son nuestros sueños.- dijo.

Autor SEBASTIAN GUMERA

Reciclaje


«Adjuntamos la primera imagen, filtrada por el sitio «Uesebe», del prototipo YAGAN-1, el primer androide multitarea producido íntegramente en Chile con materiales reciclados de los basureros informáticos comprados a Tailandia en secreto hace dos años. Miembros de CORFO no han negado la existencia de prototipos defectuosos e incluso de accidentes fatales en las dependencias de CYBERCHILE en los alrededores de Quilicura. La fotografía se habría filtrado junto a la información de que un destacamento de 30 de estos androides estarían full-operativos para ser enviados a la frontera con Perú para cumplir con labores de rastreo y contención en campo de batalla. La comisión de derechos humanos puso la voz de alerta al descubrirse que para el desarrollo de las motherboard de combate se habrían basado en el patrón neuronal de Manuel Contreras Valdebenito. El abogado de esa colectividad aventura una querella contra todos los androides porque según él «cada una de esas bestias ES Manuel Contreras y la justicia chilena ha dictaminado que «el mamo» es un peligro para la sociedad que debe permanecer bajo custodia de gendarmería». Otra arista de la polémica se basa en que uno de los integrantes del team de desarollo es la corporación Carlos Cardoen-Gaona, conocida por la opinión pública luego del escándalo internacional que desató su ultimátum al gobierno boliviano de que harían caer todos sus sistemas defensivos si el Estado boliviano seguía negándose a cancelar los honorarios por servicios prestados a su naciente flota marítima. Hecho que desató las represalias de Bolivia a las instalaciones subterráneas de Cardoen-Gaona en Cochabamba y la posterior intervención militar chilena en territorio altiplánico.
La prensa internacional festina con el hecho de que Cardoen-Gaona hayan desatado la misma guerra con la que hoy lucran abiertamente. Se ha dicho que cada YAGAN vale la friolera de 120 millones de pesos cada uno.

La Tercera, 02 de febrero de 2012

imagen ®Carlos Eulefi (Kaek)

¿Sueña un científico con ovejas científicas?

Editorial TauZero 24¿Huele distinto la rosa cuando la huele una científica? Hay un cuento de Julio Cortázar en que una persona compra un diario y lo lee en un banco de la plaza, donde lo que abandona ya no es un diario sino un montón de papeles. Lo encuentra alguien que aún no ha leído las noticias, de modo que convierte aquel montón de papeles nuevamente en un diario. Con el mundo pasa algo similar, pues aunque la realidad entra por los ojos, ello no es lo que vemos. Creo que fue Thomas Kuhn quien planteaba un ejemplo de esto mismo con más sabor histórico: dos personas, una de la Edad Media y otra del Renacimiento, observan un atardecer. Ambas presencian el mismo atardecer, pero mientras la persona de la Edad Media ve el Sol moverse en busca del horizonte, la persona del Renacimiento ve la Tierra rotar sobre sí misma y perder el Sol de vista. El mismo mundo se convierte de persona en persona en una ilusión, en una cárcel, una fiesta, un infierno, una empresa, un lupanar. ¿En qué se transforma cuando llega a los ojos de un científico?

Tienes en tus manos (o ante tus ojos) uno de los números más audaces de Tauzero. Aunque la revista carga un rótulo, por voluntad del Gran Ingeniero, que la anuncia como un medio que se dedica parcialmente a la “valoración de la ciencia”, en la práctica son aún pocas las personas que asocian Tauzero con divulgación científica, no importando que como referente de CF ya se halle bien consolidada en el medio nacional. Seguramente se debe a que en Chile creemos encontrar buenos medios de divulgación científica si visitamos el kiosko. Es una creencia que no comparto, pero no oso predecir qué día esto cambiará. Que el país “no está maduro” (por usar una excusa con que postergamos hacer muchas cosas que en el fondo sabemos que están bien, pero que preferimos dejar para unos 20 o 30 años más adelante, cuando en el extranjero ya sean algo añejo) para una publicación de divulgación científica que al mismo tiempo sea de buena calidad y un buen negocio, es una posible explicación del panorama que hoy encontramos; que es posible hacer ese tipo de publicación, y hacerla entretenida, es algo que este número intenta probar. O al menos es la audacia que quisimos intentar.

