Aleister Crowley, comentarista deportivo en “El Matinal de Chile”: se trata un sacrificio amplificado por el volumen de asistentes al estadio con tecnología mística capaz de doblar el flujo temporal o sea si hubiera sido una forma de abrir una brecha y doblar el destino como si la herida en la frente fuera un portal interdimensional hacia alguna parte un portal que se abre y que se cierra conectado con la conjución cósmica de saturno y marte un ejercicio invisible fríamente calculado para poner en movimiento fuerzas desconocidas.
3 thoughts on “Condoro”
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que güena. se me ocurre que al pobre Cóndor si lo hirieron y que la realidad se reordenó después. Todavía se debe estar preguntando por qué no recuerda haberse herido.
El escalpelo en su guante aguardaba desde el comienzo del partido. La vengala la arrojó una modelo que luego ganó mucho dinero sacándose fotos desnuda, una Bomba 4.
No había plan, no estaban coludidos. La modelo no arrojó la vengala al lugar exacto donde estaba el Cóndor… Fue el Cóndor quien, al ver la vengala que se aproximaba, decidió que era su oportunidad y se lanzó a su encuentro.
El proyectil no le dio, pero para eso tenía el escalpelo.
Su intención era suicidarse frente a las cámaras cuando perdieran el partido. Se abriría el cuello de lado a lado, sería una explosión de sangre que nadie olvidaría. Pero se vino la vengala, y él tenía miedo.
Su miedo haría que perdieran el partido. Él era la causa de su propia desesperación.
Por eso no se acuerda.
Playboy pagó suculentas sumas,para que la que lanzó la bengala,mostrará también sus portales bimensionales.