El sueño de Contreras 05


11 de septiembre de 1974

Marines bajan sorpresivamente desde 4 buses, camuflados como buses de pasajeros, que cruzaban la Alameda sincronizadamente al momento de los estallidos y entran por el forado, tomando por sorpresa al escaso contingente militar, de carabineros e investigaciones que es reducido rápidamente. Allende intenta hacer uso del fusil regalado por Fidel Castro pero se traba y es capturado. Cubren las entradas al edificio y se preparan para resistir hasta la llegada de las fuerzas de ocupación.

En el país la confusión es total. Las Fuerzas Armadas están descontroladas. Generales leales al gobierno toman el control de ciertas ciudades y otros, de corte golpista, se enfrentan desde pequeñas guarniciones y regimientos. En Santiago se registran enfrentamientos entre Carabineros y militares. El regimiento Buin se alza y ataca coordinadamente las oficinas centrales de investigaciones de Chile y al comando de Telecomunicaciones. Nadie sabe contra quién disparar, los tiroteos son desordenados e involucran a civiles, militares y policías. Un tanque del regimiento Tacna entra al edificio del Congreso disparando su cañón y matando al personal administrativo que se había acuartelado para resistir. Cuatro Hawker Hunters sobrevuelan el centro y bombardean el Edificio del Ejército frente a la Moneda, la artillería antiaérea apostada en el techo derriba a uno que cae humeando en el barrio del Mercado y entra por el techo de la estación Mapocho matando con la explosión a todos quienes se encontraban dentro. Los helicópteros del Ejército comienzan a llenar el cielo capitalino volando a baja altura y disparándole a todo lo que se mueve. Tres son derribado por las ametralladoras de los Hawker Hunters que hacen una nueva barrida sobre el centro.

Helicópteros Huey Bell, de la Marina norteamericana, definen LZ (Landing Zones) en las cuatro principales rutas de acceso a la capital, apoyados por tanques y armamento pesado trasladado desde Valparaíso durante la noche. Claramente la Marina chilena se había pasado al bando golpista en los días anteriores.

Phantom F4 irrumpen desde el área de Pudahuel. Sueltan misiles con guía de calor y derriban a los tres Hawker Hunters que caen en llamas sobre el Cerro Santa Lucía, el Edificio del Banco del Estado y el tercero, intentando un aterrizaje forzoso, cae sobre la Avenida Providencia destruyendo casas comerciales, automóviles y originando un gran incendio en la base de las Torres de Tajamar. Dos escuadrones ya habían destruido las pistas de aterrizaje y los hangares de la Fuerza Aérea, limitando su accionar a baterías antiaéreas y a un puñado de helicópteros que no habían podido ser eliminados en tierra.

El Comandante Bachelet habla por cadena nacional de radio e insta a la población a mantenerse en sus casas: “El pueblo debe defenderse pero no sacrificarse”, dice Bachelet. “El pueblo no debe dejarse avasallar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Todo aquel que lo sienta en su corazón, que se presente a cualquier repartición de la Fuerza Aérea inmediatamente”.

Los cordones industriales de Vicuña Mackenna organizan piquetes de trabajadores armados que se dirigen a la Moneda en un intento estúpido por recuperar un símbolo. Son eliminados como moscas por los helicópteros del ejército que ya inclinó su balanza hacia los norteamericanos.

Bombarderos ingresan a cielo de Santiago y arrojan 200 toneladas de bombas sobre distintos objetivos, entre ellos las reparticiones de la Fuerza Aérea y algunos emplazamientos estratégicos que pudieran llegar a ser conflictivos para las tropas de tierra. El reducto de Peñalolén, donde se encontraba el comandante Bachelet, es destruido completamente, nunca se encontraron sus restos.

