La Venganza del Sith

(obra de teatro en dos actos)
Script preliminar

La República es un monstruo del tamaño de la galaxia. Gigante burocrático que ha ido decantando en un elefantiásico sistema de castas políticas, administrativas y aristocráticas que exigen enormes cantidades de recursos para su sustentación.

Planetas completos, en la periferia de su jurisdicción, han sido sometidos bajo el pretexto de “ser incorporados a los beneficios de la vida republicana”. En realidad esclavizados para la extracción de materias primas o producción de insumos necesarios para sostener a gordos senadores y sus delegaciones de miles de personas en Coruscant y en los cientos de planetas destinados exclusivamente a la habitación y placer de las castas aristocráticas gobernantes.

En Tatooine se desata una rebelión de mineros contra el comité administrativo enviado por el senado de la República. Parece estar dirigida por líderes sindicales asociados a los Sith.
El consejo Jedi envía a Obi Wan y a Qui-Gon Jin a investigar, como parte de los sistemas de represión policial desplegados para sofocar de inmediato la mala publicidad que producen estos levantamientos. Se están comenzando a hacer demasiado recurrentes en los asentamientos de la periferia galáctica.

Investigan y descubren que es no es una conspiración cualquiera, sino una para producir el bloqueo de la producción de cristal negro (materia prima estratégico para la producción de combustible de navegación espacial. Sin al acopio necesario el comercio colapsa y con él la estabilidad de la República).

El levantamiento en Tatooine está liderado por una mujer. Kadmá Sambhalakar, famosa por haber dado a luz a un hijo sin haber conocido varón.

Mace Windu recomienda, como parte de la estrategia, un patrullaje paralelo que localice y secuestre al hijo de Kadmá. Su gran punto débil.

Luego de un par de aventuras menores, Qui-Gon Jin y Obi Wan la descubren y se enfrentan a ella.

Kadmá les conmina a unirse al levantamiento. Apela a la naturaleza bondadosa de la cultura Jedi y los arenga a no cegarse frente al sufrimiento de los trabajadores de las colonias de la periferia.
Qui-Gon le responde que él es sólo el brazo armado de la República. Que recibe órdenes y que ella se ha levantado contra todo lo que él respeta. Kadmá los acusa de haberse rebajado de ser una orden sacra de caballeros a meros policías y perros guardianes de la oligarquía galáctica. Qui-Gon la ataca. Obi Wan lo sigue.

Luego de una larga batalla Kadmá mata a Qui-Gon.

Obi wan se lanza contra ella furioso. Kadmá le grita que pare, que no quiere más muertes, que lleguen a un acuerdo. Obi wan está cegado y comete un error. La nena lo bota al suelo y le pone el sable en el cuello. Le dice que ella no quiere combatir más.

Obi Wan le dice que ya tienen a su hijo y que pagará por lo que ha hecho. La mujer siente la voz de Anakin que la llama desde el pasillo, se distrae y Obi Wan le hunde el sable en el estómago. La mujer cae.

Entra Anakin (6 años), grita y corre hacia ella llorando. Obi Wan, más tranquilo, se conmueve con la escena y se arrepiente de su conducta (“soy un asesino”, piensa) llama a soldados de la República para que se lleven al niño.

La mujer, agonizante, le pide a Obi Wan que la perdone, que proteja a su hijo. Que no deje que los Sith le pongan la mano encima. Que lo entrene en el lado luminoso porque “la fuerza es muy poderosa en él” y no quiere verlo consumido por el odio del lado oscuro como lo fue ella, aunque las razones parezcan ser las correctas. Que por favor no le cuente que ella era una Sith.
Obi Wan, lleno de culpa, promete protegerlo.

