¿Huele distinto la rosa cuando la huele una científica? Hay un cuento de Julio Cortázar en que una persona compra un diario y lo lee en un banco de la plaza, donde lo que abandona ya no es un diario sino un montón de papeles. Lo encuentra alguien que aún no ha leído las noticias, de modo que convierte aquel montón de papeles nuevamente en un diario. Con el mundo pasa algo similar, pues aunque la realidad entra por los ojos, ello no es lo que vemos. Creo que fue Thomas Kuhn quien planteaba un ejemplo de esto mismo con más sabor histórico: dos personas, una de la Edad Media y otra del Renacimiento, observan un atardecer. Ambas presencian el mismo atardecer, pero mientras la persona de la Edad Media ve el Sol moverse en busca del horizonte, la persona del Renacimiento ve la Tierra rotar sobre sí misma y perder el Sol de vista. El mismo mundo se convierte de persona en persona en una ilusión, en una cárcel, una fiesta, un infierno, una empresa, un lupanar. ¿En qué se transforma cuando llega a los ojos de un científico?
Tienes en tus manos (o ante tus ojos) uno de los números más audaces de Tauzero. Aunque la revista carga un rótulo, por voluntad del Gran Ingeniero, que la anuncia como un medio que se dedica parcialmente a la “valoración de la ciencia”, en la práctica son aún pocas las personas que asocian Tauzero con divulgación científica, no importando que como referente de CF ya se halle bien consolidada en el medio nacional. Seguramente se debe a que en Chile creemos encontrar buenos medios de divulgación científica si visitamos el kiosko. Es una creencia que no comparto, pero no oso predecir qué día esto cambiará. Que el país “no está maduro” (por usar una excusa con que postergamos hacer muchas cosas que en el fondo sabemos que están bien, pero que preferimos dejar para unos 20 o 30 años más adelante, cuando en el extranjero ya sean algo añejo) para una publicación de divulgación científica que al mismo tiempo sea de buena calidad y un buen negocio, es una posible explicación del panorama que hoy encontramos; que es posible hacer ese tipo de publicación, y hacerla entretenida, es algo que este número intenta probar. O al menos es la audacia que quisimos intentar.
Así las cosas, en esta edición de TauZero, tanto los contenidos como sus autores están relacionados de una u otra forma con la ciencia. [TZ]
Eduardo Unda-Sanzana
Astrónomo
El otro día hablaba con Andrés Corona acerca de que es justamente esa capacidad de Tau de encarnar múltiples enfoques y dar cabida a múltiples inquietudes lo que lo hace fuerte y joven. Tau NO ES un proyecto rígido con objetivos rígidos dirigido en una sola dirección como un «ismo» defendido a ultranza como el feudo de una sola mente, TAU es un hijo de los tiempos que corren: multitarea, fragmentario, fresco, vital, multidimensional. Donde el liderazgo no está entregado a una momia sentada en un trono, sino que el liderazgo es tomado por el que tiene la idea del momento, el liderazgo es momentáneo, dura mientras dura la potencia de la idea, el liderazgo es entregado sin problemas al que trae la dirección nueva, la potencia nueva. Muy a la manera como se llevan las empresas (y me refiero a emprendimientos) más cutting edge del mundo. empresas «horizontales». ¿Qué es lo que guía a los emprendimientos de hoy? No los guía un programa pesado y restrictivo, los guía una visión, que es una versión fresca y liviana, abierta, no restrictiva, que los manifiestos modernos. Quién está en el trono de TAU?, no un oráculo inobjetable, sino un facilitador neutro que articula o hace de nodo de las fuerzas que lo rodean, un FACILITADOR.
TAU tiene una visión, que no les quepa duda. Quizá algunos simplemente no la ven con sus ojos de joven envejecido, no respiran su aire fresco y su libertad, su capacidad de reencarnar, mutar y recrearse, condición imprescindible para sobrevivir y ser agente activo en estos nuevos tiempos donde las cosas son muchas cosas y la información toma múltiples aspectos en un abrir y cerrar de ojos.
TAU tiene una visión, que no les quepa duda.
Como de costumbre, Jorge nos brinda una mirada lúcida y al hueso. Los «ismos» siempre terminaron por derrumbarse bajo su propio peso. Ahí tenemos al Surrealismo con un tipo que se erige como Papa del movimiento y que si se le para la raja «excomulga» a Dalí por pintar a Hitler. Luego Dalí, viejo zorro como era, dice: «el surrealismo soy yo», y no olvidemos la fuga en masa que lleva a la firma del manifiesto anti-Bretón «un cadáver».
Bueno, aquí en Chile no somos así de confrontacionales, ¿verdad? Nadie salvo el Sr. Lagos (que por ese sólo hecho se merece respeto por más que las haya embarrado con el Transantiago) se atreve a señalar a alguien con el dedo cuando las caga o lo cagan. Tampoco cuando lo hace bien o tiene éxito, cuantas veces hemos hablado de la envidia y el chaqueteo en el foro. Pero en fin. El mejor truco del diablo fue convencer a la gente que no existía, y mi mejor regalo para TauZero fue abandonar mi puesto de editor antes de momificarme como un Novoa cualquiera.
¡LARGA VIDA A TAU!
Felicitaciones a TauZero por su nuevo número.
En general lo encontré bien, pero tiene algunos errorcitos, en particular con respecto al trabajo sobre Ben Bova.
Primero, Bova no es un escritor contemporaneo a Isaac Asimov, como se dijo por ahí, sino mucho más reciente. Su serie «Grand Tour» es de los 90’s
En segundo lugar me disgustó los cortes innecesarios de muchos artículos que de la página 40 y tantos pasaban al limbo del final.
No obstante lo anterior, reitero mis felicitaciones.
Omar