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Ahora bien, la ucronía es nuestro Disneylandia. Inicialmente los lectores se acercaron para experimentar una Historia artificial, divertida, inconsecuente. Esto duró por un tiempo. Su efecto ontológico se hizo visible en octubre de 2007. Varios académicos universitarios comenzaron a incluir textos ucrónicos en sus clases de Historia. Algunos ciudadanos renunciaron su fe en ciertas hegemonías históricas (particularmente las versiones colonialistas). Otros decidieron cambiarle el nombre al país, su fechas importantes —algunos grupos utilizaron el 18 de septiembre para conmemorar eventos como la colonización de Marte, la clonación Arturo Pratt o la eliminación del oxígeno.
El Estado se vio amenazado. Su poder dependía de la existencia de ciertos hechos ‘oficiales’ difundidos por sus instituciones educacionales. Formularon una solución clandestina; un grupo de hombres conocidos simplemente como Killers. Ignoramos los detalles, pero sabemos que operan de a tres.
Quedamos pocos. Así que presten atención… Enciérrense. No prendan las luces. Escóndanse debajo de las sábanas. Récenle a su deidad de preferencia… y por sobre todo, jamás jamás jamás permitan que alguien los vea leyendo esto.
Termino de leerte y miro hacia atrás, en mi cuarto, para asegurarme.
Vamos demasiado bien.