Star Wars y la Ciencia Ficción adulta

por Juan Carlos Sánchez

Aprendiendo a jugar con la oscuridad

He oído incontables comentarios acerca de lo oscura que es Episodio III, pero tras un montón de promesas no cumplidas para cada una de las partes anteriores, el término oscuro en torno a la saga de Lucas se siente tan falso como pretencioso para un cineasta cuya grandeza se ha visto sumergida por una abismante falta de autocrítica.

Contrastando con esto, hace unas noche oía el comentario que J. Michael Straczynsky para el episodio Racing the Night, de su spin off de Babylon 5, Crusade, donde revelaba su interés por seguir un estilo mucho mas oscuro y cercano al terror, lo que iba a incluir muertes y desapariciones de algunos personajes principales.

En otras palabras, sin querer, me he encontrado ante un solo término para definir dos creaciones vinculadas al género de anticipación, donde la magnitud de su significado ya es evidente en uno de ellos mientras que en otro parece un ejercicio tardío (por no decir el último recurso de salvación) de alguien que ya ha muerto demasiado por la boca.

Y aunque no me guste decirlo, George Lucas cambió el mundo, devolvió el interés por las antiguas series de aventuras espaciales tipo Flash Gordon y de pasó marcó la siguiente etapa en la revolución de efectos especiales, pero al mismo tiempo banalizó la ciencia ficción cinematográfica quitándole todo su poder como un género surgido para explorar la condición humana. Con Star Wars, Lucas jugó con la superficialidad y la inconsistencia, sin perjuicio que en el proceso tuviera algunos notables aciertos. Siendo más especifico El Imperio Contraataca marcó el debut de Yoda, el maestro de la incompetencia, cuyo descontrolado egocentrismo y contradicciones hace evidente porqué Anakin se transformará en el temido Darth Vader; sin embargo resulta sorprendente el tono dramático alcanzado en muchos otros elementos del filme, desde la derrota rebelde hasta la lucha entre Luke y Vader, quizás lo mejor de toda la saga.

Con El Regreso del Jedi la situación no fue muy distinta, desde un principio Lucas se vio aproblemado por “su falta de visión” al querer titular el filme de una forma que contradecía lo que sus personajes predicaban y que terminó siendo el título de Episodio III. Esto era solo un presagio ya que el conflicto entre los guerreros de luz y tinieblas terminó siendo una jugarreta donde el poderoso jedi moría por su propia boca desde el principio cuando se enfrentaba al monstruo de Jabba. Nuevamente la mano salvadora iba a ser la cataclísmica batalla entre el padre y el hijo, en una secuencia que evidentemente daba para notables segundas lecturas, el resto se perdía en los efectos especiales y cambios argumentales de último minuto (la hermana de Luke, por ejemplo).

Tras todo esto vino un receso de varias décadas donde el imperio de Lucas recaudó millones rearmando sus productos en incontables versiones siempre prometiendo (y no cumpliendo) versiones definitivas de la trilogía. A esto hay que sumar numerosos libros e historietas cuya validez argumental se vio completamente menospreciada con el estreno de La Amenaza Fantasma, el capitulo mas débil de la saga, un compendio de los pecados de Lucas.

Persecución en círculo

Recuerdo que cuando supe del nuevo filme todo hacia presagiar algo sorprendente en todos los aspectos, uno de los rumores mas fuertes era que el personaje Liam Neeson, Qui-Gon Jinn era el padre de Anakin e incluso circuló una foto de una pelea que nunca se vio en Tatoine entre Obi Wan y Darth Maul (Incluyendo la leyenda que Obi era el clon perfecto creado en secreto por los jedis). Siendo honestos argumentalmente La Amenaza Fantasma fue un insulto a la inteligencia de los espectadores, una historia donde un grupo de gente arranca de un planeta invadido en busca de una ayuda que nunca se les da y que los obliga a regresar para usar lo que ya tenían disponible (en otras palabras un viaje inútil). Como si fuera poco era aberrante ver como los Jedis eran supremos portadores de un exacerbado ego que nublaba su inteligencia en todo lo que debían hacer, incluyendo algo tan evidente como descubrir que la reina Amidala se ocultaba entre sus sirvientes, sumado al hecho de estar sometidos a una serie de reglas (por ejemplo: el celibato, ser entrenados desde niños) cuyo sentido nunca se aclaró.

El punto más bajo (y que todos conocen) fue Jar Jar Binks, un personaje cuya única utilidad fue mostrar otra raza “inteligente” dentro de un gigantesco planeta (que podría haber tenido muchas otras) para enfrentar un sólo crucero (de mas de veinte que se ven en órbita), todo para que el ya sabido futuro emperador, Palpatine, tenga un mejor lugar en el senado (en un supuesto ejercicio de política cuya lógica y complejidad era superada hasta por el filme Calabozos y Dragones) y encontrar a un mocoso superdotado que nadie se da tiempo de cuidar de forma responsable.

Pero bueno muchas de las lecciones se aprendieron y El Ataque de los Clones, marcó una notable evolución respecto a su predecesora, pero no entorno a la trilogía anterior. Por el contrario Lucas trató de rescatar parte de las glorias pasadas estableciendo un fuerte vínculo entre los clones y el cazarecompenzas favorito de la galaxia: Boba Fett, con su padre Jango. Sus constantes inconsistencias, sin embargo, tuvieron su punto más bajo en la masacre de los jedis en Geonosis, los grandes guerreros de la república eran asesinados en su incompetencia por usar una espada para defenderse de incontables cañones láser (un ejemplo notable de lo inútil de esto se vio en esa joya del anime llamada Rurouni Kenshin sin olvidar tampoco El último Samurai). Situación que por cierto se contradijo aun más en un episodio del dibujo animado Clone Wars, donde un acelerado Mace Windu hacía todo lo que no hizo en Episodio II arrasando un gigantesco ejército de robots con sus propias manos. Aunque en realidad más grave fue la batalla entre el Conde Dooku y Yoda, la razón: limitaban todo el mítico poder de una especie a unos cuantos trucos y la destreza en el uso de la espada, bajo esas condiciones ser jedi parecía un mal chiste donde la condición esencial es aparentar lo que no se es.

Más grave aún fue la elección de Hayden Christensen como el joven Anakin, rol cuyo gigantesco peso que el actor fue incapaz de sostener restándole dramatismo a la historia indistintamente la buena química que tuvo con Natalie Portman.
Un paso dentro de la oscuridad era como Anakin masacraba a los torturadores de su madre poco después que esta falleciera en sus brazos, en una secuencia que solo fue descrita de palabras del personaje y que de paso confirmaba que la mayor ironía de Lucas es el haber creado a unos caballeros cuyas espadas rara vez se veían cortando algo que no fuera metálico.

Este hecho ponía en evidencia un grave problema: la poca capacidad de George para saber cuando dejar el campo de lo infantil en pos de un argumento que por lógica requiere un tratamiento adulto. Esto lo había obviado en A New Hope, con su heroico final cuya dura realidad debía conducir todo a un funeral en vez de una premiación; en otras palabras el tema de la guerra se banalizaba, un conflicto donde vidas se perdían era tomado como un juego de niños (y que para empeorar más las cosas el conflicto seguía), y que en La Amenaza Fantasma tenía su punto culminante cuando el precoz Anakin se arrancaba con una nave de combate a luchar contra los villanos de turno (lo que encajaba con algunos comentarios de Obi Wan en A New Hope, solo que no era esperable esto de un niño).

El camino a la adultez

Hay que reconocerlo, hacer un filme cuyo argumento sea coherente y profundo para un adulto y al mismo tiempo entretenido y no nocivo para un niño es algo muy complicado. No es fácil encontrar trabajos como la adaptación de la novela de Michael Ende: La Historia Sin Fin o en un caso más reciente las dos entregas de Spider-Man. Pero en cada situación es posible comprobar como sus guionistas han sabido usar de forma responsable los elementos con que arman la historia sin caer en graves inconsistencias.

Querámoslo o no cualquier cineasta, o escritor serio sabe muy bien que la creación de un argumento oscuro supone que su obra no debe estar orientada a todo público. Por dar un ejemplo: los seguidores de El Castigador desde un principio esperaban que el filme fuera calificado R en Estados Unidos (y en Chile mayores de 14 para que después padres se quejen de como la violencia daña a sus hijos), lo que era una garantía de fidelidad al estilo agresivo del vengador marveliano. “El Caso Lucas” ya había tenido un desastre con la secuela de Conan, personaje eminentemente adulto que vio vulnerada toda su esencia en su simplista y emotiva continuación.

Volviendo a Straczynsky (Babylon 5 y Crusade), su saga por años había estado marcada por un canon netamente adulto, lo que significaba un estricto control argumental para evitar una desviación por las rutas más sencillas de lo comercialmente atractivo.

Esto implicaba también evadir uno de los vicios del concepto de la adultez y
también oscuridad: el uso de la violencia y el sexo de forma “gratuita”; pero aplicado a este factor eso termina muchas veces obedeciendo a una actitud más infantil que la de alguien responsable, sin perjuicio el placer que pueda brindar. Tomando por ejemplo la filmografía de David Lynch, el sexo y la violencia por excesiva que sea, va acompañada de una reflexión o exploración psicológica que la hace trascender a un mero recurso comercial a algo que en algunos casos bordea lo didáctico (Terciopelo Azul).

Pero bueno antes de seguir, para quienes no la conocen bien y a modo de resumen: Babylon 5 es una saga de cinco años donde la raza humana, concretamente en una estación espacial, es el centro de una serie de grandes acontecimientos que marcaran la evolución de un importante sector de la galaxia donde esta involucrada la Tierra.

Una brutal guerra que por poco y causa la desaparición de los terrícolas obliga la construcción de un sitio neutral para que se reúnan diplomáticos buscando evitar nuevos conflictos. Sin embargo el origen y futuro de Babylon 5 está atado a un grupo de antiguas razas que secretamente han observado y controlado la vida de todas las especies surgidas posteriormente a ellos, preparando una serie de estratagemas para una gran guerra que si no es frenada puede causar la aniquilación de todas las criaturas vivientes.

Con esto Straczynsky tomó parte del esquema de Star Wars (y también Star Trek) para disectarlo con la profundidad que Lucas no supo realizar (y que la gente de la otra gran saga no quería tomar), partiendo de como surge una guerra desde el interior de una especie, sus efectos tanto a nivel micro como macrosocial y las duras consecuencias.

Si bien no hay un imperio, hay varias poderosas razas que constituyen una gran amenaza para otros mundos, la más terrible de todas las Sombras, temibles criaturas que parecen surgidas de una pesadilla y cuya presencia está tan arraigada en todos los mundos que los mismos personajes principales deben actuar con extrema cautela para no provocarlos. Contrariamente a ellos están los Vorlon, cuya impredecible personalidad mantiene siempre la duda de cual es su verdadero rol en la guerra que ha de venir. Sin los jedis de Lucas, Straczynsky crea el Anla’shock o en inglés Rangers, un grupo de guerreros entrenados en diversas técnicas de combate cuya principal arma es una larga vara (denn’bok) pero que no están limitados al uso de otro dispositivos para defenderse si las circunstancias lo requieren (en otras palabras no son tan tontos para usar la vara contra una ametralladora).

Para complementar aún más todo, cada personaje tiene su propia historia y ciclo evolutivo que paulatinamente va arrojando nueva información sobre diversos ángulos de algunos acontecimientos, por ejemplo: mientras que el Capitán Sheridan tiene su momento de gloria en la guerra mimbari, la embajadora Delenn ofrece su crucial rol en este conflicto que en aquel entonces los hacia a ambos enemigos.