El MIR se repliega aduciendo que la batalla está perdida y que su verdadera función vendrá en la guerrilla de resistencia después de la ocupación. A pesar de ello un piquete de miristas se enfrenta con soldados chilenos a los pies del Cerro San Cristóbal. Los militares los hacen retroceder hasta la cumbre. Por la Alameda ingresa un desfile de modernos tanques Leopard 1 V, de fabricación alemana, con la bandera de los Estados Unidos de América y una caravana de vehículos de transporte de tropas custodiados por helicópteros Huey Bell. No se produce un sólo disparo hasta que se estacionan frente al antiguo Congreso y una delegación de oficiales de ocupación ingresa al edificio.
En la cumbre del Cerro San Cristóbal, cinco miristas aún resisten. Dos de ellos mueren alcanzados por una ráfaga de ametralladora y un tercero es capturado tras perder el equilibrio y caer por las escalas que llevan hasta la virgen de la cima. El cerco se estrecha en torno a Francisco Ortega y Alvaro Bisama, los últimos dos miristas vivos del contingente que salió a defender el gobierno de la UP.

En el Congreso Nacional, ocupado por tropas norteamericanas, se instalaba la única radio autorizada para transmitir usando equipos donados por Radio Agricultura. Michael Wilson, comandante de las tropas de ocupación y ahora la máxima autoridad de la ciudad de Santiago, le habla al país en un pésimo castellano, invitándo a todo chileno a unirse en la “reconstracción” (sic) del país, en el mismo instante en que una bandera norteamericana era izada en el frontis del ex congreso, bajo la mirada atónita de los pocos chilenos que se atrevían a mirar por las ventanas. Mientras tanto, sobre el cerro, parapetado tras el cadáver de Francisco Ortega, Alvaro Bisama descargaba sus últimos cartuchos de espaldas a la base de la virgen del San Cristóbal. Rodeado, gritó que “antes de lo que creen, traidores culiados, abriremos las calles para que pase el hombre libre de nuevo, hijos de perra!!!”, sacó un corvo, de pronto se puso de pie y corrió hacia las tropas gritando algo que nadie entendió. Cuarenta tiros fueron extraídos desde su cuerpo al momento de la autopsia. La fotografía tomada por el corresponsal en el momento en que Bisama corría hacia la tropa dió la vuelta al mundo y se convirtió en el símbolo de lo que esa mañana había ocurrido en Chile.

The City

“los muertos salen de sus tumbas/ los aviones vuelan hacia atrás/ los rockets suben hacia los aviones/ Allende dispara/ las llamas se apagan / se saca el casco / la Moneda se reconstituye integra/ su cráneo se recompone / sale a un balcón”.

Traducción de «The city», E.P de la banda punk DEAD WAVE. Publicado por Epitaph Records, Iowa, 1977.

*Letra y música: Gonzalo Millán (1947-2006)

El sueño de Contreras 04


23 de marzo. El presidente Allende llama a acantonarse a todas las reservas y abre registros en plazas públicas para alistamiento voluntario.
En un acto nocturno multitudinario, le entrega simbólicamente un fusil AK-47 al comandante Mauricio, vocero del Movimiento de Izquierda Revolucionario.
Ese mismo día en la noche recibe una llamada de Fidel Castro donde le explica que su sacrificio no será en vano. Allende entiende que Unión Soviética transó la situación chilena por algún tipo de beneficio hacia Cuba y Castro. Cuelga el teléfono con profunda amargura.

28 de marzo. Perú y Bolivia emiten una declaración conjunta condenando la actitud de Chile frente a la crisis regional. El embajador de Estados Unidos en Lima se reúne con los cancilleres de ambos países y les deja en claro que no tolerarán invasiones a territorio chileno, la guerra está ganada antes de declararse y cualquier penetración sobre territorio chileno se considerará un ataque a los Estados Unidos de América. Les aclara que Washington no desea el desmembramiento de Chile sino su reconstrucción y recuperación en el mediano plazo.

1 de Abril de 1974. El portaviones Nimitz abandona Pearl Harbor en dirección sur.

2 de Abril de 1974, la flota norteamericana de la Operación Unitas abandona sus posiciones durante la madrugada y se reúne frente a las costas de Valparaíso. Imponiendo un férreo bloqueo marítimo, anunciando que cualquier embarcación que intente entrar o salir de aguas chilenas, militar o privada, será considerada hostil y destruida.

6 de Abril, comienzan los juicios y fusilamientos sumarios contra periodistas de El Mercurio y empresarios del área del transporte por actividades sediciosas.
Se cierran las fronteras. Se suspenden las clases, se instaura toque de queda a las 3 de la tarde. Tempranamente las tropas se concentran en torno a Santiago, abandonando a su suerte a la población de los extremos del país.
Allende sondea a los argentinos que se declaran neutrales.

