23 de marzo. El presidente Allende llama a acantonarse a todas las reservas y abre registros en plazas públicas para alistamiento voluntario.
En un acto nocturno multitudinario, le entrega simbólicamente un fusil AK-47 al comandante Mauricio, vocero del Movimiento de Izquierda Revolucionario.
Ese mismo día en la noche recibe una llamada de Fidel Castro donde le explica que su sacrificio no será en vano. Allende entiende que Unión Soviética transó la situación chilena por algún tipo de beneficio hacia Cuba y Castro. Cuelga el teléfono con profunda amargura.
28 de marzo. Perú y Bolivia emiten una declaración conjunta condenando la actitud de Chile frente a la crisis regional. El embajador de Estados Unidos en Lima se reúne con los cancilleres de ambos países y les deja en claro que no tolerarán invasiones a territorio chileno, la guerra está ganada antes de declararse y cualquier penetración sobre territorio chileno se considerará un ataque a los Estados Unidos de América. Les aclara que Washington no desea el desmembramiento de Chile sino su reconstrucción y recuperación en el mediano plazo.
1 de Abril de 1974. El portaviones Nimitz abandona Pearl Harbor en dirección sur.
2 de Abril de 1974, la flota norteamericana de la Operación Unitas abandona sus posiciones durante la madrugada y se reúne frente a las costas de Valparaíso. Imponiendo un férreo bloqueo marítimo, anunciando que cualquier embarcación que intente entrar o salir de aguas chilenas, militar o privada, será considerada hostil y destruida.
6 de Abril, comienzan los juicios y fusilamientos sumarios contra periodistas de El Mercurio y empresarios del área del transporte por actividades sediciosas.
Se cierran las fronteras. Se suspenden las clases, se instaura toque de queda a las 3 de la tarde. Tempranamente las tropas se concentran en torno a Santiago, abandonando a su suerte a la población de los extremos del país.
Allende sondea a los argentinos que se declaran neutrales.
12 de Abril, los nervios se apoderan del país.
Quilapayún, Víctor Jara, inti Illimani, entre otros, recorren el territorio dando conciertos gratuitos para levantar la moral de la gente.
20 de Abril, Carlos Altamirano se convierte en el trecer jerarca político en huir del país, después de Jacques Chonchol y Guastavino. Será sorprendido en la frontera cerca de Bariloche y fusilado sumariamente por traición a la patria.
21 de Abril. Un grupo de países de la Cumbre de los no alineados lee una declaración de apoyo a la situación chilena. La comparan con Vietnam. El embajador ante la ONU de Etados Unidos abandona la sala.
22 de Abril. La prensa internacional está pendiente de la situación chilena, se organizan manifestaciones multitudinarias en Londres, París, Roma, Ciudad de México y Washington mismo, para detener la inminente invasión.
Un chileno se prende fuego frente a la embajada de USA en Estocolmo.
Durante la tarde, el embajador ante la ONU declara que la situación en Chile es insostenible para su gente, que el gobierno de Salvador Allende es un peligro para la democracia y la estabilidad de la región. Que Estados Unidos siente el peso de su compromiso con la libertad y los derechos de las personas y que no trepidará en acudir en defensa del pueblo chileno si Allende no depone su cargo y lo entrega a una comisión de paz de Naciones Unidas hasta estabilizar el país y realizar elecciones en el mediano plazo.
23 de abril en la noche, un misil agua-tierra cae limpiamente sobre la intendencia de Valparaíso y la destruye en medi ode una explosión espantosa que deja un cráter de 100 metros de diámetro. El pánico se apodera de la población, que corre hacia los cerros, produciéndose al menos 50 muertes por aplastamiento y caídas.
24 de abril en la mañana. Chile le declara la guerra a los Estados Unidos de Norteamérica.
24 de abril en la madrugada. Cientos de bombas caen sobre Valparaíso durante toda la noche, concentradas en el centro cívico y administrativo de la ciudad. Misiles destruyen objetivos específicos y un equipo de Navy Seals desembarca con la misión de asesinar a cuatro autoridades políticas con nombre y apellido. Al amanecer el ataque se detiene y el sol ilumina los restos humeantes de lo que alguna vez pudo llegar a ser una ciudad patrimonio de la humanidad. Desde los cerros, los habitantes de Valparaíso pudieron ver como a las 10 de la mañana, una descarga de torpedos hacía estallar al buque escuela Esmeralda que permanecía refugiado en el molode abrigo del puerto, como epílogo dramatico de la operación.
