Por Álvaro Medina
Hola, acabo de llegar de ver «la» película. No iba con muchas expectativas, a pesar que leí a varios «críticos» que el filme es «el mejor de las seis». No lo creo, aunque sin duda no es la peor. No es que tenga alguna favorita, de las originales. Cada una de las 3 originales tiene su encanto para mi. Encanto que no tiene ninguna de estas tres nuevas.
A favor, no bostecé en ningún momento ni miraba el reloj. Es dinámica y todo, cosa que le faltaba a los episodios I y II. O sea está mejor montada, mejor contada.
Me molestó mucho tanta parafernalia visual. Hay momentos en que se justificaba, pero en otros no; y generalmente en esos momentos no entendía nada. ¿Será que soy muy lento para el cine actual? Quizás, quizás no. Quizás, simplemente, las escenas están mal construidas. En ”Jedi”, con bastantes menos recursos, la batalla espacial es muchísimo mejor que la de esta película (al principio). No entendí quienes eran los buenos y los malos: habían unas naves parecidas a las X-Wing que nunca supe de quien eran. Me quedó medianamente claro que los cruceros tipo Destructor (más chicas) eran republicanas pero…
Y no me pareció que ninguno de los eventos se fueran desarrollando fluidamente. Sentí que eran muy bruscos los cambios. De repente Padmé está embarazada, y OH cuando se baja de la nave (al final) tiene la MEDIA guata…(!) Para dar un ejemplo. Muy brusco también el cambio de Palpatine, para mi gusto. Si se hubiera visto más esa insidia de Palpatine en los episodios anteriores, quizás. Pero aquí parte malo… cosa no vista antes. No funciona, no calza con el personaje. Claro, sabemos que él es Sidious y todo eso…
También vuelve el abuso de personajes, frases y situaciones gratuitas. Aunque menos que en los episodios anteriores.
Hay secuencias buenas: la cacería de Jedis, el funeral de Padmé. El final, maravilloso. Sin duda. Sólo que la música de los créditos, como ha pasado en todas las precuelas y la reedición de “Jedi”, entra nada que ver con lo anterior, en otro tono que no calza, abrupta… en fin.
Bueno, resumiendo, me entretuve bastante, por momentos sentí esa ”magia” de las películas originales, aunque en momentos imprevistos, por ejemplo cuando Anakin habla con Yoda, hay algo del Yoda que a mi me gustaba, esa marioneta que tenía más vida que este digital. No por como se viera sino como hablaba. Pero en general no logré empatizarme mucho con los personajes, a lo más de Palpatine, Obi-Wan y de repente Anakin (muy bien por cierto). Ese es mérito de los actores, y la falta de identificación con ellos es por el guión y el montaje, que es
bastante arbitrario en mi opinión.
Por último. Por muy buena que fuera, esta película no me llevó de nuevo a mi infancia. A lo mejor si Yoda fuera un títere, y las naves maquetas… quizás algo me llegaría. Pero la cuestión es que estas películas nuevas las he visto ya viejito, y los sentimientos y situaciones son distintas a esa época. Ya no me impresiona nada de lo que vi, porque se muestra todo en pantalla, se vomita, y se ha visto mil veces en películas mejores o peores. Todo es posible, todo se
mueve (maldita sea Guatón Afranelao, ¡¡deja quieta esa cámara un rato!!), todo es taaaan impresionante que ya no tiene gracia.
No andaba buscando la magia de mi infancia, sino una magia nueva. No la encontré, pero desde que salí de ver el Episodio I, ya hace 6 años, que esa se perdió. Más bien: se quedó donde tiene que estar, en mi memoria, en esas películas viejas. Nada podría reemplazarlas, y que bien que sea así, y mala suerte por estas tres. Buscaré la magia en otro lado, en otras películas, en otros relatos. O, mejor, yo crearé esa magia…
por Álvaro Medina