Tetragrámaton

Desde 1944 hay un hombre que vive debajo de la Biblioteca Nacional. Observa un punto oscuro que yace dentro del laberinto de libros. Jamás aparta la mirada. Conoce el nombre de cada uno de nosotros. Sus labios apenas se mueven. Susurra nuestros apellidos en la penumbra. Cuando termina, lo hace de nuevo, cambiando el orden. Sigue así, como si buscara una combinación…
Hoy me dicen que ha fallecido.
No sé… quizás la halló.

Bye bye Boris

Algunos dicen que Boris Karloff no murió, que de alguna forma logró la inmortalidad. También dicen que al poco tiempo se arrepintió de haberse condenado a una vida sin fin y que deambula por el mundo, angustiado, en busca de la Muerte. No le di mucha validez a estos rumores hasta el 16 de octubre de 1981. Ese día subí al metro, el vagón que me tocó tenía la luz cortada. El tren arrancó. Intenté ajustar mis ojos a la oscuridad y me apoyé contra unas de las puertas corredizas. Vi una sombra en un rincón, era grande, imponente. No pude dejar de mirar la forma negra. Un haz de luz cruzó su rostro. Lo reconocí. Fijó su mirada en mí. Quedé paralizado…
Se acercó. A centímetros de mi cara. Pude sentir la aspereza de su aliento… era gutural, grave, profundo.
Antes de que pudiera reaccionar, la figura se alejó con violencia, emitiendo un gruñido desolado, entró al vagón contiguo… gritos lejanos.
Esa tarde, los militares cerraron los túneles del metro. Dicen que lo capturaron, que intentaron matarlo. Fracasaron. Dicen que lo encadenaron para que no pudiera escaparse. Dicen que encontraron una solución. Dicen que el General lo canibalizó y que las carnes inmortales del monstruo se retorcieron en el vientre del antropófago. Dicen… que aún sigue contorsionándose en sus cenizas.
Sí, sé… son rumores, pero ya no desconfío tanto de lo que se dice por ahí.

Killers

En cierto momento, el semiólogo y novelista Umberto Eco dijo que Disneylandia era más real que la realidad misma. La idea que quería comunicar con semejante aseveración era que el mundo mediático en el que vivimos —combinado con nuestras nociones preconcebidas de la realidad— es, en realidad (valga la redundancia), una ficción, o mejor dicho, a lo Baudrillard, una hiperrealidad. De ahí se podría afirmar que instituciones como Disneylandia sirven para que podamos perpetuar la ilusión de que el mundo ‘externo’ es real, o sea una suerte de estación de servicio que utilizamos para recargar nuestro tanque de hiperrealidad relativa; nos provee un punto de referencia sin fundamento —si lo que yace dentro de un parque de diversiones, una película, novela o serie televisiva es artificial, entonces todo lo que existe fuera del medio debe ser real. Sin embargo, la mera existencia de estos medios y ambientes artificiales instrumentaron, inadvertidamente, la apercepción de su ubicuidad e intertextualidad. En resumen, lo que implica todo esto es que el concepto de lo real y lo artificial es, en todo sentido de la palabra, una ficción… otro artificio más que hemos institucionalizado…
Ahora bien, la ucronía es nuestro Disneylandia. Inicialmente los lectores se acercaron para experimentar una Historia artificial, divertida, inconsecuente. Esto duró por un tiempo. Su efecto ontológico se hizo visible en octubre de 2007. Varios académicos universitarios comenzaron a incluir textos ucrónicos en sus clases de Historia. Algunos ciudadanos renunciaron su fe en ciertas hegemonías históricas (particularmente las versiones colonialistas). Otros decidieron cambiarle el nombre al país, su fechas importantes —algunos grupos utilizaron el 18 de septiembre para conmemorar eventos como la colonización de Marte, la clonación Arturo Pratt o la eliminación del oxígeno.
El Estado se vio amenazado. Su poder dependía de la existencia de ciertos hechos ‘oficiales’ difundidos por sus instituciones educacionales. Formularon una solución clandestina; un grupo de hombres conocidos simplemente como Killers. Ignoramos los detalles, pero sabemos que operan de a tres.
Quedamos pocos. Así que presten atención… Enciérrense. No prendan las luces. Escóndanse debajo de las sábanas. Récenle a su deidad de preferencia… y por sobre todo, jamás jamás jamás permitan que alguien los vea leyendo esto.