29 de abril. Allende decretó apagones generales a partir de las 6 de la tarde y la intervención de todos los diarios y emisoras de radio del país.
11 de mayo. Sin saber de dónde, un enjambre de aviones de combate norteamericanos entran hacia el valle de Santiago desde el sur de la ciudad. Las alarmas de bomberos se encienden y comienzan las movilizaciónes. Pero los aviones pasan raudos por el cielo sin soltar ningún explosivo, perdiéndose antes que las baterías antiaéreas puedan descargar un solo tiro.
11 de junio. Luego de dos meses de iniciado el bloqueo naval, comienza una seria escasez de petróleo y gas natural. Un emisario argentino arriba en secreto a la capital, se reúne con Salvador Allende y le ofrece la ayuda discreta del gobierno argentino a cambio de la solución de ciertas diferencias con respecto a la soberanía sobre tres pequeñas islas del sur de Chile. Luego de fuertes discusiones, Allende accede y comienza el traslado hormiga de petróleo a través de los pasos fronterizos sureños no vigilados por las patrullas aéreas norteamericanas.
11 julio. El canciller Letelier, que ha realizado innumerables visitas, reuniones, conferencias y manifestaciones en todo el mundo, para denunciar la crisis humanitaria que está a punto de desatarse en Chile producto del bloqueo norteamericano, Habla ante la ONU y en mitad de su discurso, sufre un desvanecimiento producto del cansancio. Esa imagen, valió más que todo el armamento, la diplomacia y las manifestaciones pro-Chile realizadas hasta el momento. Esa imagen dió la vuelta al mundo desatando una ola de simpatía sin precedentes hacia la causa chilena.
11 de agosto. Luego de un mes de manifestaciones multitudinarias en diversas ciudades del planeta, de la creación de un frente de países pro-Chile y de tres recitales “Chile resiste!” (organizados por Roger Waters, con la participación de Pink Floyd, Joan Báez, Santana, Grateful Dead, Bob Marley, Elton John, Wings, Arlo Guthrie, más artistas locales y Quilapayún, en Hyde Park, Londres; Central Park, New York; y junto al Bois de Boulogne). Estados Unidos decide apurar las cosas y declara un bloqueo al espacio aéreo chileno a raíz de un confuso incidente que termina con un helicóptero Huey Bell, que patrullaba la costa, estrellado contra los acantilados de Laguna verde, Valparaíso.
1 de septiembre. Los norteamericanos pierden la paciencia. Algo parece no estar funcionando porque el país no está de rodillas, hambriento y rogando por la intervención gringa como debería de haber ocurrido. Incluso se han detectado grupos de milicianos internacionales ingresando por el paso de Lonquimay provenientes desde Argentina y todo el mundo.
11 de septiembre de 1974, 09:45 de la mañana. Un escuadrón de Phantom F-4 monoplazas de la Marina norteamericana irrumpen en el cielo de Santiago por detrás de la cordillera a la altura del Cajón del Maipo. Las Fuerzas Armadas chilenas son sorprendidas en el único frente que creían cubierto. La reacción es lenta y en pocos minutos los jets sobrevuelan la capital abiertamente dirigiéndose hacia el norte. Tres de ellos se abren hacia el aeropuerto de Pudahuel, tres lo hacen hacia la Escuela Militar y tres descienden bruscamente en vuelo rasante hacia el palacio de La Moneda.
Exactamente a las 10 de la mañana, tres misiles “sparrow” avanzan por la calle Zenteno, cruzan la Alameda y estallan contra la fachada sur del palacio de gobierno. Los F-4 hacen una parábola ascendente produciendo un ruido que revienta los vidrios de los edificios vecinos. Una lluvia de cristales cae sobre las calles y una negra columna de humo se eleva desde el antiguo edificio. Más tarde las cámaras captarían el preciso instante en que la bandera chilena flamea y se consume entre las llamas y el humo del incendio que se desata.