Conviértase en brujo, conviértase en escéptico

Conviertase en brujo, conviertase en sabioCuando uno mira la tapa de Conviértase en Brujo, Conviértase en Sabio (Georges Charpak & Henri Broch), pareciera estar en presencia de un libro de autoayuda mística de contenido muy cuestionable. Las palabras “Brujo” y “Sabio” resaltan por sobre todo, a la vez que aparece la fotografía de un tipo en actitud misteriosa.

Nada más alejado de la realidad.

Conviértase en Brujo, Conviértase en Sabio en un libro de difusión científica que tiene como objetivo el quitarle el aura de magia y misterio a muchos fenómenos que parecieran ser de otro mundo, pero que un análisis objetivo demuestra que son más pedestres de lo que uno pensaría. La idea es que utilizando razonamiento lógico, principios físicos, sentido común y simples estadísticas se puede demostrar que las supersticiones y los fenómenos paranormales tienen su origen únicamente en nuestra mente y sociedad, y no en hipotéticos espíritus ociosos, por poner un caso, cuya única razón de existir es la de atormentar a las personas.

Si bien estamos hablando de un libro cuya edición en el mercado local data al menos del año 2003, es un tema que no pierde actualidad. Siendo nuestra sociedad bastante crédula y ávida por los sensacionalismos; que encuentra en el horóscopo el curso de acción del día; en donde videntes de toda clase, parasicólogos, ufólogos y adivinadores desfilan por los matinales de la tv y muchas veces hasta logran portada en los diarios; estando nuestra sociedad, en definitiva, impregnada por supersticiones y rodeada de literatura seudocientífica, un libro que eduque y ejercite nuestra capacidad de escepticismo es algo que de verdad se agradece.

El libro es pródigo en ejemplos prácticos, que uno hasta puede ejecutar y que realmente funcionan. Como ejemplo, desmitifica al horóscopo. No son pocas las personas que “realmente” leen su destino en aquella colección de generalidades sin nombre ni apellido que publican a diario casi todos los periódicos y revistas. Los autores demuestran efectivamente que los consejos del horóscopo están escritos de modo tal que cualquier conjunto de consejos son aplicables a cualquier persona, independiente del signo zodiacal. En definitiva, concluyen, el horóscopo funciona, pero eso no implica que el destino de las personas esté codificado en el movimiento de los planetas o que sea producto de la acción de fuerzas misteriosas. Lo llaman Efecto Pozo: conforme más vago o general es el mensaje, más gente está inclinada a aceptar ese mensaje para sí.

Otro ejemplo. Todos sabemos que nadie es infalible. Es decir, todos podemos equivocarnos. Pocas cosas son más obvias que ésta. Pues bien, si nadie es infalible, sucede también que nadie es absolutamente falible, vale decir, que se equivoque siempre. Un astrólogo, en particular, puede predecir y predecir hechos y por puro azar puede apuntarle a algún pronóstico. Lo realmente extraño sería si se equivocara siempre o bien si siempre acertara. El punto es que normalmente uno nunca se entera de los fracasos de los pronósticos astrológicos, o bien son olvidados rápidamente. Por el contrario, sus éxitos son publicitados en los medios de comunicación, a grandes letras, siendo en ocasiones titulares en algunos periódicos amarillistas. La gente sólo se entera de los éxitos puntuales y absolutamente casuales, pero no de los numerosos (y obviamente silenciosos) fracasos. El resultado, desde el punto de vista de un observador aleatorio, es que el astrólogo luce un inquietante poder metahumano de adivinación. Un argumento similar, utilizando conceptos estadísticos sencillos, esgrimen los autores para explicar las curaciones milagrosas. Y los ejemplos continúan.

Por supuesto, este libro no pretende revolucionar las creencias religiosas de nadie. Simple y humildemente pretende inculcar un mínimo de pensamiento escéptico, característica que no sólo puede ser utilizada en inquietudes intelectuales de sobremesa, sino que también en situaciones prácticas: descubrir y alejarse de embaucadores, por citar un ejemplo.

En la escala de 1.0 a 7.0, Conviértase en Brujo, Conviértase en Sabio tiene nota máxima.

