A continuación los comentarios sobre Harry Potter and The Deathly Hallows, desde dos perspectivas opuestas: La del crítico-fan y la del crítico-despiadado-e-indolente. Francisca Solar y Camilo Marks, respectivamente.
La Dulce Cara del Final
Por Francisca Solar
Dado el sufrimiento mundial por el fin de la serie Harry Potter, vaya una disculpa de antesala para todos los fans, pero la verdad es esta: gracias a Dios The Deathly Hallows es el séptimo, último y definitivo tomo. Pero no por lo que usted cree. En lugar del libro oscuro y siniestro que muchos esperaban luego de El Misterio del Príncipe, esta última entrega ha sido una brillante y luminosa despedida. JK Rowling ha retirado su obra en el mejor momento, en lugar de alargar el elástico hasta que no diera más, error que tantos otros autores han cometido. La decisión ha sido correcta, mesurada y acertada, dándonos un cierre que se convierte, sin lugar a dudas, en el mejor y más inspirado volumen de esta exitosa saga.
No confíes en nadie
Harry cumple la mayoría de edad y el fuerte hechizo que lo protegía pierde su efecto. Aun conociendo el peligro, decide abandonar el año académico para cumplir la misión que Albus Dumbledore le encomendó antes de morir: destruir los Horcruxes, seis objetos que encierran un pedazo del alma de Lord Voldemort. Sus amigos están dispuestos a dar la vida por el joven mago, pero los malos llevan la ventaja y la carnicería por su cabeza no se hace esperar. Así comienza todo.
La introducción misma es seductoramente intensa y continúa hasta el capítulo 12, donde las cosas se suceden a una rapidez inusitada y cada detalle es importante. De hecho, a poco andar ya hay nombres en la temida lista de muertes trascendentes, y lo verdarderamente inesperado se instala en cada línea: Rowling nos obliga a desconfiar de todos sus personajes, incluso de los buenos-buenos. Es como si empezáramos a leer desde cero, a conocer sin filtro los secretos más oscuros de quienes nunca habríamos sospechado. Ahora todo puede pasar y hasta tu mejor amigo podría ser el traidor. Tal tensión sorprende y amenaza con incomodar a más de alguien, pero logra cabalmente su objetivo: mantener con los nervios de punta en una espiral de situaciones donde hasta el propio lector peligra de confiar en quien no debe. Con un inicio tan auspicioso, cualquiera apostaría por una novela de entretención garantizada, y se cumple. La acción nunca decae lo suficiente como para decepcionar.
No todo lo que brilla…
Durante toda la lectura, el único «pero» significativo se encuentra en las «reliquias sagradas» (Deathly Hallows). Son tres preciados objetos que se convertirán en dueño y señor de la Muerte a quien los obtenga: una varita milenaria, una capa de invisibilidad y la «piedra de la resurección». Los datos de su existencia salen a la luz de forma repentida e incluso inverosímil y gatillan el escepticismo del lector. ¿Será una excusa para salvar a Harry de su destino? Si esa era la intención, no logró ser satisfactoria; luce más bien como un desesperado Deux ex Machina. En todo caso, dichas reliquias no consiguen situarse como deberían, por lo que nunca arruinan la trama real. La atención siempre termina en los pasos del héroe, mientras se prepara física y mentalmente para la que podría ser la última batalle de su vida.
Un millón de amigos.
Regresando la mirada desde la páginas finales, llama mucho la atención la continua remembranza de sucesos, lugares y personajes citados en los seis libros anteriores, como si la autora pretendiera darles aún más sentido enredándolos en esta última aventura. La snitch que cogió Harry en su primer partido de Quidditch, la cámara secreta que descubrió en segundo año, los estudiantes extranjeros que conoció en cuarto. Todo se reúne y vuelve a flote en este tomo, sirviendo tanto como resumen así como catalizador de emociones, incidiendo directa y exitosamente en la conexión afectiva con el lector. Es por eso que la gran batalla final parece hecha por un fan: Harry y Voldemort frente a frente, pero no en un duelo solitario. Todos están ahí, todo quieren vender al mal, todos luchan por algo más grande que ellos mismos. Sumado a un cierre de epopeya y un epílogo que bordea la cursilería, ya nadie podrá decir que las intenciones de Rowling no son claras. La serie completa, pero aún más este tomo, es una oda a la valentía, el trabajo en equipo, la amistad y la lealtad, valores que tenían que triunfar a toda costa. Y lo hicieron. Muchos mueren, otros se quedan, pero el triunfo es el mismo. El mensaje es evidente y los lectores lo palparán en cada letra de este tomo final.