Siempre refiriéndose a Tolkien o a alguno que otro autor clásico (como Asimov y su línea de transportes), Joe mantuvo una abrumante consistencia argumental incluso en el anunciado fin de Babylon 5 donde se confirmaban muchos acontecimientos que habían insinuado o mencionado de forma superficial, pero también dejando algunos intencionalmente fuera, incluyendo las aún mas grandes ramificaciones de la gran guerra. De esta forma era posible expandir de forma lógica su universo en otras sagas que eran susceptibles de ser tratadas en las novelas o en lo que seria la creación del spin off, Crusade, que como mencionaba en un principio, supuso la oportunidad de profundizar en aquellos aspectos que ya se sabia que eran oscuros en B5, concretamente la relación entre la Tierra y las poderosas Sombras, cuyo resultado más conocido eran una macabras naves de las que se puede suponer que se usaban componentes humanos (no precisamente pilotos voluntarios y conscientes).

A diferencia de lo ocurrido con Lucas o la franquicia de Star Trek, Babylon 5 está profundamente unida a Straczynsky, cuya hasta ahora notable imaginación e ingenio difícilmente da espacio a otros autores que no sean aquellos que él ha autorizado para ofrecer ciertas líneas argumentales bajo su supervisión. Desgraciadamente el escaso apoyo y la incompetencia de algunas compañías (como el Scifi Channel y Warner Brothers) ha traído consigo el no aprovechamiento de muchas interesantes historias pendientes como por ejemplo: los errores de los vorlon, la existencia de al menos dos razas mucho más peligrosas que las vistas en la guerra, la supervivencia de los tecnomagos… en fin todo un universo por explorar que depende de un solo hombre cuyo trabajo hasta el momento ha sido impresionante pero… no comercialmente del todo rentable.

Camino en tinieblas

Es muy fácil criticar el infantilismo de George Lucas ante la gran cantidad evidencia que lo delata, especialmente ante el apego que mantiene con sus personajes que hacía de las muertes (y presentaciones) algo casi ceremonial.

En cambio, con Straczynsky, la vida y la muerte rondaban como dos perros delimitando su terreno; los cliffhanger (hechos impactante que cambian todo) desde el primer año se convirtieron en un recurso obligatorio de los finales de temporada, cuando el presidente de la Tierra es asesinado (no Bush), el jefe de seguridad es atacado quedando en coma y el capitán se va. Nuevas preguntas iban surgiendo… pero las respuestas llegaban y con una abrumadora e incuestionable lógica que encajaba perfectamente en todo lo que se veía. Babylon 5 cada año se tornó más compleja pero al mismo tiempo se iba haciendo mas coherente, esto sin perjuicio que hubieran historias que no llegaron a desarrollarse (Los secretos de Talia por ejemplo). A diferencia de Lucas, el trabajo de Joe estaba limitado tanto por el presupuesto como el apoyo de los ejecutivos de Warner Brothers, quienes a pesar de ser concientes que el principal episodio de la segunda temporada de Babylon 5 había ganado el premio Hugo, siguieron limitando el soporte a la serie lo que motivó a Straczynsky a retirarse de una posible tercera nominación por tercer año consecutivo a modo de protesta.

Lo positivo de esto fue que el bajo presupuesto obligaba a Joe y su apoyo “logístico” (Harlan Ellison) a ser mucho mas meticuloso con los guiones a fin de evitar todo derroche económico, memorable fue el episodio Comes the Inquisitor un ejemplo de lo mucho que se puede hacer con el mínimo de recursos. Dicho sea de paso, fue un episodio que tomó varios temas tanto dentro del contexto de la guerra que se iba a iniciar como un mito popular para profundizarlos a sorprendentes niveles filosóficos.

Mientras Lucas hizo del tema de la guerra un mero entretenimiento, Straczynsky la trató con la mayor seriedad posible llegando a niveles que bordeaban lo escalofriante, como en el capitulo A Late Delivery from Avalon donde el actor Michael York era un ex cañonero cuya responsabilidad en el conflicto mimbari, aunque fue indirecto, lo había conducido a la locura.

La esencia de Babylon 5 radica en el constante cambio tanto en los argumentos como en la personalidad de cada uno de los individuos siempre atado a un patrón evolutivo conforme a la interacción tanto con nuevos como antiguos elementos. Lo que implicaba que villanos como los clásicos, llenos de maldad e imposibles de toda redención eran escasísimos e incluso los que parecían encajar perfectamente dentro de tales características tarde o temprano tenían la oportunidad de mostrar sus facetas ocultas u orígenes que lo condujeron a este rol en algunos casos a través de las novelas (Morden).

El termino de Babylon 5 suponía un brillante futuro dado que TNT había invertido en la producción del último año, (cuando ya estaba cancelada la serie a finales del cuarto) e incluso estaban solicitando más productos. De esto vendrían tres películas para televisión (In the Beginning, Thirdspace, The River of Souls) y un piloto para una nueva serie que continuaría los acontecimientos de B5: Crusade. Este nuevo proyecto implicaba una gran oportunidad de ahondar en aspectos más oscuros, A Call To Arms era un filme épico que ahondaba en las graves consecuencias de la gran guerra, cuando una raza liberaba un virus en la Tierra para vengar la perdida de sus amos. Sin embargo fue el inicio de un conflicto entre Straczynsky y la productora, ésta última buscaba darle un tomo más comercial a Crusade, ya que la encontraban muy “cerebral”. Lo que trajo consigo lamentables cambios como la creación de un episodio que introdujera de forma muy obvia y lenta a los personajes en reemplazo del que se tenía originalmente planeado Racing the Night donde se mostraba claramente el carácter rebelde de los personajes principales, que iba a ser determinante para los futuros acontecimientos. Mas allá de su función de introducir personajes y vínculos Warzone como primer episodio nunca obtuvo el nivel de popularidad de aquellos con argumento mas complejo como The Path of Sorrows, donde la tripulación del Excalibur encontraba a una pacifica criatura que los confrontaba con sus grandes traumas dándoles la oportunidad de superar el dolor. De esta forma Straczynsky brillantemente se las ingeniaba para explorar tanto la personalidad de los personajes principales como dar más detalles de otros acontecimientos que intencionalmente había omitido en la cronología, todo con cierto sentido reflexivo.

Incluso se dio el tiempo de reírse del fenómeno OVNI y particularmente de los X-Files con Visitor from Down Street, el menos serio episodio de la saga, donde una suerte de Mulder y Scully extraterrestres llegaban a la nave por casualidad huyendo de un siniestro agente planetario que formaba parte de una organización donde supuestamente los terrícolas estaban trabajando para conquistar su planeta. Por cierto esta humorada no impidió que Straczynsky y Chris Carter comenzaran a trabajar en un proyecto titulado tentativamente The World on Fire en un intento por salvar el reino de Carter que se venía al suelo tras la cancelación de Millenium, el proyecto no perduró por presión de los estudios.

Para entonces Crusade estaba condenada a la cancelación, por ser un producto sin fines netamente comerciales que cumplieran con las desquiciadas exigencias de TNT, que según uno de los diversos comentarios que circulaban, la productora quería una versión espacial de Guardianes de la Bahía, lo que se fundamentó en algunas bromas que se hicieron al interior de los episodios incluyendo el cambio de vestuario, medida que Straczynsky corregía en uno de los guiones no filmados (difundidos por él en cierto sitio Web) donde el capitán se deshacía de los
nuevos trajes usando alguna mentira de último minuto.

De cualquier forma tanto en la vida real como en el mundo imaginario de Joe, Crusade fue un breve proyecto cuyo plan era intentar emular el mito de los caballeros de la mesa redonda y de paso las cruzadas. La espada: una nave extremadamente poderosa única en su tipo, un (tecno) mago, un grial que buscar: la cura al virus que posteriormente iba a desatar la mas grande cruzada: liberar a la tierra de la influencia de las Sombras.

El problema y también virtud con los proyectos de Straczynsky es que como dirían sus personajes: “nada es lo que aparenta”. No es como Lucas donde desde un principio se sabe muy bien quienes son los buenos y los malos, mientras que los pocos secretos que se van revelando no son de gran peso ante lo predecible que son las circunstancias. Con Matthew Gideon, Joe saca al prototipo de héroe correcto que tenía en el Capitán de B5, John Sheridan, y pone a un individuo agresivo, extremadamente manipulador y perspicaz pero al mismo tiempo leal con quienes lo apoyan.

Como ya mencioné en párrafos anteriores en Racing the Night, las reglas del juego del nuevo mundo de Straczynsky son completamente distintas a las anteriores: Gideon hace una peligrosa apuesta sobre el éxito de su misión que acorta el tiempo estimado para que dure la serie a menos de lo que se planteo en un principio. La relación entre los personajes ya se encuentra establecida especialmente el principal y Galen, con quien tiene una comunicación que bordea lo irónico, como dos tipos duros que tratan de marcar muy bien su territorio.
Todo para una perfecta conclusión donde se confirma la frase dicha en el párrafo anterior y de paso establecer lo que se mostraba como una de las líneas argumentales mas oscuras e interesantes de la saga, posible respuesta a la única pregunta que no responde el capitán en los créditos y que define todo: “¿en quien confías y a quien sirves?”.

En otras palabras, Joe ya no tiene que jugar con introducciones inocuas o pueriles que seguirán de episodios con poco peso filosófico o existencialista, lo hecho en el ya mencionado brillante episodio Comes the Inquisitor puede desarrollarse en todo su potencial sin que esto caiga en algo repetitivo y monótono. Quienes hayan leído algunas otras historias de Straczynsky, particularmente la saga de historietas Midnight Nation, coincidirán que el autor es capaz de tomar una visión extremadamente profunda del ser humano y su evolución bajo una perspectiva dinámica, interesante y entretenida, algo que se manifiesta cabalmente en Crusade, sin perjuicio que esto incluya episodios o situaciones en que los personajes vivan experiencias hilarantes (el ya mencionado Visitors from Down Street, además de las manías de Gideon).

Respecto a los tres guiones que nunca se filmaron Value Judgements, To the Ends of the Earth, The End of the Line: El primero vuelve a explorar una historia pendiente, la guerra telépata y sus consecuencias, mientras los últimos dos definen lo que será el camino de destrucción de Gideon, producto de sus obsesiones y secretos, además de lo que vendrá cuando la cura sea encontrada, que según Joe iba a ser mas pronto de lo posible. Un futuro increíble de lo que pudo ser una de las mas entretenidas, profundas y originales series de ciencia ficción de todos los tiempos frenado por ambiciones de mentes pequeñas adictas a las palomitas de maíz y el buen descanso neuronal, pero con tipos como Straczynsky, Whedon, Twohy, Nolan dado vueltas aún en diversos campos el futuro es más brillante para los amantes de la ciencia ficción adulta, de lo que fue para el capitán Gideon.

Episodio III La masacre de Lucas

Tras sus dos cuestionados primeros episodios Lucas consiguió que uno de sus filmes alcanzara el nivel de respeto de su anterior trilogía y lo hizo nuevamente usando las herramientas de otro.

Y es que Episodio III es un filme hecho con la maestría de John Harrison (Done) para mostrar una historia que todos quieren ver con sus grandes falencias ocultas con mucha e incuestionable inteligencia.

Un trabajo cuya efectividad vi comprobada cuando un amigo la consideró mejor que todos los filmes de Star Trek juntos. Personalmente (preparen los palos) es aberrante esta afirmación, ya que si bien el dicho “en gustos no hay nada escrito” es claro, el nuevo filme de Lucas abusa de los mas graves pecados de toda su saga.