Así las cosas, en esta edición de TauZero, tanto los contenidos como sus autores están relacionados de una u otra forma con la ciencia. [TZ]

Eduardo Unda-Sanzana
Astrónomo

De científico a escritor de ciencia ficción: Alastair Reynolds

Uno de los nuevos valores de la Ciencia Ficción anglosajona es Alastair Reynolds, quien con su cuento “Azul Zima”, reconocido en la antología “The Year’s Best Science Fiction: Twenty-Third Annual Collection” de Gardner Dozois (2006), es parte de esta edición de TauZero.

Nacido en Gales, con un doctorado en astronomía y varios años de trabajo en el mundo científico, desde el año 2004 Reynolds decidió dejar los telescopios y los análisis matemáticos para dedicarse de tiempo completo a su otra pasión, escribir Ciencia Ficción.

Con siete novelas ya publicadas, más varias compilaciones de historias cortas, Alastair Reynolds construyó al inicio de su carrera un universo imaginario que abarca desde un futuro cercano (con cuentos situados a un par de siglos del presente) hasta un remotísimo futuro distante, en que la humanidad pierde ya su esencia. Este es el universo de “Espacio Revelación”, y es un marco general en la mayoría de sus obras. Continue reading «De científico a escritor de ciencia ficción: Alastair Reynolds»

H.G. Wells y la cuarta dimensión

HG Wells y la cuarta dimensionEn septiembre de 1945, el bombardero norteamericano Enola Gay dejó caer una bomba solitaria sobre la ciudad de Hiroshima, destruyéndola completamente junto a cientos de miles de sus habitantes. El hongo atómico que de ella surgió marcó el destino de la humanidad para siempre y contribuyó en gran medida a controlar las guerras entre las naciones. De ser un deporte civilizado, la guerra pasó a ser el preámbulo del holocausto final, por lo que de ese momento en adelante las potencias lo pensaron mejor antes de iniciar sus periódicas carnicerías de las nuevas generaciones. Continue reading «H.G. Wells y la cuarta dimensión»

Zetética y la desmitificación científica de las supersticiones

Henri BrochHenri Broch, Doctor en Ciencias, es el fundador del Laboratorio de Zetética de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Niza. Es autor de más de 150 publicaciones y 6 libros. Uno de ellos, “Conviértase en Brujo, conviértase en sabio”, co-escrito con el premio nobel de física George Charpak, fue el que nos introdujo en el concepto de Zetética, disciplina que promueve el pensamiento escéptico al analizar y desmitificar científicamente los fenónemos paranormales, pseudociencias y supersticiones de toda clase.

Para indagar más sobre la Zetética (que en griego significa búsqueda, inspección) contactamos a Henri Broch, quien amablemente accedió a responder las interrogantes que le planteamos. Sus respuestas y reflexiones, a continuación. Continue reading «Zetética y la desmitificación científica de las supersticiones»

¿Podría un elefante sostener el mundo?

Laura VenturaPor Laura Ventura (*)

¿Podría un elefante sostener el mundo? Obviamente, no. Lo lógico es que la Tierra soporte a los elefantes, al igual que a todos sus moradores. Aún suponiendo que pueda existir un elefante lo suficientemente grande y robusto como para soportar en su lomo el peso del mundo entero, se plantearían inmediatamente algunos problemas como, por ejemplo, las interacciones gravitatorias del sistema Tierra-elefante dentro del Sistema Solar, el funcionamiento biológico del elefante, su falta de redondez gravitatoria, su resistencia a la radiación cósmica, etc…

Corre el tercer milenio de una historia cuyo punto 0 ha sido escogido de forma arbitraria entre los innumerables instantes que han transcurrido, a partir del origen del Tiempo, durante 13.700 millones de años.

¿Y antes? Absolutamente nada o, mejor dicho, la Nada Absoluta que no es un espacio vacío cuyo estado se mantiene constante en el tiempo. La Nada está fuera del Espacio y del Tiempo.

En otras palabras, no existe ni un “fuera” ni un “antes” del Universo pues este mismo es el Espacio-Tiempo, a la vez que la Materia y la Energía.

Y, por si no fuera bastante complicado, el Universo se expande, estirando el Espacio-Tiempo y diluyendo esa energía que, en el instante 0 fue enorme e infinitamente concentrada y que se habría generado de la Nada por una “pura cuestión de probabilidades” técnicamente llamada “fluctuación cuántica del vacío”. De ahí se habría producido el Big Bang, la Gran Explosión cuyas cenizas constituyen nuestro Universo actual.

Nuestro planeta es menos que un grano de arena en un universo inmenso y todavía desconocido en su mayor parte.