12 de Abril, los nervios se apoderan del país.
Quilapayún, Víctor Jara, inti Illimani, entre otros, recorren el territorio dando conciertos gratuitos para levantar la moral de la gente.

20 de Abril, Carlos Altamirano se convierte en el trecer jerarca político en huir del país, después de Jacques Chonchol y Guastavino. Será sorprendido en la frontera cerca de Bariloche y fusilado sumariamente por traición a la patria.

21 de Abril. Un grupo de países de la Cumbre de los no alineados lee una declaración de apoyo a la situación chilena. La comparan con Vietnam. El embajador ante la ONU de Etados Unidos abandona la sala.

22 de Abril. La prensa internacional está pendiente de la situación chilena, se organizan manifestaciones multitudinarias en Londres, París, Roma, Ciudad de México y Washington mismo, para detener la inminente invasión.
Un chileno se prende fuego frente a la embajada de USA en Estocolmo.
Durante la tarde, el embajador ante la ONU declara que la situación en Chile es insostenible para su gente, que el gobierno de Salvador Allende es un peligro para la democracia y la estabilidad de la región. Que Estados Unidos siente el peso de su compromiso con la libertad y los derechos de las personas y que no trepidará en acudir en defensa del pueblo chileno si Allende no depone su cargo y lo entrega a una comisión de paz de Naciones Unidas hasta estabilizar el país y realizar elecciones en el mediano plazo.

23 de abril en la noche, un misil agua-tierra cae limpiamente sobre la intendencia de Valparaíso y la destruye en medi ode una explosión espantosa que deja un cráter de 100 metros de diámetro. El pánico se apodera de la población, que corre hacia los cerros, produciéndose al menos 50 muertes por aplastamiento y caídas.

24 de abril en la mañana. Chile le declara la guerra a los Estados Unidos de Norteamérica.

24 de abril en la madrugada. Cientos de bombas caen sobre Valparaíso durante toda la noche, concentradas en el centro cívico y administrativo de la ciudad. Misiles destruyen objetivos específicos y un equipo de Navy Seals desembarca con la misión de asesinar a cuatro autoridades políticas con nombre y apellido. Al amanecer el ataque se detiene y el sol ilumina los restos humeantes de lo que alguna vez pudo llegar a ser una ciudad patrimonio de la humanidad. Desde los cerros, los habitantes de Valparaíso pudieron ver como a las 10 de la mañana, una descarga de torpedos hacía estallar al buque escuela Esmeralda que permanecía refugiado en el molode abrigo del puerto, como epílogo dramatico de la operación.

29 de abril. Allende decretó apagones generales a partir de las 6 de la tarde y la intervención de todos los diarios y emisoras de radio del país.

11 de mayo. Sin saber de dónde, un enjambre de aviones de combate norteamericanos entran hacia el valle de Santiago desde el sur de la ciudad. Las alarmas de bomberos se encienden y comienzan las movilizaciónes. Pero los aviones pasan raudos por el cielo sin soltar ningún explosivo, perdiéndose antes que las baterías antiaéreas puedan descargar un solo tiro.

11 de junio. Luego de dos meses de iniciado el bloqueo naval, comienza una seria escasez de petróleo y gas natural. Un emisario argentino arriba en secreto a la capital, se reúne con Salvador Allende y le ofrece la ayuda discreta del gobierno argentino a cambio de la solución de ciertas diferencias con respecto a la soberanía sobre tres pequeñas islas del sur de Chile. Luego de fuertes discusiones, Allende accede y comienza el traslado hormiga de petróleo a través de los pasos fronterizos sureños no vigilados por las patrullas aéreas norteamericanas.

11 julio. El canciller Letelier, que ha realizado innumerables visitas, reuniones, conferencias y manifestaciones en todo el mundo, para denunciar la crisis humanitaria que está a punto de desatarse en Chile producto del bloqueo norteamericano, Habla ante la ONU y en mitad de su discurso, sufre un desvanecimiento producto del cansancio. Esa imagen, valió más que todo el armamento, la diplomacia y las manifestaciones pro-Chile realizadas hasta el momento. Esa imagen dió la vuelta al mundo desatando una ola de simpatía sin precedentes hacia la causa chilena.

