Pablo Castro, escritor de Ciencia Ficción

Pablo Castro tiene 31 años, es cientista político y actualmente trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Soltero, cree que su vida es “poco interesante” y está feliz por ello: “Un escritor malo es aquél cuya vida es más interesante de lo que escribe”, afirma.

Ha sido ganador de suficientes premios y publicado en varias antologías, lo que ha puesto su nombre entre uno de los pocos escritores chilenos que publican Ciencia Ficción.
Aquí nos habla de su pasado, cómo ingresó al mundo de la CF, su esperanza de que el género alguna vez logre en Chile el sitial que se merece, y nos cuenta parte de lo que podemos esperar en el futuro próximo.

LA CIENCIA FICCIÓN, HOY.

¿Qué pasa con la Ciencia Ficción en Chile?

Seamos honestos, en Chile la Ciencia Ficción es un género mal conocido, mal estudiado y lo que es peor, poco leído. Por cierto que no hablo de los seguidores del género, ni de sus lectores. Pero en Chile hablar de CF es hablar de diferentes visiones del cyberpunk y una que otra mención a Dick.

Ahora, puedes decirme que en el fondo ése no es un problema, que todo puede verse distinto si diversas editoriales se dan cuenta de las posibilidades del género, tanto en contenido como en éxito de ventas. La pregunta es si sucederá eso. ¿Están los editores interesados en publicar obras de CF que signifiquen un desarrollo literario del género nuestro país o sólo están interesados en publicar éxitos de ventas aislados?

Ya sé que muchos me dirán que a estas alturas no vale la pena defender la identidad de un concepto llamado “Ciencia Ficción”, pero afuera me tocó ver exactamente el fenómeno contrario. En Francia la CF junto a la Fantasía son parte de un gran género y la claridad de su identidad como tal ha permitido la creación de un movimiento muy lúcido y exitoso, que ha galvanizado el desarrollo de editoriales especializadas, revistas, eventos de gran nivel y mucha gente interesada. Es decir, la identidad crea una referencia, y esa referencia crea una afluencia.

¿Entonces no es posible un movimiento editorial enfocado a la Ciencia Ficción En Chile?

¿Para qué existirían editoriales especializadas si la Ciencia Ficción fuese nada más que un tipo de literatura convencional o postmoderna? ¿Para qué los festivales y eventos? Eso es lo que ha sucedido en Chile. Como casi nunca se habla verdaderamente de CF, las obras que lo son fácilmente han caído en el olvido porque se les concibe como meros experimentos o rarezas.

Si comenzáramos a hablar de CF literaria como tal, si exigiéramos a los críticos verdadero conocimiento y no simples y antojadizas referencias para el bronce, si pudiésemos configurar una visión con identidad respecto del género –y la CF es muy abierta a diversas tendencias– tendríamos quizás un movimiento, un conjunto de personas interesadas en las posibilidades literarias del género. De ahí a la publicación de escritores no sería algo muy difícil, diría que el paso lógico.

¿Y qué se puede hacer al respecto?

Hay que demoler de una vez por todas esa idea de que la Ciencia Ficción es un género apartado, valorado por un conjunto de fanáticos adictos a la ciencia y que compran figuritas de Star Wars.

Sí, la CF puede ser eso, pero mucho más. La CF no se puede estigmatizar con imágenes facilistas de ese tipo. Hay espacio para todas las tendencias. Es un género mucho más vanguardista de lo que se cree, mucho más visionario y arriesgado, pero si se va a considerar la CF literaria sólo como sinónimo de Asimov, Bradbury, para saltar a Dick, y de ahí al cyberespacio, entonces se caerá siempre en una estigmatización mediocre y equivocada.

Asimov es CF, y también Sturgeon, Heinlein, Blish, Varley, Delany, Sterling, Egan y un sin número de otros autores. Y ahí también se encuentran mujeres como Alice Sheldon o Ursula K. Le Guin, tan profundas y sorprendentes como otras escritoras destacadas de la literatura general.