20 años después

(Despacho del canciller Palpatine. Anakin y Obi Wan discuten. Anakin es protegido y guardia personal del canciller. Obi Wan apela a su condición de Jedi para pedirle que coopere espiándolo)

–Anakin, llegó el momento de definir tus lealtades. Ya casi eres un caballero Jedi. Debes decidir entre tu lealtad a la orden o al canciller.
–¿Por qué debería? Él es la República. Los jedi nos debemos a la República ante todo. Lo que me pides es alta traición.
–¡Él ya no es la República, Anakin! ¡Eres el único que no lo ve!
–Palpatine está protegiéndonos de los separatistas…
–¡Él inventó a los separatistas para acumular poder! ¡Está alimentando el miedo del Senado para adquirir más y más poderes especiales, Anakin, por dios! ¡Cuando ellos se den cuenta será demasiado tarde!
–No puedo creerlo…El ha sido un padre para mí
–Anakin…no quiero que nada malo te ocurra…le prometí a tu madre…
–Siempre lo mismo…no soy yo quien te importa sino tu maldita promesa. Si un sith mató a mi madre, entonces mi deber es estar junto al canciller que es quien los combate.
–Anakin…
–Tú no sabes de mi soledad, no sabes de mi dolor. Sólo te empecinaste en convertirme en una máquina…sólo para saldar una promesa…
–No es así, Anakin…
–Yo no te importo. De la única persona que he recibido afecto y preocupación es de la persona a la que ahora me pides que traicione…Ya sabes donde está mi lealtad, no me hagas elegir a mí también.
–Anakin, por favor…
–Te respeto. El maestro Yoda ha sido mi guía, Mace siempre ha tenido un buen consejo para darme y a tí, Obi wan, te quiero como a un hermano…daría mi vida por tí, pero no me pidas que traicione mis principios, a la República y a la única persona que me ha dado algo de afecto…
–Anakin…
–No me dejas alternativa, Obi Wan, creo que dejaré la Orden. Mi deber está junto al canciller.

(Entra palpatine al despacho)

Palpatine le dice a Obi Wan que ya lo sabe todo. Que el levantamiento de los Jedi en su contra los convierte en traidores y a la Orden en movimiento proscrito.

Obi wan enciende el sable. Anakin, consternado, hace lo mismo y se interpone. Angustiado, le pide a Obi Wan que no haga nada estúpido, que se verá obligado a detenerlo, que lo último que quiere es luchar contra él.

Obi Wan le pide por última vez que se una al levantamiento antes que sea tarde. Que el único traidor es el canciller.

Anakin está confundido y angustiado.

El canciller le dice que la Orden busca un golpe de Estado para tomar el poder y destruir la República.

Obi wan le grita que no es cierto. Que lo que buscan no es destruir la República sino rescatarla.
–Es decir, que es cierto que preparan un golpe de Estado contra la República, Obi Wan?
–Sí… pero para limpiarla de corrupción y después de un tiempo…
–¿Después de un tiempo, Obi Wan?
–Tú no entiendes, Anakin…
–Anakin ya no es un niño, Obi-wan –interrumpe Palpatine
–Anakin, debes creerme…
Palpatine, tranquilamente, le dice a Obi Wan:
–¿Por qué debería creerte?
Luego hace gestos de consternación y le dice a Anakin que se había prometido no contarle nunca lo que tenía guardado como un carbón ardiente en su corazón, pero que las circunstancias lo obligaban.
–Anakin. Obi Wan te pide que le creas, pero, ¿te contó él cómo murió tu madre?
Obi Wan, se pone pálido.
–Murió asesinada por un Sith durante las rebeliones Tatooine cuando yo tenía seis años… ¿pero, qué tiene que ver con todo esto?
–¡No lo hagas, Palpatine! ¡No lo digas!
–Que no diga qué… –dice Anakin confundido y sospechando algo terrible.
–El no quiere que te cuente que fue él mismo, Obi Wan, quien mató a tu madre a sangre fría, Anakin.
–No…
–Tu madre fue una valiente Sith luchando por liberar la galaxia de toda esta carroña religiosa y burócrata, de esta política corrupta e inútil…
–¡Di que es mentira, Obi Wan! ¡Explícale!…
Obi wan permanece callado y abatido.
–¡Di algo, Obi Wan!
–No dice nada porque es cierto. Y tú ya lo sabes en tu corazón, Anakin, ¿verdad? El mató a tu madre y fue la culpa y el temor a tu venganza lo que lo impulsó a traerte al corazón de la República, para esconderte de nosotros. Te entrenó y te dio todas las herramientas, pero sólo estaba fabricando la espada de su propio destino –sonrió satisfecho.
–Obi wan… –Anakin llora pero su rostro comienza a cambia.
–Para esconderte te trajo directo a nosotros…
–¡Obi Wan!
–Anakin, no…
–¡Obi Waaan! –grita Anakin y se lanza a matarlo.