Sin embargo, el universo así como lo conocemos hoy, apenas tiene un siglo.
El comienzo de la exploración espacial todavía no cumple 50 años y hace poco más de 30 que el Hombre pisó la Luna.

Después de 25 años, las sondas Voyager siguen su viaje por el Sistema Solar externo, mientras que dos vehículos robots (Spirit y Opportunity) rastrean la superficie de Marte.

En julio de 2004 la nave espacial Cassini llega a Saturno; unos seis meses más tarde, el 14 de enero de 2005, la sonda Huygens se posa en la superficie de Titán, protagonizando el aterrizaje más lejano jamás realizado.

En 1964, dos ingenieros de telecomunicaciones norteamericanos, Penzias y Wilson descubren (accidentalmente) la radiación del Fondo Cósmico de Microondas, considerada la prueba más contundente de la Gran Explosión.

En 1940 George Gamow formula, a partir del cálculo de las abundancias primordiales, la teoría del Big Bang.

En 1929, Edwin Hubble descubre la expansión del Universo: las galaxias se alejan de nosotros con una velocidad proporcional a la distancia que nos separa de ellas.
Seis años antes, el mismo Hubble determina la distancia de la galaxia de Andrómeda (M31) y resuelve su estructura espiral, demostrando así que nuestra galaxia no es el Universo sino una de las muchas estructuras que lo habitan.

Hace un siglo, Albert Einstein formula la Teoría de la Relatividad. Espacio y Tiempo no son absolutos. La Materia es Energía concentrada según un factor igual al cuadrado de la velocidad de la luz y su distribución determina la geometría del Espacio-Tiempo.
Paralelamente nace la Mecánica Cuántica: a partir de los experimentos sobre la emisión térmica, Max Planck deduce la cuantización de la energía. La radiación electromagnética es onda a la vez que partícula y, al mismo tiempo, una partícula puede ser descrita como una onda. Se da así transición del determinismo a la probabilidad y el nacimiento de la física que constituye los cimientos de nuestro actual modelo de universo.

Hace poco más de tres siglos no se podía explicar el por qué, si la Tierra era redonda, un elefante en el hemisferio sur no se caía del Planeta.

En 1666, sir Isaac Newton descubre la Ley de la Gravitación Universal. Dos cuerpos celestes se atraen según la misma ley por la que un elefante puede pasearse por el hemisferio sur sin miedo a caerse al vacío. El Cielo y de la Tierra se rigen por las mismas leyes físicas, lo que representa un cambio importante en la cosmovisión.
Hoy sabemos que la interacción gravitatoria, una de las 4 interacciones fundamentales de la naturaleza (junto con la electromagnética, la débil y la fuerte), es la que domina en el Universo a gran escala.

Hace poco más de cuatro siglos, el Cielo pierde irremediablemente su naturaleza divina. Los cuerpos celestes no son perfectos y sin mancha. Tampoco se mueven perfectamente sobre esferas perfectas, sino que describen elipses. Y lo peor de todo es que la Tierra no es el centro de esos movimientos, ni, menos aún, el centro del Universo. Por consecuencia, el Hombre tampoco es el centro de la Creación.
Copérnico, Tycho, Kepler y Galileo son las figuras más destacadas de esta revolución que cambiaría radicalmente (aunque no sin dificultades) la perspectiva del Hombre sobre el Cosmos, marcando así el comienzo de una nueva era científica y filosófica.

Hace más de dos milenios, Aristarco de Samos propone el primer modelo heliocéntrico. Sin embargo, habrá que esperar más de 1.500 años para que la revolución copernicana retome ésta perspectiva.

En el siglo IV d.C., el incendio de la biblioteca de Alejandría y el asesinato de Hipatia marcan el comienzo de la cristianización del imperio romano. La teología absorbe el modelo aristiotélico-ptolemáico, que mantiene la superioridad del Hombre cual obra maestra de la Creación Divina. La Iglesia se hace cargo que dicho modelo perdure durante toda la Edad Media.

¿Y qué era de los elefantes hace, por ejemplo, 3.000 años?

