Aunque me crea tecnologizado y vanguardista en lo que a lectura electrónica se refiere y pretenda hacerme y hacer creer que la literatura publicada en Internet es lo mismo que publicación en papel, la verdad innegable es que la literatura en formato electrónico aún no posee el status ni la honorabilidad de un libro tridimensional, hojeable, con masa y volumen. Aún cuando un texto en Internet es ubicuo y puede ser publicado independiente de editoriales a un costo órdenes de magnitud menor, la mayoría de las personas invariablemente preferirán el clásico libro en papel, y confieso que yo también. La libertad de internet hace que la cantidad de basura disponible alcance niveles astronómicos y en esas condiciones lo interesante y rescatable se pierde en un mar de bagatelas olvidables.
Ejemplo cercano: año 2003, Ygdrasil en TauZero #1. Disponible en todo el mundo a un click de distancia. Fue un texto que sólo tuvo relativo éxito en listas de correo. Año 2005, Ygdrasil publicado en Chile por ediciones B. Éxito instantáneo. Baradit saltando desde su posición de turista del género al mainstream fantástico chileno.
¿Cuál es la diferencia entre Ygdrasil en formato digital e Ygdrasil en formato papel? Más allá del tema marketing y las estrategias de mercado y las infinitas variables que dejo en el tintero, la respuesta es que la gente definitivamente prefiere un libro en papel y le otorga reconocimiento a esos autores por sobre los que están en internet; probablemente esto ocurre por lo que señalaba más arriba: en la Red puede estar cualquiera, tanto si posee mérito como si no.
TauZero, en este contexto, puede ser considerado un producto más flotando en el mar digital, otra bagatela olvidable independiente de las altruistas motivaciones de quienes hacemos esta publicación podamos tener.
Por supuesto, ni yo ni los que colaboran con nosotros ni nuestros lectores piensan eso. Muy por el contrario. TauZero, como sucesor del insigne Fobos, también comienza a ser considerado un referente de la literatura de género a nivel nacional.
Pero antes de continuar, permítanme un flashback digresivo.
No sé si alguna vez lo escribí en alguna editorial, o si lo mencioné a alguien. El asunto es que cuando decidí comenzar el viaje por el género de la CF&F en este vehículo llamado TauZero, hace exactamente tres años, no sabía muy bien que puertos tendría ocasión de visitar, o que alienígenas abordarían la nave, o si se acabaría el combustible a medio camino y caeríamos en algún planeta desconocido e inhóspito… ¿llegaríamos a destino? ¿Teníamos destino? ¿Era el viaje en sí nuestro objetivo?
Han pasado tres años y aún no tengo las respuestas. Creo que tampoco las quiero ni necesito averiguar. Es como querer ver en la bola de cristal lo que hay a la vuelta de la esquina. Mejor que eso es ir y mirar. Y punto.
El viaje comenzó en forma muy entusiasta con varias personas que fueron reclutadas en la ahora extinta lista de correo utopika; pero se teletransportaron a ubicación desconocida en el segundo número. Y por mi parte, con una carrera universitaria en extremo absorbente que necesitaba terminar y que no dejaba tiempo para nada más, pues que alunizamos en un frío y lejano planetoide errante…
Pero sucedió que Sergio Alejandro Amira y Pablo Castro llegaron a sacudir mi modorra y a resucitar TauZero, huyendo de los estertores de agonía que nuestro fanzine inspirador, Fobos, comenzaba a experimentar.
Con Sergio y Pablo formamos durante algunos números una suerte de triunvirato, un poder a tres manos. Funcionó bien durante algún tiempo. Diferencias de visión y algunos asuntos personales, repercutieron en el alejamiento de Pablo de TauZero, por allá por el número cinco o seis.
A partir de ese momento, TauZero fue manejado por Sergio y por mí. Un artista visual y un ingeniero en electrónica trabajando en un proyecto literario, una mezcla tan extraña y antinatural como sería ver un campo antientrópico recomponiendo un plato roto desde el suelo y reintegrándolo en la mesa. Pero aún siendo una colaboración algo extraña y antinatural, funcionó.
