por Juan Carlos Sánchez
Uno de los momentos mas importantes en la historia de la ciencia ficción televisiva fue cuando Chris Carter dio vida a los X-Files, la razón supo combinar el drama con el tema paranormal y los extraterrestres consiguiendo un inusual realismo que le permitió ser incluso reconocido por los Globos de Oro en una categoría ajena a la sección de efectos especiales, todo un logro si se considera cuan ignorada es la ciencia ficción en las grandes premiaciones. Pero con el tiempo Carter terminó siendo presa de su propio monstruo y su intento por mantener su cuota de realismo le pasó la cuenta cayendo en una serie de inconsistencias y lamentables repeticiones llegando al punto mas bajo de usar una excesiva violencia en algunos episodios sin tener justificación alguna.
¿Qué tiene que ver esto con la miniserie de Spielberg?
Simplemente que posee las mismas virtudes así como algunos de los pecados de Carter. En pocas palabras se puede decir que la historia de Spielberg versa sobre tres generaciones afectadas por las abducciones, pero lamentablemente tenemos que repetirlo y decir que se trata de Spielberg, es decir: un director brillante con gran sensibilidad que sabe trabajar con altos presupuestos y buenos efectos especiales sin hacer que estos opaquen la historia, pero cuyo gran pecado (y por tanto punto en contra al momento de realizar este proyecto) es haber filmado Encuentros cercanos del tercer tipo y E.T., dos filmes iconos en el tema de los extraterrestres amigables que, sin embargo, contradicen los cientos de casos y estudios realizados a lo largo del mundo en torno a gente abducida, los cuales aseguran que las formas de vida extraterrestres son cualquier cosa menos amigables.
Punto aparte y no menos negativo del paso de este director como productor de TV es Seaquest, un engendro que se alimentó de Star Trek en vez de la inolvidable serie de Irwin Allen Viaje al fondo del mar, y que finalmente terminó ahogándose por su propio peso, por más que un buen reparto hiciera esfuerzos titánicos por salvarlo.
Con Taken como ya mencionaba en un principio, el rey midas del cine construye la epopeya de una serie de personajes, desde un militar a cargo de la investigación de la nave caída en Roswell hasta una familia que sin saber acogen a un extraterrestre en un conflicto que se mueve en dos frentes y esencialmente dos grupos familiares: el que investiga a los alienígenas y los que tienen vínculos directos con ellos. Esto en un principio se muestra como un retrato serio y profundo donde se plantea cuan arraigado está el fenómeno OVNI dentro de la sociedad americana, borrando al conocido sector de gente que se dedica a recolectar datos sobre la aparición de platillos voladores para estar con aquellos que han tenido contacto directo y, como el título lo plantea, han sido abducidos.
De paso menciono que algunos informes alarmistas dicen que existiría, sólo en Estados Unidos, reportes de aproximadamente dos millones de personas que han sido raptadas o han tenido encuentros con seres de otro mundo, evidentemente la cifra de casos que puede ser verdaderos ha de ser inferior pero como un punto a destacar, una buena parte de los filmes y series que han tratado este fenómeno basándose en hechos que se dicen reales muestran notables coincidencias en como son físicamente los extraterrestres y el tipo de conducta que presentan (reitero que con esto omito El día de la independencia, Alien, Star Trek y todos aquellos cuyo interés no se centra en las abducciones).
Volviendo a Taken, lo sorprendente está en el buen desarrollo de los personajes, así como en las actuaciones que le brindan un notable realismo, sumándose algún puñado de historias que se salen de la trama central para ahondar en otras posibles consecuencias indirectas del fenómeno, pero es ahí donde la miniserie comienza a fallar y más concretamente en el papel que desempeña la joven estrella Dakota Fanning, como la hija de unos jóvenes que fueron abducidos y modificados. A través de ella, como ya lo estaba haciendo con sus padres, Spielberg nuevamente retoma su proselitismo por la bondad alienígena en un contexto completamente desajustado o mejor dicho ilógico. No se trata de decir que los extraterrestres son buenos o malos, o si lo militares son buenos o malos sino que gran parte de la información de base, si bien no arroja evidencia concreta de maldad (a decir verdad sí lo hace, si sopesamos la mayoría de casos y descripciones) tampoco lo hace en el sentido contrario. De hecho durante varios episodios los espectadores hemos sido testigos de cuan terribles y traumáticas son estas abducciones, de manera que el personaje mencionado resulta absurdo e innecesario.
Otro pecado es mostrar en un principio una faceta obsesiva y al borde de lo malévola de los militares e investigadores que al final termina convirtiéndolos en seres con una encubierta psicopatía (a no ser que alguien considere sano matar a algún familiar o inducir su deceso en circunstancias que no hay una vida en juego).
Hay partes de Taken que son realmente ridículas, como el momento en que uno de los personajes es protegido de los agentes que lo siguen por una especie de barrera o rayo cuando regresa a su hogar generada por un OVNI.
Y volviendo a lo mencionado al principio, el otro gran pecado de la obra de Spielberg es que no llega a nada concreto, a excepción por supuesto de cuan mala puede ser la gente que persigue a los alienígenas. En un intento por lograr realismo y no imponerse como la santa verdad del fenómeno de las abducciones, no se planeta una teoría o una explicación sin importar cuan ridícula o seria pueda ser. Gran parte del trabajo ha sido entregar un drama con gran fuerza emocional donde una encantadora niñita nacida gracias a los alienígenas despliega su bondad y amor a quienes han sido dañados por los extraterrestres sin entregar una respuesta lógica, situaciones melosas y carentes del realismo que se busca y que al final no conduce a nada, tan solo la sensación de haber perdido el tiempo esperando algo que no sucede.
Al igual que en el trabajo realizado anteriormente por el Scifi Channel con las dos miniseries de Dune, Taken juega con la grandeza de una idea brillante promoviendo lo que puede ser una gran obra tan sólo para entregar algo que las masas puedan digerir y gozar sin complicaciones. Cuyas grandes y graves falencias están bien ocultas tras la brillante y linda cubierta publicitaria menospreciando el interés e ingenio de quienes tienen un mínimo de conocimientos de los temas en cuestión. Entre paréntesis, que no se malinterprete: Taken en esencia es un buen proyecto, la idea básica es original e interesante, así mismo como el reparto, las actuaciones (mucho más logradas que en las otras miniseries mencionadas anteriormente), la producción y la banda sonora pero es como un chocolate envuelto en papel brillante, con buen sabor que en su momento quita el hambre y de un muy efímero placer acompañado del siempre detestable exceso de calorías y materia grasa que tendremos que bajar en una dieta o buen ejercicio, algo que puede ser evitado y reemplazado por algo más sabroso y nutritivo, sólo que para paladares un poco más exigentes en lo que al menú de ciencia ficción de la televisión y el cine se refiere.
por Juan Carlos Sánchez
jajajajja dos millones de americanos abducidos!!! si, claro, y un solo testigo puede hacer ganar o perder un juicio, pero dos millones son incapaces de demostrar la existencia de extraterrestres. Purita casualidad… Y cuantos millones han visto a la Virgen Maria??? por favor, q estamos en el siglo XXI.
Spielberg sera probablemente la persona que mas dinero ha ganado en el mundo defendiendo la idea de q existen los extraterrestres, como para no sospechar de sus puntos de vista.
Si supierais los magufos la verguenza ajena q sentimos algunos al leeros os prometo que os lo pensariais dos veces.