Sergio Meier, un punk de bastón y levita

Puede que Sergio Meier no sea un escritor nuevo, pero si novedoso. Las ideas que articula en su obra están en la vanguardia de las últimas teorías científicas y estéticas. Pero cuidado en apresurar juicios, porque estas mismas ideas se funden con saberes arcanos y esotéricos dando cuerpo a un texto llamado a convertirse, sin lugar a dudas, en un punto de inflexión sin precedentes en la literatura fantástica chilena. El mismo Meier resume esta convivencia entre lo contemporáneo y lo ancestral cuando se describe como un “punk de bastón y levita”. Un autor que desde su Providence particular, Quillota, cual Randolph Carter, viaja a través del tiempo y el espacio descubriendo realidades y universos paralelos insospechados.

A: Sergio, mientras la mayoría persigue la juventud perpetua, tú prefieres cultivar una imagen de hace trescientos años.

M: Absolutamente. Es una forma de ser revolucionario, de ser rebelde a mi manera. Por eso siempre digo que nací en el siglo XVIII, esa es la estética realmente en la cual me siento cómodo, incorporado.

A: ¿Sigues viviendo actualmente en el siglo XVIII?

M: Mentalmente vivo en el siglo XVIII, porque es la época que me acomoda, la época del iluminismo en que todavía estábamos con un pie en el pensamiento mágico del Renacimiento y con el otro en los territorios de la razón. Es cuando aparece por primera vez el concepto de lo “científico” y todavía podía existir un “filósofo natural” como Isaac Newton, un hombre capaz de generar las bases de una ciencia, de una física férrea, absolutamente racional y al mismo tiempo dedicarse al estudio de la alquimia, de la magia.

A: ¿Cómo lograste vivir en el siglo XVIII, durante fines del siglo XX y ahora en pleno siglo XXI?

M: El siglo XX lamentablemente no me permitió vivir en forma tranquila, demasiado empapado de la horrorosa ‘modernidad’, de ese avanzar en una sola dirección siguiendo la flecha del tiempo. En cambio, ya a fines del siglo pasado, aparece ese maravilloso concepto del posmodernismo que elimina la ilusión de avance constante y ofrece mirar hacia los lados y hacia atrás con ironía, permitiendo evoluciones paralelas y toda una serie de maridajes y combinaciones que dan origen, por ejemplo, a este tipo de literatura denominada steampunk; que sin embargo es la tendencia natural de los tiempos, es decir, la abolición completa de una época determinada, de un espacio, de un tiempo específico en pos de una combinatoria anárquica y delirante. Y es en ese momento que puede aparecer un personaje como el que aquí te habla, un personaje absolutamente validado por la posmodernidad.

A: Acerca del steampunk, podríamos decir que es un subgénero de la cf que adopta las convenciones y escenarios de la ficción especulativa del siglo XIX. Básicamente “cyberpunk ambientado en el pasado”, donde se cambia la tecnología de punta por las máquinas a vapor, con la actitud ‘punk’ del cyber. En ese sentido La segunda enciclopedia de Tlön sería un steampunk bastante inusual.

M: En efecto, se trata de un steampunk atípico. Parte en un supuesto universo paralelo anunciado por Borges, aparentemente más allá del siglo XXI, pero con una estética y personajes históricos. Es un steampunk que ha invertido el tratamiento tradicional de situar los hechos en el pasado. Es la primera novela asumida plenamente como steampunk aquí en Chile. Al mismo tiempo da a conocer, noveladamente, el paradigma holográfico, un concepto tan revolucionario como lo fue en su tiempo la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

A: Cuéntanos un poco sobre la mónada holográfica, concepto clave de tu novela, que se desprende del paradigma holográfico.

M: En La segunda enciclopedia de Tlön creamos la “mónada holográfica”, basándonos en el revolucionario paradigma holográfico desarrollado por David Bohm, discípulo de Einstein que trabaja con la teoría que plantea que el universo completo estaría existiendo en estados de vibración de onda, y por Karl Pribram Jr., un neurocirujano que, tratando de descubrir cómo se almacena la memoria en el cerebro, llega a la conclusión que ésta se mantiene de forma holográfica en todas partes del cerebro. Luego Pribram deduce que si el cerebro es un holograma es por que el mundo que interpreta también lo es. El paradigma holográfico surge del encuentro de Pribram y Bohm y dictamina que el universo entero es una gran matriz holográfica de la cual formamos parte. Es como decía el Leibniz histórico que, en su elegante “Monadología”, sostiene que existirían distintos tipos de mónadas (unidades) que se diferencian entre las que no tienen conciencia y las que la tienen desde grado básico hasta superior, lo que diferencia a las diversas entidades que existen en el universo.

Pues bien, Leibniz dice otra cosa revolucionaria: cada una de estas mónadas refleja y es a su modo la totalidad del universo. Lo mismo que afirma el paradigma holográfico. El problema en Leibniz es que dice que las mónadas no tienen ventanas, no tienen comunicación intersubstancial entre ellas. Cada mónada refleja al universo entero pero está aislada. En el caso del paradigma holográfico no es así, las mónadas sí tienen ventanas y son capaces de conectarse a la totalidad del sistema. Cada uno de nosotros es un fragmento del holograma principal y refleja el universo entero y es el universo entero en sí. ¿Será que esto nos está explicando por qué existe la conciencia? ¿Será que esto es lo que nos dará finalmente la llave para entender por qué buscamos una trascendencia, por qué buscamos o creemos en un Dios?