La historia que ya todos conocen: Anakin el joven jedi junto con Obi Wan se acercan al fin de las Guerras Clones, instancia que pondrá a Skywalker frente a frente a sus conflictos internos con los jedis trazando su camino al lado oscuro y transformación en el gran Darth Vader. Para quienes hayan visto meticulosamente tanto los filmes anteriores como los espectaculares trailers, la historia ya está clara: si bien Anakin es todo un héroe de guerra, el desconsiderado e inescrupuloso trato del consejo jedi no sólo ha limitado su enorme potencial sino también esta frenando su futuro. En medio de esto, mas allá de la figura paterna y siempre correcta de Obi Wan, el canciller Palpatine con muchísimo más criterio y cuidado se ha convertido en su mejor aliado al valorar todo el poder que presenta el jedi así como dando salida a sus frustraciones producto de las cuestionables políticas jedi que al final serán la arena con que cubrirán su tumba. El descubrimiento del gran secreto del canciller (de forma demasiado obvia) junto con el temor a perder a Padmé, terminarán por liberar la rabia de Anakin conduciendo la formación del imperio y la destrucción de los caballeros.

Contrariamente a lo que muchos querrían, el argumento de Episodio III no es nada de novedoso, no por el hecho que Lucas haya arrojado pistas sobre esto mas de veinte años atrás, sino por estar fuertemente ligado al tema del bien y el mal dentro del ser humano o en otras palabras como un individuo bondadoso no esta ajeno de usar todo su potencial para provocar el caos.

Esto supone la exploración del concepto de la maldad como algo que para muchos es que la sociedad (o la vida) moldea al hombre en muchos casos corrompiéndolo o impulsándolo como un ser constructivo. Esto ha terminado siendo caldo de cultivo para incontables filmes especialmente los de la otra gran franquicia Star Trek en cuya última película el capitán Picard se enfrentaba a un atormentado clon suyo que le mostraba el camino que pudo haber seguido de no haber tenido tantas oportunidades en la vida. Con Anakin la situación no es distinta, Qui Gon Jinn vio en él el individuo que devolvería la gloria a los jedis (traería equilibrio a la fuerza), mas el consejo Jedi dirigido por el egomaniaco de Yoda le cerró las puertas en vez de buscar otras alternativas más misericordiosas (palabra que en el filme se comprueba no conocen estos caballeros) para orientar sus capacidades, esto sería la segunda gota para la semilla oscura.

El trabajo de Jinn es tomado por Palpatine quien no trepida en ir explorando la personalidad del joven jedi en busca de todo aquello que sus semejantes subestiman, especialmente sus profundos traumas, los cuales el mismo Yoda conocía y menospreció (siempre usando alguna frase filosófica pero sin sentido constructivo en lo que podríamos llamar una suerte de burocracia filosófica).

Esta claro que las emociones son un obstáculos en el camino de estos guerreros, pero Lucas impuso esta regla de forma estrepitosa sin profundizar en como esto anulaba la compasión como elemento esencial para contrarrestar la maldad, lo que resulta particularmente irrisorio dado que los jedi se supone que son la encarnación del bien y Obi Wan manifiesta su deseo de no matar a su joven aprendiz dejándolo quemándose vivo en los bordes de un río de lava ¿no es eso maldad?; lógicamente esto garantiza un señor Vader con armadura pero es una burla para todo lo que promovió Lucas con sus caballeros, especialmente si se considera lo terrible que es ser quemado vivo (e ilógico que no haya muerto en tales condiciones).

Dicho sea de paso, la idea de controlar la emotividad se contradice en numerosas ocasiones como en la primera parte con el furioso ataque de Obi Wan a Darth Maul luego que éste matara a su maestro (y que por cierto nadie del consejo le recriminó), mientras que ocasionalmente hemos visto a un alegre Yoda, quien incluso en su primera aparición había hecho una broma a Luke. Científicamente hablando nuevos y numeroso estudios están arrojando mayores beneficios para las actitudes alegres o positivas, lo que no precisamente ha de contradecir un comportamiento responsable, sin embargo el mismo mundo de los Jedi, (con su cuestionable celibato) muestra elementos que anulan el uso de estos factores que van contra lo que los llaman el lado oscuro. Concretamente se habla mucho en contra del odio y el miedo, pero ya habíamos dicho la falta de la compasión y mas importante aún el amor. Los principios de estos caballeros deberían estar sustentados en esto, que si bien socialmente está extremadamente usado, cualquier estudioso de la literatura puede redescubrir como los autores clásicos hicieron al explorar formas tan profundas como originales para abordar su rol en la existencia. Con los Jedi, Lucas dice dar vida a una encarnación del bien pero sus características están a unos pasos de una ineficiente maquina de matar y muchos más de lo que por lógica debería contrarrestar el poder del tan temido lado oscuro.

Volviendo al plano argumental, otro vicio del creador de esta saga es que hizo demasiado claro el camino de Anakin, pero no ahonda más allá en las implicancias internas ni mucho menos en las, ya mencionadas, grandes contradicciones de los jedis (su abrumante falta de criterio y poder, especialmente para percibir lo evidente), su interés como siempre es entretener sin importar cuan superficial sea su historia; en el proceso hace prácticamente ceremoniales las evidentes referencias o vínculos con la trilogía anterior (Chewbacca, el nombramiento Vader –ya lo había hecho con R2-D2 poniendo en el tapete una grave contradicción en la relación humano-robot–) mientras que no se molesta en solucionar otras líneas argumentales pendientes como una razón lógica para que Yoda y Obi Wan arranquen (siendo que ambos se muestran más poderosos que los Sith) y se escondan en un universo plagado de formas de vida inteligentes a las que podían haber instruido en el camino de los jedi, contrariamente a los Sith que son tan agresivos y ambiciosos que no hay mas de dos porque se matarían entre ellos.
Sé que hay elementos para contar más acontecimientos que eliminen estas incoherencias pero contrariamente a lo que hace Straczynsky, Lucas promete y no cumple (no olviden el pasado de Qui Gon), lo que resulta mas negativo ante la facilidad con que rescribió los argumentos surgidos en “supuestas” obras complementarias, vale decir: libros y cómics.

Ya en las anteriores trilogías era visible como Lucas tomaba elementos de filmes y novelas clásicas tratándolos como si fueran creaciones suyas, incluso corre el rumor que si Asimov estuviera vivo lo habría demandado por hacer de Coruscant una copia de Trantor de la saga Fundación. El turno ésta vez fue nuevamente Dune, el nacimiento de Luke y Leia termina siendo una vulgar copia de los hijos de Paul Atreides, cuya madre muere al darlos a luz de una forma mucho mas lógica (la droga que tomaban los fremen había tenido graves efectos), sólo que esta vez recurre a la receta más simple que es matarla de pena (como toda una gran madre para la cual sus hijos no tienen valor). Todo esto al mismo tiempo que el nacimiento de Darth Vader en una secuencia que mezcla la creación de Frankestein con el típico recurso del filme de acción donde el héroe grita al perder a su ser mas querido.

Es incuestionable que Episodio III es un filme entretenido, visualmente espectacular, con muy bien logradas escenas y una buena banda sonora que se mantiene magistralmente al mismo nivel que las otras parte, pero argumentalmente peca de demasiado ambiciosa y superficial extremadamente predecible e inconsistente (sin olvidar la mala actuación de Christensen). Contrariamente a otras grandes sagas como El Señor de los Anillos, Jackson supo mantener un equilibrio entre el nivel de los efectos y el potencial del guión sin dejar que el primero le restara fuerza al segundo en cada una de sus partes, Lucas se aprovecha del viejo truco del héroe torturado para potenciar el terreno ganado con tanta batalla y de paso ocultar sus enormes fallas argumentales ofreciendo un final que esta lejos de alcanzar la oscuridad que tanto se ha hablado pero que encaja mejor que cualquiera de las otras partes en todo lo que dijo en su primera trilogía evitando todas las contradicciones que sepultaron La Amenaza Fantasma y El Ataque de los Clones.

Quizás la gran falla de Lucas es: el no haber escrito toda la saga de una sola vez como un todo (uno de los grandes aciertos de Tolkien que favoreció el proyecto de Jackson) dándose tiempo suficiente para ir perfeccionándolo con el paso de los años en vez de ir sacando elementos de filmes y libros que le gustaban para hacer un collage donde en una primera vista todo es perfecto pero a la segunda las se hace claro como no encajan. Estos puntos son la esencia de la calidad de Babylon 5, ya que lo que en un principio se creyó una mala copia de Star Trek (que por cierto el guión del piloto estuvo en manos de Paramount mucho antes que fuera creado DS9) con el paso de los meses fue tomando mayor consistencia y apoyo del público al ir descubriendo como cada elemento del pasado o futuro que se revelaba iba encajando perfectamente como la “novela para televisión” a la que se refería su creador. Algo parecido en el caso de la animación a la legendaria adaptación que hizo Carl Macek de Macros: Robotes, quien estableció una línea argumental difundida en libros y cómics que rellena los vacíos en cada una de las generaciones.

Toda creación del ser humano es inevitablemente el resultado de la influencia de su mundo, sin importar el género y los elementos ya que inevitablemente su mensaje está atado a una respuesta que debe producirse en su existencia y para ello debe ir tomando partes de la realidad, Lucas puede amar a cientos de autores y cineastas, puede haber tomado millones de cosas así como ninguna, pero al final todo lo que haga se reduce a un solo factor: falta de perfeccionismo. La Guerra de las Galaxias es una revolución en entretenimiento y efectos especiales, cuyo estandarte de arena es sostenido fielmente por sus fanáticos que irónicamente contradiciendo los preceptos jedis son guiados por su pasión a la franquicia.

Lo bueno es que influyó una generación de forma tanto positiva como negativa, por un lado surgieron tipos James Cameron, Luc Besson, Roland Emmerich que se alimentaron del espéctaculo visual en perjuicio de la consistencia argumental, mientras que detractores como Ridley Scott y David Lynch hicieron su camino construyendo maravillosas obras sustentadas en sólidos guiones, piezas que palidecerán ante la maquinaria técnica de Lucas, pero que el tiempo les ha dado un sitial de acero donde no falta quienes sacamos un paño para hacerlos relucir una vez mas.

Hablando de Oscuridad: The Passing of the Technomages

Antes de Episodio III y poco después de la cancelación de Crusade, Straczynsky anunció la entrega de los argumentos (y detalles inalterables) para una nueva trilogía de libros (posterior a Legions of Fire) que iban a narrar los orígenes del personaje más popular de la serie: Galen, resolviendo de paso diversas incógnitas tanto de este fallido proyecto como del programa que le dio vida.

A diferencia de trilogías literarias anteriores (la mencionada Legions of Fire y la saga de los Psy Corps), The Passing of the Technomages, que fue escrito por Jeanne Cavelos, tiene grandes semejanzas con otras sagas ajenas al universo de Straczynsky, como es el caso de Harry Potter y particularmente los recientes filmes de George Lucas.

A simple vista esto pareciera inevitable dado que la autora escribió un texto técnico de Star Wars, sin embargo algunos de los libros se publicaron antes del estreno de las últimas películas.

Pero bueno, la historia comienza con Casting Shadows, donde un joven Galen se reúne con otros estudiantes que en medio de una celebración donde se graduaran como tecnomagos. Sin embargo los rumores del regreso de las temidas Sombras y el descubrimiento de un peligroso hechizo por parte del personaje principal, lo llevará una nefasta misión que cambiará para siempre su existencia y la de todos sus semejantes.

De esto vendrá The Summoning Light, donde tras los terribles descubrimientos de Galen, los Tecnomagos montarán una operación para evitar la gran guerra que se aproxima mientras el joven tecnomago irá nuevamente a las líneas enemigas tratando de frenar un posible y catastrófico ataque.