Terminemos con los complejos. Dejemos de aislar a escritores como Ballard para decir que no son CF, porque Ballard es lo que es hoy en día gracias a las oportunidades estéticas, formales y conceptuales que le brindó el género. Además, existen momentos históricos respecto del género que son sorprendentes: la primera explosión nuclear fue descrita en detalle y con antelación por un escritor de CF en un cuento publicado en una revista, lo que significó que fuera vigilado por la inteligencia norteamericana y se abriera un expediente. ¿Acaso los Fresán o los Bolaño se han acercado a la realidad de esa forma? Sólo referencias clichés, vacías y casi siempre sin contenido.

Si se insiste en considerar a la CF como un referente simpático, y si los propios seguidores dejan que desconocedores y vende pomadas hablen del género configurándolo para satisfacer sus propias necesidades publicitarias y exhibicionistas, entonces es poco lo que se puede esperar.

UN VIAJE AL PASADO

¿Qué pasó con Fobos luego del Fobos Negro?

Es una buena pregunta para Luis Saavedra, creador, fundador, director, compilador, productor y distribuidor de Fobos.

Personalmente creo que se terminó en su mejor momento. Como fanzine será difícil superarlo, fundamentalmente porque era un medio impreso, algo esencial para la consagración de cualquier revista.
Fobos se inició como un proyecto personal de alcance colectivo. Durante un buen tiempo fue el único espacio visible para publicar CF chilena y la única referencia que podía citarse como tal. Eran malos tiempos, escaseaban los escritores y existía la sensación que el género estaba muerto en el país. Creo que fue importante su difusión internacional porque permitió a activistas y directores de revistas extranjeros saber algo de la CF chilena. Al mismo tiempo tuvo buena acogida ahí y creo que eso convenció a Luis para darle un nuevo aire, lo que significó editar el fanzine en su modalidad conceptual, es decir, número dedicados a un tema o concepto específico (Fobos Negro).

¿No has vuelto a colaborar en TauZero?

Participé en TauZero durante el año 2004 y fue una buena experiencia, pero me pilló en un momento complicado económica y personalmente. Creo que cuando colaboras o eres parte de una revista o proyecto debes estar tranquilo, con tu vida en orden. De lo contrario un día colaboras con mil cosas y al otro te da lo mismo si el proyecto se va a la cresta.

No volví a colaborar con TauZero porque en principio no sabía si el proyecto estaba en stand-by o seguía en pie. De hecho hace poco supe que el asunto seguía, incluso con página propia.

Este ha sido para mí un año de transición y espero volver a colaborar a medida que finiquite un par de cosas.

Cuentan las malas lenguas que Jorge Baradit (autor de Ygdrasil) estuvo en un taller literario liderado por ti. ¿Es un mito?

El año 2003 Luis Saavedra me pidió dirigir un taller que podríamos llamar literario. Me entregó una serie de nombres de personas y sus escritos, entre los cuales estaba Jorge. El cuento era “Angélica” que se desarrolla en el mundo de Ygdrasil. Bueno, después de leer y revisar los cuentos, les escribí a las personas que Luis me había señalado: Jorge, Gabriel Mérida, Marcelo Garrido, Marcelo López y Soledad Véliz contestaron, expresando interés en el la idea. Luego se sumó Sergio Amira como ayudante de campo y asesor literario.
El taller no duró mucho y creo que la razón fue que no estábamos en condiciones de desarrollarlo. Era mediados de año, una época siempre difícil y la verdad es que yo en algún momento dudé en hacerlo porque no disponía de mucho tiempo. Pero estos talleres, que son en general una oportunidad para juntarse y provocar sinergia, siempre dejan algo, o por lo menos te dan una buena razón para escribir.
En ese momento Jorge ya tenía Ygdrasil (de hecho se había publicado un capítulo en TauZero) y creo que los comentarios que hice respecto a “Angélica” no debieron ser para él una sorpresa porque estaba, y está, muy consciente del alcance y esencia de su obra.

¿Que fue de esa novela en donde se involucraba a las fuerzas armadas, en particular a la FACH?

En muchas de mis historias involucro a las Fuerzas Armadas, especialmente a la FACH. Algo tienen las Fuerzas Aéreas que las hacen muy cercana a la Ciencia Ficción. No lo sé, es una sensación personal.

La novela que mencionas llevaba por título Esperando la Noche y trataba en principio de los pilotos chilenos que esperaban la guerra en el 78’. Lo escribí en versión cuento, que luego perdí cuando murió mi antiguo computador.