A: ¿Crees que para ser escritor de ciencia ficción y ser bueno, primero hay que ser escritor, y no solamente escritor sino además poseer un acervo cultural mucho más amplio?

M: Sí, uno debe venir primero del mundo de la literatura, de las grandes ideas y revoluciones estéticas. Para eso necesitamos estudiar, obligarnos mutuamente, exigirnos mucha más disciplina, trabajo y rigor. Si vamos a tratar un tema científico debemos estudiar ese tema. Durante mucho tiempo la literatura de ciencia ficción chilena se conformaba con elementos mágicos. No ha existido una ciencia ficción dura en parte porque sus escritores, independiente de si contaban con una formación científica, no se atrevían a profundizar más allá.

Chile es un país donde fundamentalmente sus artistas no han sido reconocidos por este miedo, a lo que no es la normalidad, una normalidad tremendamente chata, aburrida y mediocre que nos sigue persiguiendo hasta el día de hoy.

Los lectores han sido considerados mediocres también. El autor no debe infravalorar al lector, no debe pensar ‘esto el lector no lo va a entender’, o ‘el público no está preparado para esta obra’. Basta de eso. Debemos atrevernos finalmente a escribir de acuerdo a nuestras posibilidades y seguir evolucionando como se ha hecho a nivel mundial. El fándom debe cambiar, debe demostrar su fortaleza no sólo a nivel de la ciencia ficción sino a nivel literario en general. Debe demostrar su conocimiento, su sabiduría y que ya no es un niño jugando con cosas que a los adultos nunca le van a parecer atractivas.

Pensemos que una de las características mas importantes de la ciencia ficción en el siglo XX es la capacidad que tuvo para popularizar conceptos, que antes pertenecían solo a un grupo cerrado de científicos. Pensemos en el hiperespacio, la mutación, la IA, el viaje más rápido que la luz, la realidad virtual, los agujeros negros, todos conceptos popularizados en libros y películas antes incluso que se confirmara realmente su existencia. Muchos creen que la ciencia ficción ha muerto porque hoy en día la computadora está en nuestro diario vivir. Pero no, “la ciencia ficción ha muerto, larga vida a la ciencia ficción”. Nos estamos acercando a un próximo paso evolutivo, una evolución que es literaria, artística, cultural, científica, una evolución en nuestra propia mente, nuevas posibilidades de desarrollo para alcanzar finalmente esa noosfera anunciada por Teilhard de Chardin y los más grandes escritores de ciencia ficción como Philip K. Dick en Sivainvi, Stanislaw Lem en Solaris, Frank Herbert en Duna. Los escritores de ciencia ficción hoy en día son lo que fueron en tiempos bíblicos los grandes profetas.

A: ¿Qué próximos proyectos nos depara Sergio Meier en su regreso a las letras?

M: Actualmente estoy trabajando en Memorias de un golem, una novela que eminentemente es de ciencia ficción pero que explora las leyendas de la cultura hebrea, que tiene una riqueza que va más allá del propio gólem y que incluye diversas categorías de homúnculos, dibbuks, los teraphim, etc. Estilísticamente es una obra mucho más intimista, después de los excesos de La segunda enciclopedia de Tlön, contada desde el punto de vista de un gólem que es de carne y puede hablar. También tengo como tarea pendiente la publicación de Una huída hacia la muerte, novela que terminé de escribir a los veinticinco años y que de alguna forma es mi Finnegans Wake. Quizás mi novela más íntima, personal y autobiográfica, dónde también se trata el tema de un universo paralelo relacionado con este.

A: Muchas gracias por tu tiempo, Sergio, y esperamos ansiosos la inminente llegada a este lado del holograma universal de La Segunda Enciclopedia de Tlön.[x]

7 thoughts on “Sergio Meier, un punk de bastón y levita

  1. Saludos,
    Estoy interesado en tópicos similares a los de Sergio Meier, vivo también en Viña del Mar, me gustaría compartir un café con este hombre. Pueden saber más de mis intereses en mi homepage, http://ad.sidera.visus.googlepages.com/ , y estoy igualmente disponible en Google Talk en cuarzoliquido (algarroba) code.cl (también es cuenta de correo).

    Saludos.

  2. parecías viento fresco que alteraba el estado de los vellos en mi piel, con tus universos paralelos me ponías en un plano que hasta podía ver, frente a ti, al lado tuyo o detrás de ti. Como un monje de religión propia, cautivador, egocéntrico, vanidoso y casualmente elegante. Si me supieras y yo te pudiera saber … tu que eres ermitaño y yo que había olvidado lo que era el encantamiento, tus lineas sinuosas que sexualizan, has de conocer todas las formas verbales del encantar…

  3. Nadie ha incurrido en el desatino de piratear digitalmente a Sergio Meier aún, tendrías que recurrir al viejo método de comprar el libro. Tengo entendido que Tau lo vende.

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