Para que el puzzle se complete con Invoking Darkness: Tras el gran sacrificio hecho para evitar el exterminio, los tecnomagos finalmente descansan en su refugio conscientes que el peligro es inminente: los miembros de la orden que se aliaron con las Sombras comienzan a destruir lo poco que queda del pasado de Galen obligándolo a iniciar una cacería que incluye uno de los mas grandes villanos de Babylon 5.

El mundo de los Tecnomagos se parece mucho al de los jedis, son seres poderosos, sometidos a un estricto código de conducta supervisado por el Círculo. Poco a poco Jeanne Cavelos, al igual que lo planteó Lucas, irá mostrando como estos seres están entrando en una etapa de decadencia donde sus propios valores chocan con un enemigo que siempre ha estado entre ellos a la espera de atacar con todas sus fuerzas. En medio de esto se encuentra Galen, un atormentado joven que empieza a mostrar dotes tipo “Anakin”, gran poder e inteligencia que son menospreciadas por el Círculo que se niega a enfrentar en su totalidad la situación en que se encuentran (¿Habrá un Yoda dando vueltas?).

Esto trae consigo la sorpresiva caída de algunos miembros en el “lado oscuro” donde las Sombras les proveen del ancestral secreto de sus habilidades, que se mantiene frenado por el código que siguen fielmente, por una razón cuya lógica dejaré en manos de los posibles futuros lectores.

Galen tiene todas las características para ser considerado el Anakin de Babylon 5, que incluye un profundo dolor e ira contra sus semejantes, sin considerar el haber enfrentado la decisión del personaje de Lucas si unirse a las Sombras para salvar la vida de la única mujer que ha amado. Y es que Jeanne Cavelos a diferencia de Lucas no juega con situaciones adultas tratadas como si fueran infantiles, el tema de los tecnomagos, la oscuridad que hay tras un ser atormentado y como nuestras decisiones nos atan muchas veces a un futuro mas funesto de lo imaginable están en cada etapa de la existencia de Galen. Mientras Harry Potter se precia de ser muy santo y Anakin cae de forma obvia en los planes de Palpatine, Galen existe con el mundo de ambos personajes lidiando con el amor y el odio que debe cargar todo ser vivo, esa ambivalencia con que nos movemos. Ya en el primer libro somos testigos de sus grandes sacrificios, mientras (al igual que Episodio II) Galen libera parte de su furia que tanto buscan las Sombras, para que finalmente encuentre el camino indicado en el personaje menos esperado de todos: Morden. Para quienes no lo conocen, Morden es el representante humano de las Sombras en B5, el individuo que negocia con las razas creando las trampas que causarán la gran guerra, mas su vida fue un misterio que incluso Neil Gaiman se negó a revelar cuando lo resucitó para el episodio que su amigo Straczynsky le entregó para guionizar. Si se trata de comparaciones, este individuo encaja como una suerte de Palpatine sin poderes que busca seducir a todo individuo con cierto potencial destructivo, con la diferencia que esta completamente al servicio de la oscuridad sin mostrar una real ganancia de su labor.

Cavelos ya había hecho lo suyo con este personaje en el libro precuela de B5 The Shadow Within (del cual se dice, pero no encaja del todo, como antecedente de esta trilogía), sin embargo a través de Galen, fiel al estilo de Straczynsky, entrega una faceta mucho mas profunda y distinta a lo que se había hecho antes revelando de paso una importante pieza de este universo (Ojo fanáticos de B5 que esto tiene que ver con el futuro de Londo).

Straczynsky y Cavelos pueden escribir muchas cosas de las que pudo haber tomado algo Lucas así como otros cineastas, pero lo mejor de todo y que desgraciadamente no han capturado es la capacidad de mantenerse fiel a la evolución de los personajes y sus complejas personalidades sin caer en la tentación de darle preponderancia a la acción. Por el contrario la violencia en Babylon 5 está profundamente atada a lo épico y trágico, el futuro de Galen y su raza esta unido inevitablemente al entendimiento y destrucción de su pasado que conforma la gran debilidad que los ha llevado a los conflictos con las Sombras (algo que le causa problemas en Crusade) y eso inevitablemente implica la necesidad de sacrificar algo, el fin de una historia y el nacimiento de otra, del correcto manejo de estos elementos incluyendo la confrontación moral de estos dilemas conforman una visión adulta que Lucas no logró manejar en su trilogía y el universo de Straczynsky ha dominado por tanto tiempo; algo que de tratarse con humildad y cuidado aunque fuera una copia sería digno de ser valorado y respetado por las futuras generaciones, al constituirse en una lección que necesitamos todavía aprender.

por Juan Carlos Sánchez

Maldita sea Guatón Afranelao

Por Álvaro Medina

Hola, acabo de llegar de ver «la» película. No iba con muchas expectativas, a pesar que leí a varios «críticos» que el filme es «el mejor de las seis». No lo creo, aunque sin duda no es la peor. No es que tenga alguna favorita, de las originales. Cada una de las 3 originales tiene su encanto para mi. Encanto que no tiene ninguna de estas tres nuevas.

A favor, no bostecé en ningún momento ni miraba el reloj. Es dinámica y todo, cosa que le faltaba a los episodios I y II. O sea está mejor montada, mejor contada.

Me molestó mucho tanta parafernalia visual. Hay momentos en que se justificaba, pero en otros no; y generalmente en esos momentos no entendía nada. ¿Será que soy muy lento para el cine actual? Quizás, quizás no. Quizás, simplemente, las escenas están mal construidas. En ”Jedi”, con bastantes menos recursos, la batalla espacial es muchísimo mejor que la de esta película (al principio). No entendí quienes eran los buenos y los malos: habían unas naves parecidas a las X-Wing que nunca supe de quien eran. Me quedó medianamente claro que los cruceros tipo Destructor (más chicas) eran republicanas pero…

Y no me pareció que ninguno de los eventos se fueran desarrollando fluidamente. Sentí que eran muy bruscos los cambios. De repente Padmé está embarazada, y OH cuando se baja de la nave (al final) tiene la MEDIA guata…(!) Para dar un ejemplo. Muy brusco también el cambio de Palpatine, para mi gusto. Si se hubiera visto más esa insidia de Palpatine en los episodios anteriores, quizás. Pero aquí parte malo… cosa no vista antes. No funciona, no calza con el personaje. Claro, sabemos que él es Sidious y todo eso…

También vuelve el abuso de personajes, frases y situaciones gratuitas. Aunque menos que en los episodios anteriores.

Hay secuencias buenas: la cacería de Jedis, el funeral de Padmé. El final, maravilloso. Sin duda. Sólo que la música de los créditos, como ha pasado en todas las precuelas y la reedición de “Jedi”, entra nada que ver con lo anterior, en otro tono que no calza, abrupta… en fin.

Bueno, resumiendo, me entretuve bastante, por momentos sentí esa ”magia” de las películas originales, aunque en momentos imprevistos, por ejemplo cuando Anakin habla con Yoda, hay algo del Yoda que a mi me gustaba, esa marioneta que tenía más vida que este digital. No por como se viera sino como hablaba. Pero en general no logré empatizarme mucho con los personajes, a lo más de Palpatine, Obi-Wan y de repente Anakin (muy bien por cierto). Ese es mérito de los actores, y la falta de identificación con ellos es por el guión y el montaje, que es
bastante arbitrario en mi opinión.

Por último. Por muy buena que fuera, esta película no me llevó de nuevo a mi infancia. A lo mejor si Yoda fuera un títere, y las naves maquetas… quizás algo me llegaría. Pero la cuestión es que estas películas nuevas las he visto ya viejito, y los sentimientos y situaciones son distintas a esa época. Ya no me impresiona nada de lo que vi, porque se muestra todo en pantalla, se vomita, y se ha visto mil veces en películas mejores o peores. Todo es posible, todo se
mueve (maldita sea Guatón Afranelao, ¡¡deja quieta esa cámara un rato!!), todo es taaaan impresionante que ya no tiene gracia.

No andaba buscando la magia de mi infancia, sino una magia nueva. No la encontré, pero desde que salí de ver el Episodio I, ya hace 6 años, que esa se perdió. Más bien: se quedó donde tiene que estar, en mi memoria, en esas películas viejas. Nada podría reemplazarlas, y que bien que sea así, y mala suerte por estas tres. Buscaré la magia en otro lado, en otras películas, en otros relatos. O, mejor, yo crearé esa magia…

por Álvaro Medina

La Caída de Lucifer

por Jorge Baradit

Cuando terminó la película y aparecieron los créditos estaba absolutamente emocionado.

No sabía que Lucas me había quitado algo cuando eructó sus capítulos I y II. Ahora salí con mi infancia intacta, recuperado de sus pobres intentos por contar una historia cuando Star Wars siempre fue la reinterpretación de un mito. Y así salí: lleno de mito. Ahí estaban el malo, el bueno, el héroe imperfecto y su tragedia. La caída de Lucifer, la caída de faetón, la de Icaro.

El más bello tragado por la luz de su propio sol.

Star Wars siempre fue la historia de un héroe joven que crece y logra vencer a las fuerzas del mal. Un mito sencillo, una epopeya heroica bastante simple. Ahora Lucas le agrega una sola pieza al comienzo de la saga anterior y transmuta toda la historia, la metamorfosea en otra cosa como quien arroja una sola gota de tinta negra sobre un vaso de agua transparente, y la convierte en la tragedia de Darth vader. Su Ascenso (que en realidad es una caída), su reinado y su derrumbe, fruto del mismo amor que originó su tragedia. Lucas convierte a Star Wars en la historia ya no de un Apolo luminoso de nombre Luke sino en la de un Lucifer trágico que pierde toda su belleza en las llamas de su propio fuego interior, de nombre Anakin. Los que en el futuro vean la saga en orden no van a entender muy bien por qué a partir del capítulo IV se le dan tantos minutos en pantalla a ese pendejo rubio medio gil, cuando lo realmente interesante está detrás de esa máscara negra. Ahora Star Wars se trata de la ascensión de Anakin Skywalker y de cómo es derrotado por su propio hijo, que al matarlo lo redime.

Anakin mata a Padmé y Padmé lo mata a través del fruto de su vientre. La corrupción de la república es la corrupción de Anakin. La caída de la república es la caída de Anakin.

Salí lleno de mito. No se cómo, pero Lucas logró recuperar algo que parecía tan irremediablemente perdido como la infancia. Y de paso me la recuperó a mi también, que no pude dejar de sentirme otra vez un pendejo de 8 años, absolutamente reflejado en el hijo de Armando (Rosselot), tan parecido a mi cuando chico.

La historia es creíble, la metamorfosis de Anakin es creíble. Su miedo a perder a su amor es creíble, su confusión es creíble. El paso que da hacia el lado oscuro es absolutamente creíble. Esta historia requería muchísimo más desarrollo que la saga original y lo consigue. El nacimiento de un ser tan torcido como Darth Vader ameritaba una historia así de compleja y torcida.

Star Wars siempre fue un tanto infantil. Quizá el E V se salía de esa
tendencia. Pero con E III la saga definitivamente se pone los pantalones
largos y puede salir por sí misma a pelearle el puesto a cualquier película de cf o no cf que busque retratar la caída de un hombre en los infiernos de su propia oscuridad.

Sobre los detalles

…como la manera en que Lucas va preparando visualmente al espectador para la estética del E IV (la aparición de los fondos blancos, los fondos grises imperiales, la escasez de detalles, incluso las gráficas naive de computadores, teclas ¡¡¡y hasta palancas!!! de las consolas), o el modo como va cerrando lentamente (cual Soyuz acercándose al Apollo) las brechas narrativas entre esta saga y la anterior, etc.