(Larga y furiosa lucha. Entremedio se dicen un par de cosas que agudizan su distancia)

Finalmente Anakin golpea a Obi Wan que cae al suelo desarmado y semi inconsciente.
Entra Padmé Amidala con seis Jedis y una orden de arresto contra Palpatine, respaldada por una parte del senado.
–¿Tú también me traicionas, Padmé?- Dice Anakin con el rostro desfigurado–. ¿Tú también me vas a dejar solo? ¿Qué es todo esto que ya no entiendo?
Anakin levanta una mano y comienza a estrangularla. los Jedis encienden sus sables. El canciller hace lo mismo. Los Jedis se lanzan al combate. Anakin suelta a Padmé y lucha con el canciller espalda con espalda.
Derrotan y matan a los seis Jedis.
Anakin se acerca a Obi Wan para darle el golpe de gracia, pero éste le dice:
–Mataste a Padmé ¿No sabías que estaba embarazada?

Anakin, sorprendido, mira hacia el cuerpo de la princesa. Obi Wan enciende su sable y le corta las piernas. Palpatine lanza sus rayos al conjunto. Obi Wan usa a Anakin, que aúlla de dolor, como pantalla contra el ataque del canciller y rueda a través de la ventana aferrado a él. Ambos caen pero Obi Wan consigue aferrarse a una saliente del edificio y saltar hacia una cornisa de un edificio contiguo. Desde ahí ve a Anakin caer hacia los generadores del edificio.

Anakin ve a Obi Wan mientras cae, no mueve un músculo. Su hermano lo acaba de destrozar y utilizar como escudo humano. Acaba de matar a su esposa embarazada. Se deja caer sin intentar evitarlo, destruido por dentro.

Desde la ventana, el canciller ve a Anakin cayendo contra los generadores como una mosca hacia una lámpara electrificada. Lo observa impasible, con rostro de disgusto. Llama a los médicos para que se lleven a “Lord Vader” y al cadáver de Padmé.

Camino a la enfermería, los médicos descubren que Padmé no está muerta y se la entregan a Bail Organa, desobedeciendo al canciller.

El canciller habla ante el senado denunciando el intento de Golpe de Estado de la Orden Jedi y anunciando que la orden 66 se ha hecho pública y que los Jedis están siendo ajusticiados por alta traición. Que la nueva seguridad de la República estará a cargo de su ejército de clones y que se gobernará por decretos hasta nuevo aviso.

En la enfermería de Coruscant nace Darth Vader. Su mejor amigo había asesinado a su madre, su esposa lo había traicionado y él la había asesinado sin saber que esperaba un hijo de él.
Lo único que tenía era al emperador. Meses más tarde, en una nave hospital camino a Tatooine, nacen gemelos y Padmé muere.

(Escena Final)

Vader y Palpatine miran desde un destructor, la construcción de una nueva super arma, la Estrella de la Muerte. Vader está seco por dentro, su único objetivo será mantener el orden en la galaxia, aplastar cualquier intento por desestabilizar el equilibrio que él y el emperador han conseguido imponer con tanto esfuerzo, sobre todos los sistemas de la galaxia.