Adiós Harry Potter, El-Niño-Que-Vivió. Y que aún vive.[x]
Y ahora la opinión del temible Camilo Marks:
¡Al fin se terminó la lata!
Por Camilo Marks
A estas alturas, resulta un disparate cósmico comparar a J.K. Rowling con J.R. Tolkien o C.S. Lewis, como se hizo al inicio de su rauda y, con certeza, efímera carrera. Entre sus defensores destaca la novelista Alison Lurie o la plana mayor de reseñistas del New York Times, The Guardian, The Independent, quienes hallaron en su obra reminiscencias dickensianas o toques shakesperianos. Es cierto, Harry alude al alias de Enrique V, llamado así por Falstaff, mientras «Potter» significa «ceramista», oficio muy literario para eminentes creadores victorianos. De modo que Harry Potter, al comienzo -hasta El prisionero de Azkaban- tuvo ancestros cultos; los textos iniciales de la saga, más breves y simpáticos que los mamuts que le siguieron, poseían gracia y un nivel de originalidad que encandiló a varios estudiosos. Con todo, resulta inexplicable el delirio generalizado de millones de lectores y miles de «expertos» que continúan aferrados a la serie como si ésta fuera la octava maravilla del mundo.
A propósito de Tolkien, cuando éste leía su monumental El señor de los anillos a Lewis, el autor de las Crónicas de Narnia perdió la paciencia y le espetó: «Fuck all those elves!». ¿Cómo es posible que los editores de Rowling se hayan despreocupado hasta tal punto frente al torrente de comemuertos, dementores, quidditch, maldiciones mortales (¿hay maldiciones revitalizadoras?), escudos encantados y toda esa palabrería boba, pueril en extremo? Ella parte de la base de que los leyentes son tontos de capirote y, por lo tanto, es preciso explicarles, una y otra vez, los recónditos enigmas de la Escuela Hogwarts. ¿Es necesario decir que Voldemort, el innombrable, junto a la traidora Bellatrix, son tan temibles como un vaso de leche pasteurizada?
La respuesta a estas y otras interrogantes es obvia: Rowling constituye una desembozada firma transnacional, por lo que cualquier cosa que se diga al respecto es tan fútil como las sesudas palabras de Hermione, el romance de Ginny con el héroe, la lealtad de Hagrid, los filosóficos monosílabos de Ron, etc. El dilema que presentan los últimos bodrios de la megaempresa, en especial Harry Potter and the deadly hallows (algo así como Harry Potter y los santos mortales) con nada menos que 759 insufribles páginas, es el siguiente: ¿Puede ejercerse la crítica literaria en torno a la Coca Cola, la Compañía Sudamericana de Vapores o la Esso? Por supuesto que no. Tal vez, si surgieran conflictos laborales al interior de la corporación Rowling, uno podría tomar partido por sus trabajadores mal pagados o, por el contrario, estimar que se están subiendo por el chorro al exigir participación en las ganancias siderales de la multinacional. Porque tan idiota como hechizarse con el Guardián Secreto es ignorar el merchandising -poleras, chapas, souvenirs-, y la atronadora publicidad que acompaña la aparición de cada volumen sobre el niño mago.
En Harry Potter and…, Rowling abandona todo cuidado estilístico y, desde la partida, en forma espuria, especiosa, ataca con deflagraciones, espectros horrendos, estallidos fatales, persecuciones eternas o ratos de calma: la boda de Fleur, cuyo acento francés en una chica rodeada por ingleses es inadmisible; luego Voldemort actúa con aviesos propósitos, causando sufrimiento expuesto sólo mediante interjecciones de los afectados. Por cierto, la narradora ya está pensando en los efectos especiales del billonario filme a realizarse, inspirado en el destino de Harry y la confrontación con Voldemort. El objetivo mercenario del tomo está tan a la vista que huelgan los comentarios.
Nuestros opinólogos locales siempre se las arreglan para aportar novedades: es loable, dicen, que la gente lea libros extensos. ¿Y por qué, entonces, lucen por su ausencia reediciones de David Copperfield, Ivanhoe, Huckleberry Finn u otros títulos que han resistido incólumes el último siglo y medio? Es un misterio insondable. Sin embargo, un factor positivo emerge al cerrar Harry Potter and…: ¡Al fin se terminó la lata!
