HORROR EN GERMANIA

El salvaje atentado terrorista, que ayer en la mañana destruyó La cúpula del Salón del Pueblo en la Ciudad de Germania fue adjudicado al Frente Lincoln de Liberación Américana.

(Desde Alemania Imperial. Septiembre 12, 2001, enviado especial de El Mercurio). La historia del mundo cambió radicalmente ayer a las 9 de la mañana. A esa hora, dos aviones comerciales Dornier Do 899 de dos pisos, propiedad de Lufthansa, que habían despegado treinta minutos antes desde el Aeropuerto Internacional Adolf Hitler de Frankfurt, alteraron su ruta de vuelo para entrar sin permiso al espacio aéreo restringido dela Ciudad de Germania.

A las 9 con un minuto el primero de los cuatrimotores se desplomó sobre el hemisferio poniente del Salón del Pueblo causando estupor entre quienes transitaban por el downtown de la ex Berlín. Pero la sorpresa y el horror no terminó allí. Tres minutos después, un segundo Do 899 cayó en la parte alta del oriente de la gran cúpula. Dañado en su estructura principal, el domo de 300 metros de alto, construido por Albert Speer en 1946 se vino al suelo a las 9 con 15 minutos provocando un caos y un estruendo que estremeció a toda la capital del imperio.

Como es ampliamente sabido, el Volkshalle o Salón del Pueblo, fue encargado por el primer Führer, Adolf Hitler, a su arquitecto personal, Albert Speer, como parte del plan de reconstrucción urbana de Berlín, que concluyó con la refundación de la ciudad bajo el nombre de Germania, la «nueva Roma», en 1955. Tanto Hitler como Speer soñaban con un símbolo arquitectónico monumental que no tuviese parangón en el mundo y que representara la victoria del III Reich. En 1946 comenzaron las obras que se extendieron por 4 años y que concluyeron en la cúpula plateada de 300 metros de alto que se convirtió en signo de la nueva cultura. Desde su inauguración hasta el día de ayer, el Volkshalle fue la maravilla arquitectónica más reproducida en sellos postales, afiches y fotografías a lo largo del mundo. Un ícono urbano, conclusión magnífica de sueños y grandezas que ayer fue destruido por el odio de la humanidad.

Tras el atentado, la Luftwaffe cerró el espacio aéreo de Germania realizando vuelos continuos con cazas e interceptores para evitar un nuevo acto de similar envergadura. También se pidió a la policia civil la detención y registro, bajo ley marcial, a todos los extranjeros, residentes y turista, tanto en la capital como en otros centros urbanos de Alemania.

A las 11 de la mañana, la oficina central de Lufthansa declaró que otro de sus aviones había sido secuestrado. Se trató de un bimotor Do 699 con 120 pasajeros que finalmente fue avatido por los misiles de un FW-670 a 60 milas al sur de Germania. Desde entonces los aeropuertos de todo el imperio se encuentran cerrados, suspendiéndose incluso el servicio transatmosférico e hipersónico a Japón y Patagonia. En horas de la tarde de ayer, en conferencia de prensa, el Führer, que tras los eventos fue trasladado al zeppelin imperial Bismark, declaró que el Reich pondrá todos sus recuersos en encontrar y castigar a los culpables. Esta mañana y para evitar posibles actos en su contra, el emperador fue trasladado en un transbordador a la estación espacial presidencial Hindenburgh.

Al cierre de la edición de este matutino, el Frente para la Liberación Americana Abraham Lincoln se adjudicó el atentado. Declararon que sus acciones continuarán afectando al Imperio y que su objetivo es acabar con la vida del que llaman «heredero de Satanás». La Central de Inteligencia SS, ha declarado que el lider de esta organización, un ex heredero de una fortuna de preguerra convertido en cabecilla extremista, llamado John Fitzgerald Kennedy, quien incluso trabajó como agregado cultural del gobierno colonial américano en Germania entre 1961 y 1963, ya ha sido identificado, apuntando su base de operaciones en Potomac City, urbe mediana levantada en las ruinas de Washington DC, destruida tras el bombardeo atómico de 1944. Las autoridades han desestimado que el Frente Lincoln tenga en su poder armas nucleares.

Para garantizar la seguridad del imperio, las plataformas de ataque orbitales Tirpitz y Graff Zeppelin se encuentran desde esta mañana en posición estática sobre territorio norteamericano apuntando sus misiles nucleares V-9 contra las principales ciudades de la colonia . También nos fue informado que el grupo 4 de la Flota Atlántica, que incluye los portaaviones Scharnshorst, Koning y Graff Himmler sarparon esta mañana desde Southampton, en la colonia inglesa, para bloquear la zona de Delaware, cercana a Potomac City y Nueva Manhattan, en el estuario del Hudson.

