Los expedientes del caso afirman que Serling y Wittgenstein ignoraban que el gobierno militar utilizaría su invención para fines siniestros. Todo comenzó en octubre de 1974. Fueron contactados en Villarrica por un sujeto misterioso que decía ser un físico de la UC y que había oído hablar de las hazañas del dúo. Les planteó la realización de un concepto extraño; un espacio dimensionalmente distinto al nuestro. ¿El por qué?… eso se supo mucho después.
Serling fue el primero en entusiasmarse, mencionó un viejo capítulo de The Twilight Zone en el cual unos viajeros quedaban atrapados en un espacio infinito. Wittgenstein fue el que propuso una cinta de Moebius. Esta cinta matemática es un sistema topológico autorreferente, una anomalía geométrica que transforma un espacio euclidiano en un espacio enigmático, irracional e infinito. Dentro de su espacio existe un nodo inescapable y el proceso autorreferente del nodo hace que el espacio en cuestión tome parte de una infinita regresión y progresión. Este aspecto indica que el sistema, más allá de su comportamiento, es fundamentalmente inanalizable por virtud de la paradoja de Russell [1]. Puesto así, el sujeto solamente puede racionalizar el concepto de semejante topología infinita por medio de una representación que aparenta tener parámetros finitos. Este sería el caso para el individuo que detecta la anomalía desde una ubicación externa de la cinta de Moebius; para éste no ocurre nada fuera de lo común dado que se ha desligado la distinción temporal entre lo interior y lo exterior de su sistema. En cambio, aquel que se encuentre dentro del sistema, habita una topología que se reitera como una grabación doble-opuesta ad infinitum; o sea una suerte de déjà vu espaciotemporal de naturaleza quiasmática.
Ocho meses después, el hombre misterioso los llevó a una propiedad aislada y desértica a unos kilómetros de la Cordillera de la Costa. Les explicó que el plan de la cinta matemática se iba a realizar y que en ese mismo territorio recluido se iba a construir una carretera Moebius. Una autopista desligada de la dimensionalidad y temporalidad cotidiana… una carretera en la que cualquier motorista o pasajero pudiera desaparecer… avanzando infinitamente sin darse cuenta del paso del tiempo ni del eterno retorno.
Octubre 1976. Aproximadamente trescientos disidentes políticos son subidos a media docena de buses estatales. Se dirigen hacia el oeste.
[1] La paradoja de Russell resultó como consecuencia de la experiencia de Bertrand Russell al escribir Principia Matemática y encontrarse con el dilema de la teoría de conjuntos de Georg Cantor. Por ejemplo: “consider a class of all classes that are not members of themselves. Is this class a member of itself? If it is, then it is not, and if it is not, then it is” (Blackburn 336)
Notable.