Nació en el Reino Unido en 1965 y, antes del arrollador éxito de las aventuras del niño mago, recibía ayuda del gobierno para mantenerse. Hoy, sin embargo, es la única escritora que figura en la lista de multimillonarios de la revista Forbes. Comenzó a trabajar en la serie en 1990, aunque el primer tomo recién fue publicado en 1997, después de ser rechazado en varias editoriales. Entre los galardones recibidos se cuentan el Bram Stoker Award y el Príncipe de Asturias. Actualmente vive en Escocia, con su esposo y sus tres hijos.
Titulo: HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS
Autor: J.K. Rowling
Editorial: Arthur A. Levine Books, Nueva York, 2007, 759 páginas.
Fuente de reseñas:
- La Tercera Cultura, sábado 28 de julio de 2007
- Revista de Libros de El Mercurio, domingo 29 de julio de 2007
calla te «al fin se termino la lata» el libro esta buenisimoo
vos infelix
no sabes nada
Si la saga te parece una lata, porque te molestas en hablar de ella quieres exibir tu dudosa inteligencia pero no se te ocurría ningún tema, decidiste hablar del último libro porque asi atraerias a un sinfin de personas que te leerian y te discutirían claro, y asi te querias sentir importante. Dejame decirte que te considero bastante bobo, porque si ya desde el cuarto libro te pareció que la saga flojeaba: ¿porque te compraste el quinto, el sexto y el septimo tomo? si no te lo has leido. ¿porque lo criticas, porque criticas algo que no conoces? da gracias a que rowling decidiera hacer 7 libros de la saga gracias a ella criticos como tu han encontrado un tema interesante y que atraen a millones de personas y de ese modo podian darse a conocer, asi que almenos agradece eso y deja de criticar a la persona que mas a nutrido tu ego. Cuando tu escribas una serie de libros que vendan mas de 400 millones de ejemplares podrás permitirte el lujo de criticar, incluso pensaré que no lo haces por envidia…mientras tanto muerete de envidia perro.
Internet: no puedes vivir sin ella pero está llena de imbéciles.
Tampoco creo que fuera buena pero tu critica menos. bueno resumamos las cosas que podemos encontrar; una persecucion estilo no se, estrella de la muerte o Skubi doo (Perdon si no se escribe asi); una una falta critica de nuevos personajes; un y todos vivieron felices para siempre ese ratito; un libro que debio llamarse la soberbia Hermione Granger y los dos babosos a los que tiene que salvar porque no saben ni hacia donde se cae uno cuando se tropieza; un mucgle que es perfectamente capaz de seguirle el paso a seres muy magicos que ni se les ocurre disdriminarlo como seria lo más logico; un mejor amigo al que no se le hizo justicia dejandolo en el pobre lugar del que nunca deja de arruinarlo todo y resolverlo solo por dar media buelta estilo ardillitas al rescate y diciendo codas graciosas como un bufon; un super villano supèr temino que resulta muy muy inocente y tan compasivo como como una maestra de Kinder; un libro entrero de jugar a la casita sin intencion alguna de descubrir algo nuevo o decirle; una chica se se salio con la suya a pesar de muchas faltas por su caracter como si un angel guardian o una escritora la hubiese estado cuidando desde el más aca( estoy repitiendo ¿No?).
ahora algunas cosas que realmente me dolieron: un personaje que mostro ser de algunuuuuuna forma un alma gemela del protagonista (Tal Vez exagero) aapenas aparecio como un bulto inutil de la trama (Luna ); un hombre rata que tuvo un final tan simple como un: «me ahorco oigame» dejando en nada una promesa estilo gandalf de te alegraras de aberlo dejado ir; una autora de una profesia que al final valio cacauates, por el hecho de haber echo esa contribucion clave de toda la trama de los 7 libros no llego a nada mejor que arrojar bolas de critar teniendo una varita, mejor hubiera resultado si fuera un personaje fallecido o algo asi; un personaje asiatico que mo llego a nada aparte de lebantar la mano y luego bajar la cabeza; un padre del protagonisca del que nunca llegamos a saber si a que se dedicaba para vivir y que resultara que nadie tuvo imaginacion para darles nombres a sus nietos.
ahora lo que si me gusto: un pèrsonaje apellidado Longbotton que hiso justicia al pedazo de destino que le tocaba; el dramatico uso de una piedra de la muerte y un personaje de cabello graciento que mostro su verdadero rostro.
Me importa un carajo todo lo que se diga de Harry potter; solo debo decir a los críticones que la señora Rowling logró algo que la escuela, los papás, los medios, los criticos etc no han podido hacer: Logro que los niños lean.