Título Original: Devenez sorciers, devenez savants
Traducción: Núria Viver Barri
1ª edición: enero 2003
© Éditions Odile Jacob, 2002
© Ediciones B, S.A., 2003
ISBN: 84-666-1086-2002

nota: versión original de un fragmento publicado originalmente en ArgoNavis #12, pág. 14.

Programa SETI@home por fin encuentra algo (pero no ETs)

Por fin el programa SETI@home ha encontrado algo! Lamentablemente no se trata de vida en el espacio exterior (ni el en interior), sino del laptop de uno de sus participantes.

Recordemos que el programa SETI@home (Search for Extra Terrestrial Intelligence) analiza las ondas de radio que nos llegan desde el resto del universo buscando señales artificiales que corresponderían a vida inteligente no humana, y utiliza para ello la capacidad de proceso de todos aquellos que instalen el software en su propio computador.

A Kimberly Melin, una de estes contribuyentes, le robaron el computador donde tenía el famoso software instalado. El ladrón siguió utilizó el computador para conectarse a internet (¿qué computador no se conecta a internet hoy?), y no se dio cuenta de que un programa oculto se conectaba a los servidores de la Universidad de Berkeley para recoger los datos que debía procesar. La policía rastreó el IP desde el cual se estaba conectando, llegó al ladrón y recuperó el laptop para su agradecida dueña. ¿Quién decía que no servía para nada la búsqueda de vida extraterrestre?

Ánimo, SETI, la próxima vez serán verdaderos aliens! Si algún lector quiere integrarse al programa SETI@Home puede unirse y descargar el software BOINC, tal como lo hizo el director de TauZero. Ah, y sigan mirando al cielo.

vía BoingBoing

Imaginando la décima dimensión

10dimension.jpgBien, diez dimensiones para mí es como querer pellizcar un vidrio. Ya me cuesta lidiar con la realidad y ahora salen con esto. Sobretodo porque los días de resaca maldigo la existencia de una tercera dimensión.

Entonces se hace necesario que alguien baje de las atalayas de la ciencia y nos explique con manzanas y bananas cómo puede ser posible tanta complejidad. Ulularemos como micos, pero al final la comprensión se abrirá por el tercer ojo [no ése, Marlo].

¿Existe esta persona?

Of course, queridos. Se llama Rob Bryanton y lo explica bien en su libro La Décima Dimensión. Para el que no quiera comprarlo existe una exposición en Flash muy amena que los pondrá al tanto. También permítome recomendar su blog en inglés y este artículo sobre espacios infinitodimensionales (cómo les quedó el ojo, ¿ah?) de Genciencia.

En todo caso, se los puedo revelar aquí mismo y consiste en que… ¡Oh, viene mi jefa! ¡Nos vemos!

El Universo, una ilusión

MC EscherPara los que quieran conocer más del Universo, sus nuevos descubrimientos y que nos depara la vida, pueden asistir a las charlas dictadas en el centro cultural de Recoleta, organizadas por ACHAYA celebrando sus 50 años, orientadas a público general.

Los interesados deben llegar idealmente 30 min. antes, porque las actividades han tenido bastante concurrencia.

Ayer asistí a la charla dictada por el director de SAVAL, Luis paredes, quien dicto una charla titulada: «El Universo, una ilusión».

Comenzó la exposición situando al público en «Planilandia», es decir un mundo de dos dimensiones, y como afectaría un objeto de tres dimensiones a ese mundo (por ejemplo: un vaso sería solo un círculo). En este mundo no es concebible una 3a dimensión; del mismo modo que nosotros no podemos concebir una realidad de 10º dimensiones, que sería la cantidad que tendría nuestro universo, de acuerdo a la Teoría de las Cuerdas. Esta teoría unificaría la gravedad con la mecánica cuántica y permitiría a los astrónomos evidenciar lo que sucedió al inicio del big-bang… Para explicar las ideas en forma didáctica, el expositor nos hizo situarnos en mundos imaginarios con obras las de M.C. Escher, como Manos Dibujando, y una de las más conocidas (creo), «Escaleras».

Tras una hora de charla y media hora de preguntas, logré entender un poco más sobre estas novedades. Al no tener muchos conocimientos de física, quedé algo confusa con algunos conceptos; pero en general considero que Luis Paredes explicó adecuadamente el tema.