11 de agosto. Luego de un mes de manifestaciones multitudinarias en diversas ciudades del planeta, de la creación de un frente de países pro-Chile y de tres recitales “Chile resiste!” (organizados por Roger Waters, con la participación de Pink Floyd, Joan Báez, Santana, Grateful Dead, Bob Marley, Elton John, Wings, Arlo Guthrie, más artistas locales y Quilapayún, en Hyde Park, Londres; Central Park, New York; y junto al Bois de Boulogne). Estados Unidos decide apurar las cosas y declara un bloqueo al espacio aéreo chileno a raíz de un confuso incidente que termina con un helicóptero Huey Bell, que patrullaba la costa, estrellado contra los acantilados de Laguna verde, Valparaíso.

1 de septiembre. Los norteamericanos pierden la paciencia. Algo parece no estar funcionando porque el país no está de rodillas, hambriento y rogando por la intervención gringa como debería de haber ocurrido. Incluso se han detectado grupos de milicianos internacionales ingresando por el paso de Lonquimay provenientes desde Argentina y todo el mundo.

11 de septiembre de 1974, 09:45 de la mañana. Un escuadrón de Phantom F-4 monoplazas de la Marina norteamericana irrumpen en el cielo de Santiago por detrás de la cordillera a la altura del Cajón del Maipo. Las Fuerzas Armadas chilenas son sorprendidas en el único frente que creían cubierto. La reacción es lenta y en pocos minutos los jets sobrevuelan la capital abiertamente dirigiéndose hacia el norte. Tres de ellos se abren hacia el aeropuerto de Pudahuel, tres lo hacen hacia la Escuela Militar y tres descienden bruscamente en vuelo rasante hacia el palacio de La Moneda.
Exactamente a las 10 de la mañana, tres misiles “sparrow” avanzan por la calle Zenteno, cruzan la Alameda y estallan contra la fachada sur del palacio de gobierno. Los F-4 hacen una parábola ascendente produciendo un ruido que revienta los vidrios de los edificios vecinos. Una lluvia de cristales cae sobre las calles y una negra columna de humo se eleva desde el antiguo edificio. Más tarde las cámaras captarían el preciso instante en que la bandera chilena flamea y se consume entre las llamas y el humo del incendio que se desata.

El sueño de Contreras 03


Luego de mucho dudar, Salvador Allende no encuentra otra alternativa que solicitar nuevamente la ayuda de la Unión Soviética. Envía a Volodia Teitelboim, que es recibido el 25 de diciembre, con algo de frialdad, por parte de los integrantes del KOMINTERN. El Kremlim sabe que no es conveniente que un gobierno socialista electo democráticamente tenga éxito. Su línea de acción es la toma del poder total a través de las armas, no las urnas. Públicamente le expresan todo su apoyo al gobierno de Salvador Allende, pero en una reunión fuera de protocolo, le exigen a Teitelboim una definición en su postura marxista: está o no a favor de la dictadura del proletariado. El mensaje al gobierno chileno es que la Unión Soviética sólo apoyará, inmediata e irrestrictamente, a la UP si Allende realiza un autogolpe, disuelve el parlamento y declara a Chile “República Marxista”. El bloqueo naval de las costas chilenas se realizaría con tres portaaviones soviéticos estacionados en el Pacífico, 4 destructores y dos submarinos nucleares enviados desde Angola. Se solicitaría formalmente el abandono de la Armada norteamericana de aguas territoriales chilenas y se tomaría posesión de puntos estratégicos fronterizos con la ayuda de helicópteros y contingente cubano.

Un capitán de los Marines es detenido por Investigaciones de Chile acusado de incitar a la sedición. Se presentaron pruebas de sus constantes reuniones con altos oficiales de la Armada para la preparación de un golpe de Estado apoyado por los navíos norteamericanos estacionados en aguas chilenas. Douglas C. MacKean, solicita fuero diplomático, pero es denegado a pesar de los airados reclamos de la Embajada de USA. La administración de Nixon utiliza este impasse para recrudecer sus críticas y amenazar directamente al gobierno chileno. “We must go anywhere, and do everything, to protect the integrity of any american citizen in danger around the world”, declaró el presidente norteamericano en una entrevista dada a la CBS.