El huérfano

Hace 33 años el país fue violado. De aquel abuso, nació el hijo espurio de la nación. Era sin nombre. Con paciencia, aguardó el momento preciso.
Entró desapercibido. Su mano traspasó la carne. Sus dedos aquietaron los latidos de su padre.
Esta noche, el huérfano deambula solo, sin propósito ni rumbo por la Plaza de Armas.

Doppelganger


AP(Reuteres). Uno de los doce doppelganger encontrados en los sótanos del fundo de Bucalemu, donde hoy en la mañana fue descubierto Augusto Pinochet intentando despegar en helicóptero con destino desconocido.
La orden de retirar los restos que se velan en la Escuela Militar fue despachada hoy a las 12:40 hrs desde tribunales.

Santiago, 11 de diciembre de 2006

Eye of the beholder

(EMOL) Cachemira —Octubre, 2002. Anoche, en el subcontinente indio, un aldeano halló el cadáver de uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. El ejército indio ha tomado control del área donde yace el cuerpo del verdugo y mantiene un estricto perímetro de seguridad. Durante la madrugada, uno de nuestros periodistas logró infiltrarse y obtuvo esta exclusiva. Los científicos del estado indio han logrado extraer un optograma —última imagen registrada en la retina del jinete antes de su muerte. Ésta se digitalizó. Al amanecer, recibimos una copia y la hemos publicado con esta noticia.

Tractatus Zone (Episode 3)

Los expedientes del caso afirman que Serling y Wittgenstein ignoraban que el gobierno militar utilizaría su invención para fines siniestros. Todo comenzó en octubre de 1974. Fueron contactados en Villarrica por un sujeto misterioso que decía ser un físico de la UC y que había oído hablar de las hazañas del dúo. Les planteó la realización de un concepto extraño; un espacio dimensionalmente distinto al nuestro. ¿El por qué?… eso se supo mucho después.
Serling fue el primero en entusiasmarse, mencionó un viejo capítulo de The Twilight Zone en el cual unos viajeros quedaban atrapados en un espacio infinito. Wittgenstein fue el que propuso una cinta de Moebius. Esta cinta matemática es un sistema topológico autorreferente, una anomalía geométrica que transforma un espacio euclidiano en un espacio enigmático, irracional e infinito. Dentro de su espacio existe un nodo inescapable y el proceso autorreferente del nodo hace que el espacio en cuestión tome parte de una infinita regresión y progresión. Este aspecto indica que el sistema, más allá de su comportamiento, es fundamentalmente inanalizable por virtud de la paradoja de Russell [1]. Puesto así, el sujeto solamente puede racionalizar el concepto de semejante topología infinita por medio de una representación que aparenta tener parámetros finitos. Este sería el caso para el individuo que detecta la anomalía desde una ubicación externa de la cinta de Moebius; para éste no ocurre nada fuera de lo común dado que se ha desligado la distinción temporal entre lo interior y lo exterior de su sistema. En cambio, aquel que se encuentre dentro del sistema, habita una topología que se reitera como una grabación doble-opuesta ad infinitum; o sea una suerte de déjà vu espaciotemporal de naturaleza quiasmática.
Ocho meses después, el hombre misterioso los llevó a una propiedad aislada y desértica a unos kilómetros de la Cordillera de la Costa. Les explicó que el plan de la cinta matemática se iba a realizar y que en ese mismo territorio recluido se iba a construir una carretera Moebius. Una autopista desligada de la dimensionalidad y temporalidad cotidiana… una carretera en la que cualquier motorista o pasajero pudiera desaparecer… avanzando infinitamente sin darse cuenta del paso del tiempo ni del eterno retorno.
Octubre 1976. Aproximadamente trescientos disidentes políticos son subidos a media docena de buses estatales. Se dirigen hacia el oeste.

[1] La paradoja de Russell resultó como consecuencia de la experiencia de Bertrand Russell al escribir Principia Matemática y encontrarse con el dilema de la teoría de conjuntos de Georg Cantor. Por ejemplo: “consider a class of all classes that are not members of themselves. Is this class a member of itself? If it is, then it is not, and if it is not, then it is” (Blackburn 336)

El Evento

16 de octubre de 1988
Hace tres días se extinguió el sol. Nadie entiende por qué. Los expertos quedaron estupefactos. No debería haber pasado algo así por miles de millones de años… Desde el jueves, Santiago vive en la oscuridad. El primer día hubo pánico… anarquía. Murió mucha gente. Algunos conocidos. Y ahora… resignación. La temperatura sigue bajando. Nos queda poco… quiero fumar.