Sé que tienes gran afición por la música. ¿Influye ella en tu proceso de escritura?

Tengo una gran afición por los grupos de música de los cuales soy muy fanático. Hablo de bandas como Skinny Puppy, Front 242 y Front Line Assembly. Su influencia en mi escritura es fundamental, sobre todo con Front 242 y Front Line Assembly, que son bandas cuya música, letras, gráfica y sonidos ambientes insinúan escenarios futuristas, o donde la tecnología parece ser una constante. Muchas de las imágenes que han dado origen a mis historias provienen de la música de esas bandas. Sin embargo, no es una relación causa y efecto, porque las imágenes que aparecen en mi cabeza a veces tienen poca relación con el sentido o letra de una canción.

En perspectiva, creo que esa música fue muy importante a la hora de escribir o diseñar mis primeras historias, muchas de las cuales surgieron a partir de imágenes que flotaban en mi cabeza después de escuchar horas y horas un disco o una canción en particular. Creo que hay un momento en que una canción es tan sugerente, que la única forma de estar a la altura de ella es equilibrándola con una imagen en particular. Luego esas imágenes se quedan en tu cabeza, y en ese momento no te queda otra que darle forma con una historia.

Sigo siendo muy entusiasta de la música de esas bandas, las cuales todavía continúan activas, como Front Line Assembly o Skinny Puppy. En el caso de los Front Line, se trata de un grupo que cada año saca un disco mejor que el anterior. Civilization, lanzado el 2004, es impresionante, no sólo por su textura y fondo, si no porque después de casi veinte años de trayectoria, estos tipos son capaces de escribir un disco tan potente como sus obras más clásicas. Algo similar sucede con Skinny Puppy. De las tres bandas mencionadas es la única que me falta ver en vivo.

Hay quienes piensan que Pablo Castro tiene un estilo que recuerda a la prosa de Philip Dick…

Creo que te refieres a un comentario que hizo Bruno de la Chiesa en su introducción a la antología Utopiae Si mal no recuerdo decía que Dick había hablado alguna vez de la muerte, pero nunca de la manera cómo lo hacía Reflejos, en el sentido de la muerte como producto de un mercado. No sé si Bruno seguirá viendo esa relación con Dick en otros cuentos.

¿Si mi prosa recuerda a la de Dick? No lo creo. Los americanos son de prosa muy limpia y certera. Diría que mi narrativa es más redundante.

NUESTRO PRESENTE

¿Qué te parece el fenómeno surgido tras la publicación de la novela de Baradit?

Si te refieres al gran éxito de la obra en todas sus dimensiones, me parece muy bien, porque siento que para Jorge era muy importante que se diera de esa forma.

No creo que los creadores de Matrix esperaran una taquilla aceptable con su película, sino un éxito y un fenómeno superlativo. Lo anterior es normal cuando sientes que escribes algo que en su primera mirada está más allá de la típica convencionalidad, por ende creo que el éxito de Ygdrasil es el éxito que la novela debía tener.

¿Podríamos estar ante un «boom» de la ciencia ficción chilena?

En general no lo sé. Habría que tener claro qué podemos entender por “boom”. Todavía no existe un conjunto de obras publicadas, por el momento vemos escritores como Luis Saavedra o Sergio Alejandro Amira con una presencia internacional interesante; y escritores como Marcelo López, Gabriel Mérida y tú mismo entre otros, que han destacado en publicaciones y concursos.

Ahora, si la pregunta está relacionada con lo sucedido justamente con Ygdrasil, debo decir que tengo mis dudas con un posible “boom”, pero esas dudas no tienen que ver con el merecimiento y éxito de la novela de Jorge, sino en la manera cómo es manejado y dimensionado ese éxito e impacto. Aquí hay dos posibles escenarios: o la novela se transforma en una cuña editorial que abre el interés por publicar a diversos autores de CF, o se transforma en un referente en sí mismo.