TauZero nació en el seno de la lista de correo utopika, comunidad de personas que llegó a tener más de 2500 integrantes; que fue testigo de memorables discusiones y reflexiones y causante de más accidentes académicos de los que quisiera recordar… pero que, como todo en la vida, comenzó a declinar. Para entonces TauZero estaba alojado en el sitio web de Utopika, y era una situación que comenzaba a causar confusión. ¿Por qué una revista (o e-zine) que se llama «A» está alojada en un sitio web que se llama «B»?.
Una meta natural era, evidentemente, poseer un sitio web y un foro propio. La lista de correo utopika no clasificaba porque ya había cumplido su ciclo y porque estaba alojada en un hosting gratuito, yahoogroups, lo que me molestaba sobremanera por el tema de la publicidad incrustada en cada mensaje, y porque no había una forma fácil de respaldar la información emitida.
Cuando estuve en condiciones, corté por lo sano y adquirimos nuestro propio dominio en internet para TauZero, https://tauzero.org. Elegí el .org para hacer explícito que lo nuestro era un proyecto cultural que se alimentaba de aportes de escritores y ensayistas de cualquier parte del planeta.
Para entonces ya no sólo estábamos Sergio y yo en el proyecto. Habíamos ido sumando, de a poco, amigos que no sólo permanecían cerca, sino que aportaban con sus visiones y opiniones propias. Con las indicaciones de tod@s ell@s, se construyó el sitio web, completamente distinto a lo que habíamos tenido hasta el momento. También construimos un nuevo foro de discusión, tal como siempre quise. Finalmente, decidí deshacerme de la moribunda lista de utopika, por dos razones: 1) tratar de mover a la gente realmente interesada en hablar de género al nuevo foro y, esto era más importante y 2) cerrar un ciclo y marcar definitivamente la nueva etapa de TauZero.
Bien, antes de este flashback hablaba sobre TauZero como referente, que básicamente se traduce en que la publicación sea citada como referencia, obvio. Por supuesto, aquello ya ocurre desde un tiempo a esta parte a lo largo y ancho del mundo-CF-hispanoparlante-en-internet. Pero no habíamos sido citados en alguna publicación impresa (en la lógica de darle más importancia a lo impreso por sobre lo digital).
Y bueno, aquello finalmente ha ocurrido. Marcelo Novoa acaba de publicar con bombos y platillos su antología de literatura CF llamada Años Luz, Mapa estelar de la Ciencia Ficción en Chile. Es un estudio-recopilación de más de 400 páginas, en donde aparte de citar a TauZero como entidad, son antologados cinco autores (de un total de treinta y dos) que colaboran con el ezine.
Fuimos invitados a la ceremonia de lanzamiento, realizada el 21 de abril en Valparaíso. Novoa, ante todo un académico y un poeta, tenía entre sus invitados a personas mayoritariamente de esa área. exxSi yo fuera de esas personas que no suelen adaptarse a condiciones sociales cambiantes, probablemente me hubiera sentido incómodo. No fue este el caso y disfruté muchísimo la ceremonia. Novoa se reía muy contento y efusivo. Sin duda era su minuto de gloria: su libro, cuya fecha de publicación se retrasó en un par de oportunidades, finalmente veía la luz.
Cuando fue su turno de hablar, se le veía muy distendido, condimentanto su discurso con algunas graciosas ironías de sí mismo.
En ese mismo discurso se dio el tiempo de agradecer a todos quienes le habían ayudado, ya fuesen autores, fanzines o ezines.
Después de los dircursos y la música y el vino de honor, llegó el tiempo de hacerse una copia autografiada del susodicho libro. exxQuise ser el primero en tener el libro, pero el siempre winner Baradit me arrebató el lugar (jejeje). Minutos más tarde podía apreciar lo impecable de la edición y las referencias que tan contento me dejaron.
Fue un día muy importante para la literatura de género fantástico local. No teníamos un libro de estas características hasta este momento. De modo que agradecemos y aplaudimos de todo corazón al amigo Novoa por hacer el esfuerzo y compilar en esta antología nuestra historia fantástica y esperamos ansiosos la próxima publicación de las dos novelas anunciadas en la contrasolapa: La segunda enciclopedia de Tlön y Los hijos del cielo y de la noche.