Me gustó la manera cómo muestran la incapacidad de los jedi de administrar una energía como la que tenía Anakin. Su poca visión. Anakin tiene el mal del chino ríos: mucho talento y poco carácter. Es el cuerpo de un hombre, la capacidad de un semidios en la mente de un adolescente en el corazón de un niño asustado por la pérdida. Quizá si el único punto donde el guión “psicológico” falló es en situar la muerte de la madre de Anakin en su juventud. La madre debió morir en su infancia para generarle un sentimiento de abandono tan fuerte que produjera esa incapacidad de perder a Padmé, que es lo que finalmente desencadena la tragedia. Esos traumas en la infancia son los capaces de detener el desarrollo de un carácter. Súmale poder ilimitado y tienes un cóctel capaz de generar un monstruo. Que loco, Vader es un Jesús que no pudo resistir las tentaciones del desierto.

por Jorge Baradit

Cuestión de Medidas

por José Fco. Camacho

I. Cuestión de Medidas.

Sueños de niño
Una vez, cuando niño, hice una pausa en mi vida y por motivos que ignoro me puse a meditar de manera casi filosófica. Me preguntaba sobre tantas cosas, sobre todo aquello que me llenaba de dudas, me cuestionaba sin llegar a responderme sobre muchas cosas que yo desconocía, tal vez debido a la cortedad de mi edad. Me preguntaba desde por qué las cosas caen y no vuelan, hasta por qué uno tenía que ir a la escuela. Muchas cosas eran banales, pero otras me llenaban de angustia (¿por qué vivimos?, ¿qué es la muerte?, ¿qué es existir?). Creo que todos en alguna parte de nuestra vida nos hacemos las mismas preguntas, y es razonable. El ser humano por naturaleza, desde que pisó por primera vez la faz de éste planeta, siempre se ha cuestionado sobre muchas cosas y entre ellas está el preguntarse de donde viene, por qué está aquí y a donde va. Desde cualquier individuo común y corriente, hasta los grandes filósofos se han venido haciendo las mismas preguntas así que yo no iba a ser la excepción de mis congéneres.
Más no son esas dudas y sus posibles respuestas las que interesan en éste pequeño espacio. Después habrá oportunidad de divagar un poco sobre el tema, pero no ahora. A lo que iba es que entre tanto cuestionamiento, de vez en cuando me hacia algunas preguntas sobre lo que debía ser el Universo. En éste punto, tal vez pocas personas han tenido las mismas dudas, y posiblemente sean muchas las que ni les interese en absoluto esta área. Sólo aquellas personas que de niños han levantado su mirada al cielo nocturno y han querido saber cuan grande debía ser el Universo, de que estaba compuesto, por qué era negro y no de otro color, por qué había estrellas y cuán distantes estaban con respecto a nuestros hogares, podrán comprender todo esa avalancha de pensamientos y de dudas que se vertían en mi tierno razonar infantil. Una vez que fui creciendo y tomando más conciencia de que debía resolver mis dudas como buen ser humano que era, comencé a investigar parte de lo que cada noche al admirar el cielo plagado de estrellas venía a mi mente en forma de una pregunta. De primera instancia, me interesaba sobremanera la longitud del Universo, deseaba saber cuantos kilómetros medía. ¿Tal vez algunos cientos?, ¿miles de millones?, ¿infinito?, ¿qué significa infinito? Como pueden ver no tenía ni la más remota idea de la realidad. Incluso ante la casi seria necesidad de conocer eso y otras tantas cosas más, comenté en más de una ocasión a mis padres con suma formalidad infantil mi enorme deseo de ser astrónomo. Sostenía la firme postura de que anhelaba llegar a conocer y comprender al Universo en su vastedad. ¡Ja!, de verdad no sabía que estaba diciendo.

Nuevas medidas
Después de comentar mi sueño de niño de ser astrónomo, ahorre un poco de dinero con el que me fui haciendo de algunos libros relacionados con el increíble y fascinante tema de la astronomía y con paso lento y seguro fui comprendiendo muchas cosas. Al fin me enteré que medir el Universo con kilómetros era comparable con medir una ciudad con granos de arena fina, una tarea engorrosa y harto difícil. Así que alguien sacó de su cabeza la genial idea de utilizar una nueva unidad de longitud, y fue algo grandioso. Ahora, cualquiera que quiera decir que la Tierra está separada del Sol por aproximadamente 149,597,870 kilómetros, puede sólo mencionar su equivalente astronómico, es decir, que ambos cuerpos se separan por 8 minutos-luz. Se escucha más elegante y simple, ¿no lo creen así? Esta fabulosa medida consiste en medir una longitud por la distancia que recorre un haz de luz en un determinado período de tiempo. Por lo tanto, un segundo-luz equivale a 300,000 kilómetros, pues esa es la distancia que ha recorrido en un segundo. Un minuto-luz serían 18,000,000 kilómetros, un día-luz 25,920,000,000 kilómetros y un año-luz unos 9,460,000,000,000 kilómetros. En la escuela se nos enseña que la estrella más cercana a nuestro sistema solar es la llamada Alfa Centauri (la estrella alfa de la Constelación del Centauro). Ésta estrella está a unos 4.5 años-luz de distancia, o sea, unos 42,570, 000,000 kilómetros. La Vía Láctea, nuestra galaxia, tiene unos 97,800 años-luz de diámetro, algo así como unos 925,188,000,000,000,000 kilómetros. Notan que es más fácil decir noventa y siete mil ochocientos años-luz que novecientos veinticinco mil ciento ochenta y ocho billones de kilómetros. Y qué dirían si les dijera que nuestra galaxia forma, junto con otras veinte galaxias más, el denominado grupo Local, pero que existen otras agrupaciones denominadas en general cúmulos galácticos y que el más cercano (el cúmulo de Virgo) está a 65,200,000 años-luz de distancia, o sea, a 616,790,000,000,000,000,000 kilómetros (seiscientos dieciséis trillones, setecientos noventa mil billones Seiscientos dieciséis trillones, setecientos noventa
mil billones). Realmente sorprendente.

Notación científica.
Y en medidas así, que incluso los años-luz resultan insuficientes, los científicos han sacado a uso otra idea no menos maravillosa: la notación científica. Con ella, la distancia al Cúmulo de Virgo es de 65,2000,000 años-luz, o 6.52 x 107 años-luz. O también 6.16792 x 1020 kilómetros. Como se ve, éste sistema utiliza potencias de 10. El 107 del número 6.25 x 107 tiene dos componentes: el exponente, que es variable y en este caso está representado por el “7”, y la base, que siempre será 10 por ser potencia de 10. El exponente nos indica cuantos dígitos a la derecha del punto hay en una cifra. Así, en 6.25 x 107, se colocan 7 dígitos después del punto decimal, es decir, los números 2 y 5 y otros cinco ceros para completar lo expresado por el exponente. En 6.16792 x 1020 el exponente es 20 y tenemos ya cinco cifras que son “16792” por lo que inmediatamente después de ellas se deben colocar quince ceros para completar lo dictado por el exponente. Algo más, 6.16792 x 1020 puede expresarse sencillamente como 6.2 x 1020, dado que es una aproximación a una distancia de la cual no sabemos con precisión la longitud real, y en un momento dado, puede ser “más precisa” que 6.16792 x 1020.
¿Por qué es más correcta una cifra con apenas dos dígitos que una de seis? Sencillo, aquí es donde entra en juego el concepto de Cifras Significativas. Tomemos para explicarlas un ejemplo: tenemos una barra de metal y queremos medirla. También tenemos dos reglas, una que mide solo en centímetros y otra que lo hace en centímetros y en milímetros. Un tercer instrumento, un Vernier sencillo, nos puede dar medidas de hasta 0.1 milímetros. Hacemos la primera medición y vemos que la barra de metal mide con la regla de centímetros unos 7 cm. y un tercio de la distancia entre el centímetro 7 y el 8. Con la segunda regla, la de centímetros y milímetros, medimos y encontramos una medida de 7.3 cm., pero vemos que la longitud de la barra de metal está entre el milímetro 73 y el 74. Por último, utilizamos en Vernier y obtenemos una cifra igual a 7.34 cm. y, aún así, una buena observación, vemos que la longitud queda entre 0.4 y 0.5 mm. Y ya no tenemos más instrumentos para seguir adelante.
Tres medidas. La primera es inexacta, en su totalidad. La segunda se aproxima un poco más y la tercera es un tanto más certera. Nos indica tan solo una aproximación: la barra mide entre 7.33 y 7.35 cm. Suponiendo que tuviera una longitud real de 7.3478 cm., cae dentro de nuestra medición. Tomamos un cuarto instrumento que registra hasta 0.01 mm. y dado que la precisión de una medida depende tanto de las limitaciones del aparato que la mide, como de la habilidad con qué este instrumento se use, obtenemos una medida de 7.345 cm. Ello nos indica que la barra mide entre 7.344 y 7.346 cm., y ese intervalo no abarca la longitud real de 7.3478 cm. por lo que nuestra medición dejó de ser exacta.
El concepto de cifras significativas se refiere a todas las cifras que son conocidas con certidumbre, y además otra que es una aproximación. De esa forma, en 7.33 cm tenemos tres cifras significativas y donde estamos seguros de que sean 7.3 cm, y que el 0.03 cm es una aproximación. Por lo tanto, la distancia al cúmulo de Virgo se expresa mejor como 6.2 x 1020 km que 6.16792 x 1020 km en un momento dado. El 6.2 x 1020 indica que puede estar a una distancia de 6.1 a 6.3 x 1020, algo que a todas luces resulta más cómodo y “preciso” que un intervalo de 6.16791 x 1020 a 6.16793 x 1020.
Existen cuatro reglas sencillas para determinar el número de cifras significativas en una medida registrada, y son las siguientes:
1. Todos los dígitos, o cifras, excepto el cero, son siempre significativos;
92 Dos cifras significativas.
93.3 Tres cifras significativas.
2. Uno o más ceros, utilizados después del punto decimal, son significativos;
4.700 Cuatro cifras significativas.
3. Los ceros colocados entre otros dígitos o cifras significativas siempre son significativos;
5.709 Cuatro cifras significativas.
509 Tres cifras significativas.
4. Los ceros que se utilizan únicamente para establecer el espacio del punto decimal no son significativos. Los ceros solo se utilizan para ocupar el lugar.
7,000 Una cifra significativa.
0.00689 Tres cifras significativas.
La astronomía es hermosa. Saber que existen muchos mundos distintos al nuestro, inexplorados y lejos de nuestras posibilidades de visita, tan distintos al nuestro nos hace volar la imaginación y comenzamos a fantasear sobre ellos. Todo el orden que hay en el Universo, cada objeto siguiendo al pie de la letra las Leyes Físicas conocidas y otras que apenas se vislumbran.
Allá afuera, lejos de nuestro hogar llamado planeta Tierra, existen cientos de miles de millones de galaxias, cada una con un promedio de unos miles de millones de estrellas conformándolas. Si quería ser astrónomo, tenía un vasto campo para estudiar. Por lo tanto, seguí abriendo los viejos librillos de astronomía para principiantes, tan sólo para saber un poco de las bases de lo que reina en el Universo y me decidí por ser, en definitiva, un pequeño astrónomo, pero aficionado, solamente. Únicamente lo haría por pasatiempo, sin jamás llegar a ser un profesional. Admiraría el cielo nocturno, sabría un pedazo de todo lo que significa, pero no me dejaría ser devorado por su abrumadora e incuantificable grandeza…

