Ricardo Lagos Y Martina bajaron por un ascensor custodiado por dos milicianos GAP y su característica calvicie, que ostentaban en su brazo izquierdo la franja roja con la flecha bidireccional, símbolo de una fuerza que había evolucionado hasta convertirse en un ejército paralelo bajo la tutela de las fuerzas armadas, pero dependiente directamente del presidente de la república. Eran, para todo el país, la quintaesencia del “hombre nuevo” socialista: ideólogos, estrategas, ciudadanos, obreros, artistas, magos y guerrilleros. El compañero presidente les había otorgado la custodia de las instalaciones de SYNCO.
Los operarios de SYNCO (que son miles) viven en diferentes comunas aisladas del resto de la ciudad, en complejos habitacionales con vigilancia perimetral militar, para impedir el acceso o la salida de nadie. Los operarios de SYNCO son considerados de importancia estratégica para la Nación y como tales son protegidos. Durante la mañana ingresan buses blindados y sin ventanas a recogerlos a las comunas ubicadas en los altos de peñalolén y luego del turno son devueltos en los mismos buses,con custodia policial, helicópteros y jaurías de perros artillados corriendo en junto. No se pueden permitir que un operario sea asesinado, se fugue o peor aún, sea raptado por potencias extranjeras en la búsqueda por obtener información relevante acerca de SYNCO y su funcionamiento.
(año 1978)