Desde los albores de la Historia, el Hombre ha observado la Naturaleza y se ha interrogado sobre los orígenes de todo lo que le rodea. Igual que la imaginación para un niño, el mito representa la primera herramienta del Hombre para conocerse a sí mismo y dar razón de los fenómenos observados atribuyéndoles, frecuentemente, cualidades humanas. El mito como interpretación de la realidad constituye el embrión del conocimiento científico. De ahí ha cobrado vida la Filosofía como suma universal de conocimientos de todo tipo para luego diversificarse en las ciencias especializadas así como las conocemos actualmente.
Pese a la enorme variedad de representaciones, los mitos de todas partes del mundo revelan un hilo conductor común y hablan a través de los mismos arquetipos o símbolos universales. El mito es el espejo del imaginario colectivo, como los sueños son el reflejo del subconsciente individual. Citemos, a título de ejemplo, algunos de los más notorios entre los temas recurrentes en los mitos del mundo.

El Cosmos como universo ordenado, luminoso y vital ha sido creado por una o más divinidades a partir del Caos primigenio, es decir, de las tinieblas, del frío y de la materia inerte.

Unos dioses primigenios más impersonales van dando vida a divinidades cada vez más humanas.

Existe una separación muy definida entre lo terrenal y lo celestial: lo primero es identificado con lo perecedero, lo humano y lo imperfecto, y lo segundo con lo inmortal, lo divino, lo eterno e inmutable.

El ultratumba es asimilado al tenebroso mundo subterráneo, vestigio del Caos primordial.

Las fuerzas de la Naturaleza, los fenómenos sociales y los propios sentimientos humanos asumen figuras antropomorfas o de animales a los que se atribuyen virtudes y vicios humanos.

Las representaciones más antiguas, en una gran variedad de formas, pintan el Planeta como un objeto plano, en cuyo centro se halla la Tierra, normalmente dominada por una gran montaña y rodeada por las aguas. Arriba está la bóveda celeste, manifestación de lo divino y debajo el oscuro mundo subterráneo. En numerosos casos se habla de siete cielos, uno por cada uno de los astros que dominaban el firmamento: el Sol, la Luna y los cinco planetas visibles a simple vista, los únicos conocidos desde la antigüedad.

Algunos de los grandes temas bíblicos como la Creación del Hombre a partir de una estatua de arcilla, el Pecado Original y el Gran Cataclismo (el Diluvio Universal), se repiten, en múltiples formas, en la gran mayoría de los mitos del mundo.

A continuación, algunas de las versiones más antiguas de los mitos de la Creación.

Para los Griegos antiguos (~ siglo VIII a.C.), al principio reinaban el Caos y Nyx (la Noche); el Caos es destronado por su propio hijo, Erebus (la Oscuridad), y éste a su vez por Eros (el Amor), Éter (la Luz) y Hemera (el Día), principios creadores del Cosmos. De ahí nace Gaea (la Tierra) que a su vez engendra a Urano (el Cielo), que será luego su esposo. De esta pareja nace la dinastía de los Titanes, que son arrojados al Tártaro por el propio Urano, temeroso de fuerza descomunal de sus hijos gigantes. Destacan aquí el miedo y el apego al poder como cualidades típicamente humanas. Entre los titanes, Cronos (el Tiempo), apoyado por su madre, encabeza la rebelión, derrota a su padre y se hace con el trono, liberando a sus hermanos. Urano lanza una maldición a su hijo, profetizando para él la misma suerte. La separación entre el Cielo y la Tierra es una figura recurrente en los mitos de la creación. Cronos se une a su hermana Rhea, de la que tiene seis hijos a los que devora uno por uno. Cronos es la personificación del Tiempo que todo lo destruye. Sólo uno se salva: Zeus, quien, tras derrotar a Cronos en una guerra de diez años, cumple la profecía y da comienzo a la dinastía de los dioses olímpicos.

El mito de la creación del Hombre es protagonizado por Prometeo y Epimeteo, hijos de Japeto, uno de los titanes. Prometeo moldea una estatua de barro y roba el fuego sagrado de los dioses para darle la vida. Por este acto de bondad creadora, será sometido a atroces torturas. El pecado original toma forma en la Caja de Pandora y el tema del diluvio universal aparece explícitamente en el mito de Deucalión y Pirra. Otras versiones antiguas acerca del Gran Cataclismo están relacionadas con el mito de la Atlántida.