En la charla de hoy, 25 de enero, trataron el tema de las Naves no tripuladas, cerrando el sábado con una charla dedicada más bien a aquellos que quieran integrarse a la agrupación. También exhiben utilerías astronómicas (telescopios, espejos, etc.)

Otro panorama para el caluroso verano santiaguino…

Actividades 50° Aniversario

Unda in the news

Nuestro astrónomo residente, Eduardo Unda, aparece curiosamente en un periodico chilote (extremo sur de Chile), en circunstancias que él está radicado en Antofagasta (extremo norte). Nunca deja de sorprenderme la absoluta ubicuidad que nos regala internet.

El link aquí

Chilotes asombrados con cometa

«Lo empecé a mirar después de las nueve de la noche. Mi hijo me llamó desde la península de Rilán y me avisó, fue impresionante», relató una vecina castreña sobre un fenómeno que ha causado inquietud entre quienes lo han visto y la risa y hasta la incredulidad en quienes no han podido apreciarlo todavía.

Pero es real. Desde comienzos de este mes la Tierra está siendo «visitada» por uno de los fenómenos astronómicos más importantes de las últimas décadas. Es el paso del cometa McNaught, un cuerpo celeste del que poco y nada se sabía hasta ahora y que tiene pendientes a especialistas y aficionados a mirar los cielos.

Precisamente, durante los anocheceres de esta semana es cuando mejor se está captando al astro en el Hemisferio Sur, el que desaparecerá del ojo humano el 9 de febrero, según relató el astrónomo de la Universidad Católica del Norte, Eduardo Unda.

«Es algo completamente nuevo. La ciencia no tiene antecedentes de los cometas antes de su ingreso al sistema solar», explicó desde Antofagasta el especialista, ciudad donde se ha apreciado el McNaght en mejor medida cerca de las 21 horas y hasta poco antes de las 22.

Por ello, sorprendido se mostró el profesional al conocer que distintos observadores chilotes han reportado avistamientos desde las 21 y hasta las 22.45 horas, sobre todo en lugares como las cercanías de Ancud y Achao.

Los cometas, tal como se está divisando al actual, deben su «cola» o «cabellera», mientras se acercan al sol. Sus cuerpos formados por distintos materiales ahí subliman. Además, poseen órbitas de gran excentricidad y estarían compuestos de hielo, dióxido de carbono y diversos elementos.

BRILLO

A diferencia del Halley, que pocas personas pudieron divisar a simple vista en el horizonte, el McNaught posee un brillo que no se veía en un cometa en años. Según algunos portales desde 1935 y otros desde la década del ’60.

Sobre lo último se inclina el astrónomo Unda, quien indicó a modo de ejemplo que el ojo humano puede ver objetos con magnitud de luz de hasta +6. «Este cometa tiene una -2 a -3, lo que es alto, ya que con +1 ya es un cuerpo muy brilloso; a los +9 recién se puede ver algo con binoculares, a los +11 con telescopios ordinarios y +23 a +24 con el del Paranal», aseveró.

Así lo comprobó, por ejemplo, Luis Segovia, de Arica, quien paseando por la Costanera de Ancud, relató que «fue algo sorprendente». A su vez, Carlos Cárdenas, expresó que «iba camino a mi casa y un amigo me advirtió. De inmediato volteé. No tenía idea que era un cometa».

Para los curiosos, el científico Unda comunicó que la mejor manera de apreciar el astro lumínico es «desde la puesta de sol. Uno verá una luz brillante típica, que es Venus, pero si se gira un poco la cabeza, unos 10 o 20 grados, ahí estará el McNaught».

Novedades enero 2007

Se ha actualizado el sitio web con el siguiente material:

¿Dónde acceder al material?: en la Biblioteca TauZero

Todos a ver el Cometa McNaught

Cometa

Vía Foro TauZero

El Cometa McNaught (C2006 P1) pasó a máxima velocidad por su perihelio el 14 de enero recién pasado y ahora está ya en los cielos de nuestro hemisferio Sur, gloriosamente visible para nosotros, los moradores de las regiones australes de este planeta. El Cometa pasó apenas a 25 millones de Km. ENTRE el Sol y la Tierra y no por «Detrás» del astro rey, de manera que a partir de ahora mismo ya comienza a alejarse otra vez hacia el exterior de la órbita de Mercurio, planeta que dista 57 millones de Km de la estrella solar.