por José Fco. Camacho

Editorial TauZero #15

    Me han comentado (o criticado) que las editoriales de TauZero son únicamente un ejercicio ególatra de mi parte. Dedos índice han apuntado en mi dirección mientras sus dueños acusan que utilizo el estilo de escritura del Buen Doctor y que casi ignoro los relatos y artículos publicados en TauZero, pues prefiero usar la editorial a modo de blog personal en vez de comentar el material que nos han cedido.
Tengo que confesar que en todo eso hay cosas que son verdad, y otras que claramente son una exageración. Pero básicamente es cierto: las editoriales son como mi blog personal. Y eso es debido a que TauZero está incorporado a mi vida cotidiana, ya no como un pasatiempo freak que define mi indivualidad, sino como una actividad cultural seria que, conforme pasa el tiempo, va tomando mayor relevancia en mi vida.
¿Cómo no tomarla en serio, considerando que llevamos 15 números, que estamos cerca de cumplir 3 años de vida, que 44 autores han desfilado al menos una vez por nuestras páginas y, lo más importante, me ha permitido conocer a personas en extremo interesantes, que en la actualidad ya pertenecen a la galería de mis mejores amig@s?
TauZero está incorporado en mi vida a tal nivel que ya existen amigos que tienden a huir cada vez que sugiero que lo que está hablando bien puede convertirse en un artículo.
TauZero crece conmigo, y yo crezco con TauZero. Siendo ese el caso quiero que cada editorial sea una reflexión, una fotografía del estado en el que me encuentro al momento de escribir la editorial. Eso es una licencia que nos podemos permitir, pues si hay algo que nosotros deseamos y exigimos, es que las colaboraciones posean la marca de sus autores. Queremos que los textos y comentarios tiendan a ser introspectivos, personales. Ello no implica necesariamente la pérdida de objetividad, pero sí le da un sello personal, un toque de familiaridad, de liviandad… de humanidad.
Hubo un tiempo en que TauZero se estaba convirtiendo en algo que se tomaba demasiado en serio a sí mismo. Pero como dije más arriba, TauZero crece, evoluciona e inevitablemente se ha contagiado de la sencillez, espontaneidad e ironía de sus responsables y colaboradores.
La calidad del material publicado habla por sí mismo. Tal vez existan personas que piensen que todo lo publicado son únicamente tonterías y una pérdida de tiempo insensata. Pero ya va más de cuatro decenas de insensatos que comparten nuestra visión y que han utilizado muchas horas de reflexión, de escritura, de dibujo, de edición, de conversaciones y de discusiones… violentas en algunos casos.
Pero no sólo yo crezco con TauZero. Pareciera ser que estamos siendo testigos del nacimiento comercial de algunos de nuestros colaboradores-amigos. Creo que pocas cosas podrían compararse a la felicidad que nos inunda el estar en primera fila observando a nuestros amigos tener éxito, ser publicados por editoriales de mayor trayectoria, reconocidos en otros medios de comunicación, en otros países, en otros continentes.     Autores que desarrollan su arte para una élite comienzan a llegar a mercados más amplios.
Ejemplos de esto hay varios, pero me limitaré a tres. A uno de ellos no lo nombraré pues habrá una mejor oportunidad. Al otro tampoco lo mencionaré pues “sobar lomos” no es mi estilo. Mencionaré, eso sí, al amigo hispano David Mateo. David está comenzando a formar revuelo en España con sus “Dragonadas” (subgénero fantástico que al principio detestábamos en TauZero pero que con el tiempo hemos aprendido a querer). David de un tiempo a esta parte nos ha cedido algunos de sus textos, nos ha colaborado con algún artículo y hasta nos ha prestado uno de los personajes centrales de su obra, Larva, para hacer un crossover. El experimento literario fue ejecutado por la digresiva pluma de mi editor Sergio Alejandro Amira. El resultado se llama Larva y la niña de Mermeroth y están a punto de leerlo.

Hasta la próxima.

Rodrigo Mundaca Contreras

Larva y la niña de Mermeroth

por Sergio Alejandro Amira

Él siempre se alzaba sobre todos, matando con sus dos lunaris ensangrentados, degollando al enemigo, ya fuesen humanos, elfos o enanos. Nada ni nadie podía contenerle… ni tan siquiera los grandes señores del cielo.
–David Mateo–

1
Larva se paseó entre los despojos de los ejércitos caídos contemplando cómo la carne de aquellas débiles criaturas era reclamada por la hambrienta Arankandas. Como vasallo del Abismo, él jamás sería reclamado por la Dama Blanca.
Larva contempló una vez más el solitario valle y fijó la vista en un andrajoso estandarte con el árbol de profundas raíces que tanto odiaba. Aparentemente él era el único ser vivo tras la furia ígnea desatada por el Karkang, aquel volcán que le había apresado en su útero de fuego devorando su carne tan rápido cómo ésta se regeneraba. Fueron días, semanas, eones los que transcurrieron para Larva en aquel estado de no-muerte tan similar a su propia existencia, sin embargo.
Sus dos corazones latían sosegados tras el enorme esfuerzo que significó escapar al magma que le mantenía cautivo. Tranquilamente Larva se desplazó entre los cadáveres de sus compañeros de armas y enemigos, entre las carcasas de los caballos gigantes y bulugbars, y entre los orgullosos dragones que pese a su gran poder habían caído como moscas ante la furia de los Señores Oscuros, ante la furia del propio Larva que había destruido a un gran blanco antes de ser engullido por el Karkang.
Sólo entonces fijó Larva su pensamiento en los lunaris. Los había perdido y sin ellos se sentía más desnudo que despojado de su armadura del yagath, forjada al inicio de la Oscuridad.
Uno de los lunaris se hundió en el Karkang junto al gran blanco, incrustado en la nuca de la bestia, pero el que utilizó para mutilar uno de los ojos del dragón había caído fuera del volcán y le aguardaba en algún sitio de aquella alfombra de cadáveres y armas rotas. Larva cerró sus ojos de pez y percibió las débiles vibraciones de la hoja diamantina que llamaba a su amo. Algo la sujetaba, algo vivo… él no era el único sobreviviente después de todo.
En la rivera del Zoj encontró a uno de sus antiguos camaradas contemplando el lunaris como si fuese un trofeo.
–¡Larva! –exclamó la criatura–, pensé que habías muerto, vi cómo caías al interior del Karkang combatiendo a ese blanco…
–El Supremo ha desaparecido –contestó Larva escuetamente.
–Sí, su esencia nos ha abandonado, es cómo…
–Tienes algo que me pertenece –interrumpió Larva. La criatura de seis brazos (tres de los cuales había perdido en combate) le entregó el cuchillo. Larva cerró su mano sobre la empuñadura y sintió como regresaba a él toda la ira que durante semanas y cuentas le había mantenido vivo. Llevó la hoja hacia su pecho clavándola en su corazón izquierdo y luego describió un amplio arco hacia delante que cercenó la quiróptera cabeza del guerrero.
Larva decidió que no se marcharía del campo de batalla hasta cerciorarse que no quedaba nadie vivo. Él sería el único sobreviviente de aquella histórica contienda.

2
Desde el extremo austral de Ashgord hasta las costas bañadas por el mar del Olvido, Larva no halló sobreviviente alguno, pero sí un navío rezagado, a punto de zarpar. Sigilosamente abordó el barco y dos cuentas antes que arribara a puerto mató a toda la tripulación y dejando atrás el Olvido, se zambulló en las cálidas aguas del océano Virgen, nadando hacia una playa solitaria lejos de Yenyirob, la capital. El último barco de guerreros en regresar a Zánjila sería recibido por sus viudas y huérfanos. ¡Cuánto daría Larva por contemplar las expresiones de horror en aquellas caras al ver los cuerpos mutilados de sus héroes!, pero debía actuar con cautela. Necesitaba una armadura, no era digno de un guerrero como él andar desnudo y sería más fácil conseguirla en un villorrio.
Larva se guió por su olfato y pronto halló el sendero hacia una ciudadela de horticultores que abastecían con sus granos y frutos a la capital. En el camino se topó con dos hombres montados a caballo, sucios tramperos a juzgar por sus apariencias. Una veloz estocada a la izquierda, otra a la derecha y las cabezas de los caballos cayeron al suelo antes que sus cuerpos y jinetes. Cuando estos intentaron ponerse de pie fueron cercenados en dos a la altura del torso por el lunaris. Larva seguía siendo el mejor, de eso no cabía duda.
Atardecía en aquel inmundo villorrio conocido como Mermeroth y al parecer todos sus habitantes habían abandonado sus casas, Larva se topó con el cuerpo sin vida de un mendigo andrajoso y le arrebató su apestosa túnica.
A medida que Larva, encogido para aparentar la estatura de un humano, avanzaba por una estrecha avenida que desembocaba en la plaza central comprendió el porqué de la ausencia de lugareños. Todo el pueblo estaba reunido allí en medio de una bulliciosa algarabía. Larva espió sobre las cabezas del gentío y vio en medio de la plaza una plataforma sobre la cual se hallaban tres sujetos. Uno de ellos estaba atado a un poste, el de la izquierda era un tipo obeso con una tea en la mano y una capucha que le ocultaba el rostro, el de la derecha era sin lugar a dudas el cacique del pueblo, un individuo delgado de cabello rojo y lujosas prendas.
-En virtud de mi derecho y obligaciones como cacique de la comarca de Mermeroth –exclamaba a todo pulmón el cacique– decreto que el ciudadano Bigardo Tejar sea quemado vivo en la hoguera en represalia a las ofensas que prodigó contra mi persona en la Taberna de Saa-Dreva.
Larva examinó el rostro del condenado y se sorprendió al ver que no reflejaba temor alguno. El sujeto tenía una boca ancha y unos ojos saltones algo más separados del tabique nasal que el común de los humanos. Su cabello era casi gris y lucía un cuidado bigote sobre su boca de batracio. Bigardo Tejar más que atemorizado parecía divertido, incluso cuando el cacique bajó de la plataforma y el verdugo le prendió fuego a las ramas secas que rodeaban el poste al cual estaba atado.
Las llamas y el humo comenzaron a envolver al infeliz pero éste, en vez de gritar, comenzó a reír estrepitosamente. De pronto su cuerpo se encendió por si sólo como una antorcha, y se elevó disparado hacia el cielo, perdiéndose entre las nubes.
–¡Un elemental, era un elemental! –vociferaba la muchedumbre conmocionada.
–Un surtur –dijo Larva con su rasposa y grave voz sin percatarse que había atraído con ello la atención de quienes le rodeaban.
–¡Otra criatura mágica! –gritó alguien dando inicio al caos.
La noche encontró a Larva de pie en medio de la plataforma de ejecución rodeado de una cincuentena de cadáveres que, además de los aldeanos, incluían al verdugo, el cacique y su guardia personal. Mermeroth se hallaba desabitada, todos aquellos lo suficientemente inteligentes o cobardes huyeron en cuanto se desató la carnicería.
Larva penetró en el palaciego hogar del cacique y se sentó a su mesa para degustar el gran banquete que sus cocineros le habían preparado para después de la frustrada ejecución. Una vez saciado su apetito, recorrió las estancias hasta dar con la sala de trofeos donde encontró una armadura que, si bien no podría compararse a la que había perdido en la gran batalla, serviría por el momento.
Larva vistió el velmex casi hecho a su medida y se colocó la lóriga de escamas para luego continuar desde los pies hacia arriba con los escarpes, las esquinelas, los grebones, quijotes, rodilleras y musleras. Escarcelas, manoplas, sobrecodales, guardabrazos, ristre, peto, bufa y hombreras completaron su atuendo. No encontró ningún yelmo como el suyo, que tan bien imitaba sus rasgos faciales, por lo que decidió no emplearlos. La noticia de su llegada a Mermeroth pronto traería toda clase de enemigos con los cuales luchar. Pero Larva ya estaba aburrido de pelear con humanos tras enfrentarse a seres mucho más poderosos. Lo mejor sería buscar un caballo, si es que quedaba alguno, y marcharse de aquel sitio.
Mientras abandonaba la sala de armas, su agudo oído detectó un leve respirar entrecortado proveniente del segundo piso. Subió pesadamente las escaleras y con cada paso que daba oía como esa respiración se agitaba más y más. Entró en los aposentos del cacique muerto y con una sola mano volteó la cama. Bajo ella se ocultaba una niña de unos nueve años, cabello rojo, ojos verdes, probablemente hija del cacique. La pequeña estaba asustada, “pero no tanto como debiera” pensó Larva alzando el lunaris. La niña cerró los ojos y comenzó a llorar desesperadamente.
¿A eso se dedica ahora el Poderoso Larva?, ¿a asustar niñitas? –escuchó el guerrero sin la mediación de sus oídos.
–¿Quién eres? –preguntó.
Deja en paz a esa niña y te lo diré. Sal a la plaza, allí estoy esperándote.
Larva emergió a la plaza pero no vio nada más que los cuerpos sin vida de sus víctimas.
–¿Dónde estás?
Aquí –dijo la voz.
Larva le vio entonces, o mejor dicho no le vio. Percibió su ausencia, el vacío provocado en la atmósfera que le rodeaba, algo muy sutil para los ojos de criaturas menores como elfos y humanos pero que para él era evidente.
–Rubb –dijo Larva– ¿te envía Yeresath?
El Cambiante ya no existe, criatura estúpida
–No puede ser…
El Culebril está muerto, cómo deberías estarlo tú, pero a ti no se te puede matar, ¿no es cierto?
¿Era eso una pregunta o una aseveración? Larva sabía que era un hueso duro de roer, pero de ninguna forma inmortal.
Cómo no puedo matarte serás exiliado, ya no tienes cabida en el Nuevo Orden, Larva. Eres una reliquia de un pasado extinto, ¡Yo, mesástatas del tiempo te expulso de la vieja Argos!
Dicho esto se abrió a espaldas de Larva una boca similar a un tornado que lo engulló por completo.
El Blanco Velo del Olvido ha sido dispuesto –sentenció Rubb.

