Invitación

La invitación es a reescribir la historia.
Esta invitación no carece de cierto tinte reivindicatorio. Siempre sometidos a una interpretación, invención y relación de los hechos históricos hecha por los poderes, esta vez queremos introducir nuestro virus de confusión en el organismo perfecto y prístino que nos inoculan en los establos de la pedagogía. Inventarnos una historia que no sirva a los intereses geopóliticos estratégicos del poder, sino a la simple esquizofrenia del Tlönista anarco que encuentra placer en introducir bombas semánticas entre los pliegues del corpus oficialista.
Para todos esta invitación hedionda a Manifiesto Moderno de pacotilla, este llamado a la subversión de la memoria.
«Porque senté a Mnemosine en las rodillas. La encontré fome. Le corté la cabeza y le incrusté un televisor en señal muerta, para verme hacia adentro y recordar como yo quiero recordar las cosas, no como otro quiere que las recuerde».