A medida que pasen los días, el Cometa podrá verse más y más tarde en la noche, es decir en cielos más oscuros. Sin embargo, el «offset» consiste en que debiera ir perdiendo brillo, porque la cabellera es activada por las radiaciones solares, las cuáles varían (aumentan o disminuyen) según el cuadrado de la variación en distancia. Pero no hay problema, todavía el celeste visitante está sumamente cercano al Sol, de modo que seguramente tendremos muchas noches para observarlo en toda su gloria. Para aquellos que deseen verlo en pleno día, pueden intentarlo tapando al disco solar con algún objeto plano.

El cometa está al Sureste del Sol, con su cola apuntando hacia arriba y algo hacia la derecha, es decir hacia el Noroeste. Al anochecer aparece el melenudo objeto sobre el horizonte del Oeste, al Sur de Venus, según los astrónomos con una magnitud visual superior a la del astro del amor, es decir -4 o más brillante todavía. Al decir de algunos entusiastas, el Cometa McNaught podría llegar a convertirse en el más brillante de los últimos cuatro siglos. Quizá no sea para tanto, pero sí esta claro que ya es el más luminoso de los últimos cuarenta años. Cada noche se irá observando más hacia el Sur y más alto en el cielo nocturno, hasta que en abril el cometa vagará a medianoche cerca del polo celeste austral, pero para ese entonces seguramente será difícilmente visible.

Espero que lo podamos disfrutar a partir de esta misma tarde, aunque el tiempo ha estado algo nuboso por estas comarcas, condición que torna algo «lechoso» al cielo. El ideal es «Transparencia Máxima», igual como se aconseja para nuestro venerable ambiente político nacional.

Coma, Robin Cook

coma.jpgEsta novela, Coma, es la segunda escrita por el Robin Cook, reconocido por sus thrillers médicos, que mantienen en tensión al lector durante toda la novela, y que logran crear una estrecha relación con los personajes.

Coma fue llevada al cine en una película del mismo título, siendo el director Michael Crichton y uno de los actores Michael Douglas (película que aún no la veo).

posible spoiler

Susan Wheeler, estudiante internista de medicina, se topa con una situación poco habitual en el hospital. Gracias a su belleza, logra enamorar al médico encargado, no siendo ésta su intención primordial, pero que le permite investigar aquellas situaciones que la tienen consternada.

Gracias al contacto personal con un paciente, que posterior a una intervención quirúrgica muy sencilla queda en coma, comienza su incansable búsqueda de darle una respuesta lógica a esta terrible situación, sin la autorización de sus superiores. Su profunda investigación la lleva a descubrir un macabro negocio: Mercado negro de órganos humanos en el “Jefferson Institute”, con un ingreso muy restringido, pero donde Susan logró entrar y le permitió observar una realidad aterradora.

Una historia que hoy en día no se aleja mucho de la realidad, pues se observa continuamente la necesidad de órganos para realizar transplantes con una oferta muy restringida. No deja de lado los romances, pero el suspenso y la intriga es mayor. Una novela, para mi gusto, fascinante.

Con sus siguientes obras: “Cromosoma 6”, “Convulsión”, “La manipulación de las Mentes” Cook, de profesión médico, demuestra ser un adelantado en las problemáticas éticas de la medicina.

Titulo Original: Coma
Año: 1977
Editoriales: Ultramar, Emece

Referencias.
http://es.wikipedia.org/wiki/Robin_Cook
http://www.iac.es/galeria/hcastane/cine/Coma.htm
http://www.ciao.es/Opiniones/En_coma__94132

Mundo Azul, Jack Vance

mundoazul.jpg

Ha llegado el verano. Para aquell@s que comienzan a pensar en los libros que se van a llevar a las vacaciones, valga el comentario de Mundo Azul, de Jack Vance.