3
Larva arribó a su lugar de destino en medio de un caos generalizado. Era de noche al igual que en Zánjila, pero el ambiente era húmedo y algo más caluroso. Larva estaba de pie en una plataforma similar a la plaza de Mermeroth, pero unas veinte veces más grande. Había mucha luz proveniente de las esquinas del cuadrilátero, estructuras metálicas similares a troncos de árboles coronadas por rectángulos luminosos. Sobre la cabeza de Larva sobrevolaban criaturas voladoras que asemejaban ser de metal, no, eran máquinas con aspas rotatorias que las mantenían en el aire. Desde dos de las esquinas de la plataforma se erguían unas estructuras que conformaban una especie de pirámide con algo similar a un tonel de cerveza en el medio. Todo era muy extraño para Larva que no sabía cómo reaccionar.
Finalmente decidió descender de la plataforma pese a que los potentes focos prácticamente lo cegaban. Halló unos peldaños y bajó los ocho metros que lo separaban del suelo. Al parecer había acontecido otra batalla ya que por lo menos una docena de cadáveres, ataviados de uniformes de tela y extraños armamentos, yacían esparcidos por todas partes. Sin mediar aviso alguno se posó sobre uno de los cuerpos algo similar a una pantera humanoide, con grandes alas emplumadas y amenazadores colmillos. Larva no le dio tiempo de reaccionar a la criatura y arrojó el lunaris. Cuando el cuchillo regresó a su mano la cabeza del animal yacía en el suelo.
–¡Freeze! –escuchó gritar Larva en un idioma que no comprendía para verse rodeado luego de humanos en atuendos y con armas similares a las de sus compañeros caídos. Larva se aprestó a combatir pero de pronto sintió su cabeza muy pesada, cómo si un gnomo se hubiese sentado sobre ella.
AQUÍ NADIE HABLA LA LENGUA DE ILINDIS, LARVA, PERO PUEDO ASEGURARTE QUE NO SOMOS TUS ENEMIGOS
Dijo una voz dentro de su cabeza en una comunicación similar a la que mantuviese en Mermeroth con Rubb, aunque mucho menos sutil.
–¿Qué eres? –preguntó Larva–, ¿un dios acaso?
NO, PERO TAMPOCO SOY HUMANO. QUEDATE QUIETO ALLÍ Y ME VERÁS
Larva decidió obedecer ya que las armas empuñadas por esos humanos a todas luces parecían cañones miniatura que fácilmente podrían penetrar su coraza de metal. Si bien Larva podía regenerarse el recibir heridas no era algo que le agradara precisamente.
Tras unos segundos el semicírculo de soldados se abrió y una especie de cruza entre tanque y pecera se plantó frente a Larva. En el interior cristalino nadaba un pez de gran tamaño similar a las feroces bestias marinas del Mar del Olvido. La criatura poseía una estilizada forma de torpedo con una pronunciada aleta dorsal y una gran boca plagada de afilados dientes triangulares dispuestos en su mandíbula en varias filas ligeramente inclinadas hacia el interior. Larva estimó que el pez medía unos seis metros de longitud y debía pesar unos 1200 kilogramos.
–¿Eres el líder de estos hombres? –preguntó Larva.
SÍ, MI NOMBRE ES BARDO, Y TENGO UNA PROPUESTA QUE HACERTE
–Primero que nada demando saber donde me encuentro –dijo Larva.
ESTÁS EN EL PLANETA TIERRA, EN EL CONTINENTE AMERICANO, EN LOS PANTANOS EVERGLADE DE FLORIDA DONDE HACE DOS AÑOS DESCUBRIMOS SE ENCUENTRA LO QUE HEMOS DENOMINADO EL EJE DE LAS REALIDADES O NEXUS, ESTÁBAMOS INTENTANDO ENVIAR UNA MANZANA A TRAVES DEL PORTAL, LA MANZANA DESAPARECIÓ Y EN SU LUGAR LLEGASTE TÚ EN MEDIO DE UNA EXPLOSIÓN QUE MATÓ A QUIENES ESTABAN MÁS CERCA DE LA PLATAFORMA
–Éste no es mi mundo.
NI TAMPOCO TU UNIVERSO, ESA ES LA RAZÓN POR LA CUAL PUDISTE HACER LO QUE NADIE JAMÁS HA LOGRADO, MATAR A UN ARCÁNGEL
–La criatura alada que decapité, imagino.
SÍ, HASTA EL MOMENTO NADIE HABÍA CONSEGUIDO INFRINIGIR DAÑO ALGUNO A LOS ARCÁNGELES, NO SE TRATA DE TU ARMA SINO DEL HECHO QUE TÚ LA EMPUÑES, PODRÍAS ELIMINAR A LOS MENSAJEROS DE DIOS CON UN SIMPLE TENEDOR O TUS PROPIAS MANOS SI QUISIERAS
–Mensajeros de Dios, ¿Cuál dios?, ¿Miles Der Vand?
NO, NINGÚN DIOS QUE TU CONOZCAS NI AL QUE TENGAS QUE RESPONDERLE, SÉ QUE ERES UN MERCENARIO POR LO QUE TE OFREZCO UN TRATO, DESHASTE DE CIERTOS ENEMIGOS DE MI NACIÓN Y TE REGRESARÉ A TU MUNDO, A LA VIEJA ARGOS

4
Habían transcurrido tres años desde que Victorino se había transformado en el primer acólito, el primero de los Doce y legendario guardaespaldas de Constanza la mesías, que si bien había ganado bastante estatura, seguía poseyendo rostro de niña y cuerpo de muchachito a sus doce años y medio. Esa noche Constanza se hallaba reunida con sus discípulos al interior de una vieja cabaña en lo que alguna vez fueran los amplios dominios boscosos de Warren Kettenmann. La casa pertenecía a una anciana que había muerto dos días antes de un paro diabético, demasiado vieja como para resucitarla. Constanza y los suyos la dejaron bajo un árbol sobre un trozo de tela carmesí que ella misma guardaba para dichos efectos y decidieron quedarse unos días en su casa, que contaba con una despensa llena de alimentos y una gran chimenea de piedra.
A Victorino le habían seguido cuatro acólitos más, todos vueltos a la vida por Constanza para convertirse en sus apóstoles. Felipe fue el segundo y lo encontraron colgando de una soga que pendía de la rama de un árbol, no había intentado suicidarse, como explicó, sino que fue asesinado por su esposa y su amante. El tercer resucitado fue Matías, de dieciséis años, a quien un granjero disparó tras encontrarlo en su predio robando naranjas. La cuarta fue Romina, degollada y violada por un infeliz que el pueblo se encargó de linchar. El quinto fue Gustavo, corneado hasta la muerte por una enloquecida vaca.
Todos estaban sentados en la posición del loto rodeando a su mesías quien les hablaba del futuro por venir. Victorino notó de inmediato el cambio de expresión en el rostro de la jovencita, poniéndose de pie de un salto.
–¿Viste algo Constanza? –le preguntó.
–Sí, una cosa similar a un perro se asomó a la ventana durante unos segundos –explicó la niña.
–Ha de haber sido un perro muy grande para alcanzar la ventana, será mejor que vaya a ver –opinó Victorino mientras vestía su cazadora y salía al exterior.
Larva esperaba oculto tras los matorrales, Bardo le advirtió que Victor Ur era el único acólito que podía significar un verdadero desafío, y le aconsejó matarlo tras acabar con la niña. Bardo estaba al tanto que Ur abandonaría la cabaña por cerca de diez minutos, el escualo poseía cierta habilidad limitada para predecir eventos futuros y presumía haber contando con mayores poderes aún antes que su cerebro fuese cambiado de cuerpo tras recibir un ataque combinado de Ur y la muchachita. Bardo ya no podía mover personas como piezas de ajedrez alrededor del mundo, por lo que Larva había viajado en uno de esos aparatos mecánicos voladores que tanto le desagradaban.
Una vez que el fornido Ur se internó en el bosque, Larva ataviado de su armadura mermerothide destrozó de una patada la puerta y con unos cuantos movimientos de su letal arma desmenuzó a los inmortales esparciendo sus miembros y trozos cercenados en un baño de sangre. Luego avanzó hacia la muchacha que estoica y salpicada de rojo lo esperaba de pie en medio de la sala.
Su rostro manchado casi por completo de sangre apenas podía distinguirse de su inflamado cabello.
–Ya intentaste matarme anteriormente pero no fuiste capaz –dijo la niña.
Vino entonces claramente a la memoria de Larva el rostro de la hija del cacique oculta bajo la cama. Se trataba de la misma chica, algunos pocos años mayor.
En ese momento Victor Ur entró por el ventanal junto a una lluvia de cristales rotos, interponiéndose entre la niña y Larva. Ambos se trenzaron en una singular lucha, Larva armado de su lunaris y Ur de sus puños.
Lo que había dicho Bardo era cierto, Larva nunca se había enfrentado contra hombre o elfo tan poderoso. Tras un breve intercambio de golpes y fintas ambos contrincantes se separaron. Ur contaba con dos dedos menos de su mano derecha como único saldo de la batalla y, además, había conseguido arrebatarle el arma a su contrincante, Larva tenía un ojo colgando de su cuenca, la mandíbula fracturada, varios colmillos menos, cuatro costillas rotas, un pulmón perforado y su armadura rasgada en varios sitios.
“Ésta es una pelea que no podré ganar”, pensó Larva mientras se regeneraba. “Bardo sobreestimó mis habilidades, éste hombre en apariencia común es más fuerte incluso que el dragón blanco con el cual luché sobre el Karkang.”
Retrocediendo lentamente, Larva, que sabía reconocer a un contrincante superior cuando lo enfrentaba y que valoraba su “vida” por sobre todas las cosas, abandonó la cabaña y se sentó sobre un tronco caído.
Escuchó a la niña y al sobrehombre hablar dentro y luego vio a la primera emerger de la casa para sentarse junto a él.
–¿Estás en comunicación con mi enemigo? –le preguntó Constanza en la lengua de Ilindis.
–Sí –contestó Larva ya más recuperado de sus heridas–, puede ver y escuchar todo lo que está ocurriendo gracias a este aparato que no se cómo aún permanece sobre mi hombro. Sus poderes ya no suelen ser los que poseía antes que lo atacaran.
–¿Por qué te rendiste?
–Sé muy bien cuando un adversario está más allá de mis posibilidades para derrotarlo. Valoro mi vida por sobretodas las cosas.
–No así la vida de los demás.
–Los demás no me importan, pero dime, ¿eres tú la niña de Mermeroth?
–Allí tampoco tuviste escrúpulo alguno en matar a hombres desarmados, mujeres y niños. Bardo te ofreció regresarte a tu mundo si me matabas a mí y a los míos, ¿no es cierto?
Larva asintió con la cabeza.
–Es una lástima que te hayas encontrado con él primero y no conmigo. –afirmó Constanza–. Yo puedo enviarte de regreso a tu mundo sin pedirte nada a cambio salvo que valores la vida de los demás de ahora en adelante.
–Yo no hago promesas –contestó secamente Larva.
–Lo sé, pero no importa, lo que ha sido hecho puede deshacerse, regresa Larva al mundo de Argos, regresa a tu cubil abyecto, a tu renacer maligno. Ya no serás el mismo después de esto, te lo aseguro.
Con un simple gesto de su mano derecha Constanza arrojó a Larva de regreso al fondo del Karkang.