Desde la Santa República conjunta Chileno-Argentina de Patagonia, las autoridades ofrecieron su solidaridad con el Imperio Germánico, declarando que pondrán a su dispocisión todos los medios para perseguir, apresar y castigar a las fuerzas de odio contra nuestra gloriosa cultura. La dirección de inteligencia, DINA, que se hiciera imperialmente celebre por la captura y fusilamiento de los lideres terroristas separatistas sudamericanos Salvador Allende, Fidel Castro, Ernesio Guevara y Victor Jara en 1977, enviarán hoy en la tarde en un vuelo especial desde Buenos Aires a sus diez mejores agentes para apoyar las tareas de la SS.

MI PRIMERA VISITA A GERMANIA (1)


Tomado de Las Memorias del Canciller Arturo Kieber-Latorre
Ediciones Dobleverso. Mayo, 2039

«Tenía 10 años cuando acompañé a mi padre a Germania, la ciudad más fabulosa que vio el mundo moderno, la nueva Atlántida de Albert Speer, el faro que marcó el año cero de la nueva civilización. Fue en julio de 1984 y papá trabajaba para el ministerio de relaciones exteriores durante el segundo periodo de Allende. Las relaciones entre el Neosocialismo chileno y el III Reich no podían ser las mejores, sobre todo en lo referente a intercambio tecnológico. Era la época del esplendor cibernético chileno, de los primeros robots, aquellos que la prensa bautizó Dígitos y que cuantos malestares nos dieron en las siguientes décadas.
«Tres años del fin de la guerra fría y Alemania había abierto sus puertas a los países de la orbita socialista, dentro de los cuales Chile era uno de los más privilegiados. Claro, faltaba mucho para la gran crisis latinoamericano y nuestro país era entonces apenas una línea en la costa Pacífica del subcontinente. Aun existían Ecuador, Perú y Venezuela y nadie aventuraba soñar con las actuales Confederación Bolivariana, Amazonia del Norte, Amazonia del Sur y Unión Patagónica, menos aun con la guerra del 2003.
«Papá había viajado varias veces a Germania y la casa estaba llena con fotos de la gran ciudad que regía los destinos del mundo libre. El trayecto fue tranquilo. Yo y mi infantil fanatismo por los aviones estabamos desbordantes. Después de un vuelo sobre los Andes en un Tupolev de Lan Chile llegamos a Buenos Aires donde embarcamos en un transatmosférico Heinkel de Lufthansa. El salto suborbital entre el Río de la Plata y Frankfurt fue de apenas 4 horas, la tecnología alemana no sólo era adelantada, también confortable. En Frankfurt hicimos transbordo a un zeppelin para vuelos locales, una nave enorme y silenciosa, dotada de rotores inclinables y una barquilla para 400 pasajeros sentados. Sé que papá quería llegar a Germania en el riel de alta velocidad y que cedió a la lentitud del zeppelin para darme en el gusto. El sabía bien como se disfruta la primera vista de Germania desde el aire. Y como el sobrecogedor espectaculo podía cambiar para siempre la percepción del mundo que se tiene cuando uno es niño. Con los años y cada vez que pienso en el fatídico destino de Germania no puedo evitar dejar caer una lágrima. La arquitectura, la belleza de su calles, su legado a la humanidad, su simétrica perfección… todo perdido por un capricho de la naturaleza. En fin… El dirigible cubrió en tres horas la distancia entre Frankfurt y Germania. Recuerdo que el día estaba nublado y los verdes campos de la tierra patria alemana luchaban por colarse entre los jirones de nube. El primer indicio de nuestro arribo a la capital Europea fueron dos ME-978, de la Guardia Urbana de la Luftwaffe que aparecieron a un costado del zeppelin para rastrear que todo estuviera en orden en la nave, tras los atentados suicidas del 77, aquello era un trámite obligado a cualquier vehículo volante que se acercara al espacio aéreo de la capital del Reich. Entonces apareció. Las nubes se abrieron y la nueva Roma deslumbró sus mármoles y piedras perpetuas ante mis ojos de infante. El gran Domo del pueblo relució su cúpula colosal contra los ventanales del dirigible, atochados de turistas con cámaras fotográficas. La mayor ciudad del mundo, el espectáculo urbano por excelencia, una joya contra la decadencia de Londres y Nueva York… (continuará)