Los tópicos tratados en esta novela son clásicos en el género: una nave de refugiados llega a un planeta cubierto enteramente de agua. Si bien el motivo de la huida no se menciona, se intuye: las personas son en su mayoría delincuentes, criminales, estafadores, alcahuetes, embaucadores y un largo etcétera de oficios al margen de la ley. Con certeza, su actuar no fue tolerado dentro del marco legal del algún gobierno imperial y por ello se vieron obligados a huir (o morir, presumiblemente).

La narración se sitúa a doce generaciones a partir de los hechos anteriores. Para entonces, los doscientos refugiados han creado una sociedad de varios miles. Desarrollan su vida en la superficie del agua, en especies de islas de naturaleza herbácea que tienen sus raíces en lo profundo del océano. Estas hojas-islas forman archipiélagos en donde el transporte se realiza a través de embarcaciones ligeras y las comunicaciones a través de un alfabeto de señales semejante al morse. Los mensajes se codifican y transmiten usando banderolas (de día) y antorchas (de noche) desde altas torres que se levantan a lo largo del archiélago.

El mundo en general es completamente apacible, donde la violencia y los crímenes no existen. Una sociedad tranquila y desprovista de tecnología. Los días se suceden con agradable monotonía, siendo la única fuente de perturbación lo que ocurre en torno al “Rey Kragen”. A poco andar esto se convierte en el conflicto central (y único) de la novela. (El título original es precisamente King Kragen).

El Rey Kragen es un pez hipetrofiado que pertenece a la raza depredadora de ese mundo oceánico. En torno a este pez gigante existe una especie de culto quasi-religioso, propugnado por una de las castas de la sociedad, los Intercesores.

El conflicto se origina cuando Sklar Hast, perteneciente a la casta de los Embaucadores (casta encargada de codificar los mensajes en las torres de señales) comienza a cuestionar validez del culto al Rey Kragen, proponiendo la revolucionaria idea de eliminar ese animal que depreda los alimentos de la tribu. Estas ideas poco ortodoxas, que son adscritas por no pocos de los habitantes del archipiélago, le vale, por otro lado, la aversión y el odio de los Intercesores.

La adversión desemboca finalmente en la expulsión de los disidentes. Los Intercesores, liderados por Barquan Blasdel, decide llevar las cosas más allá, propugnando su eliminación. La “guerra” entre un bando y otro comienza.

La narración es lineal. La descripción y caracterización de personajes es bastante limitada. Esto hace que la lectura sea sencilla y liviana. No obstante esta sencillez, el texto, en mi opinión, posee su valor en la sutil crítica social que enmascara el tono cienciaficcionesco: la intolerancia religiosa hacia personas que no comparten las creencias y que es llevada a extremos violentos.

El culto al Rey Kragen tiene un equivalente directo en alguno de los cultos religiosos que posee nuestra sociedad. El comportamiento de Barquan Blasdel, principal Intercesor del culto, es un ejemplo del dogmatismo de los dirigentes religiosos, quienes se escudan en el carácter “sagrado” de su labor, para zanjar cualquier intento por debatir costumbres y creencias.

El mismo Rey Kragen, es un equivalente casi perfecto de cualquier deidad venerada: ajeno a las maquinaciones que se hacen en su nombre. Se le atribuyen pensamientos y se intenta racionalizar los motivos para sus acciones, muchas veces fuera de toda lógica, pues es simplemente un animal.

El protagonista, Sklar Hast, representa a la persona de perfil escéptico, que no acepta las creencias y costumbres que han seguido sus padres, abuelos y se rebela contra el orden “natural” de las cosas.

Forzando un poco el asunto, es posible encontrar otra analogía. La superioridad tecnológica de la sociedad que no posee tabúes religiosos que obtaculicen el avance científico, en contraste con el estancamiento de las culturas dictatoriales que controlan cada aspecto de la sociedad.

La historia sólo pretende entretener y contar una historia sencilla. No es necesario concentrarse excesivamente para entender la narración. Considerando lo anterior, Mundo Azul es una novela ideal para leer en la playa.

A propósito de lecturas playeras, recordé una novela que leí tendido al sol en la playa del Lago Llanquihue: En Cyron Vuelan, de Samuel R. Delany. Si se van de vacaciones, ambas novelas son perfectas pues entran en sintonía con el ambiente estival…

Datos bibliográficos.