5
Larva despierta con la piel manchada de sangre y brea, olfateando el ozono a su alrededor y sintiendo como la oscuridad le apresa como una mortaja. Se sacude en un oquedad de roca fundida y nota el fuego a su alrededor… alto… ardiente. Larva sólo puede arrastrarse cómo un gusano hacia arriba, abrazándose cómo una molusco a las murallas rocosas…
Tras días de incesante escalada Larva emerge del volcán refugiándose en una enorme saliente. Sólo la magia que sus padres insuflaron en él lo mantiene con vida.
¿Que haces tú aquí nuevamente? –pregunta una voz familiar.
–Pertenezco a este mundo –gritó Larva con toda la fuerza de sus pulmones–, y si me destierras mil veces, ¡mil veces regresaré!
Tienes razón –dijo la mano derecha de Yeresath­– Argos está incompleto sin ti, pero eres demasiado peligroso por lo que te privaré parcialmente de tu inteligencia y de las memorias que obtuviste en ese otro mundo al que te envié, al que los mismos dioses tememos entrar
La no-presencia que era Rubb se esfumó dejando a Larva convertido en poco más que un animal salvaje.
La cacería estaba a punto de comenzar.

Nota del autor: Larva, los Dioses, Dragones y sitios de Argos (a excepción de Mermeroth) mencionados en este cuento son creación de David Mateo y han sido utilizados con su consentimiento. Gracias amigo.

Agradecimientos de un amigo: Es indescriptible la emoción que siento al ver a un personaje creado por mí en manos de un escritor tan talentoso y original. Gracias a ti.
–David Mateo (en Argos conocido como Tobías Grumm)–

por Sergio Alejandro Amira

Battlestar Galactica: Sacudiendo la cripta de Lorne Green

La primera parte de la historia ya fue contada, sus orígenes, conflictos y el resultado tras la producción de un piloto de 4 horas. Pero como es común entre el primer episodio y una temporada hay una serie de grandes diferencias que en algunos casos son una buena señal de evolución y en otros de involución.

Fue poco menos de un año de producción para solo trece episodios, y una infaltable polémica causada por el estreno en Inglaterra antes de Estados Unidos y la posterior difusión en la red de dichos capítulos pero finalmente llego a la pantalla chica nuevamente con un alto rating.

Pero mas allá de todo existe un problema surgido de la vara alta que dejó el piloto así como la desmedida ambición y escasa autocrítica del equipo de producción. Lo que debió haber sido la sucesora de Andrómeda en lo que se refiere a series de naves espaciales terminó siendo mucho menos de lo que estaba luchando por llegar a ser Enterprise. Continue reading «Battlestar Galactica: Sacudiendo la cripta de Lorne Green»

Que salga el mal, que entre el bien. Larga vida al escepticismo

Con el paso de los años, mi infancia ha ido ganando un aura de realismo mágico que no era evidente cuando la vivía. A los recuerdos comunes, compartidos por much@s de mis amig@s de hoy, como el de jugar a los autitos, hacer tareas o ver televisión, sumo otros más insólitos, como el de saltar sobre un brasero en que quemábamos sahumerios (los cuales se vendían como un producto medicinal más en la farmacia, envueltos en paquetitos que traían de regalo una carta de tarot); el de hacer fumar a un eternamente sonriente ekeko cargado de saquitos cuyo contenido fue obsesión de muchas de mis tardes de ocio; o, quizás liderando el ranking de lo bizarro, el de alimentar con limaduras de hierro un imán que en casa considerábamos que estaba de alguna manera vivo (escalofriante, ¿no?). Continue reading «Que salga el mal, que entre el bien. Larga vida al escepticismo»

Velas Solares

En las últimas semanas se conocieron dos noticias importantes en el ámbito de la exploración espacial, las que pasaron desapercibidas para la mayor parte del público. Sin embargo, para quienes escribimos cuentos y novelas de Ciencia Ficción, esas noticias fueron trascendentes. La primera es que Japón desplegó con éxito una vela solar, la que está en operación en estos momentos. La segunda informaba que la Sociedad Planetaria hizo públicos sus avances en el proyecto Cosmos 1, el cual pretende poner una vela solar en el espacio, capaz de maniobrar a control remoto. El Cosmos 1 se lanzará al Continue reading «Velas Solares»

Neuromante, la lírica del silicio

por A. César Osses Cobián

Hace una pila de años, el bizarro cantante inglés punk-pop (o pop-punk, o soft-pop-punk), famosillo en los tempranos 1980, William Michael Albert Broad alias Billy Idol, sacaba varios videos que aunque trataban de ser rupturistas, a mi me recuerdan inevitablemente, sobre todo por los vestuarios, a la película Dune. En rigor eran una suerte de confusa y disparatada mezcla entre Dune y el video de Thriller, de Michael Jackson. Antes de desaparecer por un largo tiempo de las estanterías de las disqueras, Billy Idol grabó el 1993 un álbum llamado Cyberpunk. Curiosamente, contenía un track llamado Neuromancer.

Hoy Billy tiene un nuevo álbum, pero si lo menciono aquí es únicamente porque fue gracias a una reseña de ese álbum (que nunca escuché, dicho sea de paso) leída por esos años en el diario peruano El Comercio, que supe que existía una palabra que definía un género literario, y que una de las canciones llevaba por nombre el título de una de las grandes novelas de quien es conocido como el padre del cyberpunk.

Pero ¿qué es cyberpunk? preguntarán algunos. Sin considerarme un experto, puedo decir que es un subgénero de la ciencia ficción. Elementos comunes: implantes hi-tech, prótesis avanzadísimas, avances en medicina que muy bien podrían ser reales en un par de cientos de años más (si el planeta logra resistir hasta entonces).

Llegué de casualidad a Neuromante. Hace bastantes años atrás era un ávido coleccionista de cómics, y rebuscando ociosamente una tarde entre las novedades aún no expuestas de la tienda (debo observar que era cliente frecuente, de ahí la confianza) me di de narices con uno enorme, titulado Neuromante. Viñetas pintadas con pinceles y pintura; creo que era anterior a las separaciones digitales. Una belleza.

Pero me alejo del tema. El cómic se basa con bastante realismo en el primer tercio del libro de Gibson. Para hacerse una idea general de la ubicación, del ambiente, recuerden Blade Runner, de Ridley Scott. Cuentan que cuando William Gibson terminó de escribir Neuromante salió al cine, a distenderse, y para ello eligió Blade Runner. Salió aterrorizado a los quince minutos, temiendo que lo acusaran de plagio.

El protagonista central de la historia es un “cowboy”, llamado Case, que en un tiempo anterior, por querer pasarse de listo, pagó con su sistema nervioso tal atrevimiento. Este personaje sería el equivalente de comienzos de los 1980 de nuestros modernos hackers, y para navegar por el ciberespacio (que dicho sea de paso, es un término que pertenece a William Gibson) no se sienta frente a un PC sino que se conecta a nivel sensorial, por lo que la integridad del sistema nervioso es primordial.

Al quedarse sin su principal herramienta para trabajar, empieza a descender aceleradamente por la escala social, llegando a ser un matón barato. En estas condiciones es reclutado por el enigmático Armitage, por intermedio de Molly. Ella es una asesina a sueldo modificada tanto física como genéticamente, alcanzando así el extremo de la performance humana para lograr ser lo más letal posible.

A Case se le restaura quirúrgicamente el sistema nervioso y le proporcionan el equipamiento necesario para volver a entrar al ciberespacio, todo con cargo a la aparente infinitamente profunda billetera de Armitage. El plan es simple: reclutar una serie de miembros para una secreta misión, y cuya finalidad es desconocida; para ello, cada nuevo miembro reclutado será parte activa en el reclutamiento del siguiente.

En ese futuro las inteligencias artificiales son comunes, empleadas por las grandes corporaciones transnacionales para resolver asuntos estratégicos y de negocios. Existe un encargado de evitar que las inteligencias artificiales se vuelvan… bueno, “inteligentes”; es el caso de la mente detrás de todo, una IA que es lo suficientemente inteligente para percatarse de que sin ayuda no podrá evolucionar.

“¿Cuando una inteligencia es artificial?” parece ser la pregunta de fondo de esta novela. Y vaya que es complicada la respuesta; no es sencillo descubrirla leyendo entre líneas, ya que no es una novela fácil de leer. Esta novela demanda del lector una imaginación fértil, una capacidad de concentración muy ejercitada y por sobre todo, voluntad para abandonar la lectura.

Lo último no tanto por lo adictivo de la trama o por lo trepidante de la acción, sino porque resulta bastante difícil poder seguir los vericuetos de razonamiento del autor si se lee de a pocos, de unas pocas páginas cada vez. Además el texto está plagado de nombres hoy conocidos mezclados con otros, fruto de la imaginación de Gibson.

Los lectores del ámbito de la electrónica o informática podrán sonreír socarronamente al leer varios de estos nombres, ya sea por su uso en un contexto erróneo o por designar algo completamente diferente. Sin embargo… ¿quién dice que el futuro no puede llegar a ser así? Gibson construye un futuro bastante plausible, y no muy complicado de creer, ya que es completamente consistente y que no da la sensación de estar navegando en las páginas de una novela de J.K. Rowling.

He tenido la oportunidad de percatarme de la influencia de esta novela en muchos ámbitos. En anime, en el caso de Ghost in the Shell, se pueden ver varios elementos familiares una vez que ya se ha leído Neuromante. También en / de Greg Bear puede notarse cierta influencia cyberpunk gibsoniana, tanto por los implantes, como por otras piezas tecnológicas vistas por primera vez en Neuromante. Johnny Mnemonic, personaje central de la película del mismo nombre, también es mencionado, curiosamente, de pasada.

En resumidas cuentas, tras leer lo que se ha dado en considerar la piedra angular de la literatura cyberpunk, puede decirse que tanto los microchips como el ciberespacio tienen cabida dentro del lirismo de la pluma de Gibson, así como los ambientes densos y recargados de elementos familiares y extraños, yuxtapuestos sin ningún orden ni concierto en una melodiosa cacofonía.

por A. César Osses Cobián