EL PROCESO – EL PROYECTO SYNCO (I)


Inicialmente ideado por el Presidente Salvador Allende como una forma de monitorear los niveles de producción, a poco andar comenzaron a quedar en evidencia las inmensas posibilidades de desarrollo que encerraba esta iniciativa, las que fueron sistemáticamente explotadas por el entonces Secretario General de Gobierno Fernando Flores, quien ocuparía la cartera de Información tras el alzamiento del año ’76, concentrando en sus manos –entre otras- las labores de desarrollo de Synco.
Bajo el mando directo de Flores, el ingeniero Raúl Zurita –a la sazón encargado de Control y Operaciones de Synco- logró impresionantes avances, principalmente referidos a la impensada diversificación de funciones que el proyecto podía cumplir en manos del régimen. Bajo el alero de Synco se inicaron, en 1977, las primeras investigaciones en torno a la producción de cyborgs, así como los intentos iniciales para la fabricación seriada de autómatas de seguridad, uno de los cuales fue utilizado para reemplazar al Presidente Allende en La Moneda el día del atentado del 1º de mayo, debido a que en círculos del Ministerio de Información se manejaba la hipótesis de que un posible ataque amenazaba la seguridad del Mandatario, lo que fue tristemente confirmado por los hechos. Meses más tarde, durante una de las incursiones de Gojira en Santiago, se intentó utilizar a los autómatas en labores de rescate, lo que terminó en un absoluto desastre que las autoridades debieron ocultar.
Los avances logrados en Synco llamaron la atención del mundo científico, lo que produjo una corriente permanente de expertos y técnicos –principalmente de la órbita soviética- en las oficinas de calle Namur. Así fue que se instalaron en Chile, de manera más o menos permanente, el astrofísico norteamericano Stephen Hawking, investigador del MIT y reconocido dirigente del trotskista Socialist Workers Party, y el ingeniero en robótica polaco Jerzy Achmatowicz, piezas fundamentales en el desarrollo ulterior del Proyecto Synco, junto a su contraparte chilena, el filósofo de las ciencias Roberto Torreti y el biólogo Humberto Maturana.
Al poco tiempo, y bajo el más estricto secreto, Synco dio origen a una serie de proyectos y departamentos de investigación y prueba paralelos, como el Departamento de Desarrollo Metaorgánico y el Bureau de Investigaciones Parasíquicas, este último bajo la dirección del Dr. Hugo Correa.