Mundo Azul.
Título Original: The Blue World.
La primera edición se titulaba “King Kragen”, publicado en Fantastic Magazine.
Colección Mundos Imaginarios
(c)2000 Plaza y Janés Editores S.A.

10 años de la muerte de Carl Sagan

carlsagan.jpg

Vía Boing-boing.

(…) el 20 de diciembre de 2006 marcará el décimo aniversario del fallecimiento de Carl Sagan. En su honor, estoy organizando una blog-a-ton en su memoria (…) Si eres un fan de Sagan con un blog, puedes participar posteando algo relativo a él. Leyendo o releyendo un libro y comentándolo; discutiendo sobre las cosas que hizo que te hayan influenciado; pontificando sobre alguno de los muchos temas en que se interesó (SETI, astronomía, pensamiento crítico, historia de la ciencia, inteligencia humana), o postea algo completamente sorprendente.

Fuente: Joel’s humanistic blog.

Aunque tengo algunos de sus libros en alguna parte de mi biblioteca sería completamente un error decir que Carl Sagan llegó a mí por alguno de ellos. Nada más decir Cosmos es para mí un poderoso meme que gatilla recuerdos y sensaciones. Éste es mi homenaje.

Porque estaba en la escuela cuando Canal 13 televisó el primer episodio de Cosmos y el impacto fue inmediato. Porque creí, en mi inocencia, que al fin se acababa esa pesada atmósfera de los 1970’s. Si no me equivoco, 1982 fue uno de los primeros años en que la ley obligaba a los canales de la televisión chilena a exhibir una hora de programación cultural, los días jueves, después del noticiero; los regímenes autoritarios son demasiado eficientes en estas cosas. Era algo tan nuevo que casi nadie estaba preparado y se tuvieron que comprar series envasadas para cubrir el hoyo. No me acuerdo qué tenía Canal 7 (¿Informe Especial?), pero Canal 11 competía con un excelente programa sobre física producido por la BBC (creo) que tenía el mismo acercamiento ameno que Cosmos, pero ganó el último. Ya había visto El Ascenso del Hombre, de Jacob Bronowski, en la que se basó la serie de Sagan, y repetir la experiencia era algo que buscaba desde hace un tiempo. Todos los episodios estaban presentados y rematados por Hernán Olguín, que luego, con el impulso creado por la serie, iniciaría su serie Mundo. Carl Sagan era un anfitrión lleno de energía y entusiasmo por la ciencia, la historia y todo lo que se le cruzara. No por nada el subtítulo de la serie era “Un viaje personal”. O sea, cabía todo lo que una vida de científico podía dar. El doblaje al castellano también tenía su carisma con esa voz cálida que te llamaba a irte por la Biblioteca de Alejandría. Fueron catorce episodios que me atrapaban al anochecer y me tensaban como una cuerda de guitarra. Las intensas escenas que recuerdo se mezclan con episodios de la vida personal. Un planeta reciclado completamente por su civilización. La grotesca nariz de oro y plata de Ticho Brahe. Los furiosos cangrejos heikegani. Percival Lowell y sus estrambóticas teorías sobre una moribunda nación marciana. El disco de oro de la Voyager llevando los sonidos de esta Tierra. Los cataclismos violentos y estelares de seres inmutables como las estrellas. Los cachos diabólicos de la Luna y un grupo de monjes asustados hasta el alma. Por último, la nave de la imaginación que era simplemente un diente de león echado al viento. Soñaba con subirme a ella.

