Durante muchos años de mi vida, Batman el personaje de los cómics, fue mi héroe favorito. Si hubiese podido elegir, claramente me hubiese puesto el traje del murciélago. Extrañamente la época cuando Batman me inspiraba, era en aquellos años de mi juventud, en los cuales dormía en las bancas de las plazas públicas de Santiago de Chile. Y usaba botas militares, al compás de la música metal y punk.
En medio de la noche y con la policía corriendo detrás de mí, las esquinas oscuras y las cornisas de los edificios se convertían en los mejores refugios. En esos momentos el «Señor de la Noche» me parecía, el personaje más cercano a la realidad.
¿Pero que es lo que verdaderamente hace a Batman un tipo tan cercano a la realidad? Su fanatismo, su disciplina, su odio por la sociedad actual, o es el hecho que él, como héroe no tenga ningún súper poder que lo haga superior al humano promedio.
Cuando leí la novela grafica Arkham Asylum de Grant Morrison, me di cuenta que Batman no es más que la representación del humano medio, luchando en la sociedad en la que vivimos. Es fácil pensar que nuestra sociedad esta corrompida por el mal, y -aunque parezca alarmante- los tipos que están en los puestos de poder están realmente desquiciados.
Bush, Chávez, Putin, el Barbudo de Alquaeda y el compañero Fidel. Son sólo ejemplos de tipos que están dispuestos a todo con tal de seguir sus ideas y sueños -convencidos que ellos tienen la verdad absoluta-. En el ámbito más cercano tenemos a los «narcos» que azotan las ciudades de mundo haciéndose ricos a costa de los vicios de miles de seres humanos que necesitan algo para escapar de la realidad que les toco vivir. Y peor aún en nuestro país -Chile- tenemos a los chóferes de micro que están, literalmente, dispuestos a matar para ganar más dinero en sus trabajos.
En el ámbito más cercano tenemos a los «narcos» que azotan las ciudades de mundo haciéndose ricos a costa de los vicios de miles de seres humanos que necesitan algo para escapar de la realidad que les toco vivir. Y peor aún en nuestro país -Chile- tenemos a los chóferes de micro que están, literalmente, dispuestos a matar para ganar más dinero en sus trabajos.
Si el párrafo anterior no quedo claro, lo que quiero decir señores, es que nuestra sociedad es Arkham y los villanos están al mando. Y donde mierda entra Batman en todo este cuento.
En la elección, a diferencia de los grandes héroes de la Marvel y la DC, Batman eligió. Él decidió seguir un patrón de conducta, pararse en sus convicciones morales y no moverse un ápice frente a las adversidades de la vida. Él decidió ser un héroe, olvidó el miedo, y siempre que las circunstancias lo exigieron, Batman el Señor de la Noche, entró en Arkham, tomó su capa y se sumergió en la locura.
Nosotros como ciudadanos podemos elegir no tener miedo. Tal como lo hace Batman en la película. Nosotros vivimos en la locura, y junto con ella, el miedo nos acecha. Pero para consuelo de algunos, en medio de la noche en la esquina más oscura y en la pesadilla más tenebrosa, se encuentra Bruce.
© 2005, Daniel Vak Contreras.