Estoy en una galería de juegos electrónicos de la calle San Diego. Es de noche. Tarde. Los demás locales han cerrado. Mi mano derecha se aferra al control, el índice izquierdo se apoya en el botón de plástico amarillo. Juego a través de mi reflejo en la pantalla.
Meto otra ficha.
No puedo detenerme.
Lágrimas se deslizan por mis mejillas. Deseo la muerte, pero la máquina no me suelta. Mientras tanto, en las sombras más desoladas de mi mente, diminutos invasores holográficos destruyen mi voluntad.
Meto otra ficha.
No puedo detenerme.
Lágrimas se deslizan por mis mejillas. Deseo la muerte, pero la máquina no me suelta. Mientras tanto, en las sombras más desoladas de mi mente, diminutos invasores holográficos destruyen mi voluntad.
-Percepciones de Bobby Fischer durante una visita secreta a Chile en octubre de 1986.
demencial sincronía:
1)estoy leyendo sobre fischer estos días. no entiendo demasiado de ajedrez, pero el asunto me funciona. me interesa la idea de las partidas como modelos de lectura o obras de arte o sistemas de conspiración.
2) me llegó el mail con tu texto. gracias por el envío. lo leeré pronto, después de un viaje express de vacaciones. un abrazo.
a.
ajedrez como sistema de conspiracion o complot microcosmico esta notable.
y gracias por lo otro.
un abrazo
Impresiona encontrar aquí al autor de la caja negra.
Pero ellos no se impresionan porque los diminutos invasores holográficos nos han invadido. Así es.
estoy de vaca y con una edición impresa de EL PUGIL.
Veamos si el aire marino contribuye a una tercera lectura tras el detrás del refrigerador.
jaj mas sincronias,
estoy en un internet cafe a dos cuadras de la costa en mar del plata… decidi sacar el electrodomestico de vacaciones.
saludos
Bah…yo hace poco leí El Ocho, de Catherine Neville, donde se desarrolla una partida de ajedrez a través de los siglos con personas que asumen el rol de las piezas. entretenido.
Estoy jugando tetris, no lo puedo soltar; además estoy bajo tratamiento por mi adicción al Sodoku…
todo con radiohead de soundtrack