No quiero arriesgar pronósticos, y puede que esté equivocado, pero veo que el asunto se maneje tal vez por lo último señalado. Cuando veo a tipos como Fuguet que empiezan a comprar libros cyberpunk como si se hubiesen escrito ayer para ponerse a tono, cuando se han pasado la vida obviando la CF, o a críticos completamente perdidos en lo que respecta al género, no siento mucha confianza. Me molestó por ejemplo ver una reseña de Ygdrasil de Rodrigo Pinto en la que no se menciona a Fobos. ¿Eso es ignorancia o simple “ninguneo”? Cualquier posibilidad no es bienvenida.

HACIA EL FUTURO

¿Tienes algún proyecto en carpeta? ¿Hay material tuyo que podamos leer en un futuro próximo?

Estoy terminando una colección de cuentos, que espero que esté terminada a fin de año. Probablemente en el verano comenzaré una novela, pero tengo que definir algunos detalles.

Respecto a tu segunda pregunta debo decir que lo ignoro, sobre todo en el corto plazo. Tomé la decisión de enviar mis cosas afuera, fundamentalmente a Francia donde se me abrieron las puertas para publicar. Esa es mi situación actual. Bueno, imagino que debes ir dónde exista la posibilidad de publicar. A mí me gustaría publicar en Chile, me gustaría ver a otros escritores publicando obras de Ciencia Ficción.

Creo, volviendo a tu pregunta sobre el “boom”, que posiblemente existe una oportunidad histórica para que se pueda dar lo anterior. Además, hay un hecho interesantísimo al respecto: los escritores que mencioné anteriormente mantienen estilos muy característicos, pero también distintos y eso que hablamos todavía de pocos escritores comparados con otros mercados. Existe una variedad de estilos y temáticas que serían notables a la hora de existir publicaciones de esos escritores.

Pero vuelvo al concepto anterior: ¿Tendrán esto en consideración las casas editoriales? ¿Se darán cuenta los editores que pueden arriesgarse con publicar CF si ven que la gran mayoría de los autores convencionales que son publicados tienen escaso impacto y poca venta? ¿No valdría la pena apostar por algo nuevo?

LOGROS

Fixion2000

Un concurso muy importante, porque significó escribir mi primera obra de Ciencia Ficción de verdad. Ganarlo fue muy decidor en esto de meterme de lleno en escribir CF. Además “Exerion”, el cuento ganador del concurso, me ha dado muchas satisfacciones. Agradecido por siempre de René Weber quien se la jugó por organizar el concurso y el evento.

Zona de Contacto

Entré a la Zona cuando había decidido dejar de escribir. De ella estoy agradecido porque me dieron la oportunidad de publicar sin exigirme currículums ni premios ni antecedentes. Fue además la primera vez que tuve críticas y comentarios de terceras personas fuera de los amigos. Me llegaron hasta cartas, algunas muy reveladoras. Creo que tomé conciencia de que una historia escrita por ti puede significar mucho para alguien que no conoces. Además pude publicar tres historias de Ciencia Ficción, cosa muy difícil considerando el poco espacio destinado a cuentos que había en la Zona.

Terra Ignota

Fue un premio que me sorprendió, porque en su momento había olvidado mi participación en él. Me alegré sobre todo porque el cuento se había publicado en Fobos. Lamento que el concurso ya no siga.

Exilio en el pasado distante

Escribí el cuento a petición de Sergio Amira para un especial de los Transformers en el Calabozo del Androide. Siempre soñé con ser guionista de la serie y aunque había escrito algo en 1995, ahora era la oportunidad de concretarlo. Fue un cuento muy importante porque llevaba meses sin escribir, sin ideas, y “Exilio…” me devolvió las ganas y la motivación. Creo que fue la primera vez que me convertí en escritor y lector entusiasta de algo que estaba escribiendo. En la literatura eso se da poco, imagino que en la pintura o escultura es una sensación más familiar. No sé, tuve la impresión la noche que lo escribí, que estaba filmando un capítulo de los Transformers. Espero seguir haciéndolo.

Antología Cosmos Latinos

Fue un proceso que duró tres años, desde que Andrea Bell, co-editora del libro, decidiera publicarlo. Fue gracias a Luis Saavedra, quien me hizo el contacto con ella. Qué puedo decir, fue mi primera publicación importante y la primera vez que me trataron como profesional, no siéndolo exactamente. Además Andrea se portó de manera excepcional, siempre atenta a cualquier consulta e inquietud.