Editorial TauZero #12

¿Existe alguna persona quien haya soñado con viajar en el tiempo, al pasado por ejemplo, y así poder realizar cambios, corregir errores, tomar otras decisiones? Estoy casi seguro que todo el mundo ha soñado con aquello. En ciencia ficción los viajes en tiempo son el tópico más clásico, ahí tienen El Ruido de un Trueno de Bradbury y El Fin de la Eternidad del Buen Doctor. Sucede esto mismo en los cómics. A los seguidores del Noveno Arte no le es desconocido las Megasagas, historias que tienen como objetivo el corregir errores en la continuidad de los héroes y villanos debido a una mala interacción entre los diversos guionistas a la vez que corrigen anacronismos insoslayables debido al paso del tiempo.       No soy muy entendido en cómics, pero aún así recuerdo una saga DC llamada Hora Cero, en donde Hal Jordan, un Linterna Verde que se desquicia cuando le destruyen su ciudad natal, decide utilizar el poder de su anillo para reconstruir por completo la historia del universo, para que su ciudad continúe existiendo. Por supuesto que sus planes no tienen éxito pues toda la batería de héroes DC lo detiene, pero aún así la historia es re-escrita. En la nueva continuidad, la historia de Superman, por citar un ejemplo, es modificada. Aparecen nuevos enemigos como Conducto (un mercenario que lanza rayos de kryptonita para desesperación del Azuloso) y el look del kryptoniano se actualiza. Se elimina de la continuidad a Superboy (Clark Kent de adolescente, no el clon) y a la horrorosa mascota con capa: Krypto. Por otro lado, Kent deja de ser un nerd y se deja del pelo largo, muy en la onda de los 1990’s.       Se me viene otro ejemplo, esta vez desde la Casa de las Ideas, Marvel. Allí se introdujo la serie “Ultimate”, en donde las historias son re-escritas desde cero, pero según conceptos actuales. Por ejemplo mis favoritos, The Fantastic Four, que en la historia clásica adquieren sus poderes debido a una desafortunada exposición a rayos cósmicos cuando volaban en el espacio, ya no resulta tan creíble en una época en donde
la Humanidad tiene una estación espacial permanentemente en órbita y posee dispositivos explorando Marte y Saturno.
      En Ultimate Fantastic Four no es un viaje al espacio y la correspondiente dosis de radiación cósmica la que otorga los poderes al cuarteto. Sino algo que ahora suena tan intrigante y misterioso como los rayos cósmicos hace varias décadas: Se trata de una exposición a la “N-Zone” o Zona Negativa, una suerte de realidad acoplada a la nuestra, y que Reed Richards está estudiando en conjunto con el ejército norteamericano. Una de las bondades de esa N-Zone, es que de alguna forma permite la existencia de un objeto en todo su “Espacio de Fase”. Aquí es cuando el guionista introduce algo de probabilidades aplicadas a teoría cuántica y mucho de álgebra lineal para explicar que los poderes de los Cuatro Fantásticos en rigor corresponden a versiones alternativas de ellos mismos dentro de su espacio de fase. Del mismo modo como puede existir un Reed Richards invisible o con forma de manzana o uno normal, también existe uno que es elástico. Lo mismo ocurre para el resto de los amigos… Uf!, Estoy divagando. Pero creo que entienden el punto de re-escribir el pasado y actualizar historias. ¿Y todo esto que tiene que ver con TauZero? Pues que nosotros hemos hecho exactamente eso: hemos reinventado nuestro propio pasado.       Todo comenzó cuando Sergio me sugirió hacer algunos cambios pues ambos habíamos detectado errores en diversos números de Tau. Pero cuando quise buscar una razón lapidaria para negarme a hacer aquello, y argumentar que nuestra Historia debía estar escrita a sangre y fuego y que debía permanecer inalterada porque sí, no soné muy contundente ni convencido de lo que decía… y por ende no tuve éxito en hacerlo desistir. Después que la mezcla de inercia-extrañeza inicial se diluyera en mí, la sugerencia comenzó a parecerme una buena idea, tan buena que le dije a Sergio que hiciese todos los cambios que estimase conveniente. 

     La idea fue entonces rescribir nuestra propia historia. ¿Por qué? Sencillamente porque tenemos la libertad para hacerlo y porque es divertido. En nuestras vidas comunes no podemos ir atrás y corregir las metidas de pata o cambiar algo lo que no nos gusta… pero en este proyecto nada nos lo impide. Que disfruten el experimento. 

Rodrigo Mundaca Contreras

        Febrero 2005