CAJA NEGRA, de Alvaro Bisama. Es un libro a la antigua, es decir, no es un producto que busca quedar bien con moros y cristianos y «abarcar un amplio segmento de consumidores». Es un libro valiente que apunta en una dirección (la del autor y no la de la editorial o la de los lectores). Es una obra moderna en el sentido en que es el espectador quien tiene que poner a jugar su cerebro y adentrarse en el bosque semántico del autor…y no al revés (ese «al revés» que en realidad se llama producto de marketing).
El libro es desquiciado y psicótico, es un manjar para lectores que gustan de los «Xtreme sports» y no de la mermelada fome de la narrativa actual (esos libros o películas que se tratan de …¡oh, maravilla!…de lo que pasa en el sutil juego de palabras que salen de un tracklist, propiedad de un joven angustiado, lánguido y afeminado…o cosas así.)
Es un «Power Book». Bizarro, creativo, snowboarder.
Acá hay un LINK
Caja Negra se degusta como buen sushi de órganos humanos traficados en el persa Bío-Bío, delicatessen para la decadencia de un Chile secreto, arribista y perverso que ya no quiere pantallas de plasma, sino sexo con fetos y canapés de cerebro.
Bisama le tiene un libro de recetas tóxicas para una mente sicoide con síndrome de abstinencia, todo lo que el Chile de hoy necesita. Comida nueva bio alterada, socio alterada, histórico alterada. Mirando hacia atrás con binoculares estrobo quebrados, deformados. Chile es tan fome que hay que reinventarlo. En eso estamos.
La imagen de portada, que ha sacado aplausos, es de la enkeli.
la imagen es muy buena, hace pensar y viajar, jaja un buen viaje.