1 de enero de 1974. El presidente de la República, Salvador Allende Gossens, aparece en cadena nacional de radio y televisión flanqueado por primera vez los cuatro comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de orden, más dos integrantes del MIR.

20 de febrero de 1974. Tras tres meses de juicio y de interminables reuniones bilaterales con la embajada, Douglas C. McKean es condenado a muerte por incitar a la sedición durante un estado de excepción. La sentencia se basa en que el imputado habría ingresado al país como turista sin hacer uso de sus prerrogativas diplomáticas o militares. El embajador hace público un comunicado del gobierno de Richard Nixon donde le solicita a Salvador Allende un gesto de amistad hacia USA, la liberación del ciudadano noteamericano vía decreto exento, un indulto a todas luces ilegal. Allende está acorralado.

28 de Febrero, Douglas Mckean es asesinado en la penitenciaría de Santiago durante una ronda de visitas. Washington ordena a su embajador abandonar Santiago. Al parecer un agente de la CIA, Michael Townley, habría sido el responsable del crimen, con el objeto de precipitar la intervención norteamericana.
El Canciller Chileno, Orlando Letelier, ofrece disculpas públicas ante la comunidad internacional por el deceso de Douglas Mckean y presenta pruebas que inculparían a agentes externos, ganando tiempo al solicitar la ayuda del FBI para esclarecer el crimen.

15 de marzo, inteligencia militar chilena, altamente infiltrada, coercionada y corrompida por la CIA, convence a Salvador Allende que la invasión de Chile por fuerzas de la Armada norteamericana es inminente.

16 de marzo, una comisión secreta sale en vuelo de Aeroflot con rumbo Moscú.

20 de marzo de 1974. Salvador Allende Gossens, se presenta rodeado por los cuatro comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas chilenas y un contingente encapuchado y armado del Movimiento de Izquierda Revolucionario en la sesión ordinaria del Congreso. Los senadores pro gobierno, puestos al tanto del movimiento, se ponen de pie y rompen al unísono sus credenciales que los acreditan como congresales en una muestra temprana de apoyo al autogolpe. Carabineros de Chile rodean a la bancada de oposición y Salvador Allende se dirige al país a través de Radio Magallanes:

“Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida, si es necesario, la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrían avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.”

Acto seguido firma el decreto supremo que le otorga plenos poderes, disuelve el Congreso y le entrega el orden social a las Fuerzas Armadas y de orden, declarando Estado de sitio y suspendiendo las garantías individuales hasta nuevo aviso. Informa que hay naciones amigas que en esos precisos instantes acuden en auxilio del país para protegerlo de la invasión imperialista norteamericana.

21 de marzo. La Unión soviética declara ante la ONU que no tiene intenciones de inmiscuirse en los problemas internos de Chile y que los problemas diplomáticos entre ese país y los Estados Unidos se deben resolver por las vías usuales. Pero que entendería una reacción enérgica de parte de Washington. “El mundo debe estar tranquilo”, dice el representante ante el pleno, “La Unión Soviética no arrastrará al mundo a una nueva crisis planetaria como la de Cuba en 1962, los problemas entre naciones libres, se resuelven entre naciones libres. La Unión Soviética quiere decirle al mundo que no hay terceras vías posibles, que la liberación del trabajador del yugo capitalista es por la vía de la lucha de clases y no otra, que ha quedado demostrado el fracaso de los intentos de la burguesía por utilizar políticamente los deseos de libertad de los trabajadores, para sus propios triunfos en las urnas de la vergüenza”. Orlando Letelier, canciller chileno, se pone de pie y sale del salón plenario con el rostro desencajado.

El sueño de Contreras 02


La franja de propaganda de la opción NO se maneja en dos ejes: el miedo a convertirse en un país de la órbita soviética y la promesa de que se terminarán el hambre y la escasez; la violencia y el odio. Prometiendo un estado de alegría generalizada por el fin de la pesadilla. “La alegría viene”, reza el himno interpretado por Claudio Millán, Pedro Messone y Gloria Simonetti.

El día 30 de septiembre en la noche el triunfo de la Unidad Popular es avasallador. El presidente Allende habla a través de radio Magallanes y anuncia que “más temprano que tarde los trabajadores de Chile abrirán las grandes alamedas por donde avanzarán, libres de amenazas y coerciones oligárquicas”.