Nunca fue un tipo muy apreciado en la línea dura de la ciencia. Todo eso de la divulgación solía ser para investigadores de medio pelo. La verdadera ciencia se crea en los laboratorios, en la dureza de los años de soledad y porfía, lo cual es cierto. Pero no menos cierto es que alguien tiene que llevar esa especie de fuego de los dioses a los mortales como uno, que creen todavía que los motores funcionan con cien enanitos musculosos. Cuando uno se da cuenta que todo es una metódica observación y plantearse las preguntas correctas ya no parece tan difícil de entender. Sagan lo hacía más fácil aún porque mezclaba los datos más difíciles con curiosidades y ejemplos. Pero era un científico de tomo y lomo, y lo demuestran sus estudios sobre microondas -aplicable a la superficie venusina- la exobiología, sus contribuciones al programa Mariner, entre otros. Y humano también, en serio, porque tenía el ego suficiente para meterse en la televisión y salir bien parado. Era un agnóstico y escéptico acérrimo al punto de convertirlo en un enemigo formidable y fundamentalista. Se casó tres veces, la última vez con Ann Druyan, con quien mantuvo una relación de amistad y colaboración previa de veinte años. Lo más polémico de él quizás fuera su preferencia por la marihuana que, según él, le ayudaba a trabajar mejor en sus proyectos.

Sagan también incursionó en la ciencia ficción con su novela Contacto. Su cercanía con el género se nota en todos sus libros, con la especulación de alto vuelo que se permitía, y desde la infancia con las portadas de las revistas pulp, coloridas y sugerentes de otros mundos. Ya lo demostraba participando del proyecto SETI, que buscaba vida inteligente en el Universo. Son muy vívidas, por ejemplo, las poderosas imágenes que describía sobre la vida en las capas superiores de Júpiter con esos organismos flotantes depredados y depredadores. Para el caso de Contacto, lo vapulearon bastante en la crítica, y luego salió una versión cinematográfica edulcorada al extremo (¡que le valió a Jodie Foster galardones a destajo, mientras Sagan se moría al mismo tiempo! Ironías de la vida). Cuando la leí ya venía advertido: malos personajes, escenarios de cartón, ideas sin calentar. Pero estaba blindado de todos esos comentarios y no solo la disfruté, sino que sinceramente pensé –pienso- que no fue para nada un escritor de ficción desdeñable. Porque la protagonista principal está bien cimentada en un conflicto con el padre, porque la trama tiene suficientes aristas interesantes que se van cerrando en forma satisfactoria, porque las ideas me volaron la cabeza. Quizás el pecado de Sagan fue ser Carl Sagan, un nombre demasiado grande.

Como corolario solamente decir que su hijo Nick ha tomado este nicho para sí y parece que la va bien. Ha terminado una trilogía (Everfree, Idlewild, Edenborn) y supongo que no debe irle mal como para tener pensado seguir escribiendo ficción.

Cosmos me marcó. No fui el único. Conversando con diferentes personas sin nada en común, y dirigidos por la teoría del Caos, desembocamos en esa serie y en las experiencias que vivimos alrededor de ella. Tampoco es que sea algo generacional, la ciencia les interesa a unos pocos, aunque la forma en que la presentaba Cosmos era atractiva y novedosa. Pero, en unos más y en otros menos, cuando surgía la melancólica música de Vangelis atravesando la galaxia, se nos aceleraba el pulso. Y entonces irse en la nave de la imaginación, durante catorce semanas, fue obligación. Al otro día, buscaba a alguien para comentarla en la escuela, aunque no la hubiera visto, aunque la detestase.

Me acuerdo que la noticia de la muerte de Carl Sagan (1996) llegó en la última semana de uno de los últimos encuentros de Ficcionautas Asociados. En la mesa de clausura, cuando me tocó hablar, lo relaté al público y de inmediato me di cuenta del error. Ojala hubiera traído un grillo que me hiciera cri-crí. Quizás sea mejor así, como un código de identificación entre los que la vieron ese 1982 (?), un guiño exclusivo y juguetón hacia la infancia moribunda y la prepubertad, y las ganas de querer conocer, explorar, contenerlo todo de una edad inquieta. Carl Sagan forma parte de un imaginario, no colectivo, pero lo suficientemente amplio para que dos personas de universos paralelos puedan compartir. Si es cierto que existe una Tierra paralela, en la misma órbita y al otro lado del Sol, me gustaría imaginar que Sagan sigue vivo allá, haciendo más episodios de Cosmos, escribiendo más libros de ciencia y ficción. En un pub con una pinta de cerveza, discutiendo por qué debería existir un artefacto como Dios, con ese otro superhéroe que fue Hernán Olguín. A los dos les debo parte de mi sentido de la curiosidad y la maravilla.