Para los antiguos Egipcios la creación tenía que ver con la fertilización de la tierra por las aguas del Nilo. Las versiones más antiguas narran que, del “montículo primigenio”, centro de la creación y personificado en el dios Tatjenen, se genera Atum, el señor de la Ciudad del Sol, del que nacen Shu (el Aire) y Tefnut (la Humedad). Estos últimos engendran a Geb (la Tierra) y a Nut (el Cielo), de los que nacen Osiris (el Orden) y Set (el Caos) con sus respectivas esposas, Isis y Neftis. Otras versiones cuentan que una guerra entre ocho divinidades primigenias (4 masculinas y 4 femeninas) genera un gran cataclismo. De eso surgiría el montículo primordial conteniente el huevo cósmico del que nace Ra, el dios del Sol. A nivel simbólico, pueden encontrarse similitudes entre este mito y la moderna teoría del Big Bang. Todas las noches Ra, asumiendo forma de gato, lucha contra la serpiente Apofis, símbolo del Apocalipsis. Las pirámides representan el montículo primigenio y el regreso del faraón hacia el Sol después de la muerte.

Para los antiguos Chinos, es la separación de los opuestos, el Yin y el Yang, lo que da forma al Universo. Dentro de la teoría del Big Bang, se vuelve a encontrar el tema de las simetrías, aunque, según la Cosmología moderna fue precisamente la ruptura de dichas simetrías lo que hizo que la materia domine sobre la antimateria y se separe luego de la radiación para que las partículas elementales puedan existir por separado.

En la mitología Hindú existe una enorme variedad de mitos de la Creación. Se repite la creación del Orden a partir del Caos y, en numerosas versiones, el acto creador toma forma de sacrificio. El ser primigenio se divide o es cortado en pedazos, formando así el cielo, la tierra y todas las criaturas vivientes. Otros mitos cuentan como Brama, el primer dios y principio creador, aflora de las aguas en un huevo dorado. Brama nace y muere en ciclos continuos de destrucción y resurrección que duran millones de millones de años. El orden cíclico de la Naturaleza representa un tema central de la filosofía hindú. Existen modelos cosmológicos modernos que soportan la idea de un universo pulsante. La misma teoría del Big-Bang prevé, como una de las posible soluciones, un universo cerrado que, alcanzada la máxima expansión, acabaría en una “Gran Implosión” (Big Crunch). Un nuevo universo surgiría así de las cenizas del anterior, como una especie de Ave Fénix. La figura central de Brama como principio creador es posteriormente suplantada por Visnú, la divinidad conservadora, de la que brota, dentro de una flor de loto, el propio principio creador. Ésta última, a su vez, se inclina antes la superioridad de Siva, Señor de la vida y de la destrucción, la divinidad que mejor encarna la naturaleza cíclica del Universo que es la base de la cosmogonía hindú.

El Cosmos, en una de sus representaciones más antiguas es descrito como un inmenso océano de leche, rodeado por la cobra sagrada, o “serpiente de la eternidad”. En el océano nada una enorme tortuga y, en su caparazón, cuatro elefantes se encargan de sujetar la Tierra (obviamente plana) por los cuatro puntos cardinales…

Hace tan sólo 3.000 de los 13.700 millones de años de vida de este universo, los elefantes sostenían el mundo.

En el año 2007 d.C., los mitos ya no pueden explicar de forma satisfactoria el Universo, pero siguen siendo válidos en su simbolismo.

Vivimos pues en un mundo donde los elefantes ya no son los de entonces…

(*) Laura Ventura es astrónoma de ESO Chile (European Organisation for Astronomical Research in the Southern Hemisphere) dedicada a labores de extensión. El presente artículo es una versión aumentada del texto del mismo nombre aparecido en http://www.caosyciencia.com, publicación divulgativa del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Ansia de Nieve

Vladimir SpiegelHabía visto imágenes estáticas y holográficas de nieve. Había visto en filmaciones tridimensionales la caída de miles de copos de nieve que iban tapizando todo de blanco. Había visto borrascas fabulosas, que podían, según lo que había leído, matar a la gente.

Sin embargo nunca la había visto realmente. Nunca mis ojos la habían visto caer en realidad, ni mi cuerpo había sentido el contacto frío en la piel.