A la noche siguiente un comando armado del nuevo grupo “Puño de hierro”, de orientación ultraderechista, secuestra a tres profesores del partido comunista, los degolla y abandona los cuerpos en el camino al aeropuerto Pudahuel. El Director de Carabineros debe renunciar, cuando la prensa progobierno descubre que oficiales manipularon pruebas que habrían incriminado en los asesinatos al hijo de un connotado ejecutivo de la Anaconda Mining Company.

Los paros del transporte tienen al país al borde del colapso sanitario. Los asaltos a casas de Barrios acomodados comienzan a hacerse comunes.
Aparecen los primeros piquetes armados de reivindicación social (llamados “Comandos de acción obrera directa, CAODI), grupos de 6 a 8 encapuchas, armados con fusiles y armas cortas de origen soviético, que asaltan camiones de provisiones y almacenes.

La noche del 20 de noviembre un ejecutivo del Banco de Santiago dispara y da muerte a un niño de 12 años que, disfrazado de piquetero, intenta ingresar a su hogar.
La justicia lo deja en libertad invocando legítima defensa y los funerales del menor, de iniciales P.P.V., se convierten en una orgía desatada de violencia y saqueo que dura tres días. El ministerio del interior saca personal militar a las calles y comienzan los enfrentamientos.

El 30 de noviembre, el presidente Richard Nixon declara que en Chile la democracia y los derechos humanos están en riesgo y que el Gobierno de los Estados Unidos está preparado para ayudar al pueblo chileno y salvaguardar los principios democráticos de la región.

El 10 de diciembre, arriba al puerto de Valparaíso una inusualmente poderosa delegación armada norteamericana, a los ejercicios conjuntos UNITAS correspondientes al año en curso. El diario El Siglo titula, “No nos intimidarán!!!”

Luego de mucho dudar, Salvador Allende no encuentra otra alternativa que solicitar nuevamente la ayuda de la Unión Soviética. Envía a Volodia Teitelboim quien es recibido con algo de frialdad por parte de los integrantes del KOMINTERN.

El sueño de Contreras 01


La noche del 09 de septiembre de 1973, Manuel Contreras Valdebenito despierta gritando en su cama. Algo le habló en sueños, una traición, cárcel perpetua, deshonor. Una frase atravesando el tiempo. Camino a Damasco.
Al día siguiente toma el teléfono y hace una llamada.

El 10 de septiembre en la tarde son detenidos Augusto Pinochet Ugarte y Gustavo Leigh Meza bajo el cargo de sedición. Hay alzamientos indecisos y descoordinados en distintos regimientos del país que son apagados rápidamente por tropas leales al gobierno de Salvador Allende.

El 11 de septiembre, a las 10 de la mañana, Hawker Hunters de la Fuerza Aérea, dirigida por el comandante Bachelet, bombardean el regimiento Tacna y el Maipo. Este golpe de inusitada violencia es una señal de fuerza que el resto de las unidades del país entienden y finalizan las asonadas abruptamente.
Durante la tarde el presidente da a conocer su intención de plebiscitar su permanencia en el gobierno.
Esa misma noche un comando armado de Patria y Libertad da muerte en su casa a Jaime López, a Camilo Escalona y a Miguel Enríquez. Una turba de manifestantes sale a las calles al día siguiente. Atacan sedes del Banco de Osorno, apedrean la embajada norteamericana y arrojan bombas molotov que incendian el automóvil del embajador. Pobladores cierran el acceso a las poblaciones y sindicatos de los cordones industriales de Vicuña Mackenna se declaran en alerta. El MIR lanza un manifiesto de combate y alzamiento popular inmediato. Se declara el Estado de sitio.

El 20 de septiembre, La Tercera titula “20 muertos en noche de horror. A la fecha la insurrección suma 230 muertes”.

Salvador Allende aparece en el Congreso flanqueado por los 4 comandantes en jefe (Benavides, Bachelet, Merino y el recién nombrado Director de Carabineros, Mendoza) para convocar a un plebiscito a realizarse el 30 de septiembre. La pregunta es única: ¿Acepta que el gobierno de Salvador Allende Continúe presidiendo el país? La cartola tiene un SI y un NO impresos en tipografía helvética, cuerpo 18 y una línea horizontal junto a cada alternativa.

(continuará)