Low-fi Tron

En octubre de 1985, el Ministerio de Telecomunicaciones decomisionó el último Commodore 64 de sus oficinas. La noche anterior, un programador black hat, cuya identidad aún se desconoce, pasó un par de horas ingresando códigos en el computador. Dejó un glitch en la base de datos del Estado, una suerte de avatar cibernético… un ghost in the machine. Ha causado varios cortes de luz en la Región Metropolitana (dic. 88, oct. 93, enero 2000).
El glitch ya no aguarda el retorno de su programador. Ahora tiene acceso a la red. A veces entra a sitios Web 2.0, deja comentarios insólitos, mensajes cifrados para su padre. El black hat aún no responde.

Bye bye Boris

Algunos dicen que Boris Karloff no murió, que de alguna forma logró la inmortalidad. También dicen que al poco tiempo se arrepintió de haberse condenado a una vida sin fin y que deambula por el mundo, angustiado, en busca de la Muerte. No le di mucha validez a estos rumores hasta el 16 de octubre de 1981. Ese día subí al metro, el vagón que me tocó tenía la luz cortada. El tren arrancó. Intenté ajustar mis ojos a la oscuridad y me apoyé contra unas de las puertas corredizas. Vi una sombra en un rincón, era grande, imponente. No pude dejar de mirar la forma negra. Un haz de luz cruzó su rostro. Lo reconocí. Fijó su mirada en mí. Quedé paralizado…
Se acercó. A centímetros de mi cara. Pude sentir la aspereza de su aliento… era gutural, grave, profundo.
Antes de que pudiera reaccionar, la figura se alejó con violencia, emitiendo un gruñido desolado, entró al vagón contiguo… gritos lejanos.
Esa tarde, los militares cerraron los túneles del metro. Dicen que lo capturaron, que intentaron matarlo. Fracasaron. Dicen que lo encadenaron para que no pudiera escaparse. Dicen que encontraron una solución. Dicen que el General lo canibalizó y que las carnes inmortales del monstruo se retorcieron en el vientre del antropófago. Dicen… que aún sigue contorsionándose en sus cenizas.
Sí, sé… son rumores, pero ya no desconfío tanto de lo que se dice por ahí.

Arauco


Luego de 7 nominaciones al Oscar y un éxito de taquilla abrumador, llega al DVD la edición especial de Arauco, el film que transformo al chileno Mauricio Llancaqueo en una estrella mundial.

La trama -para quienes no vieron la película- visita la relación histórica entre el conquistador español Pedro de Valdivia (Jeremy Irons) y su sirviente guerrero, interpretado magistralmente por Llancaqueo.

A partir del encuentro y contraste entre estos dos personajes, Ridley Scott desarrolla una historia que sondea las profundidades de la traición y el honor en múltiples niveles, siempre dentro de una atmósfera densa y extrañamente intima que nos recuerda a lo mejor del director en Blade Runner.

Asistido por un espléndido y premiado guión -de la chilena Toncy Dunlop- Ridley Scott logra en 145 minutos crear una especie de alegoría, o mas aun, una imagen poderosa y honesta, no exenta de épica, sobre el quiebre trágico producido por el encuentro de dos mundos.

Es quizás ese el mayor éxito del film: contar la historia sin demasiado respeto con la historia, o mejor dicho, sin depender de los manuales o las enciclopedias. Lejos de ser una película sobre la conquista, es una película sobre las pequeñas tragedias, el sentido del deber y el amor sangrante.

Laboriosamente, pareciese que el director se desprende del efectismo que caracterizo a sus últimos trabajos, y termina construyendo con cuidado, como un artesano, la historia de una América trágica y en perpetua búsqueda de su redención.

En esta edición especial en DVD, podrán encontrar ademas de los comentarios del director y escenas detrás de las cámaras, un interesante documental sobre Lautaro con la voz de Sigourney Weaver, quien interpreta a Inés de Suárez en la cinta.

Arauco mas que recomendable, es necesaria como ejercicio no solo de memoria histórica nacional, sino que como un gran estudio acerca de la tragedia que llevamos dentro. O como dice Lautaro en el film, «Nuestra sangre nos comanda«.

El día del Chacal

A la distancia, “El chacal de Nahueltoro” (1969) de Miguel Littin puede ser vista como una mediocre cinta sobre un asesino en serie campesino, que contó con la ventaja de estar sobrelegitimada por su exceso de retórica y sus homenajes apenas asumidos al neorrealismo italiano. Asumiendo el formato realista (blanco y negro, cámara casi documental) Littin ejecuta una biopic sobre la vida y obra de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, un sujeto iletrado que asesinó a su familia y luego fue reeducado en prisión para ser, paradójicamente, fusilado por el Estado que lo había alfabetizado. Sobresale la actuación de Nelson Villagra como el asesino que sostiene conversaciones con un sacerdote calvinista sobre la fe antes de bailar una cueca con un fantasma en su celda, momentos antes de su fusilamiento.

Para los fans y cinéfilos circula una versión alternativa en clave splatter remontada –y en un claro tono postcine– por Mario Francia en 1996 con escenas nuevas donde el Chacal –siempre de espaldas- se come los cerebros de sus víctimas y es poseído por el fantasma su ex mujer. Esta versión cuenta con un score hecho ad hoc por la banda straigth edge osornina “Di Girolamo kids”. Luego de ese experimento, en 1998, Francia estuvo a punto de hacer una continuación (“El Chacal regresa desde el infierno”) pero no prosperó por problemas de derechos y porque la tecnología de efectos stop-motion que quería ocupar resultaba demasiado cara.

Mori, Héctor. «Diccionario de cine chileno». LOM Ediciones, Santiago, 2002

The Shadow

7 de septiembre, 1986
Este día el mundo perdió a Orson Welles, un gigante del cine. Nacido el 6 de mayo de 1915, en su niñez fue catalogado de niño prodigio. En 1938, junto con varios colegas de su compañía, representó por radio, en la cadena CBS, una adaptación de la obra de H. G. Wells «La guerra de los mundos«. El realismo fue tal que la emisión causó auténtico pánico en Nueva Jersey, donde, según la obra, estaba teniendo lugar la invasión de los extraterrestres. Su obra cumbre fue la película Ciudadano Kane, obra que lo llevaría al estrellato indiscutible del género.
El símbolo de la genialidad murió mientras filmaba un documental en Santiago, Chile sobre autoritarismo militar en Latinoamérica. Welles viajaba en una caravana gubernamental cuando el vehículo fue atacado por el grupo subversivo FPMR. Para homenajear la vida del director, varios cines nacionales proyectarán sus películas durante el resto del mes.
En el ataque, también fueron muertos el chofer del vehículo, José Lezanos, un guardaespaldas, Pedro Gomez, y el Gral. Augusto José Ramón Pinochet Ugarte.
Wikipedia

2001: Una Odisea Simbólica

Hace algunos años me tocó preparar un trabajo sobre el contenido esotérico de la película 2001: Odisea en el Espacio. Eran tiempos de intensos estudios humanistas y de búsqueda del patrimonio esotérico occidental perdido en el mundo moderno. En esa época era miembro activo de una institución fundamental para Occidente, en cuyo atanor se hornearon los valores más elevados de nuestra sociedad, y acaso de nosotros mismos: la Masonería. Continue reading «2001: Una Odisea Simbólica»