A los trece años no era algo que me mantuviese despierto por las noches, pero a medida que ese otoño avanzaba mi curiosidad iba en aumento. Continue reading «Ansia de Nieve»

Nippon2007: La Worldcon más Lejana

Rodrigo JuriLa primera “Convención Mundial de Ciencia Ficción” se llevó a cabo en Nueva York en julio de 1939. Sin embargo el ostentoso nombre de la cita no tenía mucha relación con su carácter internacional (que no poseía), sino más bien con la realización en la misma ciudad de la Feria Mundial, y que se había inaugurado solo unos meses antes. ¿Acaso las exposiciones futuristas de la Feria ayudaron a estimular la imaginación y el entusiasmo de aquellos jóvenes escritores y aficionados que incursionaban en un nuevo género literario llamado ciencia ficción? Por lo menos debió haberles hecho comprender que era el momento y lugar propicio para reunirse y dar inicio a una tradición que ya se prolonga por casi siete décadas. Continue reading «Nippon2007: La Worldcon más Lejana»

Palabras Finales

Rodrigo MundacaY eso sería todo por esta edición (la 24). Esperamos que hayas disfrutado de la lectura. Con el ejemplar que acabas de leer, celebramos cinco años de vida digital. Un recuento en cifras duras: 24 números, 10 ediciones especiales, 1 concurso de cuento, 1 concurso de novela corta. Y en preparación la edición de un par de novelas.

Quisimos celebrar este aniversario con una selección de contenidos “clásicos”, en donde la ciencia ficción de estética pulp-y-hard estuviera presente junto a textos de divulgación científica. El resultado nos dejó contentos tanto por el contenido, como por los nombres que firman los aportes.

En primer lugar, contamos con la presencia de Alastair Reynols, un autor escocés bastante prolífico del que poco y nada se ha leído en estas latitudes, pues la gran mayoría de su obra permanece en inglés. Su reputación la obtuvo por su serie de novelas, ambientadas en un universo de particular cosmogonía, que colectivamente se conoce como “Revelation Space”. Alastair amablemente accedió no sólo a contestar nuestras preguntas, sino que presto nos autorizó para traducir y publicar uno de sus cuentos más famosos y bellos, Zima Blue.

Por otro lado, enmendamos un gran pendiente. Hace un tiempo, Contactamos a Ben Bova, un autor contemporáneo de Isaac Asimov, quien gentilmente también nos cedió un relato para traducir y publicar. Por motivos que no vienen al caso señalar, la publicación del relato de tintes ucrónicos fue postergada para una edición más propicia, y creemos que la espera ha valido la pena.

¿Qué es lo que estudia la zetética? Hasta antes de leer “Conviértase en brujo, conviértase en sabio” nosotros lo ignorábamos, y cuando lo supimos nos sorprendimos gratamente al saber que sigue existiendo la cordura en el mundo y esfuerzos concretos para no ceder terreno frente a las seudociencias y supersticiones. Entrevistamos a Henri Broch – autor del mencionado libro – quien nos explicó el concepto de zetética y de paso nos contó sobre su muy original área de investigación. Como curiosidad valga señalar que el entrevistado es de nacionalidad francesa y que no gusta mucho del inglés. Eso nos planteó el interesante desafío de tener que realizar la entrevista en idioma galo. Fue un interesante esfuerzo colaborativo muy en la onda 2.0.

Si bien nuestra visión ha sido siempre lo global, creemos que no hay que obnubilarse y sólo mirar hacia fuera. Como publicación chilena especializada en el género fantástico el espacio para compatriotas está garantizado. Es por ello que hacemos público nuestro compromiso de publicar en cada número de TauZero al menos un cuento de escritores chilenos. En este número el turno es de Vladimir Spiegel, seudónimo de Iván Sanhueza. Como dato anexo, señalar que en el año 2006 Iván fue sindicado por el Mercurio y la Universidad Adolfo Ibáñez como uno de los 100 jóvenes líderes chilenos, distinción que también han recibido nuestros amigos Jorge Baradit y Francisca Solar.

Para finalizar, una reflexión personal. En estos últimos cinco años vinculado al quehacer cienciaficcionesco, he tenido la oportunidad de ver los acontecimientos editoriales desde primera fila, los que se han ido documentando tanto en el e-zine, en el blog y en el foro de discusión. A veces, cuando me siento algo nostálgico, reviso esos mensajes antiguos y es gratificante darse cuenta de aquello que alguna vez fue una quimera o una idea lanzada al viento, cuando se la multiplica por cinco años y por personas comprometidas con la causa, el resultado no puede ser otro que el éxito.
Amigos y amigas, muchas gracias por vuestro trabajo, empuje y energía. Gracias por la paciencia, fidelidad y, por sobre todo, gracias por creer en este proyecto colectivo que se alimenta, crece y evoluciona con la visión de todos nosotros. Cinco años de vida no se logra con buenas intenciones, se logra con trabajo concreto y mucha alegría. Gracias por la buena onda y a seguir pedaleando en nuestro clásico cohete a pedales.